Ibrahimovic vuelve a Milanello

Era la tercera vez que Ibra acudía por primera vez a Milanello. Pasó cinco horas y cuarto en el centro deportivo rossonero, mucho más de lo que dura una sesión de entrenamiento. Y de hecho Zlatan era el consejero principal, no tenía el balón entre los pies sino manos que estrechar: llegó antes de las diez de la mañana, bajó a la habitación de Pioli y luego al vestuario del equipo. Aquí se volvió a presentar al grupo. Un cuarto de hora de confrontación con un resumen: ‘Podéis contar siempre conmigo’.

Ya no se le encontrará en el palco, sino en la banda, como ayer: siguió todo el entrenamiento junto a los máximos responsables del área deportiva, Moncada y D’Ottavio. A sus ex compañeros Ibra les habló de su nuevo papel y les ofreció colaboración: quien le necesite le encontrará, como hizo durante el partido. Esta vez como interlocutor técnico, motivador, confidente: “Ibra sigue siendo Ibra aunque haya dejado de jugar. Tiene mentalidad ganadora y nos dará algo más”, resumió Bennacer a la vista de todos. Ibra no quiere eclipsar la luz de Pioli, a quien se dirigió para organizar una visita a Milanello: el sentimiento está intacto. Zlatan será un interlocutor excepcional con el que discutir cuestiones técnicas y tácticas.

Ibra no será una presencia constante, sólo se le verá cuando los acontecimientos lo requieran. Ya sea para mantener el equilibrio o para recuperarse de alguna dificultad: “Con la personalidad de Ibra, el estrés disminuirá”, bromeaba ayer. En resumen, nada de citas diarias o semanales en Milanello. En cambio, Ibra tiene marcados en su agenda los partidos del equipo: estará presente en San Siro, como hacía como ex grande, y también en muchos encuentros fuera de casa. A partir de mañana: estará en Salerno, no viajará con el equipo saliendo por la tarde, lo hará mañana, solo o con los directivos del club.

Incluso sin ser socio del club, Ibra podrá bajar a los vestuarios de San Siro, o de otros estadios, y quizás hablar ante las cámaras. También se le reconocerá por su look: no vestirá traje y mocasines, pero mantendrá su estilo. Ayer llevaba una cazadora de diseño, vaqueros y zapatillas deportivas. Vio toda la sesión, volvió al interior del centro de entrenamiento para comer, saludó a compañeros que no conocía en el vestuario (como Simic: apretón de manos y felicitaciones por su debut) y se marchó a las tres y cuarto de la tarde. En conclusión, Ibra sigue siendo una figura transversal: un puente entre la propiedad y el equipo, un interlocutor para Pioli y la cúpula del club.

También se centrará en otras áreas: conoce la técnica, la táctica y la psicología aplicadas al deporte. Por otro lado, deberá profundizar en otros temas sobre los que será cuestionado, desde el mercado hasta el marketing. Ibra parece un estudiante con ganas de aprender rápido, “tiene curiosidad por todo, ha vuelto de puntillas”, dijo de él el director general Furlani en Casa Milan al mismo tiempo que Zlatan regresaba a Milanello. La esfera de competencia de Ibra también se extenderá más allá del club, a los demás intereses de RedBird, para la que Ibrahimovic es “socio operativo de su cartera de inversiones en los sectores del deporte, los medios de comunicación y el entretenimiento”.

El de ayer fue el tercer debut rossonero de Ibra. Se le esperaba la semana pasada, tras el viaje a Newcastle, y luego se pospuso debido a una gripe. El primer debut data del 8 de septiembre de 2010. A finales de agosto había aterrizado en Milán junto al director general Galliani, y luego tomó un vuelo a Suecia para responder a la llamada de la selección nacional.

Sólo más tarde debutó en Milanello; en la foto que apareció ese día en los periódicos se le veía abrazado a las otras estrellas del ataque: él, Ronaldinho, Pato, Robinho e Inzaghi. Allegri tenía mucho donde elegir. ‘Ibra, el regreso’ es una película del 2 de enero de 2020. El Milan había arruinado las Navidades con el 5-0 en Bérgamo, y Zlatan había acudido al rescate desde América: tras poner fin a su experiencia con Los Ángeles Galaxy, había regresado para dar espectáculo en el conjunto rossonero. En él había encontrado el equipo la cura a su falta de liderazgo. Hoy el Milan ha crecido, pero siempre hay sitio para un Ibra veterano.