En otoño, atentos al partido del jueves: Milan Sub-23 contra Milan Sub-27. El Milan sub-23 está a punto de nacer: el parto está previsto para las próximas semanas, en agosto jugará en la Serie C. El verdadero Milan, el de Fonseca, corre el riesgo de convertirse en el equipo más joven de la liga. Menor de 27 años es quizá demasiado, pero en resumen, los treintañeros están prohibidos en el Milan y casi todos los jugadores clave tienen menos de 27 años. Así se elige también al entrenador. Paulo Fonseca también es apreciado porque ha demostrado que trabaja bien con los chicos. Los milanistas ávidos de victorias miran con recelo -con jóvenes es difícil ganar campeonatos-, pero el reto es éste: combinar crecimiento individual y resultados.
Los primeros en beneficiarse pueden ser los jóvenes que ya están en el Milan, que quieren utilizar la sub-23 como trampolín hacia la liga A. Francesco Camarda, de 16 años, es el símbolo. Sobre el papel, el proyecto es ideal para él: experimentará cierta presión, entrenará con el primer equipo y tendrá minutos en la Serie C. Discurso similar para Alex Jiménez, que se quedará tras su primera temporada con los rossoneri, y Kevin Zeroli, capitán del equipo Primavera de Abate, que se espera que juegue en la sub 23. Jan-Carlo Simic, que, sin embargo, gusta al Feyenoord y a otros, estaría bien en el grupo. Para él, balón al mercado y al entrenador, si llegará a tiempo para verlo en el campo de entrenamiento.
Por cierto, el entrenador. Fonseca está de vacaciones en Grecia. Llegará a Milán a principios de julio para presentarse y reunirse, ya está en contacto con Furlani, Moncada e Ibrahimovic, pero su currículum le precede. Fonseca convirtió la temporada pasada a Yoro en material del Real Madrid y a Tiago Santos en lateral por 20 millones. Dio 124 minutos en Liga a un jugador de 2007 como Bouaddi y en el bicampeonato confió en Chevalier, portero de 2001 llegado de la Ligue 2, y en Diakité, del mismo año de nacimiento y de la misma liga de origen. En el Roma había introducido a Calafiori, Bove, Zalewski y Darboe, y había dado espacio de inmediato tanto a Ibáñez como a Gonzalo Villar, procedentes de la Segunda, la liga B española. ¿Y en el Shakhtar? Bueno, había lanzado a Trubin, entonces un portero de 17 años, y jugado con Tetê y Fernando, que había llegado de Brasil. Miedo a experimentar, ninguno.
Hacer las mismas cosas en el Milan es más complejo, porque San Siro es un examen de madurez con 70.000 comisarios externos que suspenden con facilidad. Si no recuerdas de memoria el tercer cántico sobre el Ignavi o pierdes a tu hombre en el córner, te abuchean. Fonseca tendrá material joven para desarrollar, incluidos jugadores que pueden mejorar: Thiaw, Musah y Okafor más que los demás. Sin Giroud ni Kjaer, el Milan será probablemente el equipo grande con la media de edad más baja… y el mercado puede contribuir.
Ibrahimovic ha dicho que el Milan será aún más joven y el mercado lo confirma: si es posible, compra menores de 25 años. Joshua Zirkzee, el gran objetivo, tiene 23 años. Sesko, el otro favorito descolorido, dos menos. Samu Omorodion, una alternativa, tiene incluso 2004. ¿Otras funciones? Tiago Santos, uno de los laterales derechos por los que se ha movido el Milan, nació en 2002. En la lista de favoritos, los menos jóvenes son de 1999: Emerson Royal, Youssouf Fofana y Diogo Leite.
La razón es clara: el Milan no puede comprar futbolistas de 80 millones, así que intenta anticiparse, elegir futbolistas que puedan mejorar y adquirir valor rápidamente. Con algunos, el proceso ha tenido éxito: Kalulu, Thiaw, Leao, Bennacer, Tonali. Con otros, menos: De Ketelaere, Hauge, Vranckx. Es como en la escuela: unos escuchan, otros se distraen, sacan malas notas o cambian de colegio. Milán no espera.