Los últimos fueron Doudera y Schranz, del Slavia de Praga: ante la defensa milanista causaron impresión. Dos goles de bella factura, pero eso no es lo importante: el propio Pioli no buscó excusas aludiendo a la buena fortuna de los checos, al contrario, señaló los errores de colocación de los suyos. Cabe decir que no es la primera vez que ocurre, sino la cuadragésimo octava, tantas como el total de goles encajados en la temporada.
La cuota mayoritaria corresponde a la liga: 32 goles encajados, seguida de la Liga de Campeones, ocho, y la Europa League (5) se acerca peligrosamente. La cifra de la Coppa Italia es firme: tres, los dos últimos decisivos para la eliminación del torneo. La suma de los balones recuperados por detrás de Maignan (u otros porteros) hace 48. Está claro que las cuentas no cuadran.
Detrás de los números hay historias diferentes. El Milan se encontró indefenso también porque Maignan dejó de ser Magic Mike: pocas intervenciones prodigiosas en comparación con el pasado. Menos gritos, menos saques de banda, menos liderazgo en general: su conversación con Ibra de hace dos noches, que empezó a la salida de los vestuarios tras el final del partido y acabó en el aparcamiento de San Siro, puede haber sido útil aquí.
Nunca se puede culpar a los ausentes, en este caso Tomori, Kalulu y Thiaw, que estuvieron mucho tiempo de baja por lesión. Incluso con ellos el muro defensivo se había venido abajo. Tras el parón impuesto por problemas físicos, están en fase de recuperación: Thiaw, que volvió como titular en Monza, aún no está a su mejor nivel. Lo mismo ocurre con Tomori, en el campo como suplente contra el Lazio y luego con el Slavia. Más aún para Kalulu, que sufrió la lesión más grave y que, de vuelta al grupo, siempre ha seguido a sus compañeros desde el banquillo.
Kjaer y Gabbia intentaron poner un parche al desgarro, pero no fue suficiente para cubrir los errores individuales y departamentales. Pioli habló más en general de toda la fase defensiva. Los errores técnicos y tácticos, y los errores de cabeza, tuvieron la culpa: el Slavia empató el primer gol de Giroud apenas unos segundos después de que los rossoneri se hubieran adelantado en el marcador. Y era una situación que ya se había dado antes. “Es cierto, puede ser un bajón de concentración”, admitió Pioli tras el partido. Los intérpretes se alternaron, pero sin encontrar el ajuste adecuado: el resultado es un equipo imperfecto, con 48 goles encajados.
Para corregir los errores, el club podrá intervenir en el próximo mercado: tan importante parece un nuevo delantero centro como un nuevo central. Antes de evaluar a los candidatos, se pondrá a prueba a los defensas actualmente en plantilla. Kjaer, cuyo contrato expira, se marchará. Kalulu había superado las expectativas en la temporada del Scudetto, hoy ha vuelto a niveles estándar.
Había llegado sin tener que gastar un euro, por lo que los que puedan llegar por su futura venta se los ganará todos: hoy por hoy no está entre los intransferibles. El caso de Thiaw y Tomori es diferente: pueden ser o no dos de los centrales clave de la próxima temporada. Si llegan ofertas que se consideren dignas, sin duda se tendrán en cuenta: una estrategia que en realidad se aplica a todos. La totalidad de los ingresos se reinvertirá en el mercado entrante: en este caso, la venta de uno de Thiaw, por 7 millones, y de Tomori, por 28, llenaría la cartera mucho más que otras.
Al mismo tiempo, es necesario reforzar los cimientos de un Milán más sólido. Hay que levantar el muro que demasiadas veces no ha aguantado: quien aspire a lo más alto debe tener una defensa de hierro. Por eso, parte del presupuesto estival ya tiene destino: se invertirá en un central de primer nivel. La primera pista conduce a Lilian Brassier, de 24 años, a quien el Milan sigue desde el invierno pasado y nunca ha renunciado a él: se necesitaban entre 10 y 12 millones para conseguirlo, una cantidad que se puede descontar teniendo en cuenta que el contrato del francés con el Brest expira en el verano de 2025.
En fase de negociación, no es un detalle menor, al contrario, el Milan también podría sopesarlo en la operación Lacroix (misma fecha de caducidad), 23 años, carrera entre el Sochaux y el Wolfsburgo, donde llegó en el verano de 2020. Más accesible aún es Tosin Adarabioyo, ya libre para llegar a acuerdos con otros equipos que no sean su actual club, el Fulham. Quedará libre en verano, el Milan se lo llevaría por cero.
HOY NO HABRÁ RUEDA DE PRENSA
No habrá rueda de prensa de Stefano Pioli en la víspera del Milan-Empoli, partido valedero para la 28ª jornada de la Serie A; la razón hay que buscarla en los numerosos compromisos cercanos que tienen los rossoneri. Hoy hay programado una sesión matinal de entrenamiento.
Desayuno en Milanello para los rossoneri, al día siguiente de su victoria en casa contra el Slavia de Praga, antes de bajar al vestuario para el entrenamiento, ya centrados en el partido de liga contra el Empoli, previsto para mañana domingo a las 15:00 en San Siro.
Los titulares de la noche del jueves realizaron un entrenamiento ligero en el gimnasio; los demás miembros de la plantilla estuvieron sobre el césped, quienes, tras la activación muscular, continuaron la fase de calentamiento con algunas inclinaciones temáticas. El entrenamiento prosiguió con una serie de ejercicios técnicos dedicados a la finalización, que precedieron al habitual partido de entrenamiento en campo reducido.