Sin duda hay caras conocidas -Origi, Saelemaekers, Maldini y Colombo en particular- y también jugadores menos populares. Pero todos tienen algo en común: regresan a Milanello tras sus respectivas cesiones. ¿Cuántos son? Once, un equipo completo, con portero (Devis Vasquez). Veamos cómo les ha ido lejos del Diavolo y qué perspectivas tienen. Por estricto orden alfabético.
Regresó de un préstamo seco en el Fulham, una experiencia no precisamente emocionante si consideramos que había emigrado a Inglaterra para jugar más: 8 apariciones en total para sólo 224 minutos en la cancha. Su contrato con el AC Milan expira en 2025, y es probable que los rossoneri intenten venderlo directamente para tratar de rentabilizarlo un poco. Pero, en función de lo que ocurra en defensa por las bandas, tampoco se puede descartar del todo su permanencia. Porcentajes muy pequeños en cualquier caso.
También él vuelve al campamento base tras una cesión en seco, en este caso al Monza de Paolo Berlusconi y Galliani. Un año claroscuro para el delantero centro (más oscuro que claro), desde luego no de consagración: 25 apariciones y 4 goles repartidos en 1.363 minutos. Difícil que éste sea el verano en el que se quede en Milanello. Volverá a salir cedido.
Cuando el Milan lo anunció en enero de 2023, todo el mundo pensó inicialmente en el portero colombiano como suplente de Maignan, pero la directiva dejó claro que no era así. Y efectivamente: en la temporada que acaba de terminar, la primera mitad cedido al Sheffield Wednesday y la segunda en el Ascoli. Empleo prácticamente idéntico: 10 partidos en Inglaterra, otros tantos en la B, donde rindió bien. Debería volver a hacer las maletas, pero también prestar atención a la hipótesis del Milan sub-23 (puede haber cuatro fuera de la adolescencia en la plantilla).
Digamos que las premisas para este delantero centro serbio, procedente del Estrella Roja, eran bien distintas. Marko tiene ahora 20 años, pero está muy lejos de las perspectivas que tenía cuando aterrizó en Italia. Acabó un año cedido a secas en Holanda, en el Fortuna Sittard, donde prácticamente no dejó huella: 9 partidos, 176 minutos y ni un solo gol. También para él (contrato hasta 2026), otra cesión o aventura sub23 en el horizonte.
Comparado con Colombo, Daniel parece tener más mercado en estos momentos. Sobre todo, para continuar su aventura en el Monza, donde jugó la segunda parte de la temporada después de que el Milan y el Empoli rescindieran prematuramente su cesión en la Toscana en enero (que incluía derecho y contra-derecho de redención). Si en Empoli no sonó, la actuación en Brianza fue diferente: mientras tanto, Daniel volverá a la base, y luego Milán y Monza volverán a hablar de él.
El que acaba de terminar ha sido un año muy importante para el crecimiento de este delantero. En Bari, adonde llegó cedido con derecho de redención y contragolpe, fue decisivo en la salvación de los pugliesi con goles de peso. En total, 7 goles en 38 apariciones, durante 2.449 minutos. Marco jugó y dejó huella. Será necesario un bis.
Es el regreso a la base más espinoso. El año cedido (con derecho a redención) en el Nottingham Forest no sólo no le devolvió al fútbol, sino que incluso empeoró las cosas: 22 partidos y un gol (en 752′) para el belga, al que el Nottingham obviamente se cuidó de no redimir y que regresa a Milanello con sus 4 millones de sueldo neto. Su contrato con el Milan expira en 2026, habrá que buscarle otra cesión. No será fácil.
Pellegrino fue cedido al Salernitana y se vio arrastrado por los acontecimientos de un equipo en un momento dado en caída libre. El central de origen argentino sumó 10 partidos para 541 minutos. Una posible bifurcación también para él: nueva cesión o quizás la sub-23 para jugar con cierta continuidad.
Encerrado en el Milan por Pulisic y Chukwueze, en enero emigró cedido en seco a España, al Almería. No le fue bien: el equipo descendió y él, tras un inicio prometedor, acabó en la vorágine general (13 apariciones, 3 goles, 434 minutos). El problema es que la plantilla del Milan no será sustancialmente diferente por la derecha. Es fácil que vuelva a ser vendido.
Un regreso inesperado, en el sentido de que hasta cierto punto el rescate por el Bolonia (unos diez millones) parecía prácticamente hecho. Luego, con la llegada de Italiano, cambiaron algunas valoraciones y el belga regresará a Milanello tras una temporada en rojo y azul fantástica en lo colectivo y ciertamente buena también en lo personal (32 apariciones, 4 goles y 3 asistencias, 2.098′ sobre el césped). Su contrato con el Milan expira en 2026, y los rossoneri buscarán venderlo directamente o al menos en otra cesión con derechos.
En el último mercado de invierno se marchó cedido al Palermo con derecho a redención. En el Rosanero encontró poco espacio -12 apariciones, cero goles- y por tanto no dejó señales tangibles: la posible redención nunca estuvo en la agenda. Chaka tiene 19 años y es un producto de la cantera rossonera, posible (probable) su inclusión en la sub23 de Bonera.