Lukaku: sueldo a lo Leao

Romelu Lukaku sí, pero no del todo. En la lista de delanteros que el AC Milan ha puesto en su punto de mira, el belga, fuera de la Eurocopa desde el lunes, ocupa un lugar de absoluto protagonismo porque ya se le cortejaba el verano pasado, porque tiene más de 300 goles en su haber a nivel de clubes (y 21 en la Roma 2023-24) y porque en la Serie A (sobre todo con el Inter de Conte) ha demostrado que puede marcar diferencias. Dicho esto, el Diavolo no tiene intención de ir… a por todas en la gran Roma. Ni a nivel de gasto por el cardenal ni a nivel de salario (máximo 6,5 millones).

Aunque son conscientes de que otros clubes, tanto italianos como extranjeros, han pedido al Chelsea y al entorno del jugador información sobre Lukaku, los dirigentes de la vía Aldo Rossi mantienen la calma y no tienen intención de ir más allá de esos parámetros que, por poner un ejemplo, han provocado la fumata negra sobre Zirkzee, por el que el agente, Kia Joorabchian, ha pedido 15 millones de comisión.

En el caso del delantero centro del Amberes, las cifras que hay que ajustar a los parámetros del Milan son el coste de la ficha (parametrizado a la edad del delantero centro, es decir, 31 años) y el salario. Empecemos por el precio: el Chelsea había fijado con el Roma una cláusula de rescisión de unos 40 millones de euros, cantidad que el club giallorossi no puso sobre la mesa, y por ello el belga, desde el lunes, es miembro del Chelsea, club al que está vinculado por un contrato hasta 2026 con un salario neto de 12 millones de euros.

Es el jugador mejor pagado de la plantilla pese a no entrar en los planes de Maresca. De momento, los Blues pretenden rentabilizar su marcha y ya no quieren venderle cedido sin obligación de recompra porque, en caso de traspaso temporal “en seco” (y sin ampliar el vínculo hasta 2027), le verían regresar a Londres el 1 de julio con sólo un año de contrato por delante. Hasta ahora, sin embargo, los ejecutivos londinenses han tenido que contar con la voluntad de Lukaku de “imponer” su fichaje por el Inter de Milán antes del 30 de junio de 2022 para seguir beneficiándose del decreto de crecimiento, mientras que el pasado agosto dio el visto bueno a su fichaje por la Roma después de que fracasara su intento de fichar por la Juventus y de que dijera no a Arabia Saudí.

Es difícil imaginar que, si llegara una oferta de compra que gustara al Chelsea, Big Rom diría que sí a cualquier formación. El delantero habló hace poco de un traslado a Arabia Saudí, pero ahora que tanto el Nápoles como el Milan están detrás de él, es inevitable que quiera seguir jugando en Europa. Ya sea en la Liga de Campeones (en el Milan) o con un entrenador (Conte) que le ha sacado el máximo partido. Por eso Romelu puede convertirse en un aliado del Diavolo, aunque haya una variable ligada al mercado del Nápoles.

Conte ha pedido a De Laurentiis que sustituya al nigeriano, que quiere abandonar el Nápoles a toda costa, por Lukaku, pero el club azzurro no puede permitirse incorporar a la plantilla al ex-jugador de Inter y Roma sin haber vendido a Osimhen. Porque de lo contrario correría el riesgo de devaluar al máximo goleador del campeonato 2022/23 a ojos de los posibles compradores, que ahora tienen que hacer frente a una cláusula de rescisión de unos 120 millones de euros.

Por eso, en este momento, el Milan tiene una ventaja sobre el Nápoles que supera el atractivo de Conte para el jugador. Pero, ¿cuánto durará? Si Osimhen encuentra un comprador que le guste en la Premier League (donde aspira a jugar) o en otro lugar, los azzurri se convertirían en un rival formidable. Entonces, ¿por qué no acelera ahora el Milan? Por los parámetros que hemos mencionado antes: cuarenta millones (incluso treinta…) por un delantero centro de valía, pero de 31 años se considera demasiado. Sobre todo porque en 2022 lo vendieron cedido por 7,8 millones, mientras que en 2023 salió de Londres, también cedido, por 5,8 millones. En Via Aldo Rossi están convencidos de que, a medida que pasen las semanas, las exigencias de los Blues serán cada vez menores. Quizá incluso hasta el punto de un préstamo con obligación de recompra.

Y aquí llegamos a la charla sobre el salario. El Milan está seguro de que Romelu podría contar con el Decreto Crescita porque lo tenía cuando llegó a Italia y nunca ha perdido el derecho a acogerse a él. Y, aunque el decreto se suprimió para los recién llegados después del 1 de enero de 2024, él era y sigue siendo un “impatriado”.

Sin embargo, el salario que tenía en el Inter en 2022/23 (8 millones netos) y en la Roma en 2023/24 (7,5 millones) se considera demasiado alto para los parámetros rossoneri y no se quiere subir más el tope fijado en 6,5 millones para Leao. Porque el Milan, que ha cerrado el presupuesto en números negros por segundo año consecutivo al lograr la clasificación para la Liga de Campeones, quiere seguir siendo virtuoso y combinar los resultados deportivos con los presupuestarios. De momento no está prevista una ‘lágrima’ por Big Rom. Quizá si el Chelsea acepta una cesión y paga parte del salario….

EL NEWCASTLE QUIERE A THIAW

El Milan no necesita vender. Los rossoneri tienen un balance saneado y al mismo tiempo existe la posibilidad de hacer compras, que serán selectivas y no tantas como la temporada pasada, sin tener que desprenderse necesariamente de ninguna de las piezas preciadas. Está claro, sin embargo, que si llegaran ofertas importantes por alguno de los jugadores rossoneri -y no hablamos necesariamente de los tres de arriba, Maignan, Theo y Leao- el Milan al menos las consideraría.

Malick Thiaw que, como se viene informando desde hace unos días, ha acabado en la lista del Newcastle United, que está a la caza de refuerzos defensivos este verano. De momento, todavía no ha llegado ninguna oferta oficial desde Inglaterra pero, según publica esta mañana el Corriere dello Sport, las Urracas están dispuestas a poner sobre la mesa unos 40 millones de euros. Una cifra importante, aunque la petición de los rossoneri sea ligeramente superior.

BENNACER VÍA LIBRE PARA IRSE A ARABIA SAUDÍ

Fuentes cercanas al jugador juran que Ismael Bennacer acabará jugando algún día en Arabia Saudí, él que es muy devoto de la religión. La idea inicial del centrocampista argelino era abandonar el Milan dentro de dos o tres años, pero las cosas podrían cambiar este mismo verano.

De hecho, según La Gazzetta dello Sport, el interés de los equipos saudíes, y una cláusula de rescisión de 50 millones que se puede ejercer desde ayer, alejarían cada vez más a Bennacer del Milan. En el mercado futbolístico se aplica la regla de “nunca digas nunca”, por lo que no se descarta que los clubes en cuestión convenzan al Diavolo para que deje marchar al argelino por menos dinero.

Así pues, tras la complicada temporada pasada, casi parecería que el Milan está dispuesto a deshacerse de Bennacer para hacer sitio a Youssouf Fofana, centrocampista del Mónaco por el que, al parecer, las conversaciones están bastante avanzadas. Al mismo tiempo, sin embargo, no se puede descartar que el conjunto milanés decida quedarse con ambos. Veremos.