«Todavía no he encontrado lo que busco», canta U2, uno de los favoritos de Paulo Fonseca. «Todavía no he encontrado lo que busco». Sí, pero no por mucho tiempo. El Milan eligió a Fonseca como entrenador para la próxima temporada, y Fonseca eligió al Milan entre las propuestas que llegaron a su mesa. No faltó competencia, en ambos sentidos. El Milan, en esta extraña primavera de 2024, podría haberle hecho un contrato a Conte, Flick, Tuchel, De Zerbi, Conceiçao, Galtier. Fonseca podría haber prolongado su contrato con el Lille y era el primer nombre en la lista del Marsella, que le ofreció un proyecto a largo plazo dirigido por él.
Nada, se han elegido mutuamente y todo puede hacerse oficial de un momento a otro. Todavía no hay acuerdo total, no hay firmas, pero el camino está marcado. Porque Fonseca siempre ha estado en la mente del Milan y es apreciado por su estilo, dentro y fuera del campo. En el campo le gusta el fútbol ofensivo, trabaja con los jóvenes, en la última temporada extrañamente perdió efectividad ofensiva pero bajó el número de goles encajados.
Lejos de las cámaras, se le considera un entrenador dispuesto a trabajar en equipo y a compartir las decisiones del club, sin pedir la luna. Esto también ha sido importante. El Milan lo consideró inmediatamente un candidato, Fonseca fue la primera alternativa a Julen Lopetegui cuando Pioli perdió el banquillo, y superó a los otros entrenadores que gustaban cuando el Milan rompió con Lopetegui y buscó una alternativa.
Y aquí estamos a 24 de mayo. El Milan hizo oficial ayer la ruptura con Stefano Pioli, que desde luego no era un misterio. Una despedida serena, con un texto pactado, sin rencores, en la línea de la relación de estos años: Pioli sigue siendo el entrenador del Scudetto, de la semifinal de Champions, del ascenso desde la mediocridad. Hoy le aplaudirán en San Siro en una noche extraña, mucho más relacionada con la próxima temporada que con la actual, que para el Milan ha terminado hace casi un mes.
La elección de Fonseca también se explica así, porque los puntos de contacto con Pioli son muchos. Está claro que el Milan ha querido apostar por un hombre que, en su forma de entender la profesión, se parece a Pioli. Sobre el terreno de juego, las diferencias son muchas y evidentes, pero la elección de fondo es la misma: ambos construyen con armonía, no con opciones rupturistas.
La semana que viene, en los planes de todos, será la de la definición y el apretón de manos. Milan y Fonseca han hablado mucho y están de acuerdo en casi todo. Los próximos episodios servirán para concretar los detalles y quizá llegar a un anuncio. ¿Cuándo? Es difícil decirlo ahora, pero el Milan jugará el viernes un amistoso con la Roma en Perth (Australia). Una iniciativa comercial, obviamente. Pioli no entrenará -estará Daniele Bonera-, pero es posible que el Milan espere a este último capítulo antes de anunciar el nombre de su nuevo técnico. En cualquier caso, es posible que se firme un contrato de dos años con opción a un tercero.
A todo esto, queda por ver cuál será la reacción de los aficionados. Los milanistas en las redes sociales siempre han hablado claro y, en respuesta al dominio del Inter, han pedido… a un ex jugador del Inter. Hace semanas que se invoca a Antonio Conte, para Sergio Conceiçao y Thiago Motta se han levantado pulgares de Aosta a Palermo. La misma reacción para Roberto De Zerbi, ex-jugador del Milan apreciado por muchos.
El Milan escuchó a la afición cuando pidió no fichar a Lopetegui, pero luego (lógicamente) se mantuvo fiel a sus principios y apostó por Fonseca, en la lista desde el primer día. Con De Zerbi hubo una llamada exploratoria, con Thiago Motta más de un intento… pero TM prefirió el proyecto de la Juventus. ¿Y Conte? No, ninguna llamada. Así que es curioso ver si, entre la noche de San Siro y las redes sociales, las voces de protesta vuelven a alzarse.
Fonseca lo verá por televisión y, salvo sorpresas imprevisibles, trabajará en su Milan durante todo el mes de junio. Tendrá un nuevo número 9 y un lateral derecho, casi seguro que un central. Tendrá que evaluar el tema de las lesiones, que ha sido un problema tanto para él como para Pioli, y averiguar cómo utilizar a Leao, Pulisic, si Theo y Bennacer también se quedarán. Tendrá que dar forma al Milan y, al fin y al cabo, le viene de familia: su padre, que era metalúrgico, hizo lo propio con los metales.