Cantos de sirena para Reijnders y Pulisic

Visibilidad y prestigio. Dinero y atractivo. El fracaso rossonero en la campaña europea trae consigo una pesada escoria, que, sin embargo, no se limita a la falta de millones en las arcas de Via Aldo Rossi. Un Milan sin copas, aunque no se cuestione el atractivo de la marca, es un Milan defectuoso. Incompleto. Y potencialmente menos atractivo en todos los ámbitos.

También de los jugadores, claro. Un señor X que tenga sobre la mesa una oferta del Diavolo y otra de un club que el año que viene jugará en Europa -quizá en la Liga de Campeones-, salvo que tenga fe ciega en el proyecto de resurgimiento de los rossoneri, probablemente se inclinaría por el segundo escenario. Pero también hay que tener cuidado con quien vive en Milanello. Hablar de fuga sería engañoso, pero hablar de aspiraciones (legítimas) por parte de jugadores de primera fila no es fútbol de fantasía.

Los aficionados temen que se vayan los grandes nombres. No todos indiscriminadamente. Pero sí los grandes a los que quieren -al estilo Tonali, para entendernos-, los que incluso en esta temporada de penurias han demostrado estar a la altura. Dos nombres entre todos: Reijnders y Pulisic, que han destacado en un año en el que destacar era objetivamente complicado. Para ambos pocas palabras -no son especialmente aficionados a la autorreferencialidad- y muchos hechos, que en un contexto tan difícil valen doble. Y ahora los rossoneri temen caer en la tentación, sin estrellas entre semana y cavilaciones varias. La cruda realidad es que Tijji está siendo cortejado -y bastante- por el Manchester City.

Una presión que ha ido en aumento en las últimas horas. No es para menos: en el último año se ha convertido en un centrocampista total. Corta, cose y también marca. En Manchester tienen preparada una oferta formal y hay que partir de la base de que para el Milan nadie es intransferible a priori. El holandés parte de una valoración de 70 millones y habrá que ver hasta dónde llega el City. En este caso en Via Aldo Rossi han sido astutos y previsores, Reijnders ha renovado en los últimos meses hasta 2030, por lo que el poder de negociación del Diavolo está bajo mínimos.

En cuanto a Pulisic, en los últimos meses se había llegado al punto de dar por hecha incluso su renovación. Sobre la mesa estaba, y sigue estando, un nuevo contrato del actual vigente hasta 2027 (con opción hasta 2028 a favor del club) a 2028, con opción hasta 2029. Con el correspondiente ajuste económico, por supuesto. Sólo que el último paso aún no se ha dado y el doloroso final de temporada del Milan, digamos, no facilita el optimismo en general.

A diferencia de otros grandes que expiran en junio de 2026, al Capitán América le queda un año más, pero hay cierta expectación. Sin embargo, estamos hablando de los dos máximos goleadores del equipo en la temporada -17 goles (10 asistencias) Pulisic, 15 goles (5 asistencias) Reijnders- y, a pesar de las dificultades de un equipo sin copa, debe haber algunas piedras angulares de primer nivel de las que partir. A Tare le correspondería entonces, entre los diversos asuntos de los que tendrá que ocuparse, arreglar la situación para que la plantilla no se vea mermada. Trasladar a los jugadores los métodos y directrices del proyecto de renacimiento que la propiedad le ha trasladado a su vez en conversaciones mantenidas en los últimos tiempos.

Sin embargo, se necesitarán palabras claras y conceptos precisos, no el clásico “vale todo”. Harán falta argumentos tan concretos como para inducir a dos de las piezas más valiosas de la plantilla a seguir prefiriendo un equipo sin copas a pretendientes más seductores en este sentido. A menos que, hipótesis nada remota, la oferta por Reijnders convenza al Diavolo de abrirle la puerta de Milanello. Una última reflexión: el fútbol no es un deporte que conozca la palabra “gratitud”, pero hay que reconocerle al Milan el mérito de haber lanzado la carrera de Reijnders a la estratosfera y de haberle dado a Pulisic una nueva y brillante. Tampoco estaría de más una reflexión al respecto.

IGLI TARE Y LA LÍNEA ITALIANA

El Milan vuelve a empezar con Igli Tare. Salvo giro sensacional, el próximo lunes será el día del anuncio oficial del fichaje del técnico albanés por el club rossonero. Giorgio Furlani, a instancias del propietario del pájaro rojo, Gerry Cardinale, ha cerrado el demasiado largo casting para el nombramiento del nuevo director deportivo del club de Via Aldo Rossi. En las últimas 48 horas los contactos entre las partes han sido continuos para empezar a planificar el trabajo a realizar en el mercado.

La horrible temporada que verá el acto final el sábado en San Siro contra el Monza impone una profunda revolución. Varios jugadores serán puestos en el mercado, mientras que en la entrada están previstas varias huelgas italianas. La idea es empezar a formar un núcleo duro en la línea del modelo del Inter. Tare ha respaldado plenamente esta línea y aprovechará su red de contactos establecida en nuestra liga. La búsqueda de los jugadores adecuados para la incorporación empezará pronto en colaboración con Moncada .

Varias ideas se han puesto ya sobre la mesa para ser evaluadas rápidamente: el Milan pretende a Leoni, del Parma, y a Coppola, del Verona, para reforzar un departamento defensivo que verá las salidas seguras de Tomori y Thiaw. La pista de Comuzzo, que recientemente amplió su contrato con el Fiorentina, es mucho más complicada. Para la banda izquierda , Tare apunta a Udogie, del Tottenham, un viejo conocido de su época en el Udinese.

En el centro del campo, además de Ricci, el Milan también está evaluando a Nicolussi Caviglia, protagonista de una excelente temporada con el Venezia , que se lo había arrebatado a la Juventus el verano pasado por 5 millones de euros. En ataque, se necesitará un alter ego para Giménez y los nombres posibles son los de Lucca, del Udinese, y Piccoli, por quien el Cagliari deberá decidir si invierte o no los 12 millones de euros de la opción de compra que tiene con el Atalanta.


La camiseta del Milan 2025/26

Mientras esperamos a saber qué hombres serán titulares del Milan la próxima temporada, ya sabemos con qué camiseta los veremos sobre el terreno de juego. El nuevo uniforme rossonero acaba de ser desvelado en los perfiles sociales del club y hará su debut anticipado en San Siro el sábado por la noche en el último partido de liga contra el Monza. Un uniforme relativamente tradicional, pero con un par de novedades. Las rayas están ahí, todas rectas, todas del mismo ancho (y eso no es un hecho, dadas las tendencias de la ropa de fútbol en los últimos años), pero “El diablo está en los detalles”, como dicen el club y el patrocinador técnico Puma en la campaña de lanzamiento, que se inspira mucho en la imaginería infernal evocada por el fundador del club, Herbert Kilpin.

