32 lesiones musculares en 2023/24

El problema en sí – «lesión de primer grado del músculo bíceps femoral del muslo izquierdo, la evolución clínica se comprobará con una nueva resonancia magnética la próxima semana»– pasó prácticamente desapercibido, también porque el Milan, seguro en la segunda plaza, realmente no tenía nada más que pedirle esta temporada. Pero el contratiempo físico con el que se topó Chukwueze en la primera parte del partido contra el Cagliari volvió a plantear tristemente el Gran Problema del Milan en esta temporada 23/24. Otra lesión, otra rotura de isquiotibiales. Secuela de la secuela de la secuela.

Hay que decir que en 2024 -entendido como año natural- la situación ha mejorado. La media de jugadores en los banquillos ha vuelto a una cifra no tan dramática de entre tres y cuatro jugadores no disponibles por partido. Y de hecho, Pioli ha podido hacer rotaciones más completas, gestionando mejor las fuerzas colectivas, aunque el veredicto del campo siguiera siendo negativo.

Más que nada por el camino demasiado corto en la Europa League. Una enfermería sin exageraciones en el nuevo año, sin embargo, no borra los rotundos números de la primera parte de la temporada. Una carnicería sin fin que redujo la plantilla a la mínima expresión justo cuando había que apretar fuerte, sobre todo de cara al campeonato. Por eso, la lesión de Chukwueze es un triste déjà vu que nos devuelve uno de los grandes problemas de esta temporada.

Quizás la mayor, ya que es incontrovertible cómo el Diavolo ha perdido puntos y partidos importantes debido a las numerosas ausencias. De forma directa (si faltan dos grandes nombres de la plantilla, se hace más complicado ganar) e indirecta (si siempre juegan los mismos, el rendimiento baja y el riesgo de lesión aumenta también para los demás). Este problema, en un momento en el que ha adquirido proporciones clamorosas, evidentemente también ha calado en la propiedad.

Si Pioli ha llegado al final de su experiencia en Milanello, son precisamente los repetidos problemas físicos los que han desempeñado un papel (muy) importante en las reflexiones del club. Un aspecto que hasta ahora sólo se había filtrado como una indiscreción, y que Cardinale aclaró públicamente a finales de febrero en el foro del Financial Times: «Miraremos al personal, hemos tenido muchas lesiones. Estamos decepcionados. Si hacemos todo este trabajo y luego, a la hora del partido, no tenemos a todos esos jugadores disponibles, ¿para qué sirve todo ese esfuerzo?», reflexionó el número uno de los RedBird.

Incluso con la mejoría de los últimos meses, de hecho, los números estacionales de los rossoneri en este sentido siguen siendo globalmente despiadados: el de Chukwueze es el evento físico (todos incluidos, desde la simple fatiga hasta el problema más grave, pasando por las selecciones nacionales) número 45, es decir, el 32º de carácter muscular. Jugadores implicados: 24. Y cuando los aficionados del Milan intentan preguntarse adónde podría haber llegado el Diavolo sin unas cifras tan extremas, la pregunta da paso inevitablemente al desaliento.