Cardinale e Ibra no están contentos

El Milan quiere ganar. Y para ello puede ser necesario un cambio, incluso en el terreno de juego. “Estudiaremos el cambio en todos los aspectos del club”, afirma Gerry Cardinale, con Zlatan Ibrahimovic sentado a su lado, desde el escenario de la Cumbre Business of Football de Londres. Es una idea general, pero que también concierne al campo. “Me he apoyado en Zlatan para recabar opiniones, perspectivas y consejos sobre la idea de un cambio en el terreno de juego”, prosigue.

“Todo lo que rodea al Milan debe cambiar, aunque yo prefiero utilizar la palabra evolucionar. Analizaremos lo que hemos hecho hasta ahora, las muchas lesiones que hemos tenido. Pero ni Zlatan ni yo estamos satisfechos con el hecho de que no seamos el número uno de la Serie A. Lo estamos intentando: tenemos un equipo joven, y si miramos lo joven que es y lo nuevo que es no lo estamos haciendo mal. Pero no nos basta con no hacerlo mal: aún nos queda mucho trabajo por hacer. Así que es de esperar que haya cambios”, afirma.

Y sobre la gestión de los jugadores: “Intentamos ser responsables a la hora de construir el equipo. Pero si lo hacemos y luego no tenemos a todos los jugadores, ¿qué sentido tiene? Y hay muchas razones para ello, no se puede culpar sólo al personal médico. Los jugadores están sometidos a una enorme presión y juegan demasiados partidos: Serie A, copas, selecciones nacionales. Tenemos que preocuparnos por su salud”.

Esto también se aplica al estadio, ya que Cardinale asegura que el Milan pronto tendrá uno nuevo. “En el nuevo estadio hemos avanzado más en 18 meses que en los últimos años”, explica Cardinale. “Será el primero que se construya en Italia desde 2011, un estadio de 70.000 localidades al que aportaremos las ideas de negocio para una instalación así que hay en América. Milán es perfecta para unir fútbol y música, y este nuevo estadio será bueno no solo para Milán, sino también para la ciudad, Italia y toda la Serie A”.

“Fundaré una empresa que construya el nuevo estadio, pero luego quiero que esa empresa construya nuevas instalaciones por toda Italia. Porque quiero ganar el Scudetto, pero también quiero que toda la Serie A mejore, porque la competitividad es lo que hace mejor al deporte”. Zlatan sube el listón: “Creo que echaré más de menos San Siro que San Siro a mí”, dice bromeando, antes de ponerse serio: “Tengo muchos recuerdos allí, es un estadio histórico, pero en todo hay un nuevo comienzo. Hay formas modernas de hacer las cosas y con una nueva instalación se puede hacer. Además, el Milan no es dueño de San Siro y necesita un estadio que sea suyo: será algo enorme, sobre todo para los aficionados. Y también será importante desde el punto de vista económico”.

Cardinale e Ibrahimovic forman una pareja magnética. Si el sueco afronta el reto como empresario con la misma confianza con la que saltó al terreno de juego, el propietario de los rossoneri tiene carisma e ideas claras sobre cómo gestionar el equipo, después de haber realizado un periodo de aprendizaje “para no entrar en un mundo que no conozco a cañonazos, como un típico americano”. Cardinale explica que la decisión de convertir a Zlatan en su voz en el vestuario es la misma que tomó cuando invirtió en Hollywood confiando en Matt Damon y Ben Affleck.

“Zlatan me permite vivir en Estados Unidos pero estar en Milán”, explica Cardinale. “Le contraté en RedBird por esta misma razón: hablamos varias veces al día y tiene autoridad para hablar en mi nombre con todo el mundo en Milán. Y lo hace con legitimidad y credibilidad. Su forma de comportarse, de hablar con los jugadores como ex-jugador pero con voz de propietario, es única. Yo no quiero entrar en el vestuario y hablar con mis jugadores, quiero que Ibra lo haga por mí. Quiero ganar, pero pedirle a alguien como Zlatan que sea mi voz, que me permita desprenderme del lado emocional de las cosas, forma parte de mi manera de hacerlo”.

“Gerry me hizo una oferta que no pude rechazar”, dijo Ibra, tras hablar de sentirse libre como ex-jugador: “Muchos de los jugadores con los que hablo hace ocho meses eran compañeros míos y hay respeto entre nosotros, pero en mi papel actual tengo que pensar en el futuro del club y pensarlo de una manera diferente a como lo hacía antes. El equipo está creciendo, y alrededor del grupo de jugadores hemos creado otros. Porque se gana con trabajo duro incluso fuera del terreno de juego”.

Las ideas están ahí, ahora se trata de convertirlas en éxitos. Quizás llevar al terreno de juego esa revolución de ideas que ya han aportado Cardinale e Ibra.