Probablemente sea la última, la última oportunidad para que el Ayuntamiento de Milán tire del Milán y del Inter de Milán por la chaqueta en dirección a San Siro. De hecho, hoy se ha celebrado en el Palazzo Marino una comisión multiconcejal (Regeneración Urbana, Movilidad, Deporte y Olimpiadas) en la que se ha ilustrado el proyecto de renovación del estadio Meazza elaborado por el estudio Arco Associati (jefe de proyecto el arquitecto Giulio Fenyves).
El proyecto descansa sobre una piedra angular muy precisa que no puede modificarse, como explicó el alcalde Sala: “Creemos que, a menos que el TAR decida otra cosa, la limitación de San Siro (en el segundo anillo, ed.) puede considerarse una certeza en este momento, por lo que la situamos en el terreno de las certezas”. El punto de partida es, por tanto, reconstruir el Meazza lo más rápido y, obviamente, lo menos costoso posible.
El objetivo es demostrar que se puede renovar el estadio sin detener el juego. Y eso sería sin duda un punto a favor. Premisa: por ahora se trata obviamente sólo de una propuesta, un estudio preliminar que Arco Associati define como “para la conservación, revalorización y transformación en Experience Stadium”.
En otras palabras, demolición parcial y reconstrucción de la instalación existente, veamos los puntos más destacados. Capacidad: 70.000 asientos a los que se añadirán 5.000 asientos cubiertos. Costes: unos 300 millones de euros en total de obras, de los cuales 235 millones sólo para obras. La novedad más relevante es la construcción de un cuarto anillo, situado en la parte superior del actual primer anillo, justo debajo de las gradas en voladizo que hoy lo cubren parcialmente.
El espacio para esta inserción se obtendría demoliendo la grada superior del primer anillo. ¿En qué consistiría el cuarto anillo? En lo que ya existe en todos los grandes estadios europeos: nuevas zonas para invitados, recepción VIP, zonas comunes, bares, servicios y reuniones. Algo que ahora mismo ya ofrece el Meazza, pero de forma muy reducida. Aquí, el nuevo anillo encontraría espacio a lo largo de todo el perímetro del estadio, incluidas las curvas.
Entre otras mejoras, el cambio de asientos por otros más amplios y cómodos, con una pantalla táctil para servicios, compras, información, seguridad. Un estadio que se convierte en “inteligente: conectividad, servicios a la carta, comunicación, compras”. Se ha previsto un nuevo edificio perimetral para la recepción, el merchandising, los servicios, llamado bastión, donde en la idea de los diseñadores no existe la clásica puerta de entrada, sino una zona “transitable, luminosa, transparente, comunicativa y llena de servicios”.
Más allá del umbral de entrada, el aficionado puede encontrarse como en un “vestíbulo de teatro, un espacio protegido, acogedor y representativo”. El estadio se concibe en medio de un parque temático, rodeado y complementado por edificios de servicios, entre los que podría encontrar cabida la sede de ambos clubes. Unas instalaciones, por supuesto, en las que las luces cambiarían en función del equipo que jugase en ellas (fondos rojos para el Milan, azules para el Inter).
Y luego, de nuevo: un nuevo sistema de paneles onoaislantes para gestionar el impacto acústico, microclima interior, senderos, zonas y estaciones para personas con capacidades motrices limitadas, mejora del mantenimiento del terreno de juego (luminoterapia) tomando ejemplo de lo que ocurre en el estadio del Tottenham.
Desde el punto de vista de la construcción, las obras avanzarían por “obras consecutivas”, de modo que los espectadores tendrían acceso a la mayor parte de las gradas existentes -durante cada fase-, mientras que la renovación se concentraría en segmentos predeterminados que se completarían y entregarían antes de pasar a los segmentos siguientes. Todo ello dentro de una zona con “amplias franjas de árboles que enmarcan los nuevos parques urbanos y jardines ampliados, actuando como “amortiguadores” de los barrios vecinos, aislándolo y protegiéndolo”.
Éstas son las directrices del proyecto. Sí, pero ¿qué opinan los clubes (que no estuvieron en el Palazzo Marino)? Oficialmente nada. Luego, sin embargo, algo se filtra y no hay precisamente entusiasmo. Desde Casa Milan prefieren seguir centrándose en San Donato, que se considera un discurso avanzado. Al mismo tiempo, si el Ayuntamiento de Milán pidiera formalmente que se siguiera adelante con el proyecto de Arco Associati, pero obviamente sin abandonar San Donato, un “no” no vendría a cuento.
Por parte del Inter, se reflexiona sobre el hecho de que se está hablando de algo sobre lo que no se ha preguntado al club, y al mismo tiempo no se considera factible la hipótesis de permanecer sólo en el Meazza. Entre otras cosas porque en este punto hay una certeza: el Milan hace tiempo que optó por seguir solo.
Mientras en el Palazzo Marino sueltan el comodín para intentar convencer al Milan y al Inter de que se queden en San Siro, a unos diez kilómetros al sureste el alcalde de San Donato sigue trabajando en el primer tramo burocrático relativo al futuro estadio rossonero. Una instalación -hay que subrayarlo- que de momento es sólo potencial y no es seguro que se realice, pero mientras tanto el proceso continúa, sobre todo tras la luz verde dada por la Giunta a la propuesta de variante urbanística formulada en los últimos meses por el Milan. Que generará un acuerdo programático.
San Donato ha elaborado un calendario para el mes de febrero, que incluye seis puntos. Seis citas entre las instituciones y el territorio, en las que también participarán los ciudadanos. Un calendario, comunicado por el alcalde Squeri a los responsables de los grupos mayoritarios y minoritarios, que comenzará el 6 de febrero con la participación de los miembros del consejo municipal, a los que se ilustrarán los futuros pasos del procedimiento.
A continuación, se celebrará una nueva reunión con los alcaldes del sur de Milán, en la que se abordará la ya inminente puesta en marcha del acuerdo programático y su repercusión en el área metropolitana. El 13 de febrero, la administración se reunirá con los ciudadanos para ponerles al corriente del estado de las obras. En la segunda quincena del mes está prevista una nueva conferencia de jefes de grupo, una reunión de la Comisión de Ordenación del Territorio y una reunión del Consejo Municipal. Durante esta última, se convocará a la asamblea municipal para tomar nota del inicio del acuerdo del programa regional, que durará unos 18 meses.