Los siete errores capitales del Milan

La acedia, entre los siete pecados capitales, es el más subestimado. Indica indolencia, negligencia a la hora de hacer el bien por parte de quienes podrían intervenir pero, por un motivo u otro, se abstienen. Los aficionados acusan de ello al Milan -no haber contratado a Antonio Conte, no haber elegido a un director deportivo- y la final de la Copa Italia perdida ante el Bolonia ha confirmado aún más que muchas decisiones fueron equivocadas. Veamos las principales: los siete momentos en torno a los cuales giró la temporada.

1 – NO FICHAR A ANTONIO CONTE

Pura acritud. Antonio Conte estaba más que dispuesto a aceptar al Milan hace un año. De los equipos a los que podía llegar, era el favorito para él. El Milan lo sabía -todo el mundo lo sabía- y optó por seguir adelante. Los rumores de la época decían que Moncada, una llamada a Conte, lo había conseguido. A partir de ahí, nada. Zlatan Ibrahimovic explicó en junio de 2024: “En el Milan hay un entrenador, no un mánager. No hablamos de Conte porque, con todos mis respetos, según nuestros criterios no es lo que buscábamos”.

El Milan quería un entrenador con el que pudiera compartir decisiones, que no se quejara del mercado en las ruedas de prensa, y el balance de la temporada ha sido curioso: Conte en el Nápoles apenas ha levantado la voz, mientras que Fonseca se ha marchado en medio de una sutil polémica y Conceiçao lleva semanas prometiendo un arrebato a final de temporada.

2 – SE PERDIERON HÁBITOS

Fonseca dejó muy claro -más claro que otros entrenadores- que el problema del Milan eran las actitudes. Dos escenas clave: la pausa refrescante en Roma contra el Lazio y los penaltis pitados a Pulisic en Florencia por Theo Hernández y Abraham. Los vestuarios ganadores tienen reglas, ejemplos, luchan por un objetivo común. El Milan, en cambio, envió mensajes contrarios y los entrenadores sólo lograron cambiar el rumbo en parte.

Fonseca identificó a Theo como el principal ejemplo negativo y se enfrentó a él. Conceiçao incluso estuvo a punto de pelearse con Calabria. ¿Fue mejor en primavera? Tal vez sí, pero -como ejemplo fundamental- el pobre rendimiento en la pésima final de la Copa Italia no fue el de un gran equipo, ni el de un grupo ganador.

3 – NO PENSAR QUIÉN ES EL LÍDER

¿Quién es el líder del Milan? Una pregunta que se repite desde hace meses, si no años. La respuesta suele ser Mike Maignan, que es un líder particular, pero eso no puede ser suficiente. Los grandes equipos tienen grupos que han crecido juntos, con jugadores experimentados que marcan una línea con el ejemplo y llaman la atención a los que cometen errores. Y un núcleo, si no necesariamente italiano, con experiencia en la Serie A. El Milan siempre ha optado por jugadores con proyección, según la primera regla del intercambio de jugadores, pero a lo largo de la temporada se ha encontrado sin líder. La pregunta es legítima: ¿no habría tenido sentido apostar por dos treintañeros desde el verano?

4 – FICHAR A FONSECA Y NO DEFENDERLE

El Milan eligió a Julen Lopetegui hace un año, pero renegó de la decisión por la presión de la afición. En ese momento, cogieron a Fonseca pero le protegieron por muy, muy poco. Fonseca ya dirigía el derbi del 23 de septiembre, sabiendo que si perdía, sería exonerado. Nunca trabajó tranquilo. Gabbia marcó el gol que derrotó al Inter y le dio oxígeno. Fonseca, a su paso, comió panettone, pero fue despedido poco después, antes de Nochevieja. Mirándolo ahora en retrospectiva, un destino casi inevitable.

5 – NO ENCONTRAR EQUILIBRIO

Fonseca y Conceiçao son hombres y entrenadores opuestos. Cuando le fue mal con Fonseca, el Milan decidió dar un giro brusco. Sin embargo, los dos portugueses tienen algo en común: nunca han encontrado el equilibrio. Fonseca ha mostrado una fase ofensiva apreciable, ha exaltado a Reijnders y Fofana, pero su Milan ha encajado demasiados goles, por motivos demasiado inútiles: desatenciones, transiciones mal gestionadas, tapadas preventivas fallidas. Conceiçao, por el contrario, ha solucionado la fase defensiva -cuatro goles encajados en los últimos seis partidos-, pero su Milan ataca mal, sin ideas, confiando en las jugadas de sus campeones. Un equilibrio entre fase ofensiva y defensiva nunca visto.

6 – SIN REVOLUCIÓN ESPERADA EN ENERO

Milán sorprendió en enero con un mercado ambicioso, juzgado positivamente por casi todo el mundo. Cuatro meses después, el balance es muy negativo. Giménez es un reserva, Joao Félix un proyecto fallido, Walker ha tenido poco impacto, Sottil menos. Sobre Bondo, volveremos a hablar dentro de al menos un año. El Milan, en la última jornada de la final de la Copa Italia, los mandó a todos al banquillo.

7 – EL CLUB TOTALMENTE AUSENTE

¿Quién es la cara de Milan? No se sabe. Operativamente, es Giorgio Furlani: él toma las decisiones desde hace dos años. Públicamente, sin embargo, no hay una voz que comunique el pensamiento del club, que intervenga para defender al Milan o explicar una decisión. Furlani habló en televisión tras la final de la Copa Italia: correcto, pero fue una excepción, no la norma. Ibrahimovic, después de ser la voz del Milan en las ruedas de prensa de presentación de los jugadores, se eclipsó. Scaroni habla de vez en cuando, a veces generando polémica. A Moncada se le ve de vez en cuando en televisión y nunca en prensa. En general, a uno le cuesta entender qué quiere el Milan.

IGLI TARE FIRMA: SERÁ EL NUEVO DIRECTOR DEPORTIVO

La aceleración en la recta final le llevó finalmente a la bandera a cuadros. Igli Tare ha firmado el contrato que le vinculará al Milan durante los próximos tres años y, tras una larga espera, el área deportiva del club rossonero inicia una nueva era llenando el casillero que quedó vacío tras las despedidas de Maldini y Massara primero, y de D’Ottavio después.

El proceso burocrático de la entrada de Tare en la cuarta planta de Casa Milán aún no ha concluido del todo, faltan algunos detalles, probablemente relacionados con algunas cláusulas, pero las partes han pasado, no obstante, por caja y la boda se ha celebrado. El anuncio oficial llegará en las próximas horas, presumiblemente a principios de la semana que viene, pero el calendario ya no es -por fin- un problema.

Tare puede empezar a trabajar oficialmente en el club rossonero y le espera una ingente cantidad de trabajo. Desde la búsqueda del entrenador a las más o menos espinosas renovaciones de contratos, pasando por un mercado entrante que estará estrictamente atado a un presupuesto huérfano de las recaudaciones de la Uefa, hasta la astuta gestión de los tratos salientes, de los que habrá que exprimir una buena cantidad de dinero. El cortejo del Diavolo por el ex directivo del Lazio comenzó en febrero y ha visto varias reuniones entre Igli y el Milan.

Con Cardinale, con Ibra, con Furlani varias veces. En un momento dado, Tare parecía haber quedado en standby -los nombres de Paratici y D’Amico se pusieron muy candentes-, pero al final se impuso. Un trabajo imponente, pero desde cierto punto de vista también muy estimulante: hay que recomenzar después de una temporada desastrosa y devolver al Milan a etapas más apropiadas.

