
Mike Maignan volvió a ser protagonista el sábado por la noche, sin estar presente, y con el gol rossonero confiado primero a Mirante y luego al joven Lapo Nava. El mismo Mike que, hace dos noches, se coronó líder del nuevo Milan, a pesar de una temporada pasada por debajo de las expectativas. En la noche de las grandes despedidas, fueron Pioli y Giroud quienes dejaron como dote el liderazgo del vestuario rossonero.
Primero Pioli: «El Milan sin Olivier y Kjaer perderá profundidad, pero los chicos que se quedan han crecido. En cuanto al impacto, creo que Maignan puede ser un referente para el futuro». Y Giroud, que compartió vestuario en el Milan y en Francia con Mike: «¿A quién veo como líder en mi lugar? Veo bien a jugadores como Mike. Tiene personalidad, para mí debe seguir siendo una referencia dentro y fuera del campo». Cuando es un compañero, o ex compañero, el que habla así, hay que confiar en él; si lo dice Giroud, un profesional ejemplar, con más razón.
La entrega de las llaves del vestuario llegó en un momento particular: en las últimas semanas ha sido difícil imaginar a Mike agitando el grupo o tomando el liderazgo. Es más fácil pensar en él solo y con el ánimo bajo, decepcionado con el final de temporada del equipo y el suyo propio. No era el Magic Mike de temporadas pasadas, y mucho menos el de los prodigios del Scudetto. La magia, sin embargo, siempre puede reavivarse, y la chispa puede ser la Eurocopa: la lesión en su mano izquierda de los últimos días le había hecho temer la convocatoria, que en cambio no es un riesgo.
El verano promete ser intenso y éste no es el único motivo. Maignan seguirá dando que hablar en el Milan, y más concretamente en Casa Milan: una vez terminada la temporada de los rossoneri, se abre el gran juego de la renovación para Mike. El contrato actual expira en el verano de 2026, con un salario de tres millones doscientos mil euros anuales. El acuerdo firmado en el verano de 2021, cuando Mike llegó como heredero de Donnarumma, nunca ha sido ampliado ni ajustado. Maignan no es de los más ricos de la plantilla: Theo y obviamente Leao ganan más que él, pero también Tomori y algunos de los últimos fichajes, desde Pulisic a Loftus-Cheek pasando por Chukwueze.
Para poner al día su fecha de caducidad y su contratación, el club ya está trabajando con los agentes y los contactos se han hecho más frecuentes en el último periodo. Si antes ciertos obstáculos parecían insalvables, en las próximas semanas el club y el equipo del jugador podrán encontrar la manera de sortearlos. Hay un camino y pasa inevitablemente por el ajuste salarial, incluso sustancial, que el club está dispuesto a pagarle. En la creencia de que pronto podremos redescubrir al portero mágico del primer año (sus manos en el Scudetto y el título personal de mejor número uno de la liga) y descubrir al líder que Pioli y Giroud han anunciado.
Si el Milan quiere aumentar su ya amplio presupuesto de mercado con una venta ilustre, lo más probable es que la ficha proceda de Theo y no de Maignan: no es una necesidad, el club es sólido y sólo se privará de una de sus piezas más fuertes si realmente merece la pena. Y con la misma estrategia seguida con Tonali hace un año: ingresos récord reinvertidos íntegramente en ingresos.
También es cierto que Theo tiene hoy pretendientes conocidos: sobre todo, el Bayern de Múnich. El mercado internacional de porteros, en cambio, parece menos animado. El precio de la ficha de Mike también podría desanimar: ya no es una cifra de tres dígitos, 100, que hoy no estaría en consonancia con el rendimiento de la temporada. Pero desde luego no menos de 70: Maignan sigue siendo el portero titular del Milan y de la selección francesa. No hay más rebajas. En todo caso, podría haber una nueva subida, en cuanto Mike vuelva a ser Magic.