Milan B: como toma forma

Ya están trabajando. El Milan sub-23 aún no está oficialmente en la Serie C, pero el tándem Bonera-Kirovski -entrenador y director deportivo, respectivamente- ya está preparando el equipo para el año que viene. Los rossoneri ocuparán la plaza del Ancona y se unirán al Juventus y al Atalanta, también con el segundo club.

Entonces, ¿quién jugará en las filas profesionales? ¿Qué jugadores estarán disponibles? El punto fijo es el núcleo del equipo Primavera de Abate, que, tras haber llevado a los benjamines rossoneri a la final de la Youth League, eligió al Ternana (también en el C). En la portería, el francés Noah Raveyre jugará contra Lapo Nava, el hijo de Stefano, que acaba de debutar en la liga A contra el Salernitana. En defensa estarán sin duda Alex Jiménez, recomprado al Real Madrid, y Davide Bartesaghi.

Marco Pellegrino, el central argentino fichado el año pasado del Platense y cedido seis meses al Salernitana, también podría ser utilizado. Atentos en cambio a la situación de Jan Carlo Simic, el central serbio que marcó contra el Monza en su debut en la Serie A: su contrato expira en junio de 2025. De momento, no hay señales de renovación. Su caso sigue en el aire. Entre los demás, destacan Vittorio Magni y Adam Bakoune, mientras que Clinton Nsiala, central de 20 años, se despidió de Milanello hace apenas quince días: jugará en el Rangers.

En el mediocampo, el pilar sigue siendo Kevin Zeroli, uno de los jóvenes que han debutado en la Serie A bajo la batuta de Pioli, mientras que en la delantera estarán Diego Sia y Filippo Scotti. El primero, un delantero imaginativo con 15 goles y 8 asistencias la temporada pasada, ha sido prolongado hasta 2028, mientras que el segundo ha firmado su primer contrato “pro” hasta 2026. Este año ha marcado 6 goles y ha dado 9 asistencias. Su punto fuerte es el regate.

En la delantera, por último, destaca Francesco Camarda. El delantero de récord ha firmado su primer contrato hasta 2027. Alternará la sub23 con el primer equipo, con el que tendrá contacto directo. Ibra y Van Basten han hablado muy bien de él. El año pasado se convirtió en el más joven en jugar un minuto en la Serie A, con 15 años y 8 meses. Lleva 14 goles y 5 asistencias en 44 partidos. Comprensible aparte lo de Ibrahimovic.

No es Zlatan, sino Maximilian, el hijo mayor. Nacido en 2006, extremo izquierdo, marcó tres goles este año con la sub-18 y acumuló un par de partidos en el banquillo con la Primavera. También él podría incorporarse a la selección sub-23, al igual que Chaka Traorè, Marco Nasti, Luka Romero y los demás cedidos que han regresado a la base.

Ibra júnior aportaría continuidad. Papá en la dirección, hijo en el campo. El último apunte se refiere a las negociaciones de mercado: una de las primeras caras nuevas podría ser Gabriele Minotti, de 21 años, centrocampista defensivo del Giana Erminio criado en la cantera del Monza.

¿VENDRÁ LUKAKU FINALMENTE AL MILAN?

Romelu Lukaku y el Milan han vuelto a acercarse. Según una información de La Gazzetta dello Sport, la idea actual de los Diavolo también tiene que ver con el coste, ya que el belga ni siquiera se acercaría a los 40 millones de euros que cuesta Joshua Zirkzee o a los 50 millones de Benjamin Sesko o Santiago Giménez. Los rossoneri intentarán convencer al Chelsea para que le deje marchar cedido, aunque esta hipótesis es un poco más complicada.

El salario no sería un problema, aunque el ex jugador del Inter ganaba 7,5 millones de euros en el Roma. Aún le quedan dos años de contrato, pero es poco probable que se quede en los Blues. Busca un nuevo acomodo, la competencia del Nápoles de Conte es feroz, pero el fracaso en la venta de Osimhen bloquea un poco a los partenopei, que ya ni siquiera pueden vincular las dos negociaciones, ya que el equipo que entrenará Enzo Maresca no cuenta con el nigeriano para el departamento ofensivo.

Las relaciones entre el Milan y el Chelsea son muy buenas, como demuestran las operaciones de Loftus-Cheek y Pulisic el pasado verano. Obviamente, la llegada de Lukaku excluiría la de Zirkzee, que quedaría así descartada no tanto por el coste de la cláusula, sino por los 15 millones de euros que Kia Joraabchian, el agente que vela por sus intereses, ha exigido para completar el traspaso del delantero centro holandés.