La fumata blanca de Tare con el Diavolo también recibió los elogios de Armand Duka, presidente de la Federación Albanesa de Fútbol y vicepresidente de la Uefa: “¡Felicidades Igli! Tu nombramiento como director deportivo del Milan es realmente un hito importante. Creo firmemente que su profesionalidad, dedicación y visión ayudarán a este legendario club a volver al nivel que se merece, como en los gloriosos días de su historia”.

“Ya lo has demostrado en el Lazio, donde durante años construiste con éxito un proyecto sólido y competitivo a nivel internacional. Ahora te espera otro gran reto, pero estoy seguro de que esta vez también lo conseguirás, con la misma madurez y pasión por este deporte”.


El triste adiós de Conceiçao

Así no se imaginaba Sergio Conceiçao el último partido de la temporada. Cuando aterrizó en el planeta Milan el 30 de diciembre, la esperanza era que se quedara allí al menos el tiempo que estipulaba su contrato, es decir, hasta el 30 de junio de 2026. En cambio, el partido de mañana en San Siro contra el Monza será su último en el conjunto rossonero. De hecho, técnicamente tampoco: el portugués está inhabilitado tras la roja que vio en Roma el domingo por la noche y será sustituido por su suplente, Joao Costa. Una despedida sin banquillo, pues. Y además en total silencio al no haber hoy rueda de prensa en la víspera del partido y es difícil creer que Conceiçao vaya a comparecer ante los micrófonos después del partido.

Las publicadas tras la derrota ante los giallorossi corren el riesgo de ser, por tanto, las últimas declaraciones de Conceiçao como entrenador del Milan. “Llevo haciendo reflexiones desde el primer día”, dijo el portugués en su rueda de prensa, en las entrañas del Estadio Olímpico. “Llevo mirando los números desde que llegué, desde el primer partido. Y antes de esta derrota estábamos en el cuarteto de equipos que significa Liga de Campeones con Roma, Nápoles e Inter. ¿Fue una buena temporada? Está claro que no. Y el de hoy (con la Roma, ed.) es un partido que representa plenamente lo que he vivido en estos cinco meses: muchos episodios negativos, grandes y pequeños”. El Milan entrenado por Sergio ha sumado 33 puntos en 19 partidos. Tantos como el Atalanta en el mismo lapso de tiempo, pero menos que la Roma (46), el Inter (38), el Nápoles (38) y la Juventus (35).

Conceiçao intenta defender su trabajo, a pesar de que le resulta imposible salir de un balance naturalmente negativo. “Un año así para un equipo histórico como el Milan no es bueno, luego cada uno tiene que evaluar su propio trabajo y yo siempre soy exigente conmigo mismo. El club también evaluará lo que se ha hecho”. Y en las consideraciones del club no habrá sorpresas: ganar la Copa Italia era el último salvavidas de Conceiçao, cuyo destino quedó sellado el 14 de mayo a las once de la noche, cuando el Bolonia levantó el trofeo y los rossoneri recogieron la medalla de plata. El golpe definitivo llegó unos días después, con la derrota ante el Roma -de nuevo en el Estadio Olímpico, el estadio que fue la casa de Sergio cuando jugaba en el Lazio-, que selló la exclusión del Milan de Europa en 2025/26.

Conceiçao ha anticipado repetidamente en las últimas semanas que algún día hablará de sus difíciles meses en el Milan. Quién sabe si más adelante lo hará en detalle. Por ahora, solo quedan los fríos números, que quizá no cuenten toda la historia, pero fotografían la realidad. Desde 2015-16, cuando asumió el banquillo del Vitoria Guimaraes, el técnico portugués no había terminado fuera del Top 8 en un campeonato. En el Oporto, el otro gran nombre de su carrera en los banquillos, siempre había acabado entre los tres primeros.

Por supuesto, Italia no es Portugal y las situaciones no son comparables, pero la experiencia de Sergio en el Milan como entrenador no será recordada en los anales. Ni, quizás, permanecerá en el corazón del protagonista directo. No, no se lo habría imaginado después de aquel puro fumado en el vestuario de Riad….

Sergio Conceiçao ha acumulado hasta ahora 30 partidos en el banquillo del Milan, entre liga, Liga de Campeones, Copa Italia y Supercopa de Italia. El balance es de 15 victorias, 5 empates y 10 derrotas, con una media de puntos de 1,67 por partido (una derrota cada tres partidos). Si nos limitamos sólo a la Serie A, la media baja a 1,65. El técnico portugués ha levantado un trofeo en su aventura rossonera, la Supercopa conquistada en Riad (Arabia Saudí).

MILAN FUTURO CAMBIA DE PIEL

Con o sin repesca en la Serie C, el Milan Futuro cambia. El proyecto sigue adelante, pero la plantilla será más joven y estará compuesta principalmente por jugadores salidos de la Primavera. En definitiva, se seguirá la línea del equipo B del Barcelona, que, como el rossonero, está a punto de descender a la cuarta categoría española. El objetivo es impulsar el desarrollo de los productos de la cantera creando un escalón intermedio entre la Primavera y el primer equipo: lo que se suponía que iba a hacer el Milan Futuro el verano pasado, antes de dar un giro en enero para buscar la salvación.

La llegada de Tare permitirá definir la estructura directiva que trabajará con los sub-23. La categoría determinará la elección del entrenador: dar un fuerte impulso milanista, como ocurrió en la final de 2024/25 con Oddo y Tassotti, se considera importante aunque no fuera suficiente para evitar el descenso y el fracaso de la temporada.

Sin embargo, a efectos de desarrollo de jugadores, el Milan Futuro lanzó a Jiménez, dio minutos a Bartesaghi, concedió espacio a la joya Camarda, demostró que Zeroli ya estaba listo para una cesión en la Serie A y permitió que algunos jugadores de la Primavera (Liberali sobre todo) aparecieran entre los Pros.


Los tres movimientos de Tare

Rafa Leao es uno de los temas más ‘calientes’ con los que tendrá que lidiar Igli Tare cuando, el lunes o el martes, sea plenamente operativo como técnico del Milan. Con el portugués, que lucirá el dorsal 10 a partir de 2023, no puede haber medias tintas: en el centro del nuevo proyecto técnico o inmediatamente destinado a cambiar de aires. Hipotetizar otra temporada entre el césped y el banquillo, como la que terminará mañana por la noche, es complicado por la carga de polémica y tensión que ha traído consigo. Decisiva para determinar el futuro de Leao será la elección del entrenador, sus ideas tácticas y la motivación con la que el ex del Lille afronte la temporada de la redención tras la amargura de esta 2024/25.

Tare tiene previsto hablar con el delantero, porque en la idea que el técnico albanés tiene del fútbol, los jugadores de talento siempre deben tener un sitio. Y entre ellos está sin duda Rafa, que combina unas dotes físicas notables con grandes cualidades técnicas. A favor de su permanencia está, además, un contrato hasta 2028, lo que, en teoría, le convierte en una de las piedras angulares para el resurgir rossonero. La variable la representa una propuesta económicamente importante llegada del Barcelona o de otro grande de Europa.

En ese caso, tanto el jugador como el Milan podrían reflexionar. Otra cosa sería si la oferta llegara de Arabia Saudí: Leao ya ha dicho que no y en la temporada previa al Mundial de Estados Unidos difícilmente respondería de otra manera. También porque lo está haciendo bien en el Milan y en el vestuario es, junto a Theo, el que más partidos acumula con el Diavolo. Los números, sin embargo, no bastan por sí solos: lo que se necesita sobre todo es la voluntad de vivir un nuevo ciclo como protagonista, que empezará sin las copas de Europa, y el deseo de trabajar en los puntos débiles, desde una mayor incisividad en la zona de gol hasta una aportación más consistente en la fase de no posesión. Tare espera escuchar a Rafa reiterar su firme deseo de quedarse, de lo contrario…

El entrenador desempeñará un papel clave en el nuevo proyecto del Milan. Una decisión delicada, más aún después del error cometido el pasado verano con la elección de Fonseca. La llegada a Via Aldo Rossi de un hombre de fútbol como Igli Tare echará una gran mano para encontrar a la persona adecuada, un entrenador italiano que sepa ganar. Vincenzo Italiano, que derrotó al Diavolo en la final de la Coppa Italia el 14 de mayo, es muy popular. Saputo quiere mantenerlo bajo las Dos Torres ampliando su contrato hasta 2027 o incluso 2028 con un salario de 2,5 millones más primas por temporada.

