La revolución francesa, Monsieur Olivier ha dado un paso más hacia el gol. Eche un vistazo a la tabla de asistencias de la Serie A y lo entenderá: el mejor asistente de la liga no es un trequartista que regatea, ni un jugador exterior que se dedica a poner centros. El mejor es Olivier Giroud, de Chambery, el 9 del Milan y, de hecho, quien disfruta enviando a otros a marcar.
El cabezazo con el que entregó el balón a Okafor en la victoria por 3-2 del Udine fue su séptima asistencia en esta liga A: nadie lo ha hecho mejor. Sólo el jugador del Inter Thuram le sigue el ritmo con el mismo número de pases ganadores (pero con dos participaciones más, 20 frente a 18). Los demás, desde Dybala y Felipe Anderson hasta… Leao, están todos por detrás.
Esta es la otra cara de Giroud, la menos conocida que le une a gente como Kvaratskhelia, Berardi, Luis Alberto, Cassano. Es decir, algunos de los futbolistas que han destacado como asistentes en finales de campeonatos pasados. Aquí, los números del pasado ayudan a enmarcar la peculiaridad del presente: en las últimas 10 temporadas A, ningún delantero centro ha terminado por delante de todos en pases ganadores.
Giroud está invirtiendo estrepitosamente la tendencia, distribuyendo goles y asistencias de una manera casi científica (sus goles en liga son 10, mejor que cualquier otro jugador del Milan): si no marca él, marca OG, o puede que haga las dos cosas. Tomemos como ejemplo los últimos 7 días: Giroud ha marcado goles en Atalanta, Empoli y Roma, y ha enviado a sus compañeros a la red en Monza, Salernitana, Roma de nuevo y Udinese.
Oli es democrático: sirvió a Pulisic y luego a Leao, Okafor (dos veces cada uno), Jovic y Hernández. Sus regalos están siempre envueltos con gran elegancia: su taconazo para Theo en el 3-1 a la Roma es la perla que brilla entre cabezazos y giros inteligentes. El balance se completa con las dos asistencias que la Uefa le concedió en la Liga de Campeones: ya son nueve en total. ¿Es éste su pico más alto?
En el Arsenal, Giroud alcanzó las 10 asistencias en dos temporadas consecutivas, entre 2012 y 2014. Sin descuidar los goles, claro, como hace hoy. Repartir entre finalización y remate siempre ha sido una especialidad de Oli, que tras el Udinese-Milán celebró en las redes sociales el hito de las 100 asistencias en su carrera. Aunque contarlas a lo largo de 18 años de partidos es un ejercicio complicado (conceder o no un pase de la victoria es siempre cuestión de criterio), lo que sí se puede afirmar es que OG lleva nada menos que 90 asistencias entre club y selección.
En la Serie A, el Giroud de hoy lidera la clasificación porque, ante todo, ha aumentado sus lapsos en comparación con él mismo: en 2021/22 sirvió 3 asistencias, en 2022/23 un total de 5. ¿Qué ha cambiado? OG está más implicado e inspirado también porque el Milan ha cambiado a su alrededor. Por la derecha, donde Pulisic ha subido el nivel (Oli y él se llevan de maravilla desde el Chelsea); por la izquierda, donde a Theo y Leao se ha unido Reijnders; por detrás de él: como trequartista, Loftus-Cheek es el delantero ideal para los espacios que crea Giroud. A veces, también funcionan como asistencias.
THIAW ACELERA – REGRESA BENNACER
Primero Kalulu, luego Thiaw y por último Tomori: un efecto dominó que dejó fuera de combate a la defensa titular del Milan. Pioli puede insinuar una sonrisa: Thiaw se incorporará al grupo dentro de veinte días, y Tomori y Kalulu lo harán inmediatamente después. Al primero se le había comunicado a finales de noviembre que tenía “una lesión grave en el bíceps femoral del muslo izquierdo”, sin indicar sin embargo un plazo de recuperación.
La definición de “grave” bastaba para definir una lesión seria, para la que se esperaba un largo tiempo. Hoy se puede hacer una estimación: Thiaw podría estar de vuelta con el grupo en veinte días y a disposición del equipo en un mes, o cuarenta días como máximo. Será el primero de los centrales en salir de la enfermería, seguido de sus otros compañeros, por lo que tardará un poco más.
Tanto Tomori como Kalulu seguirán cuidadosamente el calendario que se aplica a todos los jugadores lesionados: primero volverán a trabajar con el grupo y luego, progresivamente, sobre el terreno de juego. Sólo entonces el entrenador estará completamente contento: en las últimas semanas se ha conformado con Kjaer, Simic y Theo. El mercado le ha devuelto a Gabbia: el calendario de recuperación podría afectar a las demás negociaciones para la defensa, que entretanto han quedado en suspenso.
Con una semana aún disponible para fichajes, no se puede descartar absolutamente un nuevo fichaje: la supresión del Decreto de crecimiento, sin embargo, limita el mercado y exige inversiones menores. Por ejemplo en forma de cesión, una fórmula que el Milan querría proponer al Chelsea por Chalobah. Alternativas Brassier y Adarabioyo. Mientras tanto, Bennacer, eliminado con Argelia de la Copa de África, volverá al Milan. Ayer ni siquiera estuvo en el banquillo debido a un problema en el abductor que debe ser evaluado.