Loftus y Giroud ante el Borussia

Tienen los guardaespaldas, el club puede volver a abrir. El Milan vivió una extraña noche de sábado: ganó de urgencia -y esto siempre es importante, nunca es fácil- pero jugó en la nevera. San Siro cantó casi de forma rutinaria pero bajo los coros, en transparencia, se veían las heridas de estos meses. El estadio abucheó aquí y allá y desde luego empujó menos de lo habitual, como dijo Pioli al final: “El estadio estaba hoy quizá un poco diferente de lo habitual”.

Todos saben, incluido él, que en estos meses la desconfianza hacia él ha subido mucho más que los resultados, que no son ilusionantes pero tampoco negativos. Campeones, el viejo enamorado del Milan, tiene la misión de volver a subir los decibelios al nivel de discoteca, como en las grandes noches del Milan contemporáneo. Falta Leao, el tapado hace tres semanas contra el Psg, pero vuelven los dos jugadores que dan peso técnico, antes que físico: los gigantes Ruben Loftus-Cheek y Olivier Giroud.

El once del Milan para mañana sobre el papel está escrito. Maignan en la portería, Calabria-Thiaw-Tomori-Hernández en la zaga, Krunic y Reijnders por delante de la defensa, Loftus-Cheek trequartista, Chukwueze y Pulisic a lo ancho, Giroud por delante. Musah, que sería titular junto a Reijnders, está descartado, Okafor sigue fuera por lesión. Pioli hará hoy las últimas pruebas y valoraciones, pero el plan de juego parece escrito.

Y Loftus-Cheek y Giroud, en comparación con el equipo que empezó contra la Fiorentina, son el gran paso adelante. RLC jugó media hora, según los planes clásicos de reaparición: aclimatación con vistas a un regreso como titular. Giroud lo observó todo desde la grada con el aire de superioridad de quien ha vivido cien tardes complicadas en su vida y a menudo -no siempre, pero sí a menudo- ha salido bien parado.

Algunos números para entender. El Milan sin Loftus-Cheek es un equipo diferente: viste la misma camiseta roja y negra, pero no tiene nada que ver. Comparación rápida entre los partidos con Rubén como titular y aquellos en los que no estuvo en el once. La media de puntos cae de 2,4 a 1,3: la muestra es muy pequeña, pero, por temporadas, hay 42 puntos de diferencia, más o menos los que dividieron a Milan y Cremonese la temporada pasada. Los goles por partido se hunden (de 2 a 0,8) y el Milan pierde el 19% de sus tiros a puerta. Es fácil concluir que Loftus es el multiplicador de la fase ofensiva: aporta impacto físico, soluciones de área, asistencias. Marca poco pero no se puede tener todo en la vida.

Oli y 58% Giroud, en cambio, siempre marca porque es un ganador. Nadie como él en el Milan juega bien los partidos importantes – Maignan, de acuerdo… – y pocos como él pesan en el resultado. Desde que llegó en el verano de 2021, el Milan ha ganado el 58% de los partidos con él, un porcentaje que sin el nueve baja al 44%. Las cifras dicen que la producción ofensiva no cambia especialmente: los tiros de media son los mismos (de hecho, incluso suben ligeramente sin OG) y los goles marcados son los mismos. Significa que Giroud no cambia el equipo como Loftus-Cheek, pero el peso específico de las pocas cosas que hace es especial.

El plan de juego para el Borussia entonces dependerá de ellos. El Milan necesita una victoria para superar el muro amarillo y situarse entre los dos favoritos para los octavos de final. Si eso ocurriera, Pioli tendría en sus manos el destino del Newcastle. Con una derrota, en cambio, el Milan quedaría eliminado, si al mismo tiempo el Psg gana en casa al Newcastle, un escenario no precisamente improbable. Por eso Pioli espera que sus hombres clave, los cuatro-cinco de los que depende el equipo, estén listos para otra gran noche. Es fácil imaginar que será un partido intenso, con los dos regresos decisivos.

Quien haga los gigantes Loftus-Cheek liderará los avances y las transiciones del Milan, porque pocos como él recuperan el balón y vuelven. Lo ha hecho muy bien como trequartista atípico, que sin balón se parece a un mediapunta -jugador o central- y con balón se lanza a los espacios y sirve de referencia para los lanzamientos. Giroud hará de Giroud, como siempre. Un hombre de área, un delantero centro en el que apoyarse, el mejor amigo de los que buscan una banda para entrar a gol o incluso simplemente saltar una línea amarilla de la defensa. Conoció la Liga de Campeones hace 11 años y siguen gustándose.

EL PREOCUPANTE DATO DE LAS LESIONES

El tema de las lesiones en el fútbol se ha vuelto muy delicado en la Serie A, especialmente en la zona de Milanello en el último periodo. Howden, un corredor de seguros global, publicó un estudio que hace una radiografía de las consecuencias en términos de lesiones de los jugadores de las cinco ligas europeas más importantes tras el Mundial de Catar de diciembre de 2022.

Según informa Calciomercato.com, la cifra agregada de los cinco torneos continentales muestra que, en la temporada 2022/2023, los jugadores implicados en la competición en suelo árabe pasaron una media de ocho días extra en la enfermería en los meses posteriores a enero de 2022, debido a lesiones de diversa índole.

Se pasó de una media de 11,32 días de inactividad en octubre de 2022 a 19,41 días en el puesto en enero de 2023. Como resultado, el coste de las lesiones en las cinco primeras ligas europeas aumentó casi un 30%: de 553,62 millones de euros a 704,89 millones de euros. Costes cubiertos en su mayor parte por las pólizas de seguro contratadas por los clubes para defenderse de este tipo de inconvenientes.

El Índice de Lesiones en el Fútbol Europeo Masculino 2022/2023 señala que en el periodo de tiempo considerado (octubre 2022-enero 2023) se produjeron incrementos del 170% en las lesiones de tobillo, del 200% en las de pantorrilla/tibia y del 130% en las de isquiotibiales. En los meses inmediatamente posteriores a la competición de Qatar, la liga alemana registró 46 lesiones y la Premier 49. La tendencia negativa de la Liga española (18), la Ligue 1 francesa (11) y la Serie A (12) fue menos marcada.

El Milan, con 52 lesiones, es uno de los clubes más afectados de la primera división italiana. Los problemas físicos costaron un total de 9.230.000 euros, a una media de 180.000 euros por evento. James Burrows, responsable de deportes de Howden, dio la voz de alarma: “Los datos demuestran claramente una tendencia y esperamos que nuestra investigación y análisis proporcionen a los principales clubes europeos más elementos de reflexión para seguir hablando con los órganos rectores del fútbol sobre una mejor alineación de las ligas nacionales e internacionales y el amplio problema de la congestión de partidos”.