El club rossoblù confía en que, tras el primer cara a cara del miércoles, la semana que viene Italiano dé el OK para quedarse en Bolonia. Mientras tanto, el Milan ha transmitido su interés al entrenador del Karlsruhe y ahora Vincenzo medita sobre el futuro. Si, finalmente, Italiano decide no moverse, Furlani, Tare y Moncada comprobarán la viabilidad de la pista que conduce a Massimiliano Allegri, el sustituto designado por Conte en caso de marcha de Antonio al Nápoles. En la libreta rossonera también figura el nombre de Roberto De Zerbi si abandona el Marsella.

Las renovaciones de contrato en el club rossonero están sobre la mesa desde hace tiempo: Reijnders está blindado, aunque ahora el City le sigue de cerca, pero tras los signos alentadores de los últimos meses hay que convencer a Maignan y Pulisic para que pongan su autógrafo en el nuevo acuerdo. De los dos, la prioridad es sin duda el portero, que expira en 2026, mientras que sobre el estadounidense hay una opción de prórroga hasta 2028. Traducido: Tare tendrá que hablar rápidamente con Magic Mike y el flanco ad Furlani para llegar a la fumata blanca.

Capítulo aparte merece Theo Hernández, que el verano pasado pidió ocho millones netos de salario para ampliar, pero luego tuvo una temporada desastrosa. Las partes no han roto el contacto, pero la oferta de los rossoneri es ahora de cuatro millones, inferior incluso al salario actual del francés. Theo, en definitiva, está en la cuerda floja. Para Luka Jovic, la situación es un poco más sencilla: su contrato vence el 30 de junio, pero el Milan tiene una opción de prórroga hasta 2026 que debe ejercerse antes del 20 de junio. El serbio, en cambio, quiere un contrato hasta 2027.

EL MILAN NEGOCIA CON EL CITY POR REIJNDERS

La temporada del Milan ni siquiera ha terminado, pero los aficionados ya pueden empezar a preocuparse por lo que ocurrirá en verano. La exclusión de cualquier forma de Copa de Europa, sancionada por el año infructuoso de los rossoneri, lleva al club a revisar sus planes estratégicos, sobre todo en presencia de un presupuesto que, por primera vez tras dos años en beneficios, cerrará en negativo. Para sostener este déficit, que no estaba previsto, Via Aldo Rossi recurrirá al mercado, al saliente.

Tras dos años de balances positivos, esta temporada para el Diavolo se cerrará con un -25 millones de ingresos, a los que hay que sumar también los 80 millones quemados por la no clasificación para la Liga de Campeones. Ante este panorama, según informa esta mañana el Corriere dello Sport, los rossoneri se encuentran ante la tesitura de sacrificar a uno de los grandes nombres para sostener este rojo. El sospechoso número uno de decir adiós a Milanello es Tijjani Reijnders.

Pep Guardiola y el Manchester City han puesto sus ojos en el centrocampista holandés, que este año ha demostrado estar en la élite del fútbol europeo y que recientemente ha firmado la renovación de su contrato hasta 2030. La oferta del club inglés se espera para los próximos días: la primera rondará los 60 millones y la directiva milanista aspira a subir hasta los 70 millones más primas, una cifra por la que el acuerdo podría cerrarse y sólo se podría enderezar desde el punto de vista financiero.

La noticia del posible adiós de Reijnders tras una de las temporadas más tristes de la historia reciente de los rossoneri no aumenta ciertamente el entusiasmo entre los aficionados, sino que, por el contrario, genera aún más descontento y, en consecuencia, aún más presión sobre toda la cuarta planta de Via Aldo Rossi, sobre Igli Tare, que está llamado a convertirse en el nuevo director deportivo, y también sobre quién será elegido como nuevo entrenador. Y el holandés no es el único jugador de la plantilla en el escaparate.

Para cuadrar las cuentas, prosigue CorSport, el Diavolo intentará sacar provecho de los probables rescates de Kalulu, de la Juve, y Adli, de la Fiorentina, así como de las cesiones de Pobega y Okafor, que probablemente regresen a la base. Otra suma importante podría proceder de Alexis Saelemaekers, aunque la negociación con el Roma está aún por construir. Las incógnitas y los signos de interrogación, por otra parte, siguen siendo muchos en relación con el futuro de Mike Maignan y Theo Hernández, que expira en el verano de 2026.


Cantos de sirena para Reijnders y Pulisic

Visibilidad y prestigio. Dinero y atractivo. El fracaso rossonero en la campaña europea trae consigo una pesada escoria, que, sin embargo, no se limita a la falta de millones en las arcas de Via Aldo Rossi. Un Milan sin copas, aunque no se cuestione el atractivo de la marca, es un Milan defectuoso. Incompleto. Y potencialmente menos atractivo en todos los ámbitos.

También de los jugadores, claro. Un señor X que tenga sobre la mesa una oferta del Diavolo y otra de un club que el año que viene jugará en Europa -quizá en la Liga de Campeones-, salvo que tenga fe ciega en el proyecto de resurgimiento de los rossoneri, probablemente se inclinaría por el segundo escenario. Pero también hay que tener cuidado con quien vive en Milanello. Hablar de fuga sería engañoso, pero hablar de aspiraciones (legítimas) por parte de jugadores de primera fila no es fútbol de fantasía.

Los aficionados temen que se vayan los grandes nombres. No todos indiscriminadamente. Pero sí los grandes a los que quieren -al estilo Tonali, para entendernos-, los que incluso en esta temporada de penurias han demostrado estar a la altura. Dos nombres entre todos: Reijnders y Pulisic, que han destacado en un año en el que destacar era objetivamente complicado. Para ambos pocas palabras -no son especialmente aficionados a la autorreferencialidad- y muchos hechos, que en un contexto tan difícil valen doble. Y ahora los rossoneri temen caer en la tentación, sin estrellas entre semana y cavilaciones varias. La cruda realidad es que Tijji está siendo cortejado -y bastante- por el Manchester City.

Una presión que ha ido en aumento en las últimas horas. No es para menos: en el último año se ha convertido en un centrocampista total. Corta, cose y también marca. En Manchester tienen preparada una oferta formal y hay que partir de la base de que para el Milan nadie es intransferible a priori. El holandés parte de una valoración de 70 millones y habrá que ver hasta dónde llega el City. En este caso en Via Aldo Rossi han sido astutos y previsores, Reijnders ha renovado en los últimos meses hasta 2030, por lo que el poder de negociación del Diavolo está bajo mínimos.

En cuanto a Pulisic, en los últimos meses se había llegado al punto de dar por hecha incluso su renovación. Sobre la mesa estaba, y sigue estando, un nuevo contrato del actual vigente hasta 2027 (con opción hasta 2028 a favor del club) a 2028, con opción hasta 2029. Con el correspondiente ajuste económico, por supuesto. Sólo que el último paso aún no se ha dado y el doloroso final de temporada del Milan, digamos, no facilita el optimismo en general.

