La decisión de fichar a Morata

Al final, el diablo se ha puesto con él, Álvaro Morata. Un giro decisivo en el capitán de España, el número 9 recién convertido en campeón de Europa. El Milan ha leído la margarita, ha pensado en ello por un buen rato y ha decidido que él será el heredero de Olivier Giroud. Todo después de evaluar diferentes perfiles, luego dejados de lado por una razón u otra.

La primera consideración es el modus operandi. Como hemos visto en las últimas temporadas, los rossoneros nunca persiguen un solo objetivo. Siempre hay al menos 4 o 5 por rol: en ese momento el club inicia conversaciones con las partes interesadas, obtiene información y reflexiona sobre lo que debe hacer, evaluando los pros y los contras de cada operación.

El próximo número 9 ha estado en movimiento desde hace bastante tiempo: incluso antes de que Giroud clarificara su futuro, el club tenía en mente una inversión en el centro del ataque para la próxima temporada. El concepto está bien expresado por las palabras pronunciadas por Ibrahimovic hace unas semanas: ¿El atacante? Hay una lista. No sólo tenemos que elegir a uno, tenemos que decidir qué es lo mejor para el club. Si un chico sabe jugar bajo presión. En San Siro hay setenta mil personas, hay mucha gente.

Es un elemento clave para entrar en la estrategia de la compañía: después de meses de estudio, el Milan prefirió girar hacia el clásico “uso seguro” también por eso. Porque el español es un centro de experiencia, que todavía puede dar mucho, y sobre todo acostumbrado a jugar a ciertos niveles. Tal y como lo muestran las camisetas vestidas en su carrera (Juve, Real, Chelsea, Atlético) y los títulos polvorientos en el tablón. Desde los campeonatos y las copas nacionales ganadas en Turín hasta los dos Campeones conquistados con un Real estelar (2014 y 2017), compartiendo el vestuario con grandes campeones.

Una elección que, en el fondo, se remonta – en algunos aspectos, a la hecha con Ibrahimovic en 2020 – y con Giroud, en el verano de 2021. En resumen, mejor un campeón europeo de 31 años, a un costo sostenible, que un joven más caro y que se debe probar en un entorno desafiante.

Se ha hablado de la lista y el Milan de perfiles ha sondeado varios, esparcidos por toda Europa. Por lo menos desde hace un año se ha mostrado interés por Jonathan David, semifinalista de la Copa América con su Canadá y entrenado por Fonseca en los últimos dos años. Luego, el club evaluó soluciones interesantes como Sesko, Guirassy, Gyökeres, Lukaku y Zirkzee.

Y en la calle Aldo Rossi se han planteado más cuestiones. El torbellino de las últimas semanas ha visto en el centro sobre todo a Joshua Zirkzee, junto a su fiscal Kia Joorabchian. Historia conocida: el holandés podía ser capturado pagando una cláusula de 40 millones, pero para cerrar el trato se necesitarían otros 15 o más por las comisiones. Como en el pasado, el club no se inclinó: dijo “No, gracias” y continuó la búsqueda.

El otro nombre en la cima de la lista durante varias semanas fue Benjamin Sesko, de Leipzig. También en el esloveno, gran interés hasta la oficialidad de la renovación del contrato hasta 2029, acompañado de la voluntad de permanecer al menos otro año en la Bundesliga. Para llevarlo al Meazza se necesitarían 60-70 millones, cifra juzgada excesiva.

Discurso similar para Viktor Gyökeres, goleador de la clase 1998 del Sporting Lisboa, también sondeado. En el caso de Romelu Lukaku, un factor importante es el calendario: para el belga, más experimentado que la competencia, tenía que lidiar con el Chelsea y una situación contractual complicada (además del gran interés de Napoli y Conte).

Hace un año, Roma aprovechó la oportunidad prestada a finales de agosto: el Milan no podía esperar tiempos como este. La suma de las evaluaciones llevó a Morata y a una operación importante, de casi 50 millones brutos: 13 para el cartel (la cláusula a pagar al Atlético) y al menos 32 para el contrato (cuatro años a 4,5-5 millones por temporada, con opción a favor del club para llegar a 2029).

Los otros aspectos miran al campo. Morata en el frente sabe hacer casi todo y podrá llenar el vacío dejado por Giroud (por cierto, el Milan ya había intentado contratarlo la temporada pasada, antes de la renovación con los Colchoneros, para confiar el departamento a él y al francés). Con Simeone, Álvaro en los últimos años ha evolucionado y se ha convertido más en el número 9, jugando en primer lugar en los últimos 30 metros.

Los citados por Fonseca en la conferencia de prensa de presentación, con respecto a la identidad del atacante buscado. El ex Juve conoce la Serie A, es bueno para atar el juego y atacar la profundidad y acaba de vivir con el Atlético su mejor temporada a nivel de logros, con 21 goles. No sólo eso: el triunfo como protagonista con España ha aclarado una vez más su utilidad en el contexto de equipo.

Acudía, jugaba de soporte y liberaba espacio para las inserciones de las flechas Williams y Yamal. Cuando se mueve a menudo la defensa oponente se desplaza hacia arriba, un elemento que no debe subestimarse considerando las características y el potencial de ataque del Milan.

Un grupo que cuenta con velocistas como Leao, Chukwueze y Okafor y hombres fuertes en la inserción como Pulisic, Reijnders y Loftus-Cheek. Otro doble de cuentas.