En efecto, al observarlas más de cerca, las rayas se enriquecen con un motivo tono sobre tono que recuerda uno de los antiguos emblemas, el del diablillo compuesto por tres llamas (que será el protagonista del nuevo uniforme visitante). Apareció por primera vez en las camisetas del Milan en 1979-80 -años en los que más o menos todos los equipos italianos recurrieron a sus mascotas para rediseñar sus emblemas- y permaneció allí durante un total de tres temporadas. El logotipo actual, en cambio, y esta es la otra novedad, destaca en el pecho sin sus colores tradicionales. O mejor dicho, el rojo está ahí, pero acompañado únicamente de blanco, falta el negro.

Una elección que ya ha empezado a hacer ruido en las redes sociales. De hecho, el escudo monocromático (o bicromático, según se mire) se ha visto a menudo en las segundas, terceras y cuartas equipaciones del club en los últimos tiempos, pero nunca en la de casa. Maikel Oettle, director comercial del club, comentó: “La nueva camiseta refleja la herencia del club a través de un diseño que realza nuestra tradición al tiempo que introduce sutiles elementos de innovación. Se inspira en la historia de nuestros colores y símbolos, continuando el viaje estilístico desarrollado con Puma en las últimas temporadas. El resultado es una camiseta que combina tradición e innovación de forma coherente, manteniéndose fiel a nuestras raíces”.

La camiseta está disponible en versión Auténtica y Réplica. La primera, que llevan los jugadores, está confeccionada con el tejido ‘ULTRAWEAVE’ de Puma, diseñado para reducir el peso y la fricción, garantizando un rendimiento de alto nivel. La segunda ofrece el mismo diseño con un ajuste más relajado. Ambas incorporan la tecnología ‘dryCELL’ que promete transpirabilidad y comodidad. Las réplicas de camisetas se fabrican con la iniciativa ‘RE:FIBRE’, que utiliza al menos un 95 por ciento de residuos textiles reciclados y otros materiales de poliéster usados para crear nuevos materiales.


Tare es el inicio pero falta claridad

La primera adquisición de Igli Tare en el Lazio fue Cristian Brocchi, fichado del Milan en 2008. Le llamó y le dijo: ‘Quiero levantar trofeos y necesito que aportes la mentalidad ganadora que te transmitieron allí’. Brocchi aceptó y al final de esa temporada el Lazio ganó la Copa Italia. Ideas claras y ambición desde el primer día: Tare tenía prisa por ganar y, sin duda, su planteamiento no cambiará en Milanello. La elección del albanés para el puesto de director deportivo es el primer paso en la reconstrucción del Milan. Bastante significativo porque derrota la absurda decisión de hace dos años, cuando Paolo Maldini y Ricky Massara fueron echados tras un Scudetto y una semifinal de la Liga de Campeones.

Sin querer demonizar los infames algoritmos, que pueden aportar algunas indicaciones útiles, el modelo de gestión adoptado por el club parecía inadecuado también por la ausencia de hombres de fútbol. Cada materia tiene sus especificidades y no es seguro que un buen gestor sea capaz de desentrañar los rebotes del balón, que por definición no son previsibles y requieren, por tanto, un profundo nivel de conocimiento.

El intento de sortear (o atajar) el problema con las apariciones de Ibrahimovic, ciertamente carismático pero carente de un papel claro que le ayudara a dar forma directiva a lo aprendido en su larga carrera como jugador, fracasó porque la dialéctica sin filtro de Zlatan sólo sirvió para subrayar la gravedad de la situación, pero desde luego no para encontrar soluciones.

Con Tare, el club vuelve a poner la competencia en el centro del proyecto, llevando a Milanello a quienes han demostrado saber navegar en medio de la tormenta: quince años con Lotito son garantía de fiabilidad, como lo son los resultados obtenidos y las numerosas operaciones de mercado concluidas con evidente satisfacción técnica y financiera.

El nuevo entrenador tendrá que racionalizar la plantilla, apostando por las excelentes cesiones (que el Milan no necesita, independientemente de la falta de ingresos en la Liga de Campeones), deshaciéndose de los que no son necesarios e insertando elementos de sustancia. El tremendo desplome de esta temporada se explica por la ausencia de figuras claras y esenciales en el club, pero también sobre el terreno de juego: hacen falta jugadores que conformen el equipo, aquellos que habrían evitado los fatales apagones en la Serie A y en la Liga de Campeones, que habrían dado compacidad en la final de la Copa de Italia.

El primer problema de Tare es el retraso con el que empezará a trabajar: quien empiece en la zaga deberá jugar con antelación y, en cambio, el nuevo proyecto del Milan está aún en estado embrionario. Empezando por la elección del entrenador, que es fundamental porque el elegido tendrá que hacer mucho trabajo: cerrar muchas grietas antes de pintar los colores de sus ideas tácticas. Una temporada como ésta deja una profunda inquietud y una insidiosa obligación de resurgir.

Las semanas sin copas serán preciosas porque permitirán trabajar con calma, pero a la larga resultarán aburridas. El nombre de moda es el de Vincenzo Italiano, que viene de dos ediciones de la Conferencia que acabaron en la final con el Fiorentina y de un digno periplo en la Liga de Campeones con el Bolonia. Sin duda echaría de menos las copas, pero no le importaría la perspectiva de acortar el tiempo necesario para metabolizar la nueva didáctica.

La trayectoria de Italiano, que empezó en la Serie A en el Spezia y siguió subiendo peldaño a peldaño, certifica su madurez, sublimada por la sagacidad con la que gestionó la última fase de la final de la Coppa Italia. La candidatura es fuerte, aunque vale el mismo argumento que para los jugadores: el banquillo de un gran club puede ser muy incómodo. No es casualidad que la primera alternativa, al menos eso parece, sea Massimiliano Allegri, un entrenador que sabe desenvolverse en cualquier situación. Sin embargo, si el identikit de Roberto De Zerbi también aparece en la libreta, significa que el nuevo Milan, en los planes de la empresa, tendrá que proponer un juego más moderno que el de Max.

Aquí, en comparación con el pasado reciente, se necesitan opciones claras: no debe haber más lugar para la confusión. Hace doce meses, el baile entre Lopetegui y Fonseca fue el prólogo adecuado para una temporada desastrosa. Sin duda, Tare marcará una pauta diferente, por lo que es de esperar que la cuestión del entrenador se resuelva en breve. A continuación, habrá que establecer las pautas a seguir en el mercado.

La gestión deberá ser ágil y rápida, la plantilla deberá estar en gran parte completada para la concentración veraniega, al menos para aprovechar la única ventaja derivada de la exclusión del Mundial de clubes: el verano del Inter y de la Juve estará lleno de incógnitas, el de los rossoneri tendrá que ser de trabajo e intensidad para empezar con buen pie el inicio del campeonato. La victoria no es una obligación para nadie. La competitividad, si eres Milán, sí lo es.

VINCENZO ITALIANO NEGOCIA SU RENOVACIÓN CON EL BOLONIA

La sede de Casteldbole fue el escenario de la primera reunión entre Vincenzo Italiano y la directiva del Bolonia para planificar el futuro. El técnico nacido en Karlsruhe, acompañado por sus abogados de confianza Francesco Caliandro y Diego Nappi, abrió claramente las negociaciones para renovar su contrato, que expira en 2026. La primera cumbre fue interlocutoria, pero la dirección parece clara: prorrogar hasta 2027 con un importante ajuste del actual salario de 2,2 millones de euros anuales. La voluntad común es continuar y seguir creciendo juntos tras la victoria de la Copa Italia precisamente ante el Milan que le situó en lo más alto de la lista de candidatos para el post-Sergio Conceicao.