A diferencia de otros grandes que expiran en junio de 2026, al Capitán América le queda un año más, pero hay cierta expectación. Sin embargo, estamos hablando de los dos máximos goleadores del equipo en la temporada -17 goles (10 asistencias) Pulisic, 15 goles (5 asistencias) Reijnders- y, a pesar de las dificultades de un equipo sin copa, debe haber algunas piedras angulares de primer nivel de las que partir. A Tare le correspondería entonces, entre los diversos asuntos de los que tendrá que ocuparse, arreglar la situación para que la plantilla no se vea mermada. Trasladar a los jugadores los métodos y directrices del proyecto de renacimiento que la propiedad le ha trasladado a su vez en conversaciones mantenidas en los últimos tiempos.

Sin embargo, se necesitarán palabras claras y conceptos precisos, no el clásico “vale todo”. Harán falta argumentos tan concretos como para inducir a dos de las piezas más valiosas de la plantilla a seguir prefiriendo un equipo sin copas a pretendientes más seductores en este sentido. A menos que, hipótesis nada remota, la oferta por Reijnders convenza al Diavolo de abrirle la puerta de Milanello. Una última reflexión: el fútbol no es un deporte que conozca la palabra “gratitud”, pero hay que reconocerle al Milan el mérito de haber lanzado la carrera de Reijnders a la estratosfera y de haberle dado a Pulisic una nueva y brillante. Tampoco estaría de más una reflexión al respecto.

IGLI TARE Y LA LÍNEA ITALIANA

El Milan vuelve a empezar con Igli Tare. Salvo giro sensacional, el próximo lunes será el día del anuncio oficial del fichaje del técnico albanés por el club rossonero. Giorgio Furlani, a instancias del propietario del pájaro rojo, Gerry Cardinale, ha cerrado el demasiado largo casting para el nombramiento del nuevo director deportivo del club de Via Aldo Rossi. En las últimas 48 horas los contactos entre las partes han sido continuos para empezar a planificar el trabajo a realizar en el mercado.

La horrible temporada que verá el acto final el sábado en San Siro contra el Monza impone una profunda revolución. Varios jugadores serán puestos en el mercado, mientras que en la entrada están previstas varias huelgas italianas. La idea es empezar a formar un núcleo duro en la línea del modelo del Inter. Tare ha respaldado plenamente esta línea y aprovechará su red de contactos establecida en nuestra liga. La búsqueda de los jugadores adecuados para la incorporación empezará pronto en colaboración con Moncada .

Varias ideas se han puesto ya sobre la mesa para ser evaluadas rápidamente: el Milan pretende a Leoni, del Parma, y a Coppola, del Verona, para reforzar un departamento defensivo que verá las salidas seguras de Tomori y Thiaw. La pista de Comuzzo, que recientemente amplió su contrato con el Fiorentina, es mucho más complicada. Para la banda izquierda , Tare apunta a Udogie, del Tottenham, un viejo conocido de su época en el Udinese.

En el centro del campo, además de Ricci, el Milan también está evaluando a Nicolussi Caviglia, protagonista de una excelente temporada con el Venezia , que se lo había arrebatado a la Juventus el verano pasado por 5 millones de euros. En ataque, se necesitará un alter ego para Giménez y los nombres posibles son los de Lucca, del Udinese, y Piccoli, por quien el Cagliari deberá decidir si invierte o no los 12 millones de euros de la opción de compra que tiene con el Atalanta.


La camiseta del Milan 2025/26

Mientras esperamos a saber qué hombres serán titulares del Milan la próxima temporada, ya sabemos con qué camiseta los veremos sobre el terreno de juego. El nuevo uniforme rossonero acaba de ser desvelado en los perfiles sociales del club y hará su debut anticipado en San Siro el sábado por la noche en el último partido de liga contra el Monza. Un uniforme relativamente tradicional, pero con un par de novedades. Las rayas están ahí, todas rectas, todas del mismo ancho (y eso no es un hecho, dadas las tendencias de la ropa de fútbol en los últimos años), pero “El diablo está en los detalles”, como dicen el club y el patrocinador técnico Puma en la campaña de lanzamiento, que se inspira mucho en la imaginería infernal evocada por el fundador del club, Herbert Kilpin.

En efecto, al observarlas más de cerca, las rayas se enriquecen con un motivo tono sobre tono que recuerda uno de los antiguos emblemas, el del diablillo compuesto por tres llamas (que será el protagonista del nuevo uniforme visitante). Apareció por primera vez en las camisetas del Milan en 1979-80 -años en los que más o menos todos los equipos italianos recurrieron a sus mascotas para rediseñar sus emblemas- y permaneció allí durante un total de tres temporadas. El logotipo actual, en cambio, y esta es la otra novedad, destaca en el pecho sin sus colores tradicionales. O mejor dicho, el rojo está ahí, pero acompañado únicamente de blanco, falta el negro.

Una elección que ya ha empezado a hacer ruido en las redes sociales. De hecho, el escudo monocromático (o bicromático, según se mire) se ha visto a menudo en las segundas, terceras y cuartas equipaciones del club en los últimos tiempos, pero nunca en la de casa. Maikel Oettle, director comercial del club, comentó: “La nueva camiseta refleja la herencia del club a través de un diseño que realza nuestra tradición al tiempo que introduce sutiles elementos de innovación. Se inspira en la historia de nuestros colores y símbolos, continuando el viaje estilístico desarrollado con Puma en las últimas temporadas. El resultado es una camiseta que combina tradición e innovación de forma coherente, manteniéndose fiel a nuestras raíces”.

La camiseta está disponible en versión Auténtica y Réplica. La primera, que llevan los jugadores, está confeccionada con el tejido ‘ULTRAWEAVE’ de Puma, diseñado para reducir el peso y la fricción, garantizando un rendimiento de alto nivel. La segunda ofrece el mismo diseño con un ajuste más relajado. Ambas incorporan la tecnología ‘dryCELL’ que promete transpirabilidad y comodidad. Las réplicas de camisetas se fabrican con la iniciativa ‘RE:FIBRE’, que utiliza al menos un 95 por ciento de residuos textiles reciclados y otros materiales de poliéster usados para crear nuevos materiales.


Tare es el inicio pero falta claridad

La primera adquisición de Igli Tare en el Lazio fue Cristian Brocchi, fichado del Milan en 2008. Le llamó y le dijo: ‘Quiero levantar trofeos y necesito que aportes la mentalidad ganadora que te transmitieron allí’. Brocchi aceptó y al final de esa temporada el Lazio ganó la Copa Italia. Ideas claras y ambición desde el primer día: Tare tenía prisa por ganar y, sin duda, su planteamiento no cambiará en Milanello. La elección del albanés para el puesto de director deportivo es el primer paso en la reconstrucción del Milan. Bastante significativo porque derrota la absurda decisión de hace dos años, cuando Paolo Maldini y Ricky Massara fueron echados tras un Scudetto y una semifinal de la Liga de Campeones.

Sin querer demonizar los infames algoritmos, que pueden aportar algunas indicaciones útiles, el modelo de gestión adoptado por el club parecía inadecuado también por la ausencia de hombres de fútbol. Cada materia tiene sus especificidades y no es seguro que un buen gestor sea capaz de desentrañar los rebotes del balón, que por definición no son previsibles y requieren, por tanto, un profundo nivel de conocimiento.

El intento de sortear (o atajar) el problema con las apariciones de Ibrahimovic, ciertamente carismático pero carente de un papel claro que le ayudara a dar forma directiva a lo aprendido en su larga carrera como jugador, fracasó porque la dialéctica sin filtro de Zlatan sólo sirvió para subrayar la gravedad de la situación, pero desde luego no para encontrar soluciones.

