Fuera todos del club

El Milan 2023-2024 renovará casi la mitad de su plantilla. La base seguirá siendo la misma: Pioli la ha juzgado sólida y tiene razón. Maignan permanecerá para blindar la defensa, Tonali para sostener el centro del campo, Leao para finalizar el ataque. Los cimientos están ahí y son estables: en comparación con otros grandes en plena reconstrucción, el Diavolo parte con ventaja. Es todo lo demás lo que habrá que retocar: la temporada que acaba de terminar ha demostrado que detrás de la fachada hay grietas. No todos los titulares han rendido a su mejor nivel y, sobre todo, detrás de ellos no ha habido reservas a la altura. Theo Hernández es el único pilar que podría ser reemplazado (pero sólo en caso de una superoferta, que el club no busca), el resto es un trabajo de reestructuración que involucrará a jugadores que están fuera del proyecto del entrenador y que serán sustituidos por elementos más funcionales. No es sólo una cuestión económica, muchos de los jugadores despedidos están entre los mejor pagados del grupo, sino de arquitectura técnica: se necesita un Milan más equilibrado, que anule los huecos entre la primera y la segunda línea, que no tenga que depender siempre sólo de los fieles.

Maignan (golpe muscular no grave con Francia), tendrá a Sportiello para vigilarle las espaldas. Tatarusanu y Mirante, que llegaban al final de sus contratos sin propuestas de renovación, serán libres de abandonar Milanello. Un segundo portero fiable era una necesidad: Tata ya no gozaba de la confianza de sus compañeros.

En la lista de agentes libres, Ibra merece un largo capítulo aparte: no tanto para resumir sus hazañas deportivas de la última temporada (sólo un gol en un año comprometido por las lesiones) como para recordar su papel de líder. Zlatan ha dicho adiós a San Siro y al fútbol: se marcha para poner punto final a su carrera después de haber desempeñado un papel protagonista en el ascenso del Milan a lo más alto.

A él, el club y Pioli le han reconocido los méritos (aunque la estima no le devolverá al organigrama con funciones directivas): hay otros jugadores que el técnico considera superfluos. Ciertamente, se despidió sin remordimientos de Dest y Vranckx, a quienes el Milan podría haber recomprado al Barcelona y al Wolfsburgo con un desembolso superior a los 30 millones.

En comparación con la aportación ofrecida, una suma completamente fuera de alcance. Bakayoko ya no es necesario: el préstamo de dos años del Chelsea ha llegado a su fin sin que el club haya trabajado para aplazar la fecha límite. En Londres hicieron el resto: rescindieron el contrato un año antes.

También hay un nutrido grupo de jugadores que han acabado en el dique seco. Ni al final de su contrato ni al final de su cesión, sino de hecho al final de la carrera. Tal es el caso de Rebic, que abandonó su carril incluso antes de la meta: no fue convocado por Pioli en las últimas salidas de la temporada. Dejará el Milan, pero necesita que otro club dé un paso adelante: puede tener mercado en Turquía.

Mismo destino para Origi: falta de consideración de Pioli y probabilidad de reciclaje en la Super Liga turca. Los números demuestran que a Yacine Adli tampoco se le tiene en gran estima: sólo una titularidad esta temporada, que se remonta al pasado mes de octubre. Pioli ha optado por adelantar a Krunic o Bennacer, ampliar a Díaz, insistir en De Ketelaere, pero nunca por dar un bis al ex del Burdeos: con una buena oferta (costó 10 millones) también él puede marcharse.

Las matemáticas no son una opinión en el caso de CDK: para evitar pérdidas de capital habría que venderlo por 28 millones. ¿Puede acercarse la rica Premier League? El Milan espera que sí, porque Charles no ha mostrado destellos de clase. Ni una chispa que apunte a un encendido definitivo: si hay oportunidad, también dirá adiós. Pioli daría luz verde. El fichaje de Vásquez, cuarto portero de la plantilla, servirá para liberar una plaza de extracomunitario: llegó en enero, cuando el Milan parecía buscar un sustituto para el lesionado Maignan.

Vásquez no pasó de un par de partidos como extracomunitario en la Primavera. Entre los transferibles está Ballo-Tourè: posibles ofertas de Francia. Al último grupo pertenecen los regresos de los cedidos, ambos procedentes de La Spezia: Caldara no encontrará sitio en la defensa rossonera y su contrato, que expira en verano de 2024, podría rescindirse.

La última espina de la plantilla lleva el nombre de… Maldini. Hablamos de Daniel: en los bianconeri 20 apariciones y 3 goles, en el mejor momento de la segunda mitad de la temporada una molestia muscular le apartó de la lucha. Regresará al Milan y por segunda vez en un mismo verano se hablará del adiós de Maldini.

COLOMBO PODRÍA SER EL TERCER DELANTERO

Vuelve el hijo pródigo. Lorenzo Colombo regresa al Milan, por ahora. El primer movimiento de Moncada y Furlani fue contraarrendar al delantero, que a su vez fue recomprado por el Lecce según lo acordado. Los rossoneri gastaron unos tres millones para recuperar al delantero, protagonista de dos buenos campeonatos entre la Serie B y la Serie A. El primero con el Spal, seis goles en 34 partidos, el segundo con el Lecce, otros seis tantos, incluido el penalti decisivo contra el Monza.

Colombo creció en el Milan y también debutó en el primer equipo. En 2020 lo lanzó al ruedo en la Coppa Italia contra el Juventus, mientras que al año siguiente lo utilizó en nueve ocasiones entre competiciones de liga y copa: nueve partidos y un gol contra el Bodo Glimt, antes de ser cedido al Cremonese en enero. Su última temporada en el Lecce fue positiva.

El penal atajado contra el Monza en el último minuto le convirtió en un héroe de la ciudad, querido por la plaza y por Baroni, el entrenador. Colombo también podría quedarse en el Milan como tercer delantero. Giroud va para 37, los altos mandos buscan un delantero joven y prolífico. El tercero podría ser Lorenzo, también útil para las listas europeas. A seguir.