El vídeo de Mattia Liberali bailando con el balón delante de Dani Ceballos y Brahim Díaz ha aparecido en las redes sociales de muchos aficionados del Milan en las últimas 12 horas. El verano es la época en la que uno se enamora del talento -luego ya se sabe cómo va, sube el ritmo, el impacto físico, los entrenadores dejan de arriesgar…- y 2024 es su año. Los aficionados le ven, técnico y elegante, consideran que tiene 17 años, recuerdan un golazo marcado contra Inglaterra en el Europeo sub-17 ganado a principios de junio y hacen campaña para ascender al primer equipo. ¿Qué será de él?
A primeros de agosto se podrá responder. Primer elemento: Fonseca decidirá. El entrenador del Milan explicó ayer en una conferencia: “Liberali juega con valentía, pero tenemos que pensarlo, entender qué es lo mejor para él, si irse a jugar donde pueda tener más espacio o quedarse aquí, quedarse con nosotros un tiempo y tener la oportunidad de jugar en el Milan Futuro”.
Todavía tiene un par de semanas para decidirse, pero hay un camino claro: Liberali se quedará casi seguro en el Milan. Como mínimo, entrenará con el primer equipo y será un jugador importante en los sub-23. Si luego Fonseca sigue por el camino del técnico mediapunta, con Pulisic y no Loftus-Cheek como 10, Mattia puede convertirse en el suplente del estadounidense y jugar más de un partido.
Mattia no tiene miedo a intentarlo, esa es su belleza. Es ligero pero rápido con los pies y, sobre todo, con la cabeza: un creativo nato. Los que le han visto crecer en las selecciones juveniles dicen que es el más español de los nuestros, el más internacional: los chicos italianos suelen crecer pensando más en la táctica que en el uno contra uno, pero Liberali no.
Intenta, siempre intenta, un regate, un disparo, un pase de 30 metros, una jugada. En Chicago, contra el Real, vio el espacio tras una pérdida de Brahim Díaz y atacó: aceleración y pase perfecto para Chukwueze. Fonseca lo utiliza como centrocampista-mediapunta, donde está su futuro, aunque su padre decía que Mattia empezó como defensa (pero en realidad era un niño…) y, paso a paso, llegó a jugar en punta.
Mattia es de Brianza, empezó en La Dominante, el equipo donde también empezó Matteo Pessina, pero lleva toda la vida en el Milan. Estudia en el liceo científico deportivo, dicen que es serio y decidido, sin duda está jugando la oportunidad de su vida. El Milan se lo agradece. Se arriesgaron a perderlo hace un año, cuando aún no le habían firmado un contrato y el Benfica presionaba, entonces hicieron lo correcto. El siguiente paso es pasar la prueba de Zlatan.
Ibrahimovic está muy implicado con los sub-23 y ése es el contexto en el que probablemente tendrá que jugar Liberali. Esta mañana cientos de jóvenes han llegado a Chicago para asistir al Lollapalooza, un gigantesco festival de música que comienza hoy en Grant Park, no lejos del estadio Milan-Real. Mattia ha hecho el viaje: de Chicago a Nueva Jersey, donde el Milan volverá a entrenarse. Para la música hay tiempo: tiene un futuro que conquistar.
ADLI PODRÍA SER VENDIDO AL FINAL DEL MERCADO
El mercado del Milan prosigue con la llegada de Strahinja Pavlovic, a la que seguirán nuevos injertos, tanto en defensa como en el centro del campo, y muy probablemente en ataque y en la portería. Pero además de los injertos, el Diavolo también tendrá que adelgazar la plantilla y deshacerse no sólo de algunos despidos, sino también de algunos jugadores del grupo de los “no formados” para no tener problemas con las listas europeas.
En concreto, se habla de Yacine Adli, Alexis Saelemaekers y Malick Thiaw. El belga parece haber convencido al seleccionador Fonseca en esta pretemporada y es candidato a entrar en la convocatoria. Adli, por su parte, ha encontrado poco espacio y podría marcharse si llega una buena oferta.
Por Thiaw hay interés del Newcastle, que aún no se ha materializado en una oferta, pero la llegada de Pavlovic hace retroceder al alemán en la jerarquía, si bien el club inglés ahora parece más centrado en querer fichar al joven central Guehi.
La vida como separados continúa para Divock Origi y Fodè Ballo-Tourè. Los dos jugadores regresan de una temporada muy decepcionante como cedidos en la Premier League, en el Nottingham Forest y el Fulham respectivamente, y ahora han vuelto al Milan. Pero sólo formal y virtualmente, de hecho los dos jugadores no se han dejado ver por Milanello este verano.
Y mientras tanto están a la espera de que se les encuentre un nuevo alojamiento, posiblemente permanente. De momento, sin embargo, la situación en el mercado dista mucho de ser óptima: Origi no ha recibido ninguna oferta y para él también podría abrirse la posibilidad de una rescisión consensuada; por otra parte, Fodè Ballo-Tourè ha sido cortejado por el Besiktas, pero ha declinado la oferta y está a la espera de propuestas de la Premier League, que, sin embargo, no parecen llegar.