Con Tare, el club vuelve a poner la competencia en el centro del proyecto, llevando a Milanello a quienes han demostrado saber navegar en medio de la tormenta: quince años con Lotito son garantía de fiabilidad, como lo son los resultados obtenidos y las numerosas operaciones de mercado concluidas con evidente satisfacción técnica y financiera.

El nuevo entrenador tendrá que racionalizar la plantilla, apostando por las excelentes cesiones (que el Milan no necesita, independientemente de la falta de ingresos en la Liga de Campeones), deshaciéndose de los que no son necesarios e insertando elementos de sustancia. El tremendo desplome de esta temporada se explica por la ausencia de figuras claras y esenciales en el club, pero también sobre el terreno de juego: hacen falta jugadores que conformen el equipo, aquellos que habrían evitado los fatales apagones en la Serie A y en la Liga de Campeones, que habrían dado compacidad en la final de la Copa de Italia.

El primer problema de Tare es el retraso con el que empezará a trabajar: quien empiece en la zaga deberá jugar con antelación y, en cambio, el nuevo proyecto del Milan está aún en estado embrionario. Empezando por la elección del entrenador, que es fundamental porque el elegido tendrá que hacer mucho trabajo: cerrar muchas grietas antes de pintar los colores de sus ideas tácticas. Una temporada como ésta deja una profunda inquietud y una insidiosa obligación de resurgir.

Las semanas sin copas serán preciosas porque permitirán trabajar con calma, pero a la larga resultarán aburridas. El nombre de moda es el de Vincenzo Italiano, que viene de dos ediciones de la Conferencia que acabaron en la final con el Fiorentina y de un digno periplo en la Liga de Campeones con el Bolonia. Sin duda echaría de menos las copas, pero no le importaría la perspectiva de acortar el tiempo necesario para metabolizar la nueva didáctica.

La trayectoria de Italiano, que empezó en la Serie A en el Spezia y siguió subiendo peldaño a peldaño, certifica su madurez, sublimada por la sagacidad con la que gestionó la última fase de la final de la Coppa Italia. La candidatura es fuerte, aunque vale el mismo argumento que para los jugadores: el banquillo de un gran club puede ser muy incómodo. No es casualidad que la primera alternativa, al menos eso parece, sea Massimiliano Allegri, un entrenador que sabe desenvolverse en cualquier situación. Sin embargo, si el identikit de Roberto De Zerbi también aparece en la libreta, significa que el nuevo Milan, en los planes de la empresa, tendrá que proponer un juego más moderno que el de Max.

Aquí, en comparación con el pasado reciente, se necesitan opciones claras: no debe haber más lugar para la confusión. Hace doce meses, el baile entre Lopetegui y Fonseca fue el prólogo adecuado para una temporada desastrosa. Sin duda, Tare marcará una pauta diferente, por lo que es de esperar que la cuestión del entrenador se resuelva en breve. A continuación, habrá que establecer las pautas a seguir en el mercado.

La gestión deberá ser ágil y rápida, la plantilla deberá estar en gran parte completada para la concentración veraniega, al menos para aprovechar la única ventaja derivada de la exclusión del Mundial de clubes: el verano del Inter y de la Juve estará lleno de incógnitas, el de los rossoneri tendrá que ser de trabajo e intensidad para empezar con buen pie el inicio del campeonato. La victoria no es una obligación para nadie. La competitividad, si eres Milán, sí lo es.

VINCENZO ITALIANO NEGOCIA SU RENOVACIÓN CON EL BOLONIA

La sede de Casteldbole fue el escenario de la primera reunión entre Vincenzo Italiano y la directiva del Bolonia para planificar el futuro. El técnico nacido en Karlsruhe, acompañado por sus abogados de confianza Francesco Caliandro y Diego Nappi, abrió claramente las negociaciones para renovar su contrato, que expira en 2026. La primera cumbre fue interlocutoria, pero la dirección parece clara: prorrogar hasta 2027 con un importante ajuste del actual salario de 2,2 millones de euros anuales. La voluntad común es continuar y seguir creciendo juntos tras la victoria de la Copa Italia precisamente ante el Milan que le situó en lo más alto de la lista de candidatos para el post-Sergio Conceicao.

La pista italiana del Milan se complica pero sigue activa, sin embargo, habrá que esperar unos días más para tomar una decisión definitiva. Los rossoneri aún no han mantenido ningún contacto directo con el entrenador del Bolonia, sino únicamente con su agente Fali Ramadani, aprovechando las excelentes relaciones existentes con Geoffrey Moncada. Un eje que los rossoneri pretenden mantener vivo al menos durante las próximas 48 horas antes de dirigirse, eventualmente, hacia otro objetivo.

Max Allegri sigue siendo la otra pista a tener muy en cuenta. De perfil muy diferente al italiano, el técnico de Livorno representaría una ruptura con el pasado reciente. El AC Milan sabe que el Nápoles lleva días presionando constantemente al ex jugador del Juventus, incluida una reunión con el presidente Aurelio De Laurentiis la semana pasada en Roma.

El futuro nombramiento de Igli Tare como nuevo director deportivo parece alejar a Maurizio Sarri del Milan dados los contrastes de la última temporada junto al Lazio, pero el técnico toscano no está del todo descartado y hay que razonarlo día a día. Con Italiano como primera (complicada) opción y Allegri dispuesto a volver al banquillo entre el Nápoles y precisamente el club rossonero.


¿Italiano o Allegri? Pros y contras

Con el nombramiento de Igli Tare como nuevo director deportivo del Milan, comenzará otro importante casting en la zona de Via Aldo Rossi: el del nuevo entrenador. Como se preveía, Sergio Conceiçao no continuará su aventura en el club rossonero. Al parecer, el ex entrenador del Lazio ya tiene un nombre en el punto de mira, el de Vincenzo Italiano .

El técnico rojiazul, flamante vencedor de la Copa Italia contra el Milan, tiene contrato con el Bolonia hasta junio de 2026, una fecha que Saputo, Sartori y Fenucci pretenden prolongar al menos un año más para dar continuidad al proyecto técnico iniciado el año pasado . El camino que lleva a Vincenzo Italiano se prevé, por tanto, cuesta arriba para el Milan, que pese a tener preferencia no pierde de vista otra solución válida, Massimiliano Allegri.

Dos entrenadores tan diferentes como unidos por dos factores importantes: ser italianos y estar en la lista de Igli Tare para la nueva dirección del Milan. Pero, ¿cuál de los dos, con sus respectivos méritos y defectos, puede convenir (de verdad) al Diavolo?

VINCENZO ITALIANO – Le gusta Thiago Motta. Tras sólo una temporada, el técnico germano-italiano podría abandonar el banquillo del Bolonia para sentarse en el del Milan. La pregunta es una: ¿puede Vincenzo Italiano encajar bien en este equipo? Dada su experiencia y los excelentes resultados obtenidos entre Spezia, Fiorentina y Bolonia, el último no hace ni una semana, la respuesta podría ser afirmativa, también porque el bagaje de habilidades y conocimientos, tanto de la Serie A como de las etapas europeas, están ahí.

En todo este discurso, sin embargo, hay un”pero” que hay que analizar en profundidad. Lo que no termina de convencer de Vincenzo Italiano es su filosofía de juego, que no parece adaptarse a las características técnicas de este equipo. En su última experiencia en el Bolonia, sin embargo, el técnico ha demostrado que ha aprendido de sus errores y se ha adaptado a los jugadores que tenía a su disposición, y esto es quizá lo que más impulsaría a Igli Tare a apostar por él.

MASSIMILIANO ALLEGRI – Para el toscano vale la misma pregunta que para Vincenzo Italiano: ¿podría Massimiliano Allegri ser el adecuado para este equipo? Comparado con el entrenador del Bolonia, el ex de la Juventus es uno de esos nombres que podrían apaciguar momentáneamente la plaza, también porque hablamos de un perfil de profundidad que ha sido solicitado varias veces esta temporada por el entorno.

