¿Qué hacer con Yacine Adli?

Este verano en el Milanello hay una serie de jugadores suspendidos en una especie de limbo futbolístico. Esperando el paso de los días para traer esa inevitable claridad que seguramente hubiera sido mejor tener antes. Es el limbo de los Caldaras y los Ballo-Tourés, los Colombos, los Origis y Yacine Adli.

Básicamente, una certeza: el Milán lo incluye, desde el final de la temporada pasada, no solo en la lista de jugadores potencialmente transferibles. Pero de los que se vendan más o menos obligatoriamente, según se consideren no funcionales a la causa.

A principios de agosto, por ejemplo, Yacine hablaba del Ajax. Y no fue una charla vacía. Sus agentes miraron a su alrededor y mientras tanto filtraron una notoria afición de base por la Bundesliga y la Liga. Explicando que las cosas se acelerarían, también en el diálogo con la dirección rossoneri, tras el regreso del equipo a Italia de la gira americana.

Solo que el Diablo aterrizó en Malpensa el 3 de agosto y desde entonces no ha pasado nada significativo en torno a Yacine en cuanto al mercado. Hay que decir que, así como el Milan pretende prescindir de él, la otra certeza en esta historia es que le gustaría mucho quedarse.

Después del amistoso contra el Novara, digamos, el francés publicó un corazón rojo y negro en las redes sociales acompañado de las palabras “Donde estés, ahí estaré”. Y, en definitiva, la sensación no es precisamente la de un jugador que se siente al final de carrera en su club.

Pioli por su parte, tras cambiar su sistema de juego, cuando lo desplegaba lo colocaba por delante de la defensa dirigiendo en el centro de la mediana. Una situación decididamente diferente, además, en comparación con cuando el técnico rossoneri alineó a los potenciales titulares del Milan, donde en cambio Krunic actúa en el medio y las tareas de configuración las lleva a cabo el centrocampista izquierdo (Reijnders).

Básicamente, la idea del club Milan no ha cambiado, y Adli se mantiene en la lista inicial. Sin embargo, queda más de una duda sobre las casillas que aún tiene que llenar el mercado. Hay demasiados, en pura teoría: otro central, un suplente Hernández (si Ballo-Touré, como parece, saludará), un delantero centro “de verdad” para apoyar a Giroud. No será posible hacer todo, también porque ahora cualquier recién llegado depende estrictamente de las transferencias. Tanto en términos numéricos como en términos financieros.

Por lo tanto, existe una (remota) posibilidad de que Adli se quede donde está -quizás como diputado Krunic-, sobre todo porque por el momento carece de un pretendiente fuerte. El verano de 2023 vio a Yacine participar en cinco amistosos (dos como titular, ante Trento y Novara), para un total de 234 minutos. No poquísimos. La última prueba ante los piamonteses también dio algunas buenas ideas, que enardecieron a más de un aficionado.

Muchos se preguntan si no valdría la pena mantener en el Milanello a este chico de pies muy educados y una visión reconfortante del juego, seducido por el Milan hace dos veranos cuando estaba en el Burdeos. Y muchos se preguntan por qué la temporada pasada Pioli, en medio de evidentes problemas de rendimiento en la plantilla, solo le dio 138 minutos repartidos en seis partidos, de los cuales solo uno como titular.

Una respuesta viene de lo que se ha filtrado a lo largo del año desde Milanello: problemas de intensidad, de adaptación al ritmo de la Serie A, donde no bastan unos pies delicados si no se combinan con el furor competitivo y la velocidad de ejecución.

Mirando hacia atrás en el partido contra Novara, estas consideraciones han encontrado confirmación en algunos momentos: Adli tiene una visión de juego notable y una técnica de alto nivel, pero tiende a hacer su tarea o, peor aún, a desaparecer de la escena cuando los oponentes apriete las marcas y vaya bajo presión.

Mientras tanto, ahora está perfectamente integrado en el mundo Rossoneri. En junio había invitado a todos sus compañeros a su casa para una fiesta de fin de temporada, Chukwueze habló de él con cariño hace unos días: “¿Con quién bromeo más? Con Adli me está ayudando mucho incluso con el idioma”. Todo lo que queda es esperar dos semanas para entender más.

LA SITUACIÓN DEL MERCADO

Como estaba previsto, falta completar la plantilla: necesitamos un suplente Theo Hernández (Calafiori del Basilea podría vestir a los rossoneri en cuanto el Milan venda el Ballo-Touré), otro central (ojo con los nombres del Platense Marco Pellegrino y que del griego Koulierakis del PAOK) y un delantero si Lorenzo Colombo se fuera cedido.

Difícilmente llegará otro centrocampista que pueda alternar con Krunic en el rol de mediano; Sin duda sería un papel a cubrir con la despedida del bosnio, todavía presionado por el Fenerbahçe, club que también contaría con el visto bueno del propio jugador, pero no con el acuerdo con el Milán que pide más de los 7 millones ya. Ofrecido.

Después de despedirse de Tonali, Rebic, Gabbia y Messias, el Milan pronto venderá oficialmente De Keteaere al Atalanta en calidad de cedido con derecho a compra. Además, el club sigue a la espera de que los jugadores fuera de la plantilla acepten los distintos destinos: Ballo-Touré se va al Werder Bremen, mientras que se esperan ofertas por Caldara, Lazetic y Origi que satisfagan a séquitos y clubes.