“Cuando llegué en julio de 2018, había tormenta. Resultados económicos catastróficos, resultados deportivos mediocres. A partir de ahí comenzó un viaje que nos llevó de nuevo a la Liga de Campeones y nos dio el Scudetto. Y hoy nos encontramos celebrando un beneficio presupuestario que no se registraba, excluyendo la parte extraordinaria, quizá desde los tiempos de Nereo Rocco”.
El presidente Paolo Scaroni sonríe al término de la junta de accionistas que aprobó el balance del Milan 2022/23, con ese signo más (6 millones) en la última línea de la cuenta de resultados. “Hemos duplicado los ingresos, ahora en 400 millones, hemos crecido en todos los sectores, desde el estadio al comercial, hemos construido un equipo competitivo y futurista. En resumen, toda la empresa ha sido extremadamente eficaz”.
¿Habrá espacio el próximo verano para un gran golpe de mercado? “Espero que sí. Ya se sabe que los resultados económicos están muy influidos por los deportivos. Un Milan que lo haga bien en la Liga de Campeones y se clasifique para la Liga de Campeones del año que viene significaría un Milan más sostenible y con ingresos importantes. En ese momento podríamos mirar el mercado de otra manera”. Lo mismo ocurre con las renovaciones. “Si tenemos ingresos que nos permitan mejorar los niveles de contratación y tener a los jugadores más fuertes con contratos de larga duración, lo hacemos. Si no, lo dejamos estar”.
El crecimiento pasa por el proyecto del estadio de San Donato. Mientras tanto, el alcalde de Milán, Beppe Sala, trabaja para eliminar la posible limitación de San Siro, pero para Scaroni no hay tiempo. “Lo lamento. Si la administración municipal, hace más de cuatro años, hubiera abrazado el proyecto del estadio diciendo que el Milan debía tener el estadio más bonito del mundo, y además pagado por el sector privado, hoy ya lo habríamos construido. Estamos trabajando en el expediente de San Donato, esperamos la aprobación de la variante. Mientras tanto, el accionista Cardinale ha invertido 40 millones para gastos de planificación previa”.
Luego, un comentario sobre Ibrahimovic. ¿Volverá o no al Milan? “Es una pregunta que habría que hacerle a él. Hemos mostrado una gran disposición, le consideramos un amigo, la puerta está abierta para nosotros. Pero Zlatan tiene que decidir lo que quiere hacer de mayor, me parece que está pasando, con razón, por un momento de reflexión. Es importante que tome una decisión razonada, tanto profesional como personalmente”.
Scaroni habla también del Decreto Crescita y de las ventajas fiscales para los jugadores extranjeros, que el Gobierno quiere suprimir: “Si se eliminaran las ventajas fiscales para los jugadores extranjeros, ya no podríamos acogerlos, pero no es que el fisco saliera ganando. El fútbol italiano en su conjunto perderá valor, tendremos menos patrocinadores, menos espectadores. Al final sufrirá el propio Estado”.
En la rueda de prensa posterior a la reunión también estuvo presente el hombre de los números de los rossoneri, Stefano Cocirio. El director financiero se detuvo en el endeudamiento financiero del Milan, que a 30 de junio arrojaba un saldo positivo de 11 millones.
Hasta ahora, el club sólo ha recurrido a operaciones de factoring. Es decir, nada de obligaciones. ¿Será así también en el futuro? “Por el momento no tenemos previsto cambiar de fuentes de financiación, el sistema sigue siendo el mismo. A excepción del proyecto del nuevo estadio, para el que, además de la aportación de capital de los propietarios, recurriremos a la financiación bancaria”.