Con él en el banquillo, el Milan recuperaría sin duda la solidez que tanto le ha faltado este año, también porque Massimiliano Allegri es sin duda una garantía y, a diferencia del italiano, no tiene que dejar ningún club, sino que quedaría libre de inmediato. Entre los “contras” está el hecho de que los regresos al banquillo milanista nunca han ido muy bien en el pasado, pero al mismo tiempo Allegri está acostumbrado a experimentar la presión mediática, y no sólo eso.

MAURIZIO SARRI – Como alternativa a Italiano, habría que mantener vivo el nombre de Maurizio Sarri, dispuesto a retomar el rumbo tras su despedida del Lazio en marzo de 2024. El Milan es un destino bienvenido, pero está claro que su llegada también se produciría tras un enfrentamiento clarificador con Tare, con quien ha habido más de un roce en el pasado. Así lo confirmó el propio técnico albanés en unas declaraciones: “Sarri es muy bueno en el campo, pero fuera es difícil crear una relación con él y comunicarse. No es nada nuevo, allá donde ha estado ha tenido este carácter difícil de tratar”.

La decisión de llevarlo hace tres años se debió a que la era Inzaghi, que era la historia del Lazio, estaba llegando a su fin y teníamos que crear un proyecto totalmente impactante y opuesto. Fue una elección mía compartida con Lotito. Nunca he tenido problemas con Sarri, incluso me lo confirmó en una cena que tuve con él al final. Tenemos dos maneras diferentes de ver el fútbol, pero las dos visiones tenían que coincidir por el bien del club’.

La elección debe ser meditada, después de los errores de la temporada pasada el Milan no puede ni quiere cometer errores. Por eso, a día de hoy, ni siquiera Allegri está descartado, en quien piensa el Nápoles en caso de salida de Conte, y el mismo entrenador de Salento (aunque los porcentajes son muy bajos), primera opción de la Juventus si no mantiene a Tudor.

CESC Y MOTTA – Otros nombres en la lista son Cesc Fábregas, del Como, y Thiago Motta, despedido por la Juventus y de momento agente libre. Según Sky Sport es un nombre creíble, pero a día de hoy es sólo una idea. La prioridad es Italiano, de quien el Milan espera una señal fuerte. Una respuesta, dentro o fuera.


Entrevista a Marco Parolo

Marco Parolo conoce bien a Igli Tare. Fue el albanés quien lo compró en 2014 al Parma y lo llevó a la Lazio, donde el centrocampista permaneció hasta 2021. Le preguntamos a la actual voz técnica de Dazn qué tipo de director deportivo va a tener el Milan

¿Qué puede darle Tare al Milan?

“Si el Milan se lo lleva, se asegurará a un profesional que tiene muchas ganas de volver a empezar y de regresar al mundo del fútbol. Será un plus para el club: llegará con mucha energía después de haber estudiado y seguido actualizándose durante estas dos temporadas en las que ha estado parado. Después de trabajar quince años en la Roma, ha ampliado sus horizontes y acumulado experiencia adentrándose en el fútbol europeo”.

¿Cuáles son sus mejores cualidades?

“Carisma, autoridad e ideas claras”.

¿Cómo es Tare en el vestuario?

“Busca el diálogo, quiere entender a los jugadores, conocerlos fuera del campo y meterse en sus cabezas. Es un tipo de palo y zanahoria, pero cuando usa el palo, te lo da con fuerza en los dientes (risas, ed). Y sobre todo tiene el mismo trato con todo el mundo, incluidos los senadores. Recuerdo discusiones incluso con Klose y Luis Alberto cuando hacían algo que no les gustaba”.

¿Recuerdas alguna?

“Despotricar no, pero sabía hacerse oír. Alzaba la voz cuando quería que entendieras a quién representaba o cuando se daba cuenta de actitudes que había que corregir”.

¿También se enfadó contigo?

“Por supuesto. Cuando yo tenía un bajón, él sabía tocarme las cuerdas adecuadas y volver a ponerme en marcha. Había una relación de respeto mutuo y juntos buscábamos siempre la manera de mejorar el equipo, pero cuando tenía que decirme algo, me lo decía”.

¿Cómo trabaja con el entrenador?

“Constantemente hace sentir su presencia y mantiene un diálogo continuo con él. Siempre está ahí para ver el entrenamiento y los suyos son dos ojos más, útiles para entender el momento que atraviesan los individuos. Cuando llegabas a Formello él estaba allí y cuando te ibas, siempre estaba allí”.

En el Lazio, Tare se ha hecho famoso por sus tiros al mercado

“Tuvo muchas intuiciones importantes: jugadores poco pagados y valorados a lo largo de los años. Apostó por Luis Alberto, que tuvo problemas para asentarse en la primera temporada y quería irse en enero. Le convenció para que se quedara y unos meses después explotó. Milinkovic se lo arrebató a la Fiorentina y se convirtió en su ‘ahijado’. A Tare le gustan los jugadores que tienen físico, fuerza y calidad”.

¿Cómo llega Tare primero al talento desconocido?

“Ve muchos vídeos y sigue todas las ligas, sin dejarse nada. En la Lazio antes y durante las sesiones de mercado se encerraba todos los días en una habitación con un analista de partidos para valorar las características de los posibles fichajes. Una vez, antes de llevármelo, me enseñó un vídeo de Caicedo explicándome cómo le veía en el Lazio”.

Hacer negocios en el Milan sin las copas de Europa no será fácil

“Tendrá que cambiar de perspectiva, porque en un club de élite hay que tratar con ojeadores para encontrar el perfil adecuado. Le gusta confiar en su intuición, en su ‘ojo’, pero también están los metadatos”.

¿Cuál es el mayor reto al que se enfrenta?

“Tendrá que construir una buena relación con los jugadores y ganarse su estima. En el Lazio ganó algunos trofeos, pero su palmarés no está lleno de scudettos. Dicho esto, lo tiene todo para hacerse querer por los dirigentes del vestuario rossonero, como ya hizo en el Lazio”.

¿Qué hará con Theo y Leao?

“Sin duda mantendrá conversaciones con ellos y lo aclarará. Para él la prioridad siempre es el club: si un jugador intenta ponerse por encima de todos, es difícil que esté de acuerdo con Tare y se quede. Si le conozco bien, ya habrá tomado una decisión sobre qué jugadores llevarse y a cuáles renunciar: conoce el fútbol. El Milan también…”.

MILAN-MONZA: HABRÁ CONTESTACIONES DE LOS ULTRAS

Será la última jornada del campeonato bajo la bandera de la protesta en el Milan. Los malos resultados obtenidos por los rossoneri a lo largo de esta temporada, unidos al clima general de protesta contra la actuación del club y de los directivos, llevarán a los aficionados organizados a movilizarse en las horas previas al partido contra el Monza en San Siro, previsto para las 20:45 del sábado 24 de mayo. Las iniciativas que animarán la tarde y la noche que coinciden con el último compromiso oficial de Leao y sus compañeros tomarán forma tanto cerca de la sede del club como, más tarde, en el estadio.

En un primer comunicado publicado ayer, la Curva Sud del Milan hizo un llamamiento a los aficionados para que se hicieran oír: “Para todos los aficionados milanistas que se preocupan por el futuro de nuestro equipo milanista: reunión a las 17:00 horas del sábado por la tarde antes del Milan-Monza en la plaza de la Casa Milan. Necesitamos la máxima participación de todo el pueblo rossonero”.

