No hay paz para el fútbol. La investigación sobre apuestas ilegales que también ha salpicado a la selección italiana y que ha llevado a la inhabilitación de dos jugadores, Nicolò Fagioli y Sandro Tonali, se amplía y añade otra pieza. Esta vez, la Fiscalía de Turín, que investiga una trama de apuestas clandestinas en plataformas online, investiga a un jugador del Milan, Alessandro Florenzi, que vistió la camiseta de la Roma durante muchos años pero que desde 2021 está afincado en Milán.
La noticia llegó ayer por la tarde como un rayo: el nombre de Florenzi, a diferencia del de otros, nunca había circulado antes. Al jugador rossonero se le imputa el mismo delito que a Fagioli, Tonali y Zaniolo, los tres únicos futbolistas que hasta ahora han sido inscritos en el registro de sospechosos, es decir, el artículo 4 de la Ley 401 de 1989, “ejercicio abusivo de actividades de juego o apuestas”. Florenzi, ex-compañero de Tonali en el Milan, sería el cuarto jugador que acabaría en la investigación piamontesa.
El condicional es obligado, ya que desde la Fiscalía de Turín no se han recibido ni confirmaciones ni desmentidos, aunque en los últimos días se habían filtrado rumores sobre posibles novedades en el frente futbolístico. Y así, un mes después del bombazo de la brigada móvil turinesa en Coverciano para notificar los actos de investigación a Tonali y Zaniolo, ha surgido el nombre de un nuevo futbolista.
No hubo comentarios del interesado ni del Milan, que dijo haberse enterado de la noticia por las agencias y no estar al tanto de la implicación del jugador. Florenzi jugó el sábado contra el Lecce, entró en la segunda parte y también vio una amarilla. Al no haber sido convocado por Luciano Spalletti para el doble compromiso de Italia (hace tiempo que no está con la Azzurra), permaneció en Milán para entrenarse regularmente con sus otros compañeros.
Aún es pronto para saber cómo llegó su nombre a oídos de los investigadores. Podría haber surgido durante el interrogatorio de uno de los otros tres jugadores implicados o podría haber aparecido durante el examen de los dispositivos electrónicos incautados a Tonali y Zaniolo en Coverciano. Las investigaciones siguen su curso y la Fiscalía de Turín mantiene la máxima confidencialidad.
Todo empezó la primavera pasada, cuando la fiscal Manuela Pedrotta, coordinadora de la investigación, empezó a ocuparse de una red de apuestas en plataformas ilegales. Apostar no es un delito, se convierte en uno si los sitios en cuestión no se consideran legales en Italia, es decir, si no tienen permiso para operar expedido por la Agencia de Aduanas y Monopolios (ADM). Al no tener que cumplir las restricciones, estos sitios les permiten ganar mucho más que los límites impuestos a las apuestas legales.
Los investigadores han descubierto decenas y decenas de sitios clandestinos valorados en millones y millones de euros. Plataformas ilegales a las que se accede por invitación y que garantizan un crédito prácticamente ilimitado. Para la Fiscalía de Turín, los jugadores representan un aspecto marginal de la investigación. Quieren entender quién dirige los sitios en cuestión: la sospecha es que el crimen organizado está detrás. Por este motivo, Florenzi podría comparecer en Turín en los próximos días, como ya ha ocurrido con los otros tres, para aclarar su posición y aportar detalles útiles a la investigación llevada a cabo por los hombres de la brigada móvil.
A nivel penal, el rossonero se arriesga como máximo a una multa. “El que ejerciere abusivamente la organización de loterías o apuestas o concursos de apuestas que la ley reserva al Estado o a otra entidad concesionaria, será castigado con la pena de prisión de seis meses a tres años”, dice el artículo 4. En el plano deportivo, en cambio, será determinante que apueste al fútbol. No está prohibido que un socio con carné apueste en general, pero en su propio deporte, sí.
Si queda claro que Florenzi apostaba en el fútbol, entonces el asunto será mucho más grave. Florenzi, en este caso, podría enfrentarse a una inhabilitación, como ocurrió con Tonali y Fagioli, que confesaron y se declararon culpables y ya han empezado a cumplir sus respectivos periodos alejados del fútbol (10 y 7 meses). El temor es que el del Milan no sea el último: tras el de Florenzi, podrían salir otros nombres relacionados con el fútbol.