De la sabana de Tanzania al bosque de Milanello, el verano de Tijjani Reijnders es un viaje impresionante tras otro. Para la primera etapa, el talento holandés del Az Alkmaar se permitió unas vacaciones de ensueño con su esposa Marina; la segunda, sin embargo, implica una estancia mucho, mucho más larga, de al menos cinco años con la camiseta rossonera puesta.
Tijjani ya tiene listo el billete a Italia, sólo espera la llamada del Milan y la luz verde de su actual club: el objetivo del centrocampista de Zwolle y el del club de la vía Aldo Rossi es poder cerrar con el Az antes de este fin de semana, para permitir a Reijnders presentarse en la concentración del 10 de julio y empezar a trabajar de inmediato con Pioli y sus nuevos compañeros. Cuanto más pasan las horas, más crece la confianza: la sensación es que el inicio de la nueva temporada y el cierre del acuerdo podrían encajar de verdad.
La operación está al alcance de la mano porque el Milan ha avanzado mucho. En primer lugar, ha convencido a Tijjani de que el proyecto rossonero es el mejor posible: un club que apuesta por la cantera (y que ha ganado un Scudetto con jugadores jóvenes), un protagonismo en el nuevo centro del campo que se está creando y un entrenador capaz de moldear el talento a su disposición y acelerar el proceso de crecimiento de los menores de 25 años le esperan en Italia.
De promesa a estrella: como Leao, Hernández, Tonali en los últimos años. Reijnders ha dicho sí al Milan, tiene un acuerdo por cinco años y 1,7 millones de euros por temporada, y no tiene intención de cambiar de opinión, como demuestra el “no, gracias” al Barcelona, que había sondeado el terreno en los últimos días. Lógicamente, en un contexto así, todo juega a favor del Diablo, que empezó poco a poco y ahora está dispuesto a apretar para cerrar el fin de semana.
Az rechazó una oferta inicial de 16 millones más primas: para los holandeses, la diferencia entre la propuesta rossonera y su petición de 25 millones seguía siendo demasiado elevada. Es probable que el Milan vuelva a barajar su oferta, acercándose a los 20 millones, pero lo importante es que el diálogo con Az se ha intensificado notablemente en las últimas horas: Milan y Az hablan y vuelven a hablar, y si el ritmo es el mismo en los próximos días, la fumata blanca podría llegar antes de que empiecen oficialmente las obras en Milanello. También porque la partida se juega ahora salvando las distancias: la inclusión de primas y un posible porcentaje de reventa podrían convertirse en la clave para poner el signo de exclamación a la negociación.
En casa rossonera crece el optimismo también en el frente Pulisic, otro que ya ha elegido el Diablo y que sólo espera que el Chelsea decida dejarle marchar. En qué condiciones se deshará el nudo: los Blues querrían cobrar unos 25 millones y realizar así una plusvalía con respecto a la última cuota de amortización del balance.
El Milan ha subido su oferta de los 14 millones iniciales a los 19 actuales y cuenta con un dato que limita las exigencias del Chelsea: Pulisic será libre de irse donde quiera dentro de un año, como agente libre, y el proyecto del nuevo técnico Pochettino no prevé subidas para él. Las partes se acercan y las excelentes relaciones entre ambos clubes pueden hacer el resto: ¿y si Pulisic también llega a tiempo para el entrenamiento del lunes?
Quien sí estará, sin embargo, es Luka Romero: ayer por la tarde el argentino de 18 años aterrizó en Malpensa y esta mañana se someterá a los exámenes médicos, para después firmar en el club y comenzar su nueva aventura, la segunda en la Serie A tras dos temporadas en el Lazio.
En la biancoceleste Romero no brilló, también porque se cerró en banda con los titulares -su cuenta en la 2022-23 es de 12 partidos y un gol-, pero el Milan, que lo fichará a coste cero, ha decidido apostar por su regate: el ‘Mini Messi’, como lo llamaban en Argentina, se ofrecerá como alternativa por la derecha y en los tres cuartos.
Ahí es donde Pioli espera a Pulisic, pero no sólo: Furlani y Moncada trabajan en la pista de Chukwueze, el extremo explosivo que completaría la banda derecha del ataque y apartaría del proyecto a Kamada, un extracomunitario como el nigeriano del Villarreal.
Los contactos con los españoles están vivos y la primera oferta de los rossoneri sirvió de antesala para una negociación que promete ser más larga que las demás. Como quizá ocurra con Yunus Musah, del Valencia: ya hay acuerdo con él, pero su club no tiene prisa.
Álvaro Morata y el club rossonero están cada vez más cerca: el delantero español está dispuesto a dejar el Atlético, el Diavolo le ha seducido. Al fin y al cabo, su perfil coincide con el camino emprendido por los rossoneri entre Elliott y la dirección de RedBird en ataque: grandes éxitos, como Ibra y Giroud, pero también sonados fracasos, como Mandzukic y Origi.
Apostar por Morata significaría confiar en un 9 de rendimiento seguro: el ex de la Juve nunca ha sido un goleador, pero siempre ha garantizado entre 10 y 15 goles por temporada. Sabe trabajar para sus compañeros, moviéndose también como director ofensivo, y ama Italia: conoció a su mujer Alice en Milán y uno de sus cuatro hijos nació en Turín.
La familia Morata tiene en mente Italia desde hace tiempo. Y el Milan en particular, teniendo en cuenta que Álvaro ya ha estado cerca de vestir la camiseta rossonera varias veces en el pasado. Incluso la reciente decisión de renovar su contrato con el Atlético estaba orientada a facilitar su regreso a Italia. Es cierto que su actual vinculación con los colchoneros le garantiza un salario anual de 6,5 millones netos, pero ya ha hecho saber (a través de sus representantes) a la cúpula directiva de Via Aldo Rossi que está dispuesto a rebajar su sueldo hasta los 5 millones.
Pero incluso en este punto, los rossoneri podrían ahorrar más si las comprobaciones de los expertos fiscales llevan a la confirmación de que el delantero centro de la selección española se acoge al Decreto de Crecimiento: por tanto, con los impuestos reducidos a la mitad. No obstante, se espera que firme hasta 2027, es decir, por cuatro años.
Sobre este punto, el Milan ha dado señales de apertura, teniendo en cuenta además que también se avecina una rebaja en el precio. En el nuevo acuerdo con la empresa de la familia Gil, se ha insertado una cláusula de 20 millones, pero a la vuelta de la esquina está la opción de un fuerte descuento: incluyendo los impuestos relativos, de hecho, Álvaro podría salir por una suma de alrededor de 12 millones.
En resumen, el tanteo está listo. Y con estas premisas, la candidatura del rossonero Morata va tomando cada vez más forma, también para jugar por delante de la Juve. Todo el mundo sabe cómo en el Continassa se plantean su regreso si realmente se marcha Vlahovic.
Y esto lo sabe muy bien el Milan. Como también saben que el español tiene el ojo de los árabes del Al Ettifaq, que han presentado a Morata una oferta muy suculenta. Al jugador, sin embargo, no le convence: la idea de dejar Europa no le hace cosquillas.
Gianluca Scamacca permanece en un segundo plano. El Milan ha propuesto una solución al West Ham: Scamacca en el club rossonero y Origi en la Premier League, quizá con un intercambio de cesiones. Una idea que de momento no calienta, también porque hay que convencer a Origi, que tiene intención de quedarse. Más que un peón en el intercambio, por ahora, una arenilla.