Lo que ocurrirá frente a la sede rossonera será el prólogo -como ha hecho saber más tarde la Curva Sud- de otro acto de protesta, que, sin embargo, tendrá lugar dentro del estadio de SanSiro: “Desde Casa Milan nos trasladaremos todos al estadio, donde entraremos durante el primer cuarto de hora, haciendo oír nuestras razones también dentro de San Siro, para después abandonarles, dejándoles a solas con su vergüenza. Con el civismo y la corrección que siempre nos han distinguido, y respetando el pensamiento de todos, será fundamental una presencia masiva en ambos actos del sábado, ¡para enviar un mensaje claro e inequívoco de todo el pueblo rossonero!”

El Milan-Monza promete ser un ambiente especialmente caldeado, a pesar de que la directiva rossonera trabaja en estos momentos para definir el nombramiento del nuevo director deportivo , Igli Tare, y pronto iniciará la búsqueda del entrenador que sustituirá a Sergio Conceiçao. Con la Curva destinada a abandonar las gradas 15 minutos después del pitido inicial, existe una gran curiosidad sobre cuál será el comportamiento del resto de aficionados, que durante la temporada no han dejado de participar en los momentos en los que la protesta se ha dirigido principalmente a la figura del propietario Gerry Cardinale.


Igli Tare y Vincenzo Italiano para el Milan

El nuevo Milan toma forma: parecerá un club más “italiano”, más experimentado en la dinámica de la Serie A, más acostumbrado a los títulos y a las medallas con cordones tricolores. La Supercopa de Italia (de Arabia) no basta para salvar la última temporada: el club necesita recuperar la certidumbre, apoyándose en quienes conocen el camino del éxito. Igli Tare lo recorrió como entrenador en sus quince temporadas en el Lazio, Vincenzo Italiano lo ha descubierto por fin, Max Allegri conoce perfectamente la dirección.

Paso a paso. Será el nuevo director deportivo quien muestre el camino: la negociación por Igli Tare ha llegado a su destino. Ha seguido un camino muy largo: partió de Londres, donde el ex diesse del Lazio se reunió con Ibrahimovic y Cardinale a principios de marzo. A mediados de abril pasó por Roma, lugar del encuentro entre Tare y el director general rossonero Furlani. Más semanas de reflexión y ahora el apretón final que llevará al ejecutivo a Milán.

Tare prefirió la dirección de la Casa de Milán a otras pistas árabes: el Al Nassr, equipo de Ronaldo y Pioli, querría ofrecerle un suculento contrato, al igual que otro club de la Liga saudí. Ahora sólo se espera el anuncio del acuerdo con los rossoneri: un acuerdo por tres años. Un contrato así implica la voluntad de planificar juntos un nuevo rumbo. El propio Milan había intentado moverse en otras direcciones: primero hacia Fabio Paratici, luego buscando a ds D’Amico, del Atalanta, y finalmente a Lee Congerton, ex nerazzurro del Atalanta ahora en el Ah-Ahli. Ahora estamos en el acuerdo definitivo: trato cerrado y anuncio previsto inmediatamente después del final del campeonato.

En una semana, el Milan tendrá una nueva estructura. Se ha valorado la capacidad de Tare como cazatalentos, una cualidad que el Milan estadounidense aprecia especialmente: la estrategia es la habitual, comprar posibles jugadores para desarrollarlos en el club rossonero. En el Roma, Tare trabajó junto al presidente Lotito: en las conversaciones con Furlani reivindicó su autonomía en la toma de decisiones en el ámbito técnico, pero sigue siendo un ejecutivo acostumbrado a la confrontación.

Como se ha dicho, conoce la dinámica del A -fue entrenador del Lazio durante 15 años-, está acostumbrado a construir equipos de Liga de Campeones y, detalle no menor, ha ganado: en la biancoceleste tres Copas de Italia y otras tantas Supercopas de Italia. Tendrá que llenar el vacío de los últimos años, cuando el Milan carecía de un director deportivo que fuera una referencia estable para agentes y jugadores. Además, Tare tendrá una presencia casi permanente en Milanello. Primero, sin embargo, el mercado: de lo que necesita el equipo se dio cuenta él mismo el pasado miércoles, cuando fue espectador en el Olímpico de la final de la Copa Italia perdida ante el Bolonia.

La ocasión en la que todo el Milan también vio a un prometedor entrenador ganar el primer título de su carrera: Vincenzo Italiano, el técnico rojiazul, ya figuraba entre los observadores especiales que se sentaron en el banquillo de San Siro. Le faltaba un requisito clave: no había levantado ningún trofeo antes. Desde hace una semana, se le puede llamar ganador y, más aún, plenamente metido en la carrera por ser el nuevo entrenador rossonero. La Copa ha sido un acelerón que le ha llevado incluso a la pole position. El club siempre ha transmitido un identikit específico, refiriéndose a un nuevo entrenador “italiano”.

Sin especificar que la pista no se refería a la nacionalidad, sino al apellido… A Vincenzo Italiano le gusta la propuesta de fútbol moderno y ofensivo. Es un entrenador emergente, acorde con la necesidad de relanzamiento del club. Ciertamente, tiene menos experiencia que Massimiliano Allegri, otro candidato destacado, que cuenta en su palmarés con seis títulos de liga, tres Supercopas de Italia y cinco Copas de Italia: una garantía de éxito con costes y estilo de juego diferentes. A día de hoy, la ambición del italiano tiene ventaja sobre la experiencia de Max, ya rossonero desde 2010 hasta enero de 2014, antes de su doble experiencia en la Juventus. La elección del entrenador tardará unos días más, pero el futuro rossonero ya ha comenzado.

LA POSIBLE LISTA DE IGLI TARE

Sabe que le espera una misión complicada, pero Igli Tare tiene las ideas claras sobre el Milan del presente y del futuro. Así lo entendió claramente el director general Giorgio Furlani, que mantuvo un par de reuniones con él en la capital (la segunda duró cinco horas) y que desde entonces nunca ha roto relaciones con el técnico albanés. La idea que ambos comparten es construir un Diavolo más italiano en el banquillo y en el vestuario. Necesitamos un grupo más… azul o formado por elementos que conozcan bien la Serie A por experiencia pasada y presente. Gente con físico, explosividad y ‘hambre’. Mejor si no con los años.

Mucho dependerá también de las salidas, pero si Theo Hernández abandona Milanello, un nombre a seguir para el carril zurdo es el de Destiny Udogie, lateral del Tottenham y jugador de la selección nacional. Tare ya pensó en él cuando estaba en el Lazio, pero los Spurs tenían mayor poder económico. Ahora, el ex-Udinese volverá a ser un objetivo sensato para Igli. En la banda opuesta, pero para jugar unos metros más adelantado, ojo con Dan Ndoye, autor de una supertemporada con el Bolonia, al que dio la Copa Italia precisamente en la final contra el Diavolo. Ni que decir tiene que, con Italiano en el banquillo rossonero, el suizo sería una inyección muy bienvenida. Lo mismo cabe decir de Jens Odgaard, el centrocampista ofensivo del Bolonia. Los tres comparten el fútbol de alta intensidad que tanto gusta a Tare y también al entrenador del Karlsruhe.

Para la defensa, que el Diavolo tendrá que reconstruir ya que Tomori y Thiaw tienen las maletas en la mano, el jugador favorito de Tare es Mario Gila: él fue quien lo trajo al Lazio y si tiene la oportunidad de tenerlo en el Milan, seguro que no le decepcionará. Hablando de (ex)Lazio, ojo con Luiz Felipe, de vuelta en Europa a partir de enero tras su experiencia en el Al-Ittihad: jugó poco en el Marsella y si Tare le llama… Pietro Comuzzo, recién renovado con la Fiorentina y también en el punto de mira de la Juve (tras el asalto invernal fallido del Nápoles), Giovanni Leoni, del Parma, y Diego Coppola, del Hellas Verona. Los tres últimos serían inversiones de presente y futuro.

