
El mercado del Milan tardó poco en despegar. Ya se sabía en las semanas previas a la apertura de la sesión invernal que los rossoneri tendrían que labrarse un papel estelar. La sesión se abrió hace una semana, y los rossoneri recuperaron a Matteo Gabbia para apoyar las urgencias en defensa, y cerraron por Filippo Terracciano, de 20 años, hábil en las bandas y como mediapunta. Ahora el objetivo es apuntalar de nuevo la defensa.
Filippo Terracciano se hizo oficial ayer por la tarde. El jugador de la promoción de 2003, que lucirá el dorsal 38, firmó un contrato hasta 2028 y fichó por el Milan a cambio de 4,5 millones más una prima. Según escribe esta mañana el Corriere dello Sport, el ya ex jugador del Verona realizará hoy su primer entrenamiento con sus nuevos compañeros y mañana estará disponible en el banquillo para el partido contra el Atalanta en la Copa Italia.
En el Milan lo ven no sólo como lateral sino también como mediapunta y podría ser útil como sustituto de Loftus-Cheek ya en esta segunda mitad de temporada. Así pues, el Milan sigue a la caza de un defensa. El perfil más fuerte en estos momentos sigue siendo el de Lilian Brassier, central del Brest. Ayer se intentó hacerse con Radu Dragusin, también con la posible incorporación de Colombo, pero el Génova ha elevado sus miras y sólo Tottenham y Bayern le siguen el ritmo. Por el francés, el Brest pide algo más de 10 millones de euros: los rossoneri aún no tienen un acuerdo ni con el jugador ni con el club.
Mientras tanto, el Milan también ha iniciado contactos con el Real Madrid. Sobre la mesa está la situación relacionada con Alex Jiménez. En dos apariciones con el primer equipo, el lateral español ya ha convencido a todos en Milán y ahora desde Via Aldo Rossi quieren encontrar una solución para retenerle. El acuerdo original con el club español es, de hecho, una cesión de dos años con derecho de rescate a los 5 y contrarreembolso a los 6.
Ahora el Milan quiere reformular los términos con una cifra más baja para el rescate y la concesión de primas más altas al Real si hay recompra en los próximos años. El Milan también está atento a los jugadores salientes. En concreto, el caso de Rade Krunic está sobre la mesa: si la oferta del Fenerbahçe rozara los 6 millones, podría cerrarse. Mientras tanto, el joven Luka Romero ha acabado en el punto de mira de Lecce y Como, mientras que por Bartesaghi se habría adelantado el Monza.
UN CAMBIO DE ESTRATEGIA
El mercado invernal de fichajes del Milan ya ha deparado dos oficialidades, necesarias para reforzar de inmediato la plantilla de Stefano Pioli, mermada de cintura para abajo por las lesiones: Matteo Gabbia regresó el 2 de enero de su cesión al Villarreal (ya jugó unos minutos en el Empoli) y ayer se produjo el fichaje de Filippo Terracciano, defensa y centrocampista desde 2003, que se llevó del Hellas Verona por 4,5 millones de euros más una prima de 1 euro. Y entonces.
La idea inicial, la de las semanas previas al 2024, era dar al entrenador un nuevo delantero (con Guirassy como principal sospechoso), pero la supresión del decreto de crecimiento, por un lado, y la explosión de Jovic, por otro, les están haciendo cambiar de estrategia para esta sesión: ¿y si el dinero guardado en caja para el otro delantero además de Giroud se utilizara para reforzar la defensa desde el principio? Tomori, Thiaw y Kalulu no volverán hasta finales de febrero como muy pronto y, en una línea de razonamiento más abierta, habrá que fichar otro central en verano a pesar de todo: ¿por qué no intentar conseguir uno ahora?
Los dirigentes rossoneri lo están intentando seriamente y, en los últimos días, se han informado sobre Radu Dragusin, del Génova, y Alessandro Buongiorno, del Torino. La idea de los rossoneri por el rumano es incluir la ficha de Lorenzo Colombo en una eventual operación, valorándolo en 12-15 millones, más una inversión de 10 millones a la que, quizás, añadir una redención de Messias; no es, sin embargo, sencillo llevarlo a término: por Dragusin, de hecho, hay mucho dinero del Bayern de Múnich y del Tottenham.
Por el capitán del Torino, las conversaciones están en pañales: el granata cuesta mucho y no es seguro que quiera moverse en enero, pero el Milan tiene toda la intención de intentarlo. Además de los dos nombres mencionados, se baraja con fuerza el perfil de Brassier, medio centro del Brest que cuesta 10 millones de euros.