Se puede decir que en verano el reinado de Leao ha recibido más homenajes que nadie: el número diez, un nuevo contrato, un papel central en el Milan, el sueldo más alto de la plantilla, la estima de entrenador y club, el cariño de la afición. En resumen, Rafa lo ha tenido todo, y en casi todos los partidos ha sido el hombre extra.
Lleva mes y medio sin marcar, y eso pesa, pero incluso en la última derrota contra el Udinese creó más que los demás. Dos o tres disparos suyos, un par de balones al medio, un derechazo que acabó muy alto, otro a un centímetro de la bocina.
Un partido de 6 sin destellos particulares, pero quizás pesó más lo que pudo haber hecho: al final del partido, sumergidos por los silbidos de los setenta mil en San Siro, ocho jugadores intentaron caminar hacia la curva sur, que por primera vez disputaba el equipo. Entre ellos no estaba Leao, que fue inmediatamente conducido a los vestuarios en cuanto terminó el partido. Como en el Parque de los Príncipes, tras las tres bofetadas recibidas contra el Psg.
El Milan se quedó huérfano de sus líderes. Ibra y Tonali siempre han sido la personificación de la personalidad, al igual que Theo, pero este año eso es lo que falta. Algunos datos: el Milan no perdía dos partidos seguidos en San Siro desde 2019. Marco Giampaolo estaba en el banquillo.
Otras plantillas y otros tiempos, ciertamente más oscuros, pero las dos eliminatorias consecutivas tienen más o menos la misma trama: un Rafa poco concreto. Al fin y al cabo, el gol ha estado ausente desde el éxito a finales de septiembre contra el Verona. El problema del liderazgo, sin embargo, es fundamental, sobre todo porque el portugués ha quedado satisfecho en todos los aspectos.
Tiene el sueldo más alto y la garantía de la máxima confianza de la cúpula, pero ahora tiene que demostrar personalidad. Sobre todo a la hora de aguantar y sufrir juntos, ante la afición. A principios de agosto reiteró que no sufre la palabra mágica que gira en torno al mundo milanista: “Me siento líder”. El martes en San Siro llega el Psg. Es el momento oportuno.
LA SITUACIÓN EN MILANELLO
Un sol radiante, bastante raro en los últimos tiempos, acompaña al AC Milan en vísperas del delicado desafío contra el París Saint-Germain, programado para mañana a las 21:00 horas en San Siro. Por fin llegan noticias desde Milanello: Pulisic, Theo Hernández, Chukwueze y Krunic han participado en la última sesión de entrenamiento. Todos ellos estarán disponibles para el partido de mañana, junto con los que ya estuvieron presentes, Leao sobre todo, contra el Udinese.
Simon Kjaer es baja, al igual que los ausentes de larga duración Kalulu, Sportiello, Bennacer y Caldara. Por otro lado, el joven Simic no está presente, ya que lleva menos de dos años en el juvenil. Antes del entrenamiento, cabe destacar la conversación entre Stefano Pioli y Geoffrey Moncada.
Contra Luis Enrique y Mbappè, por tanto, Stefano Pioli debería volver a la alineación titular: 4-3-3 con Maignan en la portería, Calabria, Thiaw, Tomori y Theo Hernández en defensa. En el centro del campo estarán Krunic y Reijnders, mientras que hay una votación entre Loftus-Cheek y Musah para la tercera camiseta titular. En la delantera hay espacio para el tridente compuesto por Pulisic, Leao y Giroud.