Un flexor a veces cuenta más que un delantero centro. Cuando se habla del Scudetto y se intenta predecir el futuro, se tiene en cuenta la calidad de los jugadores, la experiencia de los entrenadores, el calendario. La Serie A, sin embargo, levanta la mano y señala: las lesiones son cualquier cosa menos secundarias. Tome a los cuatro favoritos lógicos de esta liga -Inter, Juventus, Milán, Nápoles, por orden de clasificación- y calcule en qué medida les han afectado las lesiones.
Tendrá una respuesta clara: el Milan tiene un problema así de gordo, como bien saben sus aficionados, mientras que el Inter -por otro lado- cuenta con una ventaja considerable. Dos cifras que, en su banalidad, dejan clara la cuestión. Número de lesiones en la temporada para los candidatos al Scudetto: Milan 19, Juventus 10, Napoli 8, Inter 6.
Partidos de liga perdidos en total: Milan 37, Juventus 26, Napoli 21, Inter 18. Pioli jugó el domingo la segunda parte en Nápoles con su tercera opción en la derecha (Luka Romero) y su quinta en defensa (Marco Pellegrino). El guión dictaba que ambos fueran protagonistas negativos en los goles de Politano y Raspadori. El fútbol puede ser cruel.
El derby milanés de la enfermería merece una mirada más atenta. El Milan empezó la temporada sin Bennacer, que volverá en el nuevo año, y añadió problemas físicos a Calabria, Giroud, Kalulu, Caldara, Maignan, Theo Hernández, Krunic, Loftus-Cheek, Okafor, Chukwueze, Sportiello, Jovic, Kjaer, Pulisic, Pellegrino. Cada nombre, una punzada en el corazón de los milaneses. De momento, Pioli tiene un tercio de la plantilla indisponible y la situación sólo mejorará en parte la semana que viene.
Simon Kjaer y Samuel Chukwueze hicieron ayer trabajo personalizado sobre el césped: Kjaer volverá el sábado con el Udinese, para Chukwueze es probable que haya que esperar. Para Pulisic y Loftus-Cheek, que siguen apartados, el día de hoy será decisivo, con el pesimismo a flor de piel. La conclusión es que los problemas musculares son recurrentes: hay 12 desde el inicio de la temporada, entre torceduras, contracturas, isquiotibiales lesionados y molestias en los flexores.
Algunos problemas pasan en unos días, otros condicionan una temporada. Bennacer se ha perdido seis meses y no está acabado, Kalulu debe plantearse si operarse, pero es probable que esté de baja al menos cuatro meses. Ya ha pasado: en 2022-23 Pioli jugó mucho tiempo sin Maignan, sin Calabria y, por supuesto, sin Ibrahimovic. La crisis de enero también se explica así.
El Inter, en cambio, perdió a Arnautovic durante mucho tiempo (distensión en los isquiotibiales del muslo derecho), pero casi siempre tuvo a sus hombres clave en el campo: Acerbi se perdió tres partidos, Calhanoglu uno, Barella, Lautaro y Thuram ninguno. En un escenario así, la inflamación del tendón de Aquiles que limita a Cuadrado es casi aceptable. Juventus y Nápoles están en medio en cuanto a número y peso de los jugadores implicados.
La Juve tiene la ventaja de no jugar en copa y, quizá por ello, ha evitado las cadenas de lesiones que le han asolado en el pasado. Vlahovic se ha perdido dos partidos por lumbalgia, Szczesny ha dado espacio a Perin un par de partidos, Chiesa ha estado preocupado por una distensión muscular, pero Allegri no ha tenido que preocuparse mucho.
Aquí, la reciente lesión de Danilo en los isquiotibiales del muslo izquierdo es una molestia discreta. Los isquiotibiales, de nuevo él, son la pesadilla de Osimhen: desde hace tres partidos está en la lista de no disponibles, sigue en Nigeria y durante tres partidos más, hasta el próximo parón, no vestirá la camiseta azzurra. Por lo demás, el Nápoles tuvo menos problemas: Kvara estuvo casi siempre, atrás sólo pararon Juan Jesús y Rrahmani.