La pista italiana del Milan se complica pero sigue activa, sin embargo, habrá que esperar unos días más para tomar una decisión definitiva. Los rossoneri aún no han mantenido ningún contacto directo con el entrenador del Bolonia, sino únicamente con su agente Fali Ramadani, aprovechando las excelentes relaciones existentes con Geoffrey Moncada. Un eje que los rossoneri pretenden mantener vivo al menos durante las próximas 48 horas antes de dirigirse, eventualmente, hacia otro objetivo.

Max Allegri sigue siendo la otra pista a tener muy en cuenta. De perfil muy diferente al italiano, el técnico de Livorno representaría una ruptura con el pasado reciente. El AC Milan sabe que el Nápoles lleva días presionando constantemente al ex jugador del Juventus, incluida una reunión con el presidente Aurelio De Laurentiis la semana pasada en Roma.

El futuro nombramiento de Igli Tare como nuevo director deportivo parece alejar a Maurizio Sarri del Milan dados los contrastes de la última temporada junto al Lazio, pero el técnico toscano no está del todo descartado y hay que razonarlo día a día. Con Italiano como primera (complicada) opción y Allegri dispuesto a volver al banquillo entre el Nápoles y precisamente el club rossonero.


¿Italiano o Allegri? Pros y contras

Con el nombramiento de Igli Tare como nuevo director deportivo del Milan, comenzará otro importante casting en la zona de Via Aldo Rossi: el del nuevo entrenador. Como se preveía, Sergio Conceiçao no continuará su aventura en el club rossonero. Al parecer, el ex entrenador del Lazio ya tiene un nombre en el punto de mira, el de Vincenzo Italiano .

El técnico rojiazul, flamante vencedor de la Copa Italia contra el Milan, tiene contrato con el Bolonia hasta junio de 2026, una fecha que Saputo, Sartori y Fenucci pretenden prolongar al menos un año más para dar continuidad al proyecto técnico iniciado el año pasado . El camino que lleva a Vincenzo Italiano se prevé, por tanto, cuesta arriba para el Milan, que pese a tener preferencia no pierde de vista otra solución válida, Massimiliano Allegri.

Dos entrenadores tan diferentes como unidos por dos factores importantes: ser italianos y estar en la lista de Igli Tare para la nueva dirección del Milan. Pero, ¿cuál de los dos, con sus respectivos méritos y defectos, puede convenir (de verdad) al Diavolo?

VINCENZO ITALIANO – Le gusta Thiago Motta. Tras sólo una temporada, el técnico germano-italiano podría abandonar el banquillo del Bolonia para sentarse en el del Milan. La pregunta es una: ¿puede Vincenzo Italiano encajar bien en este equipo? Dada su experiencia y los excelentes resultados obtenidos entre Spezia, Fiorentina y Bolonia, el último no hace ni una semana, la respuesta podría ser afirmativa, también porque el bagaje de habilidades y conocimientos, tanto de la Serie A como de las etapas europeas, están ahí.

En todo este discurso, sin embargo, hay un”pero” que hay que analizar en profundidad. Lo que no termina de convencer de Vincenzo Italiano es su filosofía de juego, que no parece adaptarse a las características técnicas de este equipo. En su última experiencia en el Bolonia, sin embargo, el técnico ha demostrado que ha aprendido de sus errores y se ha adaptado a los jugadores que tenía a su disposición, y esto es quizá lo que más impulsaría a Igli Tare a apostar por él.

MASSIMILIANO ALLEGRI – Para el toscano vale la misma pregunta que para Vincenzo Italiano: ¿podría Massimiliano Allegri ser el adecuado para este equipo? Comparado con el entrenador del Bolonia, el ex de la Juventus es uno de esos nombres que podrían apaciguar momentáneamente la plaza, también porque hablamos de un perfil de profundidad que ha sido solicitado varias veces esta temporada por el entorno.

Con él en el banquillo, el Milan recuperaría sin duda la solidez que tanto le ha faltado este año, también porque Massimiliano Allegri es sin duda una garantía y, a diferencia del italiano, no tiene que dejar ningún club, sino que quedaría libre de inmediato. Entre los “contras” está el hecho de que los regresos al banquillo milanista nunca han ido muy bien en el pasado, pero al mismo tiempo Allegri está acostumbrado a experimentar la presión mediática, y no sólo eso.

MAURIZIO SARRI – Como alternativa a Italiano, habría que mantener vivo el nombre de Maurizio Sarri, dispuesto a retomar el rumbo tras su despedida del Lazio en marzo de 2024. El Milan es un destino bienvenido, pero está claro que su llegada también se produciría tras un enfrentamiento clarificador con Tare, con quien ha habido más de un roce en el pasado. Así lo confirmó el propio técnico albanés en unas declaraciones: “Sarri es muy bueno en el campo, pero fuera es difícil crear una relación con él y comunicarse. No es nada nuevo, allá donde ha estado ha tenido este carácter difícil de tratar”.

La decisión de llevarlo hace tres años se debió a que la era Inzaghi, que era la historia del Lazio, estaba llegando a su fin y teníamos que crear un proyecto totalmente impactante y opuesto. Fue una elección mía compartida con Lotito. Nunca he tenido problemas con Sarri, incluso me lo confirmó en una cena que tuve con él al final. Tenemos dos maneras diferentes de ver el fútbol, pero las dos visiones tenían que coincidir por el bien del club’.

La elección debe ser meditada, después de los errores de la temporada pasada el Milan no puede ni quiere cometer errores. Por eso, a día de hoy, ni siquiera Allegri está descartado, en quien piensa el Nápoles en caso de salida de Conte, y el mismo entrenador de Salento (aunque los porcentajes son muy bajos), primera opción de la Juventus si no mantiene a Tudor.

CESC Y MOTTA – Otros nombres en la lista son Cesc Fábregas, del Como, y Thiago Motta, despedido por la Juventus y de momento agente libre. Según Sky Sport es un nombre creíble, pero a día de hoy es sólo una idea. La prioridad es Italiano, de quien el Milan espera una señal fuerte. Una respuesta, dentro o fuera.


Entrevista a Marco Parolo

Marco Parolo conoce bien a Igli Tare. Fue el albanés quien lo compró en 2014 al Parma y lo llevó a la Lazio, donde el centrocampista permaneció hasta 2021. Le preguntamos a la actual voz técnica de Dazn qué tipo de director deportivo va a tener el Milan

¿Qué puede darle Tare al Milan?

“Si el Milan se lo lleva, se asegurará a un profesional que tiene muchas ganas de volver a empezar y de regresar al mundo del fútbol. Será un plus para el club: llegará con mucha energía después de haber estudiado y seguido actualizándose durante estas dos temporadas en las que ha estado parado. Después de trabajar quince años en la Roma, ha ampliado sus horizontes y acumulado experiencia adentrándose en el fútbol europeo”.

