Finalizar las últimas operaciones de entrada y colocar las redundancias de salida. Las dos misiones principales del mercado de fichajes del Milan son esencialmente estas, un mercado que ya ha dado lugar a una verdadera revolución, empezando por el propio cuerpo directivo, con el poder ahora en manos del trío Furlani/Moncada/D’Ottavio tras la despedida de la dupla Maldini/Massara, pasando por la venta de Sandro Tonali al Newcastle y la llegada de ocho nuevos fichajes.
Especialmente el departamento ofensivo se ha apuntalado con varias flechas nuevas ahora disponibles para el arco de Pioli, de Pulisic a Romero, de Chukwueze a Okafor, pero parece claro que para perfeccionar esta sesión se necesita un suplente de Giroud, un jugador capaz de hacer que los franceses y, al mismo tiempo, ser el nuevo delantero de referencia, un delantero capaz de ver el gol y marcar con frecuencia. Los nombres en el cuaderno de la gestión de Rossoneri permanecieron sustancialmente dos. Y el primero puede recibir una asistencia del mismo club propietario de la tarjeta.
El primer perfil que hace cosquillas en los pensamientos de Via Aldo Rossi lleva al nombre de Armando Broja, el delantero centro albanés de 21 años del Chelsea. De regreso de una grave lesión (rotura del ligamento cruzado), el jugador de los Blues no pudo disputar la segunda temporada del club londinense, permaneciendo en boxes desde el pasado mes de diciembre.
Lo que necesita el delantero angloalbanés es una oportunidad para volver a brillar, una oportunidad que hay que aprovechar para redimirse del parón serio y demostrar su talento. El propio Furlani está dando pasos para negociar con el entorno del jugador y explicarle el proyecto del Milán. Pero no solo.
El marketman rossonero se puso en contacto con la dirección del Chelsea para entablar una negociación: tras una negativa inicial, ante la necesidad de los Blues de contar con un delantero en la plantilla tras la lesión de Nkunku y la situación en torno a Lukaku (considerado al margen de la plantilla), Furlani quiere reabrir los cauces con la empresa de Todd Boehly -dadas las excelentes relaciones existentes, como demuestran los Loftus-Cheek, Pulisic o el propio Tomori- para montar la operación en base a un préstamo con derecho a determinadas condiciones. Necesitamos una oportunidad del Chelsea. Una apertura que puede llegar en forma de un nuevo fichaje de Boehly.
Tal y como informan varios medios ingleses, el Chelsea ha dado pasos concretos hacia Michael Olise, vigente en el Crystal Palace. Tras obtener el visto bueno del jugador (con el que ya hay acuerdo) los londinenses se movieron para activar la cláusula de rescisión en el contrato del francés -equivalente a algo más de 40 millones de euros-.
La negociación va por buen camino y vuela hacia la humareda blanca, solo faltan los últimos detalles por archivar para concretar la operación. Un golpe al departamento ofensivo que reemplazaría numéricamente a Nkunku y por lo tanto liberaría a Broja, sobre todo si los Blues, como se cree, buscarán un delantero más para incluir en el tablero de Pochettino. Milan está trabajando y esperando un destello de Chelsea. De lo contrario habrá dos opciones a considerar.
El plan B corresponde al nombre de Hugo Ekitike. El Milán intentará volver a ponerse en contacto con el PSG aunque la valoración puesta en marcha por el París alcance el umbral de los 30 millones de euros. Además, el club transalpino no tiene intención, al menos de momento, de abrirse a la posibilidad de una cesión.
Una operación difícil pero no imposible para Furlani y el club Via Aldo Rossi que, en cualquier caso, también estarán llamados a decidir sobre el futuro de Lorenzo Colombo, que se redimió tras la temporada pasada en Lecce. ¿Se quedará como asistente de Giroud o se potenciará con una nueva cesión en la Serie A?
Genoa y Cagliari aguardan, a la espera de intentar el empuje decisivo (en préstamo seco, con regreso al Milanello en el verano de 2024) para el delantero nacido en 2002. Una vez concretadas estas operaciones, tocará encontrar acomodo también para Divock Origi, en los márgenes de la rosa de Pioli. Broja en la pole position, luego los demás perfiles al fondo. Milán estudia el plan de ataque.