Gestionar un Giroud nunca visto

Olivier Giroud nunca había tenido un comienzo tan bueno. Arsenal, Chelsea, Montpellier, Tours. Ni siquiera en Froges, el pueblecito al pie de los Alpes donde le llamaban ‘chaussette’, ‘calcetín’, culpa de Kevin Costner y Bailando con lobos. “Un homenaje a la película. Hizo reír a mis hermanos”. Algo menos a su hermana, Bérangère Giroud, tan exasperada que quería pincharle la pelota cada vez que chocaba contra un cristal: “No lo soportaba”.

Al final se convirtió en un trabajo: campeón del mundo, campeón de Italia y líder silencioso en todas las plazas. Giroud es el delantero milanista de Pioli, con cuatro goles en tres partidos. Nunca antes había tenido un arranque así, y paciencia si tres de las cuatro dianas vienen de penalti. ‘Olly’ también es un jugador top desde el punto de penalti: en su carrera ha fallado dos de 34.

Una media envidiable. En francés se dice ‘lumière’. Luz. Giroud brilla y hace brillar. Su trabajo de tacón favorece los goles de Pulisic y Leao. Ocupa el área y trabaja con astucia, apoyándose en la técnica, haciendo malabarismos con una gran habilidad para tocar pocos balones, pero todos buenos. Contra el Roma enhebró 11 pases buenos. Fue el que menos hizo de los que salieron en la primera parte.

Con la llegada de Pulisic y el cambio a un centro del campo de tres hombres, con un delantero como Loftus-Cheek y un razonador de mentalidad ofensiva como Reijnders, la tarea de Giroud es jugar de espaldas a la portería y atraer a los centrales rivales dejándoles espacio. El trabajo de siempre. El año pasado terminó la temporada con 18 goles.

No marcaba tantos desde la temporada 2015-16, cuando llegó a marcar 24 con el Arsenal de Arsene Wenger. Ahora aspira a mejorar de nuevo. No está mal para un grandullón que cumplirá 37 años a mediados de septiembre. Sobre todo porque el gran objetivo son 350 goles en su carrera, incluida la selección nacional. Ahora lleva 326.

El triple compromiso es una espina clavada para el punta. El año pasado, durante todo el tiempo que el Milan estuvo inmerso en la Liga de Campeones, Giroud bajó un poco el ritmo. Números: del 6 de septiembre al 2 de noviembre, fechas del primer y último partido de la liguilla, sólo marcó dos goles en la Serie A en siete encuentros, más otros cuatro en la Liga de Campeones, mientras que del 14 de febrero al 16 de mayo, es decir, de octavos a semifinales, sólo marcó contra el Salernitana en San Siro. Un gol en diez partidos. Inconveniente del año pasado: el Milan no tenía alternativa. Origi no convenció y dejó el club rossonero tras sólo un año, mientras que Rebic no logró repetir lo que hizo en sus dos primeros años con Pioli. También se marchó en verano.

Este año, el Milan cuenta con dos delanteros útiles para dar respiro a Giroud: el primero es Luka Jovic. El serbio viene de marcar 13 goles con el Fiorentina, tiene una técnica excelente y una buena experiencia europea. El año pasado anotó seis goles en la Conferencia, mientras que en 2019, en las filas del Eintracht de Fráncfort, alcanzó los 10 tantos en la Europa League, llegando hasta semifinales. Aquí también, una nota discordante: Jovic sigue a la caza de su primer gol en la Liga de Campeones.

Hasta ahora ha jugado nueve partidos sin encontrarlo. Con el Milan, tiene al menos seis oportunidades. La segunda alternativa es Noah Okafor, alguien a quien el Milan recuerda muy bien. El año pasado sentó a Kalulu y picó a los rossoneri en la Liga de Campeones con el Salzburgo, para luego colar otros dos goles contra el Chelsea y el Dinamo de Zagreb.

Okafor no es un primer delantero, no tiene el juego de espaldas a la portería de Giroud, ni siquiera su olfato de gol, pero puede ser útil sobre todo con un tridente móvil. El juego del suizo es diferente, más desde la profundidad, desde el sprint. Contra la Roma hizo que amonestaran a dos jugadores. Manejó el balón con inteligencia.

Tuvo un par de solos en la banda y en el borde del área. Con el Milan con diez, se llevó los aplausos de Pioli y sus compañeros. Su tarjeta de visita sigue siendo su velocidad. En Europa ha marcado ocho goles y aún puede mejorar. Detrás de Giroud, esta vez, hay calidad.

SE PRESENTÓ LA LISTA DE CHAMPIONS

Pioli ha elegido la lista de la Champions. Una sorpresa para el AC Milan: Mattia Caldara, de 29 años, formará parte de la aventura rossonera en la gran copa. El central, de vuelta de dos cesiones saldadas con otros tantos descensos con el Venezia y el Spezia, estará a disposición del entrenador para los desafíos contra el Newcastle, el Psg y el Borussia Dortmund.

Su contrato expira en junio, actualmente es el sexto central, pero es útil para las listas europeas, ya que creció en la cantera de un club italiano como Florenzi, Sportiello y Mirante. Según el reglamento, de hecho, hay que incluir a cuatro jugadores de la cantera (más otros cuatro de los equipos juveniles).

La lista tendrá 23 jugadores y deberá entregarse antes de medianoche, con posibilidad de cambios hasta mañana al mediodía. Los jugadores excluidos serán tres. Evidentemente, el lesionado Bennacer, todavía con problemas en la rodilla, y los dos recién llegados, Marco Pellegrino y Luka Romero. Los dos argentinos no están en la lista. En su lugar está Yacine Adl, excluido el año pasado. El francés suplirá a Krunic. No hay dudas sobre el resto.