Zlatan Ibrahimovic es una celebridad rossonera y, en parte, también mundial. Por eso, en la nueva reunión con Gerry Cardinale, se habló de un posible papel transversal: Ibra se convertiría en uno de los “socios” del propietario de los RedBird. El Milan sería su principal ocupación: no hace falta mencionar la influencia que Zlatan sigue ejerciendo sobre sus antiguos compañeros. Sin embargo, sus funciones podrían ir más allá e implicar también otras actividades de Cardinale entre el deporte, los medios de comunicación y el espectáculo.
Ibra participaría en algunas inversiones, siguiendo el ejemplo de otra estrella del deporte, LeBron James (que ahora tiene casi el triple de seguidores que Zlatan: 158 frente a 63 millones). King James es incluso un inversor pasivo en el Milan, con acciones en Main Street Advisors, un fondo que apoyó a RedBird en la adquisición del club: RedBird participa en cambio en la gestión de SpringHill, una empresa fundada por LeBron con su amigo Maverick Carter.
La influencia de Ibrahimovic podría ampliarse de forma similar: la galaxia Cardinal incluye muchos otros intereses. Más recientemente, RedBird ha desarrollado una asociación con los New York Yankees, la franquicia icónica del béisbol, y vínculos con otras marcas globales como Warner Bros en el cine. Ibra, un campeón deportivo que también conoce la mecánica del mundo del espectáculo, podría implicarse y financiar otros proyectos.
Su imagen es famosa en todas partes y a Cardinale, atento a este tipo de negocios, le vendría bien un socio tan famoso. También en el mercado americano: Zlatan fue una de las primeras estrellas europeas en jugar en la Mls, con Los Angeles Galaxy. El día de su despedida de California, el presidente del club, Chris Klein, se despidió de él: “Zlatan ha influido positivamente en el fútbol de Los Ángeles y ha tenido un impacto inconmensurable en el fútbol norteamericano”.
Encontrar un papel tan estructurado es el deseo de Ibra, y la continuación de las conversaciones también mostraría buena disposición por parte de Cardinal. Se trataba del segundo enfrentamiento directo entre ambos, en el habitual hotel de Corso Venezia, elegido por el fundador de RedBird como su base de operaciones milanesa.
Zlatan se presentó solo a la cita, sobre las 17.30 horas, con un discreto look total black. Gorra y zapatillas negras, sudadera y pantalones oscuros. Con paso lento y mirada cuidadosa para no llamar la atención, permitiendo apenas un par de selfies a los aficionados que casualmente se encontraban en la zona. Todo ello sin comentario alguno, antes y después del encuentro con Cardinale: a la salida, si acaso, asomó la sonrisa. Apenas insinuada, pero aún así digna de mención.
En las últimas semanas, Zlatan también se ha reunido con el Presidente del AC Milan, Paolo Scaroni, y en un par de ocasiones con el Director General, Giorgio Furlani. Manteniéndose en la esfera milanista, Ibra estuvo en Milanello la víspera del debut en la Liga de Campeones contra el Newcastle, que siguió a la derrota en el derby.
El nombramiento unas horas antes del otro gran reto contra el Psg es casual: se sabía desde hacía tiempo que Cardinale volvería a la ciudad, por lo que su presencia (y el último contacto con Zlatan) no tienen nada que ver con el momento del equipo. La contraprueba está en que las conversaciones, como se ha dicho, llevan semanas.
Definir el posible nuevo rol, ampliado a varias áreas, puede llevar tiempo: esto justificaría las numerosas reuniones. No sólo en el Milan, pues (encajarle en el organigrama del club habría sido igual de complejo). En Milanello, Zlatan podría ser útil para el equipo, pero engorroso para Pioli. Y sus habilidades fuera del campo, como figura directiva, están por demostrar: una solución que el club excluye de hecho.
Equipo y estadio En el resto de la agenda de Cardinale, en Milán hasta mediados de semana, están obviamente el partido con el Psg y el apoyo que hay que dar a equipo y entrenador. Sobre el tema del estadio, continuará otros diálogos: de momento es demasiado pronto para hablar de avances en el proyecto o del patrocinador que podría dar nombre a la instalación.