En ataque, el físico del delantero centro del Udinese podría ser una idea para el albanés, que quizás incluso se vea un poco en el número 17 del Juventus en cuanto a características físicas y técnicas. El Milan no cuenta con un delantero así, sobre todo porque el intercambio entre Abraham y Saelemaekers con el Roma está actualmente congelado. De cara al futuro, el Milan también ha perseguido al exterior Chiesa, que podría ser una oportunidad, un talento al que relanzar tras temporadas como no titular en la Juve y el Liverpool: Tare ha hecho varias operaciones así en su carrera. Quién sabe, quizá añada otra a su palmarés.

Está claro que si el técnico albanés pudiera elegir un jugador para llevar a Milanello, sería Sergej Milinkovic-Savic, a quien descubrió en el Genk y llevó al Lazio. Arrebatárselo al Al-Hilal, que le pagó 40 millones y le paga 20 por temporada, parece fútbol de fantasía. Nunca digas nunca, pero de momento parece más probable que la búsqueda se centre en un centrocampista de estas características.


Igli Tare cada vez más cerca

Igli Tare ha hecho un gran paso adelante en la carrera del director deportivo del Milán. Contactos, nunca roto, se reflejan en estas horas: hubo una llamada de teléfono, y hay un compromiso de sentir pronto. ¿Para cerrar? Sí, se puede. Todavía existe la firma, pero, si todo va según lo previsto, habrá recogida por la mano, y se comenzará la construcción de la 2025-26. No hay tiempo que perder.

La opción Tare siempre ha estado sobre la mesa del director general Giorgio Furlani y antes del dúo Ibrahimovic-Cardinale: el ex director deportivo del Lazio se reunió con Ibra y Cardinale en febrero, Furlani el 15 de abril. Evidentemente, cayó bien a todos. Desde entonces, ha habido un largo periodo de reflexión en el que Tare nunca ha salido de la lista de los mejores candidatos para un papel tan delicado. No ha faltado competencia.

Fabio Paratici estuvo a punto de cerrar el acuerdo a principios de abril, pero cuestiones legales anularon una negociación muy avanzada. Tare, ya entonces, era la alternativa natural, el único director deportivo con gran experiencia en Italia -15 años con Lotito en el Lazio- y la costumbre de construir equipos para la Champions y la Europa League. El Milan no jugará en Europa el año que viene, pero es obvio que es la única dimensión a la que pertenece.

Y ahora, ¿qué pasa? En los próximos días se sabrá si se alcanza el apretón de manos, como ahora es muy probable. Dentro de una semana lo sabremos. Para el Milan sería sin duda importante contar con un director deportivo que, aparte de las elecciones pasadas -¿las mejores? Sergej Milinkovic Savic, Luis Alberto, Miro Klose en parámetro cero- esté acostumbrado a tratar con grandes clubes y pueda convertirse en una referencia para el equipo. Esto, más que otra cosa, ha faltado en los últimos 12 meses: una persona en Milanello que gestione el día a día, vele por el cumplimiento de las normas decididas por el club y se convierta en un hombre de confianza para los jugadores.

Tare, si el acuerdo se hace realidad, tiene por delante un trabajo complejo: reconstruir el Milan y dar compacidad a un vestuario que en el último año ha rendido muy por debajo de sus posibilidades. Tare estuvo en la grada en la final de la Coppa Italia y vio a un Milan que pierde sin luchar, que no exalta a sus campeones, que no logra ser un equipo ni táctica ni moralmente. Todo esto tendrá que cambiar y todo apunta a que el Milan quiere hacerlo con la colaboración de Giorgio Furlani, Igli Tare, Geoffrey Moncada y Zlatan Ibrahimovic.

Las decisiones que hay que tomar son muchas y, en parte, urgentes. El Manchester City está claramente al ataque por Tijjani Reijnders: es probable que pronto se decida si se dice sí a una oferta muy importante, digamos no muy lejos de los 70 millones. Theo Hernández y Mike Maignan tienen contrato hasta dentro de un año y el Milan, con ellos, está en una encrucijada: la lógica dice que hay que renovar -con Maignan ya había un acuerdo sustancialmente definido pero nunca cerrado- o vender.

Y de nuevo la situación del delantero titular (¿puede serlo Giménez o hay que volver al mercado?), la doble cesión Saelemaekers-Abraham y, sobre todo, la elección del entrenador, que será inevitablemente el siguiente gran tema sobre la mesa. Primero, sin embargo, los últimos pasos para la elección del director deportivo. Tare, que ha sido muy paciente en este asunto, está listo.

Tare es ese entrenador que ha traído al Lazio a algunos de los mejores jugadores de los últimos años: de Milinkovic Savic, soplado desde el Fiorentina por menos de 10 millones de euros y revendido por 40 en Arabia Saudí; Luis Alberto fue arrebatado por no más de 5 millones de euros al Deportivo de La Coruña y se ha convertido en un jugador clave en el equipo de Simone Inzaghi; y también Miroslav Klose, una intuición de la SD que lo trajo a la capital por cero tras el final de su contrato en el Bayern de Múnich. Pero quizá el golpe de efecto más importante sea haber traído a Roma a Ciro Immobile, que buscaba redención tras sus experiencias en el extranjero entre el Dortmund y el Sevilla.

CUANTO DINERO PIERDE EL MILAN SIN EUROPA

La desastrosa temporada del Milan terminó de la peor manera posible, es decir, sin que los rossoneri se clasificaran para una competición europea. Un desaire nada indiferente para el Diavolo, cuya historia siempre ha estado ligada a Europa y, en particular, a la Liga de Campeones, a menudo definida como “la casa del Milan”. El año que viene, sin embargo, no será así, como tampoco lo serán la Europa League y la Conference League, porque el equipo milanés ni siquiera participará en estas competiciones.

Además de desde el punto de vista deportivo, no participar en ninguna Copa de Europa es también una grave pérdida desde el punto de vista económico. Pero, ¿cuánto pierde el Milan sin Europa? El portal Calcio e Finanza (haga clic aquí para leer el artículo completo) analiza detalladamente cuántos ingresos dejarán de entrar en las arcas de la vía Aldo Rossi por las tres competiciones europeas.

Evidentemente, se trata de la competición más rica y, por tanto, hablamos de la cifra más elevada de las tres. Esta temporada, la máxima competición europea de clubes ha ingresado algo menos de 60 millones de euros, a los que se añaden entre 19 y 20 millones de ingresos netos por los cinco partidos en casa entre rondas y playoffs. Por tanto, la próxima temporada deberían faltar unos 80 millones de euros (sin contar las primas por resultados, clasificación histórica y market pool).

El año que viene, sin embargo, el Milan no sólo estará fuera de la Liga de Campeones, sino también de Europa y de la Conference League. Evidentemente, se trata de competiciones “menores” y, en consecuencia, de menores pérdidas, pero no dejan de ser ingresos que habrían venido bien al Diavolo.

Acceder a la Europa League habría supuesto una dote de al menos 13 millones de euros para empezar, a los que se podrían añadir los cuatro partidos en casa de la ronda, y con la posibilidad de avanzar en la competición (llegar a la final podría valer hasta 35 millones de euros, a los que se podría añadir la prima por ganar y clasificarse para la Supercopa de Europa). En cuanto a la Conference League, según estimaciones de Calcio e Finanza, el Chelsea, finalista, recaudó más de 20 millones de euros, a los que habría que añadir los ingresos por los partidos en casa de la vuelta (tres y no cuatro).