¿Cuáles son sus mejores cualidades?

“Carisma, autoridad e ideas claras”.

¿Cómo es Tare en el vestuario?

“Busca el diálogo, quiere entender a los jugadores, conocerlos fuera del campo y meterse en sus cabezas. Es un tipo de palo y zanahoria, pero cuando usa el palo, te lo da con fuerza en los dientes (risas, ed). Y sobre todo tiene el mismo trato con todo el mundo, incluidos los senadores. Recuerdo discusiones incluso con Klose y Luis Alberto cuando hacían algo que no les gustaba”.

¿Recuerdas alguna?

“Despotricar no, pero sabía hacerse oír. Alzaba la voz cuando quería que entendieras a quién representaba o cuando se daba cuenta de actitudes que había que corregir”.

¿También se enfadó contigo?

“Por supuesto. Cuando yo tenía un bajón, él sabía tocarme las cuerdas adecuadas y volver a ponerme en marcha. Había una relación de respeto mutuo y juntos buscábamos siempre la manera de mejorar el equipo, pero cuando tenía que decirme algo, me lo decía”.

¿Cómo trabaja con el entrenador?

“Constantemente hace sentir su presencia y mantiene un diálogo continuo con él. Siempre está ahí para ver el entrenamiento y los suyos son dos ojos más, útiles para entender el momento que atraviesan los individuos. Cuando llegabas a Formello él estaba allí y cuando te ibas, siempre estaba allí”.

En el Lazio, Tare se ha hecho famoso por sus tiros al mercado

“Tuvo muchas intuiciones importantes: jugadores poco pagados y valorados a lo largo de los años. Apostó por Luis Alberto, que tuvo problemas para asentarse en la primera temporada y quería irse en enero. Le convenció para que se quedara y unos meses después explotó. Milinkovic se lo arrebató a la Fiorentina y se convirtió en su ‘ahijado’. A Tare le gustan los jugadores que tienen físico, fuerza y calidad”.

¿Cómo llega Tare primero al talento desconocido?

“Ve muchos vídeos y sigue todas las ligas, sin dejarse nada. En la Lazio antes y durante las sesiones de mercado se encerraba todos los días en una habitación con un analista de partidos para valorar las características de los posibles fichajes. Una vez, antes de llevármelo, me enseñó un vídeo de Caicedo explicándome cómo le veía en el Lazio”.

Hacer negocios en el Milan sin las copas de Europa no será fácil

“Tendrá que cambiar de perspectiva, porque en un club de élite hay que tratar con ojeadores para encontrar el perfil adecuado. Le gusta confiar en su intuición, en su ‘ojo’, pero también están los metadatos”.

¿Cuál es el mayor reto al que se enfrenta?

“Tendrá que construir una buena relación con los jugadores y ganarse su estima. En el Lazio ganó algunos trofeos, pero su palmarés no está lleno de scudettos. Dicho esto, lo tiene todo para hacerse querer por los dirigentes del vestuario rossonero, como ya hizo en el Lazio”.

¿Qué hará con Theo y Leao?

“Sin duda mantendrá conversaciones con ellos y lo aclarará. Para él la prioridad siempre es el club: si un jugador intenta ponerse por encima de todos, es difícil que esté de acuerdo con Tare y se quede. Si le conozco bien, ya habrá tomado una decisión sobre qué jugadores llevarse y a cuáles renunciar: conoce el fútbol. El Milan también…”.

MILAN-MONZA: HABRÁ CONTESTACIONES DE LOS ULTRAS

Será la última jornada del campeonato bajo la bandera de la protesta en el Milan. Los malos resultados obtenidos por los rossoneri a lo largo de esta temporada, unidos al clima general de protesta contra la actuación del club y de los directivos, llevarán a los aficionados organizados a movilizarse en las horas previas al partido contra el Monza en San Siro, previsto para las 20:45 del sábado 24 de mayo. Las iniciativas que animarán la tarde y la noche que coinciden con el último compromiso oficial de Leao y sus compañeros tomarán forma tanto cerca de la sede del club como, más tarde, en el estadio.

En un primer comunicado publicado ayer, la Curva Sud del Milan hizo un llamamiento a los aficionados para que se hicieran oír: “Para todos los aficionados milanistas que se preocupan por el futuro de nuestro equipo milanista: reunión a las 17:00 horas del sábado por la tarde antes del Milan-Monza en la plaza de la Casa Milan. Necesitamos la máxima participación de todo el pueblo rossonero”.

Lo que ocurrirá frente a la sede rossonera será el prólogo -como ha hecho saber más tarde la Curva Sud- de otro acto de protesta, que, sin embargo, tendrá lugar dentro del estadio de SanSiro: “Desde Casa Milan nos trasladaremos todos al estadio, donde entraremos durante el primer cuarto de hora, haciendo oír nuestras razones también dentro de San Siro, para después abandonarles, dejándoles a solas con su vergüenza. Con el civismo y la corrección que siempre nos han distinguido, y respetando el pensamiento de todos, será fundamental una presencia masiva en ambos actos del sábado, ¡para enviar un mensaje claro e inequívoco de todo el pueblo rossonero!”

El Milan-Monza promete ser un ambiente especialmente caldeado, a pesar de que la directiva rossonera trabaja en estos momentos para definir el nombramiento del nuevo director deportivo , Igli Tare, y pronto iniciará la búsqueda del entrenador que sustituirá a Sergio Conceiçao. Con la Curva destinada a abandonar las gradas 15 minutos después del pitido inicial, existe una gran curiosidad sobre cuál será el comportamiento del resto de aficionados, que durante la temporada no han dejado de participar en los momentos en los que la protesta se ha dirigido principalmente a la figura del propietario Gerry Cardinale.


Igli Tare y Vincenzo Italiano para el Milan

El nuevo Milan toma forma: parecerá un club más “italiano”, más experimentado en la dinámica de la Serie A, más acostumbrado a los títulos y a las medallas con cordones tricolores. La Supercopa de Italia (de Arabia) no basta para salvar la última temporada: el club necesita recuperar la certidumbre, apoyándose en quienes conocen el camino del éxito. Igli Tare lo recorrió como entrenador en sus quince temporadas en el Lazio, Vincenzo Italiano lo ha descubierto por fin, Max Allegri conoce perfectamente la dirección.

Paso a paso. Será el nuevo director deportivo quien muestre el camino: la negociación por Igli Tare ha llegado a su destino. Ha seguido un camino muy largo: partió de Londres, donde el ex diesse del Lazio se reunió con Ibrahimovic y Cardinale a principios de marzo. A mediados de abril pasó por Roma, lugar del encuentro entre Tare y el director general rossonero Furlani. Más semanas de reflexión y ahora el apretón final que llevará al ejecutivo a Milán.

