
Pudo haberse convertido en el nuevo Del Potro, pero al final decidió seguir los pasos de Sergio Ramos. Marco Pellegrino es el nuevo nombre de la defensa del Milan, pero la historia del central platense de 21 años pudo haber sido en las canchas de cemento y arcilla donde brilló, al punto de merecer un reportaje televisivo cuando solo tenía 13 años y fue presentado como el “niño prodigio del tenis argentino”.
La encrucijada un año después, cuando colgó la raqueta para dedicarse en serio al fútbol, su mayor pasión. Siete años después, aquí está el debut en primera división y el cortejo del Milan tras apenas 17 apariciones profesionales. Porque al chico evidentemente le gusta salir adelante gracias a un talento natural que no ha escapado a los observadores rossoneros.
“Durante seis años he cultivado ambas pasiones. Estaba jugando al fútbol un día, al tenis al día siguiente, y también se me daba bastante bien. Iba jugando torneos, ganando a menudo y de buena gana. Pero en un momento determinado los entrenamientos comenzaron a superponerse y tuve que elegir. No lo pensé ni un segundo, quería ser futbolista. Porque el fútbol es mi primer amor y porque en casa todos somos apasionados hasta la médula”.
Se habría convertido en un tenista de primer nivel, ciertamente capaz de entrar en el top 50 del mundo, juró su entrenador en el club deportivo Club Atlético Platense, “pero el fútbol lo lleva en la sangre”. De hecho, la parábola de Marco habla por sí sola: ascenso al primer equipo a los 17, debut oficial a los 20 y hombre de mercado tras apagar 21 velas.
Sí porque, además del Milan, el chico de Buenos Aires también es querido por los grandes nombres del fútbol argentino, que llamaron a la puerta de Platense a principios de verano sin poder hundir el golpe por la resistencia del presidente Ordóñez (reacios a fortalecer la competencia directa).
El 4 de marzo lo debutó Martín Palermo, quien como buen ex-delantero comprendió de inmediato las cualidades del chico en el marcaje y montaje. Para un goleador profesional como “Loco”, era fácil identificar los méritos de un defensor que combina técnica, potencia y personalidad. Recién cumplidos los 21 años, Marco ya juega como un veterano y tiene una gran propensión a liderar la defensa.
Gracias también a los años pasados en las pistas de tenis, “porque ahí estás solo y tienes que aprender a estar centrado y tomar decisiones por ti mismo”. Si el ídolo raqueta en mano es Carlos Alcaraz que promete dominar durante los próximos diez años, el modelo que ha inspirado a Marco desde que era un niño es Sergio Ramos, cuyos secretos y movimientos ha intentado robar devorando vídeos en Youtube.
Al igual que el español, Marco también sobresale en la fase de marcaje y en los balones altos, también fruto de un físico potente y la estatura de 184 cms que arrastra sin sacrificar técnica y agilidad. Porque, como subraya Palermo, “Marco es un zurdo que también se le da bien montar. No es un defensa puramente musculoso, de esos que prefieren barrer a la primera dificultad, al contrario. También es precioso para reiniciar la acción”.
No es casualidad que en la cantera platense muchas veces haya sido desviado unos metros hacia adelante para hacer de dique frente a la defensa, como una especie de mediapunta retrasado. A la directiva platense le hubiera gustado renovar su contrato que vence en 2024 para poder subir la cláusula de rescisión que hoy asciende a cinco millones y que es tentadora para muchos.
Pero la explosión de Marco fue tan rápida que también tomó desprevenida a la titularidad del club bonaerense. De ser por el Palermo, Marco se quedaría al menos un año más, tanto que no quiso apuntar a ningún posible recambio en el mercado de fichajes. Pero la entrada en escena del Milan cambió las cartas sobre la mesa.
Los rossoneri son sirenas que Marco no puede ni quiere ignorar, consciente de que tiene la oportunidad de entrar en el fútbol europeo por la puerta grande. También porque el Milan le garantizaría un preciado “escenario” y visibilidad en la previa personal a la camiseta albiceleste, esa con la que Marco sueña desde niño pese a su nacionalidad italiana sancionada por su pasaporte.
“Mi objetivo es la Selección, es mi mayor deseo”, confesó en su primera entrevista con los medios tras su debut en Primera División. Ideas claras y sueños muy concretos que dicen mucho sobre la personalidad y el carácter del chico que hechizó a Stefano Pioli ya la directiva rossonera, dispuestos a apostar por una de las principales revelaciones del último campeonato argentino.
UN CENTRAL NUEVO POR TAN SOLO CINCO MILLONES
Para el Milan será el noveno fichaje de esta sesión de mercado que tendrá que armar Pioli: Marco Pellegrino está cada vez más cerca de ser nuevo jugador del Milan. El defensa ítalo-argentino podrá ayudar a levantar el muro defensivo, que ciertamente ha caído demasiadas veces incluso durante los amistosos de pretemporada.
Seguramente será uno de los jugadores menos costosos del mercado liderado por Furlani y Moncada: el precio ronda los cinco millones de euros, con un porcentaje de reventa futura a favor de Platense. El Milan se hizo cargo del jugador en pocos días, llegando a un paso de la meta tras la reunión de ayer por la noche con el presidente del club argentino, Sebastián Ordóñez.
Pellegrino se sumaría así a la lista de centrales rossoneri, que aún no había mejorado tras la despedida de Gabbia, que se marchó cedido al Villarreal. Los dueños, por el momento, son Tomori y Thiaw, con Kalulu comenzando inmediatamente detrás de ellos y luego Simon Kjaer. Por lo tanto, debe observarse la situación de la clase de 2002, que sorprendentemente podría unirse a las jerarquías del Sr. Pioli, como escribe la Gazzetta dello Sport.