
Puedes sacar al chico del Milan -única y exclusivamente porque ha alcanzado el límite de edad, claro-, pero no al Milan del chico. Y de hecho el chico ha vuelto, por tercera vez: el pasado 4 de junio, Zlatan Ibrahimovic se despidió del fútbol y del Diavolo con lágrimas en los ojos y San Siro a sus pies, y desde ayer está de nuevo en la silla de montar.
Tiene ante sí un nuevo reto, el mayor, el más ambicioso: volver a impactar, pero sin un balón entre los pies, en un momento que no puede ser más delicado que éste. Y en una nueva y doble función: RedBird le ha nombrado socio operativo de su cartera de inversiones en los sectores del deporte, los medios de comunicación y el entretenimiento, y asesor principal de la propiedad y la alta dirección del Milan.
“Mi amor por los rossoneri nunca acabará y la oportunidad de formar parte de su futuro de una manera significativa es algo con lo que sólo podía soñar. Estoy agradecido a Gerry por brindarme esta oportunidad. No es una decisión que tome a la ligera. He pensado largo y tendido sobre los primeros pasos de mi carrera fuera del fútbol, y no podría estar más emocionado de empezar este viaje como miembro de RedBird y del Milan”.
Entre Cardinale, propietario del club desde agosto de 2022, y el sueco fue amor a primera vista. “Tuve la oportunidad de pasar mucho tiempo con Zlatan reflexionando sobre sus opciones profesionales después de la retirada”, dijo Cardinale. “Tenerlo con nosotros, en un papel activo en el futuro del club, es indicativo de nuestro compromiso continuo con la excelencia tanto dentro como fuera del campo”. A partir de aquellas charlas en un hotel de Milán en septiembre, llegó el momento de ponerse manos a la obra, aunque para la fumata blanca fue necesaria una larga negociación, como hace cuatro temporadas.
También en aquella ocasión, el matrimonio se anunció tras una goleada ante el Atalanta en diciembre: Pioli era un entrenador precario, el Milan de Elliott un equipo joven y tartamudo que había tocado fondo en el 5-0 de Bérgamo. Ibra aterrizó de Estados Unidos, se cargó al grupo a los hombros y les enseñó a ganar: el Scudetto de 2022 también maduró gracias a sus goles y su liderazgo.
El Diavolo de hoy no es comparable a aquel equipo -al Scudetto le siguió una semifinal de Liga de Campeones-, pero camina sobre hielo fino: en Navidad corre el riesgo de verse fuera de la carrera por el Scudetto y de Europa. Lo que se necesitaba era una sacudida, un “boom”, como dijo Zlatan. Si los altibajos continuaran con la misma linealidad de estas horas, el vuelco estaría garantizado. Empezando por el partido de mañana en Newcastle, dentro o fuera de la Liga de Campeones. Por cierto, Cardinale no estará en St James’ Park porque está ocupado toda la semana en Nueva York, sobre Ibra no hay certezas.
En el Milan, Ibra será una figura transversal: un puente entre la propiedad y el equipo, un interlocutor para Pioli y para la cúpula del club. Desde el presidente Scaroni (“Ibra encarna lo que significa ser un campeón, contar con él es una victoria en todos los aspectos”) hasta el director general Furlani, que comentó: “Tenemos la suerte de poder acceder a la creatividad de Ibra y a su amplia red de relaciones en todo el fútbol europeo para seguir elevando al club a nivel mundial. Ibra llenará huecos que necesitaban llenarse y se añadirán más, como se puede leer en el artículo de al lado.
¿Y en la galaxia RedBird? Estos meses de conversaciones han servido para comprobar la compatibilidad de Zlatan con las actividades del fondo estadounidense, y el resultado ha sido un visto bueno, como señaló Cardinale: “La presencia global de Ibra entre los aficionados y sus diversas habilidades como empresario son una poderosa combinación tanto para el Milan como para RedBird.