Tare prefirió la dirección de la Casa de Milán a otras pistas árabes: el Al Nassr, equipo de Ronaldo y Pioli, querría ofrecerle un suculento contrato, al igual que otro club de la Liga saudí. Ahora sólo se espera el anuncio del acuerdo con los rossoneri: un acuerdo por tres años. Un contrato así implica la voluntad de planificar juntos un nuevo rumbo. El propio Milan había intentado moverse en otras direcciones: primero hacia Fabio Paratici, luego buscando a ds D’Amico, del Atalanta, y finalmente a Lee Congerton, ex nerazzurro del Atalanta ahora en el Ah-Ahli. Ahora estamos en el acuerdo definitivo: trato cerrado y anuncio previsto inmediatamente después del final del campeonato.

En una semana, el Milan tendrá una nueva estructura. Se ha valorado la capacidad de Tare como cazatalentos, una cualidad que el Milan estadounidense aprecia especialmente: la estrategia es la habitual, comprar posibles jugadores para desarrollarlos en el club rossonero. En el Roma, Tare trabajó junto al presidente Lotito: en las conversaciones con Furlani reivindicó su autonomía en la toma de decisiones en el ámbito técnico, pero sigue siendo un ejecutivo acostumbrado a la confrontación.

Como se ha dicho, conoce la dinámica del A -fue entrenador del Lazio durante 15 años-, está acostumbrado a construir equipos de Liga de Campeones y, detalle no menor, ha ganado: en la biancoceleste tres Copas de Italia y otras tantas Supercopas de Italia. Tendrá que llenar el vacío de los últimos años, cuando el Milan carecía de un director deportivo que fuera una referencia estable para agentes y jugadores. Además, Tare tendrá una presencia casi permanente en Milanello. Primero, sin embargo, el mercado: de lo que necesita el equipo se dio cuenta él mismo el pasado miércoles, cuando fue espectador en el Olímpico de la final de la Copa Italia perdida ante el Bolonia.

La ocasión en la que todo el Milan también vio a un prometedor entrenador ganar el primer título de su carrera: Vincenzo Italiano, el técnico rojiazul, ya figuraba entre los observadores especiales que se sentaron en el banquillo de San Siro. Le faltaba un requisito clave: no había levantado ningún trofeo antes. Desde hace una semana, se le puede llamar ganador y, más aún, plenamente metido en la carrera por ser el nuevo entrenador rossonero. La Copa ha sido un acelerón que le ha llevado incluso a la pole position. El club siempre ha transmitido un identikit específico, refiriéndose a un nuevo entrenador “italiano”.

Sin especificar que la pista no se refería a la nacionalidad, sino al apellido… A Vincenzo Italiano le gusta la propuesta de fútbol moderno y ofensivo. Es un entrenador emergente, acorde con la necesidad de relanzamiento del club. Ciertamente, tiene menos experiencia que Massimiliano Allegri, otro candidato destacado, que cuenta en su palmarés con seis títulos de liga, tres Supercopas de Italia y cinco Copas de Italia: una garantía de éxito con costes y estilo de juego diferentes. A día de hoy, la ambición del italiano tiene ventaja sobre la experiencia de Max, ya rossonero desde 2010 hasta enero de 2014, antes de su doble experiencia en la Juventus. La elección del entrenador tardará unos días más, pero el futuro rossonero ya ha comenzado.

LA POSIBLE LISTA DE IGLI TARE

Sabe que le espera una misión complicada, pero Igli Tare tiene las ideas claras sobre el Milan del presente y del futuro. Así lo entendió claramente el director general Giorgio Furlani, que mantuvo un par de reuniones con él en la capital (la segunda duró cinco horas) y que desde entonces nunca ha roto relaciones con el técnico albanés. La idea que ambos comparten es construir un Diavolo más italiano en el banquillo y en el vestuario. Necesitamos un grupo más… azul o formado por elementos que conozcan bien la Serie A por experiencia pasada y presente. Gente con físico, explosividad y ‘hambre’. Mejor si no con los años.

Mucho dependerá también de las salidas, pero si Theo Hernández abandona Milanello, un nombre a seguir para el carril zurdo es el de Destiny Udogie, lateral del Tottenham y jugador de la selección nacional. Tare ya pensó en él cuando estaba en el Lazio, pero los Spurs tenían mayor poder económico. Ahora, el ex-Udinese volverá a ser un objetivo sensato para Igli. En la banda opuesta, pero para jugar unos metros más adelantado, ojo con Dan Ndoye, autor de una supertemporada con el Bolonia, al que dio la Copa Italia precisamente en la final contra el Diavolo. Ni que decir tiene que, con Italiano en el banquillo rossonero, el suizo sería una inyección muy bienvenida. Lo mismo cabe decir de Jens Odgaard, el centrocampista ofensivo del Bolonia. Los tres comparten el fútbol de alta intensidad que tanto gusta a Tare y también al entrenador del Karlsruhe.

Para la defensa, que el Diavolo tendrá que reconstruir ya que Tomori y Thiaw tienen las maletas en la mano, el jugador favorito de Tare es Mario Gila: él fue quien lo trajo al Lazio y si tiene la oportunidad de tenerlo en el Milan, seguro que no le decepcionará. Hablando de (ex)Lazio, ojo con Luiz Felipe, de vuelta en Europa a partir de enero tras su experiencia en el Al-Ittihad: jugó poco en el Marsella y si Tare le llama… Pietro Comuzzo, recién renovado con la Fiorentina y también en el punto de mira de la Juve (tras el asalto invernal fallido del Nápoles), Giovanni Leoni, del Parma, y Diego Coppola, del Hellas Verona. Los tres últimos serían inversiones de presente y futuro.

En ataque, el físico del delantero centro del Udinese podría ser una idea para el albanés, que quizás incluso se vea un poco en el número 17 del Juventus en cuanto a características físicas y técnicas. El Milan no cuenta con un delantero así, sobre todo porque el intercambio entre Abraham y Saelemaekers con el Roma está actualmente congelado. De cara al futuro, el Milan también ha perseguido al exterior Chiesa, que podría ser una oportunidad, un talento al que relanzar tras temporadas como no titular en la Juve y el Liverpool: Tare ha hecho varias operaciones así en su carrera. Quién sabe, quizá añada otra a su palmarés.

Está claro que si el técnico albanés pudiera elegir un jugador para llevar a Milanello, sería Sergej Milinkovic-Savic, a quien descubrió en el Genk y llevó al Lazio. Arrebatárselo al Al-Hilal, que le pagó 40 millones y le paga 20 por temporada, parece fútbol de fantasía. Nunca digas nunca, pero de momento parece más probable que la búsqueda se centre en un centrocampista de estas características.


Igli Tare cada vez más cerca

Igli Tare ha hecho un gran paso adelante en la carrera del director deportivo del Milán. Contactos, nunca roto, se reflejan en estas horas: hubo una llamada de teléfono, y hay un compromiso de sentir pronto. ¿Para cerrar? Sí, se puede. Todavía existe la firma, pero, si todo va según lo previsto, habrá recogida por la mano, y se comenzará la construcción de la 2025-26. No hay tiempo que perder.

La opción Tare siempre ha estado sobre la mesa del director general Giorgio Furlani y antes del dúo Ibrahimovic-Cardinale: el ex director deportivo del Lazio se reunió con Ibra y Cardinale en febrero, Furlani el 15 de abril. Evidentemente, cayó bien a todos. Desde entonces, ha habido un largo periodo de reflexión en el que Tare nunca ha salido de la lista de los mejores candidatos para un papel tan delicado. No ha faltado competencia.

