Los secretos e invenciones de Pioli

El Milan, campeón de Italia, subió a la cima más alta de la Serie A aferrado a los hombros de Kessie, un trequartista de físico e inserción. El que alcanzó la semifinal de la Champions el año pasado se apoyó en el alma de Tonali y el talento de Leao. Este año ha vuelto a evolucionar; ya no se inclina a la izquierda, del lado de Rafa: el mercado y Pioli han añadido peso a la derecha.

Ya no depende sólo de la dirección de Bennacer, sino que ha ampliado su forma de construir; no deja a Giroud totalmente a cargo del área, sino que ha encontrado varios cómplices de gol. Las nuevas ideas, al menos a juzgar por los primeros 270′ de la temporada, están ganando: contra el Bolonia fue una inserción de Reijnders la que dividió el partido.

Contra el Torino, fueron decisivos los veloces intercambios de Pulisic y Loftus-Cheek: ya no eran mediapuntas, sino delanteros centro. Contra el Roma, Pioli logró sorprender al Olímpico con Calabria, un lateral derecho que lleva diez temporadas en el equipo. Y, sin embargo, bajo una nueva apariencia: de lateral defensivo a mediapunta central, ayudante de dirección junto a Krunic.

El último del “piolate”: en el pasado, además de Kessie como trequartista, se había inventado a Kalulu como defensa central, Theo como velocista por la izquierda a su vez desplazado al centro, Tonali en cambio desplazado a la derecha, y luego de nuevo Ibrahimovic como director ofensivo, Díaz ya no de 10 sino de 7, incluso Maignan como asistente explotando el eje con Leao y el resto del equipo amontonándose en el centro. No una casualidad, en definitiva, sino una intuición táctica.

Para el último diseño rossonero, Pioli se inspiró en el mayor pintor contemporáneo, Pep Guardiola. El trabajo encomendado a Calabria hace dos noches recuerda a las tareas que se habían confiado a Stones en el City, de lateral exterior a delantero centro. Las inserciones de Reijnders y Loftus-Cheek, dos nuevos injertos ya perfectamente integrados, aprovechan los espacios abiertos por el trabajo de los jugadores de campo, Leao por un lado y Pulisic por el otro.

El City de Pep acompañó a Gundogan y De Bruyne en la portería, explotando las bandas de los jugadores de campo, desde Mahrez a Foden o Bernardo Silva y Grealish. Así, Guardiola contaba con cuatro atacantes por detrás de Haaland. Pioli hace lo mismo: a Giroud le apoyan otros tantos laterales y centrocampistas de inserción. Y Hernández puede sumarse a la cuenta: Theo elige si quedarse a defender las incursiones de Leao o sumarse al asalto ofensivo, ya sea por la izquierda o centralizando.

Pioli lo explicó así tras vencer al Roma en el Estadio Olímpico y dar continuidad a los dos primeros éxitos de la temporada. El nuevo Milan sigue siendo difícil de leer para todos los adversarios: “Queremos construir con Maignan más cinco jugadores. Luego, que sea 4+1, 3+2 o 2+3 no importa. Los chicos saben leer los espacios y saben comportarse contra quien sea.

En el Olímpico fijamos más a Calabria dentro del campo y dejamos más oportunidades para que Theo hiciera su juego. Contra un Milan variable es difícil hacer pronósticos: y en las áreas contrarias a menudo se ha desatado la tormenta. Los datos lo confirman: en comparación con la temporada pasada, el Milan ataca más y consigue disparar a puerta con más frecuencia. Para un equipo que busca un juego moderno e internacional, que además le permita atacar Europa, esto es más que un primer paso.

Pioli se había quejado de la falta de alternativas ante defensas más cerradas, y el club le entregó las llaves para abrirlas. Pioli, de nuevo: “No he sugerido nombres al club, sino roles y características. Jugadores de campo de uno contra uno, con jugadas individuales que pudieran abrir las defensas más cerradas. Y luego centrocampistas de inserción”.

Está claro que todas las pruebas, esquemas y estudios pueden ser torcidos por el genio de Leao. Rafa es instinto, pero el instinto también se puede dirigir, y Pioli lo ha hecho. El gol de revés fue mágico, pero estar ahí fue una indicación precisa del entrenador. Un truco revelado: “Rafa tiene que moverse mucho, una vez en largo, otra dentro, otra a la contra. Con la Roma estuvo en el área en un centro desde el lado contrario: de vez en cuando se le olvida irse”. A partir de ahora, lo recordará.

NUEVA MISIÓN: RECUPERAR EL BRILLO DE JOVIC

Stefano Pioli es entrenador e innovador, con Luka Jovic también tendrá que volver a ser psicólogo y motivador. Cualidades que siempre se le han reconocido: con el nuevo delantero podrían resultar decisivas. Jovic tiene talento, de lo contrario no habría sido una joven promesa goleadora, pero debe encontrar la voluntad para hacerlo aflorar.

Es posible que pase algún tiempo antes de que su físico recupere la plena forma: se perdió los dos primeros partidos de liga con el Fiorentina y no fue incluido en la lista de la Uefa, por lo que también será baja en los 180 minutos de la previa de la Conferencia. Para Pioli, la condición atlética es crucial: Chukwueze y Okafor, que se perdieron los amistosos americanos, aún no se consideran al nivel de sus compañeros.

El parón no ayudará: la décima adquisición estival rossonera no se unirá al resto de sus compañeros hasta que regrese de sus compromisos con la selección serbia, convocada para el doble desafío contra Hungría y Lituania los días 7 y 10 de septiembre. Incluso después de una temporada mediocre, Jovic sigue siendo uno de los delanteros estrella de la selección: en Florencia, no logró relanzar su carrera.

La de Luka comenzó muy pronto en las categorías inferiores del Estrella Roja, con el que debutó en los grandes en 2014: con 16 años, 5 meses y 5 días se convirtió en el jugador más joven en marcar, superando el anterior récord de Dejan Stankovic. El primer movimiento en 2016: se va al Benfica y juega muy poco. Un año después lo compró el Eintracht de Frankfurt y aquí llegó la hazaña: 38 goles marcados en 75 partidos, una copa alemana ganada como protagonista.

Con los alemanes, más récords o… casi: cinco goles marcados en un partido, al Fortuna Düsseldorf en octubre de 2018. En la misma temporada, 2018-19, es decisivo en la Europa League: marca un gol en la vuelta de octavos contra el Inter de Milán en San Siro y lleva al equipo a cuartos.

La marcha llega hasta semifinales, con el Eintracht eliminado por el Chelsea de Giroud: Oliver seguirá siendo el máximo goleador de la competición (11 goles), Jovic su suplente con 10. En el verano de 2019 llegó el Real: Luka se mudó a Madrid, una operación de 60 millones. Su experiencia en la Liga es lamentable, como su redención en la púrpura: en España 3 goles en 51 apariciones, en Florencia 13 goles en 50 partidos.

El Milan le ofreció el escenario adecuado para volver a ser protagonista: un delantero centro de recambio era uno de los objetivos del mercado, Jovic llevaba tiempo en la lista de candidatos. Llega como vice-Giroud, pero las jerarquías son móviles: es difícil que acelere hasta el punto de superar a Olivier y colarse en el área en su lugar, pero puede ofrecer a Pioli una solución de dos delanteros.

Para el Milan, se trata de algo inédito, ya que Giroud e Ibra prácticamente nunca han jugado juntos. En caso de necesidad o en función de las características de los adversarios, los delanteros del Diavolo pueden ahora multiplicarse.