El Milan hizo lo que tenía que hacer: ganó en Newcastle, arrollando a los ingleses en la segunda parte y adelantándose 2-1 con gol de Samuel Chukwueze un minuto después de su entrada en el campo, en el minuto 84.
Pasar a octavos de final de la Liga de Campeones, sin embargo, no fue suficiente, porque el Dortmund-Psg acabó 1-1 y los rossoneri se encontraron terceros de grupo y en la Europa League, pese a tener los mismos puntos que los franceses. El equipo de Pioli hizo una proeza al vencer merecidamente en St. James’ Park, donde el Newcastle se transformó y donde en la segunda parte el mejor equipo fue sin duda el Milan: no fue suficiente para seguir en la máxima competición europea, pero sí para tener algo europeo por lo que luchar en febrero.
LA CRÓNICA
El Milan dio la vuelta en la segunda parte a un partido que había merecido perder en el primer tiempo, incapaz siquiera de llevar peligro al Newcastle. Pero tras el descanso el equipo se transformó, impulsado por el gol del empate de Pulisic en el minuto 59. Pioli tuvo la intuición adecuada al insertar a Okafor y Chukwueze, que cerró la goleada. Una demostración de carácter de los rossoneri, lo que se necesitaba en un partido con sabor a final como éste.
El Milan de la segunda parte es aquel del que Pioli debe volver a partir: sacó a relucir la personalidad que se necesita para ganar en Europa, para pasar en un estadio como St. James’ Park, que empezó estallando en apoyo al “sueño salvaje” del Newcastle de pasar de ronda, y acabó apagado, con la afición rossonera recluida en un rincón para dejar oír su alegría.
Para el Newcastle, esta derrota supone el ocaso de sus sueños europeos, largamente cultivados durante el partido. El equipo de Howe pagó el precio de las numerosas lesiones que le mermaron, el brusco bajón en la segunda parte después de ir por delante durante todo el primer tiempo. El sueño descabellado de los aficionados del Newcastle se ha convertido en pesadilla.
La anticipación de Tomori en la línea de gol sobre Almiron en el minuto 20 fue la primera emoción real de un partido que se iba a encender en el minuto 33, cuando el Newcastle se adelantó por medio de Joelinton, que fue mal controlado por la defensa rossonera justo dentro del área y batió a Maignan con un gran pase en diagonal.
El Milan no reaccionó y comenzó la segunda parte perdiendo 1-0, pero encontró el empate en el minuto 59 por medio de Pulisic, que batió a Dubravka tras una asistencia de Giroud en la primera ocasión real de los rossoneri en el partido. Maignan envió por encima del travesaño un disparo de Guimaraes en el minuto 69, luego Pioli pidió ayuda a Pobega y Jovic, y en el minuto 78 sufrió una maldición cuando Leao envió al poste un contragolpe.
El técnico rossonero dio entrada a Okafor y Chukwueze en el minuto 83: fue la jugada ganadora, porque en el 84 el primero sirvió la asistencia que el segundo transformó en el bonito gol de la ventaja. El Milan vio su tercer gol en el minuto 92, pero el disparo en contraataque de Tomori acabó en el poste. Una victoria que permite seguir en Europa, aunque sea en la Europa League.