Fabio Paratici estuvo a punto de cerrar el acuerdo a principios de abril, pero cuestiones legales anularon una negociación muy avanzada. Tare, ya entonces, era la alternativa natural, el único director deportivo con gran experiencia en Italia -15 años con Lotito en el Lazio- y la costumbre de construir equipos para la Champions y la Europa League. El Milan no jugará en Europa el año que viene, pero es obvio que es la única dimensión a la que pertenece.

Y ahora, ¿qué pasa? En los próximos días se sabrá si se alcanza el apretón de manos, como ahora es muy probable. Dentro de una semana lo sabremos. Para el Milan sería sin duda importante contar con un director deportivo que, aparte de las elecciones pasadas -¿las mejores? Sergej Milinkovic Savic, Luis Alberto, Miro Klose en parámetro cero- esté acostumbrado a tratar con grandes clubes y pueda convertirse en una referencia para el equipo. Esto, más que otra cosa, ha faltado en los últimos 12 meses: una persona en Milanello que gestione el día a día, vele por el cumplimiento de las normas decididas por el club y se convierta en un hombre de confianza para los jugadores.

Tare, si el acuerdo se hace realidad, tiene por delante un trabajo complejo: reconstruir el Milan y dar compacidad a un vestuario que en el último año ha rendido muy por debajo de sus posibilidades. Tare estuvo en la grada en la final de la Coppa Italia y vio a un Milan que pierde sin luchar, que no exalta a sus campeones, que no logra ser un equipo ni táctica ni moralmente. Todo esto tendrá que cambiar y todo apunta a que el Milan quiere hacerlo con la colaboración de Giorgio Furlani, Igli Tare, Geoffrey Moncada y Zlatan Ibrahimovic.

Las decisiones que hay que tomar son muchas y, en parte, urgentes. El Manchester City está claramente al ataque por Tijjani Reijnders: es probable que pronto se decida si se dice sí a una oferta muy importante, digamos no muy lejos de los 70 millones. Theo Hernández y Mike Maignan tienen contrato hasta dentro de un año y el Milan, con ellos, está en una encrucijada: la lógica dice que hay que renovar -con Maignan ya había un acuerdo sustancialmente definido pero nunca cerrado- o vender.

Y de nuevo la situación del delantero titular (¿puede serlo Giménez o hay que volver al mercado?), la doble cesión Saelemaekers-Abraham y, sobre todo, la elección del entrenador, que será inevitablemente el siguiente gran tema sobre la mesa. Primero, sin embargo, los últimos pasos para la elección del director deportivo. Tare, que ha sido muy paciente en este asunto, está listo.

Tare es ese entrenador que ha traído al Lazio a algunos de los mejores jugadores de los últimos años: de Milinkovic Savic, soplado desde el Fiorentina por menos de 10 millones de euros y revendido por 40 en Arabia Saudí; Luis Alberto fue arrebatado por no más de 5 millones de euros al Deportivo de La Coruña y se ha convertido en un jugador clave en el equipo de Simone Inzaghi; y también Miroslav Klose, una intuición de la SD que lo trajo a la capital por cero tras el final de su contrato en el Bayern de Múnich. Pero quizá el golpe de efecto más importante sea haber traído a Roma a Ciro Immobile, que buscaba redención tras sus experiencias en el extranjero entre el Dortmund y el Sevilla.

CUANTO DINERO PIERDE EL MILAN SIN EUROPA

La desastrosa temporada del Milan terminó de la peor manera posible, es decir, sin que los rossoneri se clasificaran para una competición europea. Un desaire nada indiferente para el Diavolo, cuya historia siempre ha estado ligada a Europa y, en particular, a la Liga de Campeones, a menudo definida como “la casa del Milan”. El año que viene, sin embargo, no será así, como tampoco lo serán la Europa League y la Conference League, porque el equipo milanés ni siquiera participará en estas competiciones.

Además de desde el punto de vista deportivo, no participar en ninguna Copa de Europa es también una grave pérdida desde el punto de vista económico. Pero, ¿cuánto pierde el Milan sin Europa? El portal Calcio e Finanza (haga clic aquí para leer el artículo completo) analiza detalladamente cuántos ingresos dejarán de entrar en las arcas de la vía Aldo Rossi por las tres competiciones europeas.

Evidentemente, se trata de la competición más rica y, por tanto, hablamos de la cifra más elevada de las tres. Esta temporada, la máxima competición europea de clubes ha ingresado algo menos de 60 millones de euros, a los que se añaden entre 19 y 20 millones de ingresos netos por los cinco partidos en casa entre rondas y playoffs. Por tanto, la próxima temporada deberían faltar unos 80 millones de euros (sin contar las primas por resultados, clasificación histórica y market pool).

El año que viene, sin embargo, el Milan no sólo estará fuera de la Liga de Campeones, sino también de Europa y de la Conference League. Evidentemente, se trata de competiciones “menores” y, en consecuencia, de menores pérdidas, pero no dejan de ser ingresos que habrían venido bien al Diavolo.

Acceder a la Europa League habría supuesto una dote de al menos 13 millones de euros para empezar, a los que se podrían añadir los cuatro partidos en casa de la ronda, y con la posibilidad de avanzar en la competición (llegar a la final podría valer hasta 35 millones de euros, a los que se podría añadir la prima por ganar y clasificarse para la Supercopa de Europa). En cuanto a la Conference League, según estimaciones de Calcio e Finanza, el Chelsea, finalista, recaudó más de 20 millones de euros, a los que habría que añadir los ingresos por los partidos en casa de la vuelta (tres y no cuatro).


El plan para blindar a Pulisic

¿Quién se salvó en la temporada de pesadilla del Milan? Si la pregunta fuera dirigida a los aficionados rossoneri, los dos primeros nombres serían probablemente Christian Pulisic y Tijjani Reijnders. Todo es cuestión de números: el Capitán América y Tiji son los dos máximos goleadores de los rossoneri en 2024/25, con 17 y 15 goles respectivamente en todas las competiciones. El fútbol no es solo cuestión de números, pero los de ambos no han pasado desapercibidos en toda Europa.

No en vano, el Milan había trabajado para la renovación de ambos en tiempos insospechados, también para colocarse en una posición de fuerza en caso de asaltos en el mercado. E incluso ahora que el campo ha certificado la no participación de los rossoneri en las copas internacionales en 2025/26 -y en consecuencia mantener a las joyas de la casa será necesariamente un poco más complicado-, los rossoneri siguen planificando el futuro a partir de su pareja estrella.

Reijnders ya ha firmado su nuevo contrato hasta 2030, mientras que para Pulisic, que el sábado alcanzará los 100 partidos con los rossoneri si juega, aún estamos en negociaciones. Los contactos con el entorno del estadounidense son frecuentes: en los últimos meses se preparó un borrador de acuerdo para una ampliación hasta 2029 (el contrato actual expira en 2027, con opción a favor del club por un año más), pero aún no se ha concretado, a pesar de la propuesta de aumentar su salario de 4 a 5 millones netos anuales.

