Los milaneses, si tienen media hora libre, pueden leer algo sobre Marcus Garvey, el político y activista de principios del siglo XX. En primer lugar, la cultura es buena a pesar de todo. Segundo, se da el caso de que la información viene bien. Garvey es la razón por la que Lilian Thuram llamó Marcus -precisamente- a su hijo, que estos días es noticia por el AC Milan. Marcus decidirá su futuro en cualquier momento, probablemente el lunes, y el Milan está en la carrera.
Thuram es uno de los favoritos desde hace tiempo. No es un bombardero en serie, pero reúne las características del futbolista que le gusta al Milan: tiene uno contra uno, es explosivo, es rápido. El hijo de Lilian acaba contrato con el Gladbach, no renovará y ha escuchado propuesta tras propuesta en los últimos meses.
A algunas ya ha dicho que no, otras están en la carrera por una decisión que llegará muy pronto. El Psg es el favorito histórico, pero el Milan ha entrado en la carrera con decisión. Stefano Pioli también ha movido ficha en las últimas horas, llamando a Thuram y explicándole el proyecto del próximo equipo. Thuram podría jugar en diferentes posiciones. Delantero centro, por supuesto, y en algunos partidos también por fuera. En caso de llegar, al menos sería copropietario junto a Olivier Giroud. Como mínimo.
El movimiento-Pioli confirma que el Milan quiere darse prisa, cerrar pronto dos fichajes y hacerse con un delantero centro. Por cierto, en las últimas horas también ha habido contactos con Gianluca Scamacca, recién llegado de una temporada con ocho goles en total con el West Ham.
Es lógico pensar que Scamacca regresaría encantado a Italia, mientras que está por ver si los Hammers le dejarían marchar cedido o sólo de forma permanente. En la primera hipótesis, el camino está abierto para el Milan. En la segunda, se abrirían valoraciones más complejas. Dos delanteros centro, dos jugadores muy diferentes, dos formas de construir el nuevo Milan.
El Milan, sin embargo, se lo piensa todo y habla, habla con más de un jugador. En el centro del campo, el favorito es Yoeri Tielemans, centrocampista belga del Leicester de 1997. Obviamente, también en la fecha límite. Tielemans en el Milan sería el mediapunta junto a Tonali, un puesto que suele ocupar Bennacer, que estará de baja los próximos seis meses.
El problema, si acaso, es el salario, como es normal en los que pasan a cero al final de su contrato. Y la competencia: José Mourinho le ha llamado, el Roma lo intenta, y Yoeri… hace esperar el momento. Por cierto, en el centro del campo se mantiene más que una hipótesis Daichi Kamada, japonés del Eintracht: el Milan lo había cerrado, un problema con los agentes provocó una ralentización y ahora hay que esperar. Digamos que un par de semanas.
El ataque del Milan podría así cambiar radicalmente. Entre los nombres de la lista está también -y no es ninguna novedad- Christian Pulisic, estadounidense del Chelsea, al que le queda un año de contrato y que gusta al Milan. El talento está ahí, el carnet de identidad también (Pulisic nació en 1998), la continuidad definitivamente falta: en el último campeonato sólo un gol.
El Milan sería un gran escenario para el relanzamiento. Pulisic podría jugar en la derecha, una posición para la que el Milan también quiere a Samuel Chukwueze, 1999 del Villarreal, que expira dentro de un año. Hay un problema: el Villarreal ha recibido una oferta de la Premier League y pide mucho, muchísimo.
Algunos dicen que 40 millones. Si ese fuera el caso, sería demasiado. Por eso, también conviene recordar que el Milan lleva días pensando en Evan N’Dicka para la defensa: le llamó, pero el Roma se le adelantó y subió el precio. En resumen, se defienden.