El plazo se fijó para finales de junio, y el tiempo se respetó. Hoy, viernes 21 de junio, los principales actores en torno a los cuales gira -para bien o para mal- el futuro del estadio Meazza se han sentado en el Palazzo Marino. De hecho, el alcalde Sala ha programado una reunión con el Milan, el Inter de Milán y WeBuild, el gigante italiano de la construcción y la ingeniería civil e industrial (en Milán están construyendo la línea 4 del metro) que ha elaborado el proyecto de renovación del estadio de San Siro. Probablemente sea el último comodín en manos de Sala para intentar convencer al Milan de que permanezca en las actuales instalaciones. A la reunión asistieron Scaroni y Furlani por el Milan, y Antonello por el Inter. WeBuild estuvo representado por el consejero delegado Ferrari.
A ojos de los clubes, todo gira (casi) en torno a la posibilidad de seguir jugando en las instalaciones incluso durante las obras. En otras palabras: trabajar durante los meses de verano las 24 horas del día. ¿Los costes? Alrededor de 300 millones a cargo de los clubes si -como parece probable- adquieren la propiedad del estadio.
La propuesta de renovación, evidentemente muy bien recibida por el Palazzo Marino, había llegado de la mano de WeBuild a mediados de febrero. Una propuesta en la que se decía, entre otras cosas: “A partir de un análisis inicial, podrían darse las condiciones para llevar a cabo intervenciones compatibles en gran medida con el calendario de eventos”.
Y a continuación se especificaba que la intervención “podría realizarse por fases, garantizando la continuidad de los eventos deportivos a través de un programa plurianual que favorezca los periodos estivales”. Hoy la empresa constructora ha presentado y entregado oficialmente el expediente, tras lo cual es fácil adivinar que el Milan y el Inter se tomarán su tiempo para evaluarlo.
En este contexto, cabe recordar que los dos clubes siempre han dicho que están dispuestos a escuchar cualquier propuesta sobre San Siro, pero mientras tanto siguen adelante con sus respectivos procedimientos en San Donato y Rozzano, que siguen considerándose pistas prioritarias. Para el futuro estadio rossonero, por ejemplo, están llegando las primeras adhesiones al acuerdo programático en el que participan varios organismos, y en estos días han comenzado las obras de recuperación medioambiental de la zona de San Francesco.
A última hora de la tarde, el propio Giuseppe Sala compartía su opinión sobre el expediente: “En mi opinión, es un proyecto extraordinario y espero que los equipos lo tomen seriamente en consideración, sabiendo que ambos están trabajando también en otras opciones”.
“Supone un programa de construcción de tres años en total, con una reducción de la capacidad del estadio, en el transcurso de las obras, que es absolutamente aceptable. En las próximas semanas los equipos se reunirán con Webuild para discutir el proyecto con más detalle, y al resultado de estas reuniones será posible tener una estimación de la inversión”.