Tonali arriesga un año de sanción

Sandro Tonali está arrepentido y ya ha empezado a aportar su contribución a la investigación del caso de las apuestas. Lo dijo ayer en la Fiscalía de Turín, en un interrogatorio que duró casi tres horas, pero también lo había declarado el domingo pasado cuando fue escuchado por primera vez por la Fiscalía Federal (la segunda ayer por la mañana).

Giuseppe Chinè se reunió con él en un lugar secreto y contó toda la verdad. El ex-jugador del Milan, por tanto, se autodenunció ante el órgano de justicia deportiva y, ciertamente, admitió haber apostado en el fútbol -de lo contrario, según el Código de Justicia Deportiva, no habría infracción-, pero también confesó haber hecho apuestas por el Milan. Y aquí el discurso es diferente y decididamente más delicado.

Apostar por el propio equipo es especialmente arriesgado porque podría constituir un delito de infracción deportiva. El artículo del Código que lo regula, el número 30, es claro y habla de “realizar, por cualquier medio, actos encaminados a alterar el desarrollo o el resultado de un partido o competición”. De lo que se desprende, sin embargo, que éste no sería el caso de Tonali. De hecho, el jugador ahora en el Newcastle habría jugado a la victoria del Milan o, en todo caso, a otros resultados con él ausente.

En resumen, sus apuestas no habrían afectado en absoluto a su rendimiento sobre el terreno de juego, por lo que no habría delito deportivo. Por el momento, la presunta infracción de Tonali se mantiene en el ámbito del artículo 24 del Código de Justicia Deportiva, el que castiga a los jugadores que apuestan en el fútbol (pena mínima de tres años), pero está claro que haber apostado por el Milan constituye una circunstancia agravante.

Al centrocampista le gustaría seguir el camino emprendido por Fagioli, con un acuerdo de culpabilidad en poco tiempo (incluso menos de un mes), pero está claro que hay diferencias. La primera es que, de confirmarse las apuestas sobre el rossonero, la sanción inicial de la Fiscalía sería necesariamente superior a los tres años. Con toda probabilidad podrían ser tres y medio o cuatro, una pena que se reduciría automáticamente a la mitad con el acuerdo de culpabilidad previo al aplazamiento.

Por lo tanto, dado que el chico ya ha mostrado su cooperación, podría disfrutar de algunas circunstancias atenuantes como Fagioli. Hipótesis sobre la sanción final a día de hoy es difícil, pero se puede pensar en 12 meses de inhabilitación en el campo y 6 meses de prescripciones alternativas como el jugador de la Juventus, dado que Tonali también ha declarado que sufre adicción al juego.

Sin duda, será crucial que la versión del exjugador rossonero facilitada a Chinè coincida perfectamente con lo que se desprenda de los documentos de la Fiscalía de Turín, que se incautó de su teléfono y su tableta el jueves en Coverciano. Si algo no coincide, las cosas cambiarán y, en función de las conclusiones, la pena podría aumentar incluso mucho.

El plazo para el acuerdo de culpabilidad – si no hay sorpresas – podría ser bastante corto, teniendo en cuenta también que la Federación ya ha definido para Fagioli el camino de las penas alternativas: terapia para vencer la adicción al juego y una serie de encuentros decididos por la Federación para hacer de estos chicos ejemplos positivos, para mostrar especialmente a los jóvenes que el juego puede ser la ruina de una carrera y no sólo.

Por tanto, también merece la pena hacer balance de la investigación penal, ya que ayer se escuchó largo y tendido a Tonali en la séptima planta del Palacio de Justicia de Turín, dispuesto a colaborar con la fiscal Manuela Pedrotta, que coordina la investigación sobre la red de apuestas en plataformas ilegales online. El rumor de que podría ser escuchado ya se había extendido por la mañana y, a pesar de los intentos de desinformación de los investigadores, el chivatazo resultó ser correcto.

El lunes había solicitado a través de su abogado, Marco Feno, ser oído lo antes posible y se le concedió de inmediato, aunque los investigadores aún no habían terminado su investigación sobre los dispositivos electrónicos incautados cuando se le notificó que había sido inscrito en el registro de sospechosos. Fue Feno quien le acompañó a la fiscalía para responder a las preguntas del fiscal en presencia de los hombres de la brigada móvil.

Al final del interrogatorio, Tonali, hacia las 18.40 horas, esquivó a los periodistas saliendo por un pasillo lateral. El presunto delito es ejercicio abusivo de actividades de apuestas (artículo 4 de la Ley 401 de 1989), por el que se enfrenta a una multa. Tras tomarle declaración, los investigadores podrán comparar lo que dijo con lo que encontraron en su teléfono móvil y en su tableta y, si hay discrepancias, podrían decidir escucharle de nuevo.

Existe el máximo secretismo en torno a su declaración, por lo que se ha filtrado, sin embargo, el centrocampista del Newcastle habría admitido haber apostado en el fútbol y, como se ha mencionado, se habría mostrado extremadamente colaborador. Lo que interesa a la fiscalía es reconstruir a través de la red de contactos del jugador el sistema ilegal creado por los operadores de las plataformas, a las que se accede por invitación, y llegar a los nombres de los organizadores.

Algunos de estos sitios ya han sido identificados y se ha iniciado el procedimiento para su oscurecimiento en Italia, pero la sospecha es que hay otros. Los fiscales quieren saber si hay conexiones con los organizadores o si Tonali es sólo un apostante: están investigando si él podría ser el enlace entre los dos mundos.