Zlatan será un jugador de equipo, como otros atletas (LeBron James) o marcas deportivas de fama mundial (New York Yankees): ¿podría esta nueva aventura convertirse también en una oportunidad para el emprendedor Ibra? ¿Invertirá Zlatan dinero en los proyectos de RedBird? Ya veremos, aunque es concebible algún tipo de participación. Lo que es seguro es que Ibra nunca se ha sentido tan cómodo antes de un debut: “Esto es realmente un regreso a casa. Volver, ahora, también debe ser el verdadero Milan”.
Socio operativo de RedBird, asesor principal de la propiedad y la alta dirección del Milan: detrás de los titulares, ¿cuál será el nuevo terreno de juego de Ibra? La definición que más interesa a los aficionados rossoneri es la relativa a la implicación de Zlatan en el club. No se indican tareas precisas ni hay límites establecidos: Ibra ofrecerá su colaboración a todas las áreas del club, en primer lugar la deportiva.

Para Pioli será un interlocutor excepcional con el que discutir cuestiones técnicas y tácticas. Ibra no tendrá citas diarias, ni siquiera semanales, en Milanello: estará presente cuando el momento lo requiera, de acuerdo con el entrenador. Por eso Pioli sigue considerándole un valor añadido y no se sentirá eclipsado por su luz. Ibra volverá a ser una posible referencia para el vestuario: Leao fue el primero en darle la bienvenida en las redes sociales.
Zlatan había construido su carrera de delantero sobre la determinación y el espíritu de lucha, antes que sobre el talento: en el futuro “contribuirá a reforzar la cultura ganadora”, volviendo a ejercer su presión competitiva y retomando el papel de motivador que transfiere el sentido de la disciplina, el compromiso en los entrenamientos, el cuidado del cuerpo. Y por eso no sorprenderá que las fotos de Zlatan conversando con Theo Hernández reboten en Milanello, como lo hizo el ex entrenador Maldini hasta la temporada pasada: el radio de acción del sueco también incluye “el desarrollo de jugadores y el entrenamiento para el alto rendimiento”, según se anunció en el anuncio del nombramiento.
Esto se traduce en ayudar al equipo a crecer también desde el punto de vista de las individualidades: Ibra hablará con ellos, muchos de ellos compañeros de vestuario hasta hace unos meses, y les apoyará como hizo él como jugador. Aunque no sea miembro del equipo, podrá bajar al vestuario de San Siro y quizá hablar ante las cámaras (sus dotes como delantero están más que demostradas). Sin embargo, confinar al “nuevo” Ibra únicamente dentro del perímetro del área deportiva sería reduccionista.
En la sociedad, porque Zlatan también tendrá voz en el ámbito empresarial (aunque no tenga despacho en Casa Milan, la sede del club): será asesor de la propiedad -es decir, de Cardinale- y de los máximos ejecutivos, el presidente Paolo Scaroni y el consejero delegado Giorgio Furlani. Y un asesor, por definición, aconseja, da opiniones. ¿Tendrá Ibra algo que decir en el mercado? ¿Podrá sugerir el nombre de un posible próximo entrenador? Doblemente sí.
La gran experiencia como hombre de campo, el profundo conocimiento del tema son una garantía: por eso el punto de vista del campeón de Malmoe – aunque distante, porque Ibra no forma parte del equipo – podría resultar una valiosa herramienta de análisis para quien esté al mando. Si su papel en el club será amplio, pero no claramente definido, se debe a una voluntad precisa: el puesto está hecho a la medida de la personalidad y el eclecticismo de Zlatan.
Y sobre todo, evoluciona, se adaptará a los acontecimientos. En nombre del Milan, Ibrahimovic se implicará en iniciativas comerciales, pero no sólo eso, participará en proyectos “de importancia estratégica, entre ellos el nuevo estadio”, que hoy tienen al frente al presidente Scaroni y al propio Cardinale. Era el número uno de RedBird quien quería a Ibra en el equipo. Para crecer en el Rossoneri y en el rojo… RedBird: Ibra el campeón icónico, ‘con un nombre que resuena mucho más allá de los confines del campo de fútbol’, Ibra el influencer global, con 123 millones de seguidores en las redes sociales, ofrecerá su imagen a los proyectos del fondo.