Theo y Leao podrían irse en verano

La temporada de Theo y Leao puede empezar de nuevo: en agosto, el técnico portugués – Fonseca – los envió al banquillo por sanción en el partido contra el Lazio. El sábado, en Lecce, Conceiçao decidirá su suerte, y es probable que vuelva a optar por colocar a los dos entre los reservas. Jugar fuera podría ser una suerte, aunque fuera de casa el Milan ha sumado 17 puntos, siete menos que los 24 que ha conseguido en casa: un viaje útil para alejarse de la tensión o, para algunos en particular, para evitar los silbidos y las quejas de San Siro.

Los blancos son Theo y Leao, los más talentosos del equipo: antes arrastradores, hoy (esto vale para Hernández, mucho menos para Rafa) lastres. Con su zurda, el Milan era capaz de adelantar por la izquierda, mientras que hoy son superados por sus rivales: por el lado de Theo especialmente, son los otros los que se cuelan a toda velocidad. Incluso el gol de la primera ventaja del Lazio vino de una débil cobertura del francés, mientras que Leao, en la dirección contraria, fue incapaz de incidir: los habituales centros imprecisos y serpenteos en el área sin salida.

Leao fue “escuchado” en el partido, o más bien sólo en una parte del estadio: la tomó con unos aficionados sentados en el primer anillo naranja. Mientras el partido continuaba, se le pudo ver discutiendo con el público. Críticas de una parte de los espectadores que Rafa se dio cuenta que no eran las únicas, tanto que el habitual Leao se desahogó en las redes sociales. En una historia de Instagram colgó una foto de grupo acompañada de este mensaje: ‘Desgraciadamente somos nosotros contra todo y contra todos. Vamos a trabajar para volver a conseguir resultados positivos y que el grupo siga más unido que nunca!”

Mensaje concluido con dos corazones, uno rojo y otro negro: en cualquier caso una postura en tiempos difíciles. No es la primera vez que Rafa y San Siro se encuentran en una fase problemática de la relación: en otras ocasiones volvió la serenidad, esta vez será más difícil. Es todo el Milan el que está revuelto, y Leao está implicado como el jugador de más calidad del equipo: de él se esperaría ese vuelco que nunca ha conseguido dar durante la temporada.

No le han faltado goles y asistencias, pero sí continuidad: hoy la afición espera que lleve al equipo de la mano, pero a Rafa le cuesta cogerlo. Además, existe la idea de que la brecha actual puede, en lugar de reducirse, ampliarse: ocurrirá si al final de la temporada Leao y el Milan deciden separar sus caminos.

Es una posibilidad, aunque de momento faltan opciones alternativas concretas. Básicamente, no hay ofertas. La única, y que el jugador podría considerar, es la de los árabes del Al-Nassr. En las próximas semanas, Rafa tendrá no sólo que causar impacto, sino también demostrar apego al club -el que exhibe en las redes sociales- para que la afición local vuelva a ser paciente y generosa. Al menos hasta final de temporada.

La desavenencia con Theo, en cambio, no tiene arreglo, ni siquiera a tiempo. Hace dos días se produjo el desgarro definitivo: el jugador se acerca a rematar un saque de esquina y es abrumado por los abucheos. El público de San Siro ya no tolera distracciones en el campo, y sobre todo esa sensación de que Hernández en vez de empujar juega con el freno de mano echado.

Traerlo de vuelta a su estadio no será fácil: Theo ha dado tanto, ha construido un récord de goles en A (30) y ahora corre el riesgo de deshacerlo todo con una temporada miserable. No tendrá atractivo: su contrato, que expira en 2026, no será renovado. Se buscará comprador en verano para evitar su salida gratuita.


¿De qué sirvió traer a Joao Félix?

