
¿Quién se salvó en la temporada de pesadilla del Milan? Si la pregunta fuera dirigida a los aficionados rossoneri, los dos primeros nombres serían probablemente Christian Pulisic y Tijjani Reijnders. Todo es cuestión de números: el Capitán América y Tiji son los dos máximos goleadores de los rossoneri en 2024/25, con 17 y 15 goles respectivamente en todas las competiciones. El fútbol no es solo cuestión de números, pero los de ambos no han pasado desapercibidos en toda Europa.
No en vano, el Milan había trabajado para la renovación de ambos en tiempos insospechados, también para colocarse en una posición de fuerza en caso de asaltos en el mercado. E incluso ahora que el campo ha certificado la no participación de los rossoneri en las copas internacionales en 2025/26 -y en consecuencia mantener a las joyas de la casa será necesariamente un poco más complicado-, los rossoneri siguen planificando el futuro a partir de su pareja estrella.
Reijnders ya ha firmado su nuevo contrato hasta 2030, mientras que para Pulisic, que el sábado alcanzará los 100 partidos con los rossoneri si juega, aún estamos en negociaciones. Los contactos con el entorno del estadounidense son frecuentes: en los últimos meses se preparó un borrador de acuerdo para una ampliación hasta 2029 (el contrato actual expira en 2027, con opción a favor del club por un año más), pero aún no se ha concretado, a pesar de la propuesta de aumentar su salario de 4 a 5 millones netos anuales.
Sin embargo, no hay dudas sobre el final de la historia: el ex-Chelsea está a gusto en Milán y la directiva milanista lo estima por su comportamiento dentro y fuera del campo. Por eso, la intención de Via Aldo Rossi es relanzar en las próximas semanas con una propuesta de prórroga hasta 2030, en línea con lo hecho para Reijnders.
El holandés, no es ningún misterio, es cortejado por el Manchester City y, en concreto, por Pep Guardiola, que lo ha colocado entre los primeros nombres de la lista de posibles refuerzos para la nueva temporada. En el cuartel general rossonero, sin embargo, no han recibido ninguna oferta oficial por el momento. ¿Llegará en breve? Posiblemente, pero es poco probable que se acerque a los 70 millones de euros mínimos exigidos para sentarse a la mesa.
Como se ha dicho, Tijjani ha renovado recientemente hasta 2030, le encanta el Milan y la supertemporada ha triplicado al menos su tasación (el Az Alkmaar le pagó 20 millones en 2023). Por eso ahora no se habla de su venta. El récord de ventas de un jugador rossonero pertenece actualmente a Ricky Kaká, que en el verano de 2009 puso rumbo a Madrid -al Real Madrid- por 67 millones. Hace dos veranos, en cambio, Tonali se marchó al Newcastle por 59 millones más primas.
Los casos más espinosos, limitándonos a los grandes nombres de la plantilla, conciernen a dos franceses, Maignan y Hernández, ambos con vencimiento en 2026. El guardameta había llegado a un acuerdo para una ampliación con aumento salarial, pero los vaivenes de los últimos meses convencieron a la dirección rossonera para echar el freno antes de ratificarlo todo. A Magic Mike no le ha gustado especialmente y, mientras glosa el tema en público, espera al final de la temporada para relacionarse con la otra parte. ¿Cómo acabará? Es difícil saberlo ahora.
La situación de Theo es puramente compleja: una renovación ahora sólo sería posible por el extremo inferior de su actual salario de 4,5 millones. ¿Y si Hernández no acepta? Hay dos caminos: traspasarlo en verano -pero de momento no hay ofertas reales- o quedarse ‘a lo Calabria’. Es decir, sin la titularidad garantizada (o mejor dicho…), y luego decir adiós a cero. Tampoco han llegado ofertas reales por Rafa Leao, pero tiene un contrato más largo, hasta 2028. Y hablando de plazos, el Milan ha llegado a un acuerdo para la ampliación de los jóvenes Torriani y Bartesaghi hasta 2030.

MILAN-BARI EN AGOSTO (COPA ITALIA)
De perder la final de la Copa Italia a volver al 9º puesto con un agravante, el 8º puesto del Bolonia. De hecho, el Milan, a falta de una jornada para el final de la Serie A, se encuentra en una situación aún más complicada de lo que la gente piensa y cuenta. No sólo no se ha clasificado para la Europa League ni para la Conference League, algo que no ocurría desde hace nueve años, sino que la posibilidad de jugar los 32avos de final de la Coppa Italia es casi segura. La fase previa se disputará en agosto y, según el reglamento, los rossoneri jugarán en San Siro contra el Bari.
Según el reglamento, quien acabe 9º en la clasificación jugará la ronda preliminar, pero en este caso concreto, el Milan seguiría jugando en caso de acabar 8º, ya que el Bolonia, como ganador de la competición, se saltaría automáticamente esta posibilidad. Las posibilidades de no jugar en agosto son escasas y los rossoneri no sólo tienen que ganar al Monza en su último partido en San Siro, sino también esperar que Bolonia y Fiorentina pierdan sus respectivos encuentros.
El cuadro de la Copa Italia, de hecho, estipula que el noveno clasificado de la Serie A se enfrentará al noveno de la Serie B. Así pues, dado que el campeonato de la Serie B ha concluido, el equipo en cuestión sería el Bari. El ganador de este partido se enfrentará entonces al que pase entre el 17º de la Serie A y la Juve Stabia.
El último enfrentamiento con el Bari se remonta al 13 de marzo de 2011 y supuso el empate a uno de los rossoneri entrenados por Max Allegri, con goles de Rudolf para los de Galletti y Cassano, inaugurando uno de los momentos más difíciles de una temporada que más tarde vería a los rossoneri ganar el 18º Scudetto de su historia.