De Ketelaere se queda en el Atalanta

No es que ahora le preocupe mucho, ya que en seis meses todo ha cambiado -para mejor-, pero Charles De Ketelaere parece destinado a dividir eternamente a los rossoneri. Fue el caso la temporada pasada, cuando protagonizó una actuación etérea tras otra y los aficionados milanistas se dividieron: es joven, viene de una liga de segundo nivel, hay que esperarle porque se pondrá en marcha.

O no, no tiene la fuerza mental y la personalidad para un escenario como San Siro y para una camiseta tan pesada como ésta, demasiado fácil para ser un fenómeno en Brujas. Sólo que ahora CDK está haciendo el fenómeno a 50 kilómetros de Milán, en un equipo que persigue una plaza de Liga de Campeones igual que el Diavolo. Y así, en el universo rossonero, las reflexiones se suceden, los lamentos aumentan inevitablemente y, al mismo tiempo, hay quien se mantiene fiel a sí mismo y asegura que si se hubiera quedado en Milanello no habría florecido.

En resumen: Charles divide incluso cuando ya no está, probablemente porque el cordón umbilical con el club rossonero aún no se ha cortado del todo. A final de temporada su camino volverá a cruzarse con el del Diavolo, en medio del cual existe un derecho de redención que el Atalanta debe decidir si ejercer o no. Así pues, el rubio de Brujas sigue siendo un tema de actualidad en el bando rossonero. Su destino, de hecho: Charles habría sido actualidad si le hubiera ido mal en Bérgamo, porque en junio habría vuelto directamente a Milanello; y es actualidad absoluta ahora que prácticamente no hay dudas sobre la decisión del Dea de ejercitar la opción de compra.

Habrá aficionados que se muerdan las manos y otros que le recibirán sin demasiados problemas. En realidad, el suntuoso partido con el Lazio no era necesario para convencer a Percassi y Pagliuca, pero desde luego no hizo daño. El CDK desarboló a los biancocelesti casi en solitario, teniendo en cuenta los dos goles personales y la participación de Pasalic en la delantera. Los números ya serían de por sí impresionantes, por no hablar de las miserias de la aventura rossonera: con el de ayer llegamos a 9 goles (5 en liga, 2 en Europa League, 2 en Copa Italia) y 7 asistencias. Ha llegado su primer doblete en la Serie A. Desde principios de diciembre ha marcado 7 goles y dado 5 asistencias en partidos oficiales, más que ningún otro jugador de la Serie A en ese periodo, en todas las competiciones.

Pero también hay otro dato que dice más que las estadísticas: el que marcó contra el Lazio fue el primer penalti de su carrera. Y esto significa una cosa muy sencilla, que gira en torno a la palabra confianza: la que obviamente le da Gasperini, pero sobre todo la que él siente por sí mismo. Los que le ven trabajar de cerca explican que Charles hace todo lo que se le pasa por la cabeza, porque no tiene miedo a equivocarse. Ya no. Y si se equivoca, vuelve a intentarlo. En otras palabras, ha vuelto a ser el Brujas de siempre, desde hace al menos dos meses.

Se ha convertido en el centro de gravedad de los Nerazzurri, un concepto que ayer quedó especialmente patente con la ausencia de Koopmeiners. Otro factor en las encarnizadas discusiones entre los rossoneri: el papel. ¿Cuál es su verdadera posición? ¿Se equivocó Pioli al colocarle en los tres cuartos? Gasp, en lo que a él respecta, no tuvo dudas desde el principio: para mí eres delantero y jugarás como delantero, la mejor manera de acercarte a la portería es por ti mismo.

Y así, en el 3-4-1-2 CDK es uno de los dos delanteros (ahora también puede cohabitar con Scamacca), en el 3-4-2-1 justo por detrás del delantero centro, en el 3-4-3 por fuera o de delantero centro. Un “9 y medio”, como también se autodenominaba. Que luego, como dicen todos los entrenadores, cuando un jugador tiene confianza, los sistemas de juego son bastante relativos: lo que realmente cuenta es la interpretación.

¿Qué pasará, entonces, al final de la temporada? Charles se convertirá en jugador totalmente nerazzurro, al término de una onerosa cesión de 3 millones anuales y el pago de un derecho de rescate de 22 millones (más 4 millones en primas y un porcentaje sobre la futura reventa). Y, pueden apostar, CDK seguirá siendo el tema -divisorio- de las charlas rossoneras.