Sin embargo, no hay dudas sobre el final de la historia: el ex-Chelsea está a gusto en Milán y la directiva milanista lo estima por su comportamiento dentro y fuera del campo. Por eso, la intención de Via Aldo Rossi es relanzar en las próximas semanas con una propuesta de prórroga hasta 2030, en línea con lo hecho para Reijnders.

El holandés, no es ningún misterio, es cortejado por el Manchester City y, en concreto, por Pep Guardiola, que lo ha colocado entre los primeros nombres de la lista de posibles refuerzos para la nueva temporada. En el cuartel general rossonero, sin embargo, no han recibido ninguna oferta oficial por el momento. ¿Llegará en breve? Posiblemente, pero es poco probable que se acerque a los 70 millones de euros mínimos exigidos para sentarse a la mesa.

Como se ha dicho, Tijjani ha renovado recientemente hasta 2030, le encanta el Milan y la supertemporada ha triplicado al menos su tasación (el Az Alkmaar le pagó 20 millones en 2023). Por eso ahora no se habla de su venta. El récord de ventas de un jugador rossonero pertenece actualmente a Ricky Kaká, que en el verano de 2009 puso rumbo a Madrid -al Real Madrid- por 67 millones. Hace dos veranos, en cambio, Tonali se marchó al Newcastle por 59 millones más primas.

Los casos más espinosos, limitándonos a los grandes nombres de la plantilla, conciernen a dos franceses, Maignan y Hernández, ambos con vencimiento en 2026. El guardameta había llegado a un acuerdo para una ampliación con aumento salarial, pero los vaivenes de los últimos meses convencieron a la dirección rossonera para echar el freno antes de ratificarlo todo. A Magic Mike no le ha gustado especialmente y, mientras glosa el tema en público, espera al final de la temporada para relacionarse con la otra parte. ¿Cómo acabará? Es difícil saberlo ahora.

La situación de Theo es puramente compleja: una renovación ahora sólo sería posible por el extremo inferior de su actual salario de 4,5 millones. ¿Y si Hernández no acepta? Hay dos caminos: traspasarlo en verano -pero de momento no hay ofertas reales- o quedarse ‘a lo Calabria’. Es decir, sin la titularidad garantizada (o mejor dicho…), y luego decir adiós a cero. Tampoco han llegado ofertas reales por Rafa Leao, pero tiene un contrato más largo, hasta 2028. Y hablando de plazos, el Milan ha llegado a un acuerdo para la ampliación de los jóvenes Torriani y Bartesaghi hasta 2030.

MILAN-BARI EN AGOSTO (COPA ITALIA)

De perder la final de la Copa Italia a volver al 9º puesto con un agravante, el 8º puesto del Bolonia. De hecho, el Milan, a falta de una jornada para el final de la Serie A, se encuentra en una situación aún más complicada de lo que la gente piensa y cuenta. No sólo no se ha clasificado para la Europa League ni para la Conference League, algo que no ocurría desde hace nueve años, sino que la posibilidad de jugar los 32avos de final de la Coppa Italia es casi segura. La fase previa se disputará en agosto y, según el reglamento, los rossoneri jugarán en San Siro contra el Bari.

Según el reglamento, quien acabe 9º en la clasificación jugará la ronda preliminar, pero en este caso concreto, el Milan seguiría jugando en caso de acabar 8º, ya que el Bolonia, como ganador de la competición, se saltaría automáticamente esta posibilidad. Las posibilidades de no jugar en agosto son escasas y los rossoneri no sólo tienen que ganar al Monza en su último partido en San Siro, sino también esperar que Bolonia y Fiorentina pierdan sus respectivos encuentros.

El cuadro de la Copa Italia, de hecho, estipula que el noveno clasificado de la Serie A se enfrentará al noveno de la Serie B. Así pues, dado que el campeonato de la Serie B ha concluido, el equipo en cuestión sería el Bari. El ganador de este partido se enfrentará entonces al que pase entre el 17º de la Serie A y la Juve Stabia.

El último enfrentamiento con el Bari se remonta al 13 de marzo de 2011 y supuso el empate a uno de los rossoneri entrenados por Max Allegri, con goles de Rudolf para los de Galletti y Cassano, inaugurando uno de los momentos más difíciles de una temporada que más tarde vería a los rossoneri ganar el 18º Scudetto de su historia.


¿Y ahora quién paga los platos rotos?

Al final de la temporada 2018/19, el Milan se encontró fuera de Europa. Excluido como consecuencia del incumplimiento de las obligaciones del Fair Play Financiero, pero en el campo el equipo había conquistado la quinta plaza que podría haber valido la Europa League. Y hasta el final soñó con la Liga de Campeones. De hecho, una historia completamente distinta a la del Milan actual, que sufre la vergüenza de no clasificarse para las copas por deméritos deportivos.

Y a falta de una ronda. Para remontarse a un año tan malo hay que retroceder nueve años, primero con Sinisa Mihajlovic en el banquillo y luego con Cristian Brocchi. El equipo acabó 7º en la clasificación y perdió, como esta temporada, la final de la Copa Italia. Siempre por 1-0 y siempre en el Olímpico. Sólo el rival era diferente, fue la Juventus de Massimiliano Allegri quien derrotó al Diavolo entonces.

Aquel Milan, sin embargo, estaba desorganizado. En el ocaso de la era Berlusconi, que, además, ya llevaba tiempo buscando compradores. Un equipo en horas bajas a nivel técnico y con una situación financiera decididamente desfavorable. Y uno que venía de otros dos años horribles en los que se quedaron fuera de la clasificación para Europa. El agravante para este Milan es que las condiciones comparadas con el de hace nueve años son muy diferentes: hay estabilidad financiera, una cantera de jugadores que en términos de calidad absoluta sólo es superada por el Inter, y partían de un segundo puesto.

Al término de la final de la Copa Italia, el director general Giorgio Furlani habló de “temporada fracasada”. Y aunque hay que reconocerlo, la pregunta es: ¿quién pagará las consecuencias del fracaso? El Milan, que pertenece a un fondo especulativo, debe rendir cuentas a sus inversores y, en consecuencia, los directivos tendrán que responder ante el propietario. En una empresa normal ya se estaría hablando de una revolución, también porque la quiebra del Milan debería extenderse también al proyecto Milan Futuro, en el que hemos cobrado la humillación histórica de ser el primer equipo B que desciende a cuarta división.

No sería aceptable seguir así, pero cuanto más tiempo pasa, más se tiene la sensación de que seguiremos en esta línea. También se oyen declaraciones como: “Jugar en B, C o D no es tan importante para nosotros”. El infame director deportivo tradicional no ha llegado, puede que ni siquiera llegue. El entrenador dirá adiós, es un secreto a voces que seguirá siéndolo durante toda la semana. Y no hay ni sombra del nombre de un sustituto.

