De Napoli a Napoli, de Maradona a San Siro. Tres meses y medio para recuperar la identidad y la convicción, pero sobre todo para plantar la bandera del sueño del Scudetto y superar el primer obstáculo europeo. Llegar al nuevo año sin perder de vista los objetivos de principio de temporada. Las próximas semanas del Milan darán respuestas en varios frentes, con un calendario que podría hacer un guiño al campeonato. Al menos sobre el papel, dados los numerosos enfrentamientos directos ya presentados.
Hasta ahora, el Milan ha tenido el peor calendario entre los grandes equipos. Los rossoneri ya se han enfrentado a Roma, Inter, Lazio, Juve y Nápoles en sus 10 primeros partidos de la Serie A, dejando constancia de dos victorias contra Roma y Lazio, un empate contra el Nápoles y dos derrotas contra Inter y Juventus.
Las caídas llegaron de distinta manera, pero en ambos casos pesaron los puntos perdidos y las respuestas fallidas. En general, clasificación en mano, el balance está lejos de ser catastrófico: el equipo de Pioli es actualmente tercero, con 22 puntos, a -1 de la Juve y a -3 del Inter.
No en vano, tras el 2-2 contra el Nápoles en el Maradona, el técnico trazó el camino: “Debemos seguir creciendo y mejorando, el nivel de los rivales en la Liga y en la Liga de Campeones es muy alto y partimos con la ambición de ganar. Para el Scudetto sabemos que no estamos solos, hay al menos 3-4 equipos de altísimo nivel”. En resumen, trabajo en curso. Pero para seguir cultivando la ambición, habrá poco margen para los pasos en falso.
El hecho objetivo es que entre los equipos candidatos al Scudetto, el Milan ha tenido los encuentros más complicados en las primeras jornadas. Los próximos compromisos, en este sentido, serán, al menos en teoría, algo más fáciles. Hasta el partido de vuelta contra el Nápoles en febrero, los rossoneri tendrán que enfrentarse en 13 partidos a Udinese, Lecce, Fiorentina, Frosinone, Atalanta, Monza, Salernitana, Sassuolo, Empoli, Roma, Udinese de nuevo, Bolonia y Frosinone otra vez. De estos partidos, siete serán en casa (incluidos Fiorentina y Roma) y seis fuera (incluido el partido contra el Atalanta el 9 de diciembre).
Entre medias, Europa. Para Pioli, noviembre y diciembre también serán cruciales para saber cuál será el destino de los rossoneri en la Liga de Campeones. El Milan es actualmente último del Grupo F, con 2 puntos, por detrás del Newcastle, el Borussia Dortmund (ambos con 4) y el PSG (líder con 6 puntos). El martes 7 de noviembre será el partido de San Siro contra los franceses.
El 28 será el turno del enfrentamiento con los alemanes, de nuevo en casa, mientras que el 13 de diciembre el Diavolo volará a Inglaterra para jugar contra el Newcastle. Suficiente para trazar, en los próximos tres meses y medio, un balance bastante consistente del año en curso. Y esbozar objetivos y perspectivas para la temporada. En el campeonato, pero no sólo.
LOFTUS-CHEEK SE RECUPERA PARA EL SÁBADO
La noche de Maradona trajo más heridos que puntos: Kalulu y Pellegrino se instalaron en la enfermería rossonera, ya bastante poblada, y la defensa del Milan se encontró de repente en apnea. Sin embargo, el viento cambia unos metros más adelante: en el centro del campo, Pioli se dispone a reincorporar a Ruben Loftus-Cheek. A quien el Milan echa de menos casi tanto como la victoria.
La última victoria nos remontamos a la trepidante noche de Marassi del 7 de octubre, mientras que la última victoria en San Siro está a un mes de distancia: era el 30 de septiembre y en el equipo milanista que saltó al campo contra el Lazio aún estaba Rubs, como le llaman compañeros y entrenador. Un pilar del centro del campo -el inglés las había jugado todas hasta entonces- al que Pioli tuvo que renunciar en la fase más caliente del primer cuarto de temporada: sin su número 8, el Milan perdió físico, calidad e incluso goles (el ex-Chelsea es el único centrocampista milanista que ha visto puerta hasta ahora).
La buena noticia es que, por fin, Loftus ha dejado de sentir dolor: para el tipo de lesión que le frenaba -inflamación del pubis abdominal- significa que el jugador está recuperado. En resumen, Loftus-Cheek está listo para volver a los terrenos de juego: sobre cuándo y cómo decidirá obviamente Pioli. La sensación es que el inglés podrá meter minutos en sus piernas el sábado contra el Udinese, quizás participando en la segunda parte, y luego de titular en el partido de Liga de Campeones contra el PSG el martes 7, de nuevo en San Siro.
Entre liga y copa, Pioli también espera encontrar a Pulisic, Kjaer y Chukwueze. Y de los tres, el defensa danés es el que está más cerca de volver ya el sábado contra los friulanos: un suspiro de alivio dadas las urgencias en defensa. El estadounidense, que salió en el descanso del Nápoles-Milán tras rematar el primer gol de Giroud y participar en la gran primera parte de Maradona, no sufrió una lesión en el muslo, pero se espera que descanse un partido; Chukwueze, que se lesionó en el último descanso ante Nigeria, intentará estar en la Copa.
Lo que es seguro es que, al margen de las necesidades ligadas a las lesiones, Pioli limitará al mínimo las rotaciones contra el Udinese, apoyándose en el bloque de titulares: así, Krunic se encamina hacia una confirmación como mediapunta, mientras que Giroud y Leao serán las referencias en ataque. Para el técnico, el objetivo es volver a ganar, y hacerlo dando continuidad al rendimiento de la primera parte en Nápoles: un Milan dominador y espectacular es posible, sí, pero debe durar 90 minutos.