Días decisivos por Joshua Zirkzee

La semana de la moda está lejos, pero el Milan ya está enamorado del elegante delantero centro. El Milan ha decidido hacerse con Joshua Zirkzee y se ha expuesto. Joshua Zirkzee (23) decidió quedarse en Italia y se enamoró de San Siro cuando lo vio de cerca en las noches milanistas de la temporada pasada. Los milanistas están encantados con la idea de que el delantero más sorprendente de la temporada sustituya el azul por el negro en su camiseta a rayas.

Todo el mundo sabe que ya no estamos en los tiempos en los que el Milan podía comprar al máximo goleador de la Liga de Campeones -Shevchenko Andrij, de Kiev, verano de 1999-, pero Zirkzee sería una gran señal, una forma de entusiasmar a la gente y de darle un empujón en verano. Aún no está hecho, pero el optimismo es justificable: falta un último sí, un último paso largo… unos cuantos millones.

Kia Joorabchian es el agente de Joshua Zirkzee. Los milanistas le vieron aparecer en el horizonte en los días en que Adriano Galliani estuvo a punto de llevarse a Carlos Tévez en lugar de Pato. Acabó mal, y el recuerdo todavía inquieta un poco a los rossoneri. El optimismo, sin embargo, es justificable esta vez. El Milan está dispuesto a pagar la cláusula de 40 millones por JZ, válida del 1 de julio al 15 de agosto. Lo haría, por supuesto, el primer día posible. Queda la cuestión de las comisiones: el Milan no pagará los 15 millones que pide Kia y sobre eso están negociando. Un último tira y afloja, que puede resolverse en breve.

En definitiva, no está todo hecho, pero la situación es peculiar: un agente que bloquea un traspaso grato a uno de sus jugadores por un asunto personal. Si las posiciones del Milan y Joshua no cambian, es difícil imaginar que el muro de Kia se mantenga. En cuanto al Bolonia, es un espectador en esta historia. Para llevarse a JZ, hace dos años aceptó insertar una cláusula de 40 millones válida para todos los clubes, perdiendo toda la fuerza en la negociación. Corresponderá al jugador decidir y pagar la cláusula. Nota al margen: una parte nada desdeñable de esos 40 millones irá a parar al Bayern, que se garantiza una plusvalía del 40%. Y Joshua cobró 8,5 millones hace dos años. Es decir, unos 13 millones para Alemania.

El Milan espera así la solución al gran enigma. En los próximos días se aclarará el final de la historia y a partir de ahí se moverá el resto del mercado. Demasiado importante un gasto de 40 millones, demasiado importante entender quién será el número 9 para la construcción del Milan del futuro. Lo mismo ocurre con el resto de delanteros centro que con el resto de jugadores. Benjamin Sesko, la verdadera gran alternativa a Zirkzee en los meses de invierno, cuesta más de 65 millones: demasiado por el momento.

Romelu Lukaku, una idea de los últimos días, puede convertirse en tema de discusión en la próxima semana, en caso de acabar mal con Zirkzee. Lukaku en el Milan vendría con gusto, igual que ficharía con gusto por el Nápoles, que le ha llamado por la clara voluntad de Antonio Conte: si Osimhen se marcha como se espera, Rom será un gran candidato para la camiseta celeste. El Milan, por si acaso, intentaría llevárselo cedido, sin pagar los 38 millones de libras que pide ahora el Chelsea. ¿Y los demás? Bueno, Santiago Giménez, del Feyenoord, gusta, cuesta mucho pero no demasiado -se puede conseguir por los 40 millones habituales- y puede dejar alguna duda sobre la competitividad del fútbol holandés.

En los próximos 40 días todo el mundo estará pendiente de sus teléfonos. Lukaku estará en la Eurocopa con el 10 de Bélgica, Sesko tendrá el 11 de Eslovenia, Santiago Giménez jugará la Copa América con México. Joshua no, en casa, no estaba al 100% y no fue convocado por Holanda. Para alguien como él, es como estar encerrado en la cárcel sin balón. El 1 de julio, si Kia lo permite, el Milan abrirá la puerta y lo liberará.