Dicho así, queriendo exprimir el jugo en unas gotas: en el contexto de un equipo que funciona, él sería el valor añadido. El jugador que hace cosquillas al paladar y ofrece espectáculo. En teoría, un perfil perfecto para el aficionado rossonero. Sin embargo, en el contexto del agujero negro del que ha sido succionado el Milan, simplemente no tiene las herramientas para marcar la diferencia. Joao Félix aterrizó en Milanello hace un mes -fue el 4 de febrero- y es todo menos lo que parecía.

La ilusión de aquel partido de Copa Italia entre el Milan y el Roma -goles con garra, intercambios valiosos con los compañeros- había ilusionado a todo el mundo con el inicio de una nueva temporada rossonera sobre las cenizas de las penurias vividas hasta ese momento. De hecho, sería poco generoso cargar sobre sus hombros más responsabilidad de la legítima, ya que Joao se encontró en un entorno consumido por todo tipo de problemas. Al mismo tiempo, sin embargo, es normal esperar una mayor contribución de jugadores con los pies más afinados.

Sin embargo, es esencial salir enseguida del malentendido: no se puede catalogar a Joao Félix bajo el epígrafe de fracaso, por la sencilla razón de que no llegó al Milan vestido de estrella. Sino como un talento en busca del mejor escenario en el que encontrarse a sí mismo y recuperar su enorme potencial. Por otra parte, si Félix fuera un fenómeno, en la primera parte de la temporada habría frecuentado más el campo que el banquillo, y el Chelsea no le habría dejado marchar a mitad de curso. En resumen, tenía que darse la situación adecuada para que se encendiera, pero no fue así.

El problema es que no hablamos de discontinuidad, sino de un eclipse que ha durado seis partidos. Fuegos artificiales con la Roma en la Coppa Italia, más que bien en la liga en el Empoli, y luego una salida abrupta con calificaciones cada vez más bajas en el boletín de notas. Hasta la exclusión del once con el Lazio tras seis titularidades seguidas. Una entrada “ruidosa”, porque Conceiçao decidió insertarle cuando sólo habían transcurrido 37 minutos de partido, en lugar de Musah, que había metido mucho la pata hasta entonces.

Una sustitución proclamada, como diciendo: fuera las piernas, dentro la técnica. Ahí, ese pie pulido volvió a verse poco. Sólo un par de tacos. Uno en la primera parte, en el tráfico biancoceleste, con un disparo escorado. Y otra en la segunda parte, cuando se giró muy bien en el área y remató con potencia por encima del travesaño. Eso es todo lo que queda en las notas y el boletín de calificaciones lo certifica: “Lo intenta a menudo sin dejar huella, más humo que sustancia”.

Valoración: 5,5. Joao es uno de los problemas de los rossoneri porque es absolutamente fundamental en las opciones de Conceiçao, pero su aportación no es proporcional a su confianza. Además, como señalan muchos aficionados, el uso del número 79 en el centro de los tres cuartos obliga a Reijnders a desplazarse al centro del campo. De hecho, en un mediocampo de dos hombres, no es precisamente su aptitud más evidente.

Joao había llegado en las últimas vueltas del mercado de invierno como una especie de regalo extra para el entrenador. En enero, de hecho, todas las atenciones del club se centraron en el delantero centro. Cuando se cerró la operación Giménez, en los últimos días disponibles el Diavolo intentó un asalto al portugués, logrando convencer al Chelsea para que lo vendiera en calidad de cedido a secas. Una apuesta interesante, pero que no está resultando. El billete de avión de Joao de Londres a Milán no será de ida.


¿Fabregas podría funcionar en el Milan?

Cesc Fábregas en el Milan tiene el encanto de un paseo espacial: un experimento ambicioso, sin garantías de éxito, pero fascinante. ¿Podrá convertirse en entrenador del Milan? El club piensa ahora en otras cosas -la crisis en el campo, el equilibrio en el club y, sobre todo, el nombramiento del director deportivo-, pero el rumor volverá.

