La hinchada no quiere a Lopetegui

Retweet tras retweet el #Nopetegui ha llegado a Casa Milan: una ola popular que ha arrasado en los planes rossoneri. Una ola muy alta: la petición online lanzada por una comunidad de aficionados milanistas, MilanZone, tuvo diez mil adhesiones en menos de 48 horas. El hashtag fue trending durante mucho tiempo y la idea de eliminar el ‘follow’ de las cuentas oficiales del club nació en las redes sociales. Atizando la tormenta estaba la posición oficial de la Curva Sud con su llamamiento a un relanzamiento inmediato de las ambiciones del equipo. Además, la hipótesis de que el descontento de la afición organizada llevaría a alguna forma de protesta en los próximos partidos en San Siro, ya el domingo contra el Génova. Así pues, la hipótesis Lopetegui en el Milan ya ha fracasado definitivamente.

El ex-seleccionador español era el elegido: Cardinale estaba dispuesto a contratarlo. Lo que convenció a los propietarios y a la dirección fue el currículum de Lopetegui: experiencia internacional en grandes clubes, capacidad para cultivar el talento de jugadores jóvenes y lanzarlos al gran fútbol. Pero también un estilo profesional y humano acorde con el perfil ideal trazado por el club. Los primeros contactos se remontan al pasado mes de diciembre, tras el empate de los rossoneri en casa contra el Salernitana.

Un Milan en crisis de juego, pocos resultados y muchas lesiones. La última reunión hace unos días, cuando ya se había cerrado un borrador de contrato: tres años a cuatro millones por temporada, la idea de un proyecto duradero y exitoso. Unas semanas de espera y el Milan se habría ido con Lopetegui, una vez que había llegado con Pioli. El entrenador del Scudetto goza de gran estima en el club, por lo que cualquier rumor sobre su futuro fue desmentido tras el partido de Turín por el director general Furlani.

Miles de personas se habían unido ya al partido contra Lopetegui: la creencia común era que el ex jugador del Real Madrid no estaba a la altura de las expectativas. El vídeo de su desmayo en directo por televisión se convirtió en un meme viral, la corriente moderada se limitó a burlarse, el ala extremista a criticar duramente. Poco generoso o no: Lopetegui ganó la Europa League con el Sevilla, títulos juveniles con las selecciones españolas hasta que mereció la selección mayor. Con España una secuencia de dieciséis victorias y cuatro empates para llevar al equipo al Mundial de Rusia 2018.

La federación decidió despedirle antes del inicio del torneo por un acuerdo ya firmado con el Real y anunciado por Florentino Pérez. En el Madrid Lopetegui duró cuatro meses antes de su despido. Una experiencia que ya había vivido en el Rayo Vallecano y en el Oporto, y que más tarde viviría también en el Sevilla. La etapa 2022/23 en el Wolverhampton llegó a su fin con la rescisión de su contrato por desavenencias relacionadas con el mercado y los problemas económicos del club. En lugar de éxitos lejanos con los chicos de España o los más recientes con el Sevilla, los aficionados están viendo fracasos en grandes clubes europeos. Y el Milan, que debe relanzarse, necesita certezas.

El club escucha la voz de la plaza: no se dejará influir, ni a fortiori imponer, en otras opciones. Respeta los sentimientos de los aficionados, sobre todo en un momento de desánimo generalizado. A pesar de los resultados al final de la temporada, se agotaron las entradas en San Siro, con un ímpetu que nunca decayó. El club se enorgullece de tener los mejores aficionados del mundo, hasta el punto de implicarlos en numerosas iniciativas. Su postura, tan clara, no puede pasar desapercibida.

El segundo casting se reabrirá en breve, aunque el club quiere reflexionar con calma. Ha esbozado un identikit -un entrenador capaz de revalorizar la cantera, con experiencia internacional, colaborador en sus decisiones-, ahora busca el perfil que encaje a la perfección. Incluidos los contras económicos: el sueldo del próximo entrenador no debe salirse de las directrices del club. Mientras tanto, Pioli llegará a final de temporada ya seguro de su cuarta clasificación consecutiva para la Liga de Campeones. El pasado mes de mayo disputó la semifinal de la Copa de Campeones, un año antes de proclamarse campeón de Italia. Y pensar que fue recibido con el #Pioliout.

¿Y SI FICHARAN A ROBERTO DE ZERBI?

No ha sido la temporada que Roberto De Zerbi pensaba que sería al frente del Brighton. Después de convertirse en una de las grandes sorpresas positivas de la pasada Premier League, los Seagulls han bajado el ritmo este año, debido tanto a un cierto «factor sorpresa» que ha fallado como a la ausencia por lesión de varios protagonistas, por no hablar de las dificultades que plantea el mercado y la sustitución de algunas piezas valiosas que el Brighton no logró retener (por ejemplo, Caicedo).

En las últimas semanas, el Brighton parece haberse desinflado de una manera particular: tras abandonar la Europa League en octavos de final a manos del Roma entrenado por su amigo De Rossi, ni siquiera la Premier ha reservado un cambio de ritmo tal que los Seagulls pudieran repetir (o al menos eso creen) los esplendores del año pasado. Ayer llegó una nueva derrota, un 3-0 en el campo del Bournemouth, y la clasificación dice que el Brighton es duodécimo.

Y algunas de las principales vías que prometían llevar a De Zerbi al banquillo de uno de los grandes del fútbol europeo ya en verano parecen haberse desvanecido: el Barcelona ha decidido confirmar a Xavi después de pasar por el aro, el Chelsea sigue sin tener planes claros para Pochettino (cuya despido, sin embargo, costaría mucho dinero) y el Bayern de Múnich parece orientado a confiar el banquillo a Rangnick. Un escenario potencialmente ideal para que los grandes equipos italianos en busca de entrenador para la próxima temporada (sobre todo Milan y Nápoles) tienten a De Zerbi, cuyas perspectivas se han reducido un poco.

En cuanto a los rossoneri, parece haberse abierto algún resquicio de esperanza en las últimas horas. Está claro que hay que valorar el discurso de Lopetegui y la cláusula, pero…