Mike Maignan se perdió el último partido en casa contra la Juventus debido a una distensión en el aductor sufrida en el calentamiento. Ha habido otros partidos en los que Mike ha estado ausente sin motivo: ningún error clamoroso, con el que al menos se hubiera distinguido… Pero tampoco ninguna parada que salvara el resultado.
La última vez en el derby: ante el remate ganador de Thuram, Maignan bajó demasiado despacio. La temporada siguió así, entre un gol encajado y otro: la defensa del Milan es ahora la peor de los cuatro primeros equipos de la liga. Fuera de casa ha sido una de las peores goleadas, y en la Copa no ha ido mucho mejor. La responsabilidad es del departamento, si no de todo el equipo, poco implicado en la fase defensiva. Sin embargo, un hecho permanece: Magic Mike ha desaparecido. Quizás el peor rendimiento entre los grandes si lo comparamos con las actuaciones de años pasados.
Una involución que también afectó a su estado de ánimo, con Maignan cada vez más encerrado en sí mismo y menos dispuesto que otras veces a participar en la vida del equipo. Mike siempre se ha centrado en el trabajo, con una atención maníaca a los detalles. Cuando llegan los resultados, su entusiasmo crece. Cuando no consigue resultados, aumenta su impaciencia.
En general, está como obsesionado con ganar, un pensamiento fijo, un deseo que cumplió en Francia con el campeonato que ganó con el Lille y que también hizo realidad la temporada siguiente con el título de campeón de Italia al primer intento en la Serie A. La semifinal de la Champions había satisfecho el deseo de lucirse en Europa: este año poca o ninguna gratificación. Una explicación técnica puede estar ligada a la preparación personal: en el año de los milagros tenía una plantilla (Dida-Betti) que ha cambiado en los últimos meses.
Una situación que podría repercutir en el mercado. Si Leao quiere quedarse, el deseo de Mike es ganar, en el Milan o en otro sitio. Sólo Rafa y Theo garantizarían un mayor ingreso por un hipotético traspaso, dinero que en todo caso se reinvertiría en el mercado entrante. Una vía de escape que Mike quiere mantener abierta pero que el Milan, en cambio, tratará de blindar construyendo un equipo cada vez más competitivo a su alrededor. Es el objetivo del club para el año que viene y entre las otras convicciones del club está la de considerar un fichaje de excelencia sólo ante ofertas sensacionales.
La temporada de Maignan no seduce a los grandes clubes, más aún con propuestas faraónicas. Si bien Mike fue en su día una joya de 100 millones de euros, la tasación ha bajado en los últimos meses: su precio actual podría rondar los 60 millones. Otro aspecto que afecta a las valoraciones es la fecha de expiración del contrato del portero: junio de 2026. El contrato de cinco años firmado en el verano de 2021 nunca fue renovado. Si Maignan sigue siendo rossonero, se retomarán las negociaciones para la ampliación. Con más dudas y nuevas distancias: entre la oferta del club y la petición del jugador (que hoy gana 3,2 millones al año, menos que muchos otros titulares) aún hay mucha distancia.
MAIGNAN Y LOFTUS-CHEEK LESIONADOS
El Milan tendrá que prescindir de Mike Maignan y Ruben Loftus-Cheek, al menos para el partido contra el Génova del próximo domingo. Los dos titulares, después de los exámenes, han sufrido sendas lesiones musculares. El portero sufrió una lesión de poca gravedad en el abductor largo derecho, mientras que el inglés -que salió lesionado contra la Juve en la segunda parte- sufrió una lesión de poca gravedad en el músculo isquiotibial derecho. Ambos serán reevaluados la próxima semana.
Contra el Génova, Sportiello volverá a jugar bajo palos, tras su buena actuación contra la Juve y la portería a cero que conquistó, mientras que en el lugar de Loftus caben varias soluciones: Chukwueze por la derecha, Leao por la izquierda y Pulisic en los tres cuartos, o Bennacer más adelantado y el tándem Reijnders-Adli en el centro del campo.