El Milan corrió veloz en primera agitando el manifiesto “Star-Spangled Banner” del nuevo rumbo emprendido en verano. El último gol es una especie de tarjeta de visita sacada del bolsillo para presentar al líder: centro de Yunus Musah desde la derecha, gol de Christian Pulisic. Un golazo de los dos estadounidenses de la plantilla rossonera. Así son las cosas ahora en Milanello.
Pulisic tomó San Siro chasqueando los dedos. Cuatro goles en ocho partidos de liga, una media de un tanto cada dos encuentros. Curiosamente, tres de los cuatro goles han llegado con su pie izquierdo, el pie débil que se ha convertido en oro a base de trabajo y sacrificio. Pulisic ha dicho varias veces que en Milán es un dios. Le llaman “Capitán América” desde sus tiempos en el Dortmund, años en los que batió récords una y otra vez.
Uno por encima de todos: sigue siendo el extranjero más joven en marcar un gol con el Borussia. Todo ello a la edad de 17 años y un puñado de meses. Contra el Génova perforó su portería a un puñado de minutos del final, enviando a los rossoneri al primer puesto en solitario. Ya lo ha hecho mejor que la temporada pasada, que terminó con un solo gol en 30 partidos.
Pulisic se resume así: trabajo, talento, inteligencia. En verano, su camiseta se pulverizó en cuestión de días, sobre todo en Estados Unidos. Ahora mismo está en lo más alto de todas las estadísticas: es segundo en regates acertados (8), primero en tiros a puerta (9), cuarto en pases clave (7) y primero en faltas recibidas (12). La última nota es en duelos ganados: 32. Sólo Leao lo ha hecho mejor (35). Manifiesto de cómo el Milan presiona desde fuera.
Musah está llevando al Milan poco a poco. Comparado con Pulisic, es menos vistoso, marca poco, pero en su tercer partido desde el 1′ ya ha dado una asistencia. Hasta ahora ha jugado como delantero exterior por toda la banda y como centrocampista. Mejor en el centro del campo, por supuesto, como suplente de Loftus. Para él, llegar al Milan fue como hacer un viaje al parque de atracciones después de años de buen juego y sacrificio.
Antes de volar a Inglaterra y disfrutar en la Academia del Arsenal, jugó unos diez años en el Giorgione de Castelfranco Veneto, un lugar del alma para el resto de su vida. El destino le devolvió a Italia tras hacerlo bien con el Valencia. Durante 19 partidos estuvo a las órdenes de Rino Gattuso, un hombre que siempre ha hablado bien de él: “Es un gran fichaje, pero hay que esperarlo”. De momento, los rossoneri no están teniendo problemas.
Musah es el primero en entradas realizadas (8) y el quinto en duelos ganados (18). Ha jugado como titular contra Lazio, Genoa y Borussia Dortmund, consiguiendo el voto suficiente en todos los partidos. Un comienzo excelente. El último apunte es sobre la nacionalidad: Musah nació en Nueva York, pero sólo vivió en Estados Unidos unos pocos meses.
Su madre voló inmediatamente a Castelfranco. Tras jugar en las categorías inferiores de la selección inglesa, optó por representar a Estados Unidos. En 2022 jugó el Mundial como titular. Pulisic y él saltaron juntos al campo en 29 ocasiones. La del Ferraris fue la primera asistencia. Pioli espera que solo sea el principio.