Ha habido otros Milan en desgracia, que han logrado clasificaciones aún peores y con plantillas también preparadas para luchar por el título. El de 1998, por ejemplo. Décimo en la clasificación y derrotado en la final de la Coppa Italia. No se perdió tiempo: poco después se anunció a Alberto Zaccheroni y con él al máximo goleador del torneo: Oliver Bierhoff.

Ideas claras, un club fuerte que quería resurgir inmediatamente después de dos años de pesadilla. Tener éxito. Traer un nombre fuerte al banquillo tras las elecciones del verano pasado sería el primer paso de una admisión de culpa y de la voluntad de ser competitivos. Suponiendo que se quiera serlo.

AMISTOSO EL 31 DE JULIO EN PERTH

El Milan jugará un amistoso en Perth el 31 de julio contra el Perth Glory, el equipo local que participa en la A-League australiana. El partido cerrará la gira de julio de los orientales, que también incluye partidos contra el Arsenal en Singapur (23 de julio) y el Liverpool en Hong Kong (26 de julio). El partido se disputará en el HBF Park, en la misma ciudad donde el Milan jugó hace un año -fue el 31 de mayo- en un amistoso contra la Roma ante más de 56.000 espectadores, en el primer desafío histórico entre dos equipos de la Serie A.

El regreso a Perth subraya el vínculo entre el Milan y Australia, donde los rossoneri tienen más de 2 millones de seguidores y numerosos clubes de aficionados en ciudades importantes como Melbourne, Sydney y Adelaida. En toda la región Asia-Pacífico, el Milan es el club italiano más seguido, con una afición en constante crecimiento que supera los 20 millones de seguidores. La relación entre el Milan y Australia también se ha consolidado gracias a la apuesta local por las nuevas generaciones.

Entre 2007 y 2018, Milan dirigió el programa Milan Junior Camp y promovió actividades sociales con la Fundación Milan, como el proyecto “Welcome Football” en Melbourne (el fútbol como herramienta de inclusión para niños de origen inmigrante) y la colaboración con el equipo de fútbol para ciegos Perth SC y Blind Sports WA para desarrollar el fútbol para ciegos.


Un Milan a la deriva y fuera de Europa

SERGIO CONCEIÇAO

El Milan no jugará en Europa el año que viene. Sus reflexiones

“He estado pensando desde el primer día, he estado mirando los números desde que llegué, desde el primer partido. Estábamos en un cuarteto de equipos que significa Liga de Campeones: estábamos la Roma, el Nápoles, el Inter y nosotros. ¿Fue una buena temporada? Está claro que no. Y el de hoy es un partido que representa plenamente lo que he vivido en estos cinco meses: tantos episodios negativos, grandes y pequeños. Hoy se ha producido la expulsión de Giménez. ¿Es justo? Puede que sí. Revisé el episodio y me dijeron que la luz roja podría haber estado allí”.

“Pero recuerdo que hace sólo cuatro días, el mismo VAR no pitó al árbitro en un incidente idéntico con Matteo Gabbia. Y eso es extraño. El segundo gol vino de una falta, que no existió, sobre Ricky Sottil. Y al final incluso estos pequeños detalles marcan la diferencia. Recuerdo algunos de los episodios más importantes que fueron de pura interpretación. Hubo errores individuales, errores del entrenador también, por supuesto”.

“No ha sido una temporada fácil. Para responder a la pregunta: obviamente, un club como el Milan no puede quedarse fuera de Europa, no puede acabar así en la clasificación. Todos lo sabemos. Cada uno de nosotros, a nivel personal y profesional, debe comprender lo que hizo bien y lo que no, y asumir su responsabilidad”.

¿Fracaso de la temporada?

“Los que trabajan en Milán deben entender lo que han hecho bien y lo que no. Yo lo haré. Tenemos que sentarnos y hablar de lo que será el Milan en el futuro”.

¿Qué responsabilidad cree que tiene en estos resultados?

“Las del entrenador. Hay cosas positivas y negativas”.

Non vedi l’ora di chiarirti con la società a fine anno?

“Es cierto. Cada uno tiene que razonar y hacer una valoración de lo que ha sido su trabajo. Soy muy exigente conmigo mismo, estoy todos los días en Milanello trabajando. Evaluaré lo que se ha hecho. Antes del partido tenía curiosidad por ver los números y desde que llegué aquí con mi equipo antes del partido estábamos en la zona Champions. No digo que haya sido una buena temporada o cinco meses perfectos, en absoluto. Pero también se hicieron cosas positivas”.

“Ganamos un título, llegamos a una final en la que podíamos haber hecho más, es verdad. Creo que en los partidos clave siempre fueron los detalles o errores individuales… En Zagreb una expulsión, con el Feyenoord otra expulsión… Son partidos que luego traen un ambiente que ya no es fácil… Luego con todos estos episodios. Es un año que no va bien para un equipo histórico como el Milan. Todo el mundo tiene que evaluar su trabajo”.

¿Lamenta no poder saludar a San Siro la semana que viene?

“Siempre he vivido esta profesión con pasión, al final no se trata de decir adiós o no… En este momento también es difícil… Estoy cerca de mis chicos y de mis jugadores. No he dicho prácticamente nada… Sólo respetar a los jugadores que estaban en el campo dándolo todo y somos el Milan. La falta sobre Koné en el segundo gol no existe, mientras que la falta sobre Sottil en el área sí. Es fácil de ver”.

“Llevo 25 años en el fútbol profesional, el terreno de juego no es precisamente recto. Todos estos incidentes no son fáciles. Soy un aficionado al fútbol muy activo y lamento no haber estado cerca de los jugadores. Después de despedirnos o no, creo que todos estamos en un momento en el que todavía tenemos que estar unidos como entorno. No es una temporada fácil, pero también estamos aquí para asumir responsabilidades”.

CONCEIÇAO Y GIMÉNEZ EXPULSADOS

El Milan jugará contra el Monza sin Sergio Conceiçao y Santi Giménez. Ambos fueron expulsados durante el partido contra el Roma. La tarjeta roja recibida por el mexicano, culpable de propinar un codazo en el pecho a Gianluca Mancini en un balón parado, fue realmente ingenua. La intervención del VAR inculpó a Bebote, que dejó a su equipo en inferioridad numérica en el minuto 21. Termina la temporada con un modesto balance: seis goles en 19 partidos, tres amonestaciones y una expulsión. Se espera que esté inhabilitado durante al menos dos jornadas, por lo que lo más probable es que se pierda la primera jornada de la próxima Serie A.

Sergio Conceiçao fue expulsado por protestar en los últimos minutos, por lo que no estará en el banquillo de San Siro ante el Monza. Y si Giménez, también por la inversión realizada en enero, lo veremos la próxima temporada, el portugués seguro que no será confirmado, por lo que puede haber puesto fin a su breve e infructuosa experiencia como entrenador italiano en el Olímpico.

DOS VICTORIAS DE DIECISÉIS CONTRA LOS OCHO PRIMEROS

Contra la Roma, el Milan perdió por novena vez en 16 partidos contra un equipo de los ocho primeros. Un balance totalmente infructuoso que retrata la novena plaza de los rossoneri, que sólo fueron capaces de ganar dos choques directos: el derby contra el Inter y contra el Bolonia.