Preocupan Leao y Giroud

La nata montada está buena, pero con el estómago vacío, al cabo de un rato, se cuece. Rafa Leao anoche -y estirando un poco, estos días- fue un creativo en busca del golpe de efecto, un fenomenal con el balón. El problema es que el Milan de hoy, de mañana, de siempre, necesita más. La escena madre -todo en 20 segundos, como en las redes sociales- es la acción del primer tiempo.

Minuto 34, Theo en la reanudación toca de primeras para Leao, que se escapa de un rival, hace el bis, se mete en el área y… intenta una jugada de tacón, perdiendo el balón. Una de las mejores ocasiones desperdiciadas así.

El comentario de Stefano Pioli, más con los tacos que con el tacón, es el siguiente: “Creo que a los amantes del fútbol les gusta Rafa porque intenta cosas que no son normales para los demás, tiros impresionantes en los que tiene éxito. Pero yo soy defensa y en esa situación habría reventado la portería”. El fútbol, a alto nivel, es esto: el que no quiere ganar lo suficiente, pierde (o si va bien, empata).

El momento de Leao es particular. Rafa parecía más fuerte que nunca en agosto: en gran forma, impresionante en la forma en que siempre salta el primer hombre. Algo, sin embargo, falla. El gran gol marcado contra la Roma es de póster, su derbi mucho menos: un gol en medio de tanto paseo, escondido entre las líneas del juego.

El Milan entero se hundió aquella noche, pero Rafa desde luego no les ayudó a remontar. Anoche hizo el bis. Leao llevó peligro con un cabezazo que acabó en la parte superior del travesaño, y a Pioli debió de gustarle esa jugada: atacó la portería como es debido.

Rafa, sin embargo, en su martes también se arriesgó a conceder un penalti al apoyarse en Longstaff y, sobre todo, se demoró en su aburrida lentitud. No es de extrañar que el estadio retumbara con un enfado subyacente cuando Leao intentó otra proeza. Su talento merece muchas más ganas de marcar goles.

Ayer se notó más de lo habitual porque al Milan le faltó gol. Cualquier otra cosa, probablemente, no habría hecho falta. Giroud fue frenado por Pope, desvió un centro al exterior de la red y cerró un contragolpe con un disparo centrado.

“Tuvimos muchas ocasiones, pero la efectividad es muy importante”, declaró Olivier al final del partido, “lo dimos todo, nos faltó finalización y un poco de suerte”. ¿Los otros jugadores de campo? Pulisic entró mal, Chukwueze lo intentó mucho y combinó poco.

En general, el diagnóstico es fácil: alergia al gol. El Milan chutó 25 veces, la mayor cantidad desde 2005, pero no marcó. Está claro que el azar influyó, que Pope estuvo bien sobre Theo, pero también hay responsabilidades individuales.

El Milan no marcó por primera vez esta temporada, y eso puede pesar mucho en una eliminatoria como ésta. La pareja Furlani-Moncada se llevó en verano a Pulisic y Chukwueze, Okafor y, por último, Jovic: tres de los cuatro aún no han causado impacto y persisten algunas dudas sobre las elecciones.

Pronto habrá oportunidades para todos. El sábado por la tarde llega a San Siro el Verona, que tiene, junto a varios equipos más, la tercera mejor defensa de la liga A. Giroud podría descansar por primera vez y es probable que Pioli, antes de tomar una decisión sobre Leao, quiera mirarle a los ojos. Como entrenador, o casi como padre.

MAIGNAN LESIONADO PERO POCO TIEMPO

En el minuto 81 del Milan-Newcastle, primer partido de Liga de Campeones de la temporada para el Milan, Mike Maignan se sentó en el terreno de juego y llamó al personal médico milanista. Un escalofrío recorrió la espina dorsal de todos los aficionados del Diavolo, que recordaron de inmediato la lesión que mantuvo apartado al guardameta francés durante mucho tiempo el año pasado: tras un problema muscular sufrido con Francia a finales de septiembre, el ex jugador del Lille no regresó a los terrenos de juego hasta el 26 de febrero.

Muchos temían que siguiera siendo el gemelo, pero la lesión esta vez es en el flexor y, afortunadamente, es menos grave de lo esperado: los exámenes a los que se sometió Maignan esta mañana mostraron una distensión del flexor del muslo izquierdo. La resonancia magnética descartó una lesión, por lo que el parón no debería ser largo.

Difícil dar plazos precisos, sin duda se perderá el partido del sábado contra el Verona y, con toda probabilidad, también el programado cuatro días después en Cagliari. El regreso debería producirse entre el Lazio (30 de septiembre) y el Borussia Dortmund (4 de octubre).

Conociendo a Mike, seguro que hará todo lo posible por volver cuanto antes, pero el cuerpo médico rossonero no quiere correr riesgos y por eso su regreso a los terrenos de juego sólo se producirá cuando se haya recuperado al 100% de su problema muscular en los flexores.

Quien ayudará a Stefano Pioli y a los aficionados a dormir tranquilos en los próximos partidos será Marco Sportiello, que debutó en la Liga de Campeones y contra el Newcastle ya salvó el resultado en la segunda parte, desviando por encima del travesaño un precioso disparo de Longstaff desde la frontal del área. Ahora, el ex-Atalanta, que llegó al Milan en verano a coste cero, deberá confirmar su fiabilidad en los próximos partidos en los que sea llamado a la acción para no hacer lamentar a Maignan.