
Una palabra se filtra desde Estados Unidos: “Eureka”. Stefano Pioli ha resuelto un problema. Quizá por primera vez desde que entrena al Milan pueda escribir varios nombres en la pizarra táctica, sobre todo en el centro del campo.
El octavo fichaje será Yunus Musah, un estadounidense de 20 años que creció en Italia entre las calles de Castelfranco Veneto, la ciudad del pintor Giorgione. Será la última pieza de un centro del campo nunca tan denso y tan ecléctico, listo para cambiar según la situación.
Las pruebas contra la Juve y el Real Madrid ya han dado algunas pistas. Empecemos por la más convincente: Tijjani Reijnders. El holandés, que llegó procedente del Az tras un año de 54 partidos y una semifinal de Conferencia, ya ha mostrado sus bazas, es decir, su regate y su visión de juego, cualidades que arrastra desde sus primeros pinitos en el Pec Zwolle, el club donde creció.
Papá Martin jugó al fútbol durante unos 20 años, y sus dos hijos siguieron sus pasos. Tijjani lo tuvo claro desde el primer día: “Soy medio centro”. Un número 8. Y punto. También lo reiteró en una entrevista a la Gazzetta y en el postpartido del Milan-Juventus, con la cabeza alta hasta en las palabras: “Queremos ganar el Scudetto”. El holandés no se esconde.
El año pasado marcó 7 goles y repartió 12 asistencias. Tiene 12 pases clave, ocho grandes ocasiones y al menos dos intercepciones por partido. Arriesga a menudo, incluso demasiado, pero el balón se le queda pegado al pie. Así lo confirma el 91% de pases acertados en casi 5.000 minutos jugados. Reijnders garantiza calidad, continuidad y buen pie. Pioli ya lo está apreciando.

El segundo mediapunta procede de Inglaterra y tiene ojos de tigre a lo Rocky. Ruben Loftus-Cheek compareció en sala de prensa con las ideas claras y los objetivos precisos: “Quiero dejar atrás años difíciles y volver a ser el de antes”. El jugador visto con Sarri en 2018-19, diez goles en la temporada, incluido un hat-trick al Bate Borisov en la Europa League.
RLC arrancó aplausos y aclamaciones especialmente contra el Real Madrid. En los últimos años ha jugado en todas partes, pero no en su rol, reiterado una y otra vez durante la actuación: “Soy mediapunta”. Uno de inserción, pero también de goles y asistencias. En el único año que jugó en esa posición llegó a los dos dígitos. Pioli ya se frota las manos.
Rubén, por su parte, corre rápido en la gira sin exponerse nunca. Quiere dejar que sea el campo el que hable. El último del trío será Yunus Musah, un mediapunta derecho o izquierdo que creció con Gattuso. Rino lo tiene jugando en el centro izquierda en un centro del campo de tres hombres. El mismo que utilizará el Milan. Su mapa de calor llama a la reflexión: el año pasado jugó principalmente en el lado derecho del campo. Es un centrocampista de ruptura que da equilibrio. Justo lo que necesita el Milan.

Mientras tanto, por Milanello corre un argelino de mirada fría. El Milan está ojeando, creciendo, comprando, presumiendo de los nuevos, pero sin olvidarse del centrocampista de contención. Ismail Bennacer se recupera de su lesión de rodilla mientras sus compañeros están de gira.
Su regreso, si todo va como debe, se espera para diciembre o 2024. En ese momento, Pioli tendrá todo el centro del campo a su disposición: Loftus-Cheek, Reijnders, Musah, Bennacer, Krunic y Pobega, actualmente un comodín. Adli saldrá cedido, De Ketelaere está de salida (le gusta a Psv), Bennacer está dando zarpazos. Y Pioli se frota las manos.