Reijnders vuelve ante el Slavia

Incluso “Stajánov” descansa de vez en cuando. El éxito del Milan en el Olímpico trajo consigo tres noticias: el enésimo gol de un suplente -el decimotercero-, la portería a cero que faltaba desde hacía tiempo y el tercer banquillo consecutivo para Tijjani Reijnders, alguien acostumbrado a jugar siempre. Pioli lo metió a falta de media hora para el final para mantener el balón y buscar la ruptura, pero la exclusión fue una novedad, sobre todo porque el holandés nunca había descansado tanto.

Reijnders lleva casi dos años jugando sin descanso. El año pasado jugó 54 partidos de 54 con el Az Alkmaar, arrastrado hasta las semifinales de la Liga de Conferencias tras eliminar al Lazio. Jugó casi todos ellos noventa minutos más recuperación, salvo un par de partidos de la fase previa contra el Tuzla City y otros dos de la Eredivise contra el Feyenoord y el Emmen.

TJ, como le gusta llamarse, se ha ganado a pulso el apelativo de “adicto al trabajo” con el balón. El poco fiable. El de los casi cinco mil minutos por temporada. Y así es como hechizó al Milan. Hasta el partido contra el Monza, el segundo del año tras el disputado contra el Newcastle en la Liga de Campeones, no había descansado ni un solo minuto. Jugó en un mediocampo de tres y en otro de dos, ganándose los aplausos como regista y como mediapunta. Un fiel 32 de 35 partidos como titular, veintidós sin ser sustituido.

Alto, ni caso: el banquillo contra el Lazio se debió al nacimiento de su primer hijo, nacido durante la semana. Pioli lo precisó en la sala de prensa antes del partido, añadiendo que el holandés no se entrenó por este motivo. Contra el Atalanta, sin embargo, fue una elección técnica: “Elegí a Adli por las posiciones que ocupa en la fase defensiva. Una elección afortunada quizás, porque aparte del empate, los rossoneri jugaron un gran partido.

Reijnders permaneció en el banquillo todo el partido. La última vez que ocurrió fue el 22 de mayo de 2022, durante el partido de desempate contra el Heerenveen. Reijnders es el tercer jugador con más presencia en la plantilla después de Maignan y Theo Hernández. Hasta ahora ha jugado 1998 minutos. Lleva dos goles y tres asistencias. Contra el Slavia debería volver al campo como titular para imponer su ley en el centro del campo. El descanso parece haber terminado.