Fábregas ha entrenado en la Serie A durante menos de una temporada y nadie puede saber cómo sería para él en un gran club, pero está claro que es una de las voces más interesantes de la Serie A contemporánea. El Como juega un fútbol valiente, a menudo entretenido, puede que no sea cínico, pero es joven y cambia a la velocidad a la que los jóvenes se adaptan al mundo: empezó con Cutrone y Belotti, un doble delantero centro, y seis meses después juega sin delantero, con Nico Paz de falso nueve.

Fábregas habló en rueda de prensa de las tres cualidades que busca en un equipo: “Calidad, personalidad y coraje”. Interesante elección. Incluso después de la victoria contra el Nápoles, hasta ahora la tapadera de la temporada del Como, dijo: “Hacen falta humildad y coraje”. Y también demostró humildad, invitando a Stefano Pioli a cenar para hablar de fútbol.

Fábregas es partidario del conocimiento compartido, de hacer circular la información: puede llamar a De Zerbi o a Italiano para hablar de periodizzos y, a quienes le piden asistir a sus entrenamientos, les abre las puertas del centro de formación. Humildad y coraje son también palabras clave para el jefe de la familia de entrenadores milanistas, que es, por supuesto, Arrigo Sacchi.

Un entrenador fichado a los 41 años (Fábregas tiene 37), procedente de un club de provincias (Parma como Como), elegido por sus ambiciosas ideas ofensivas. El paralelismo, si alguna vez se hunde el AC Milan, volverá, porque entre Cesc y Arrigo sólo hay un grado de separación, que por supuesto es Guardiola. Alumno de Sacchi, maestro de Fábregas.

Fábregas es directo con los jugadores y su Como juega 4-3-3, con principios de fútbol posicional, alta agresividad y cero miedo a los grandes. Éste es quizá el aspecto más interesante. El Como ganó en Bérgamo, con la Roma y con el Nápoles, iba ganando 1-0 al Atalanta en el partido de vuelta, 1-0 al Milan, 2-0 al Bolonia, a falta de dos minutos para el final iba ganando 1-1 a la Juventus.

El hecho de que no haya ganado ninguno de estos cuatro partidos indica que el camino es obviamente largo, pero el trabajo se nota y la clasificación tras las victorias en los dos últimos partidos es serena: decimotercer puesto +7 sobre la zona de descenso. Las estadísticas, que pueden mentir un poco pero no cuentan una realidad paralela, dicen que ocupa el octavo lugar de la Serie A en pases hacia delante, el 14º en ocasiones creadas y el noveno en toques en el área contraria.

La gran cuestión, por supuesto, es el momento, las opciones profesionales. ¿Tiene Fábregas suficiente experiencia para entrenar con la presión que rodea al Milan? ¿Ha llegado ya el momento de dar el salto mortal de Como a Milán? Cesc empezó a entrenar a adultos en noviembre de 2023: menos de año y medio. A cambio, ha jugado 15 años entre Arsenal, Barcelona y Chelsea, ha ganado un Mundial y dos Eurocopas, un Mundial de Clubes, la Premier (dos veces) y la Liga, la Fa Cup y otras platas menores.

Ha estado en el vestuario con tantos grandes, ha presenciado lecciones de Wenger, Guardiola, Hiddink, Conte, Sarri, Del Bosque, Aragonés. Por aquello de compartir conocimientos, ha aprendido de los mejores, o de algunos de los mejores. Lo más importante es la pasión”, dijo hace poco. En el Como he encontrado el ambiente ideal para perseguir con constancia mi idea del fútbol’. Y hace unos días: ‘He firmado un contrato de cuatro años con el Como y quiero terminar un proyecto’. Respondía a una pregunta sobre la Roma, pero, mientras no se demuestre lo contrario, también vale para el Milan.

VENTA DE ENTRADAS DE LA COPA DE ITALIA

Tras vencer al Sassuolo en octavos de final y a la Roma en cuartos, al Milan se le han abierto las puertas de las semifinales de la Copa de Italia: el Inter será el rival de los rossoneri. El partido de ida se disputará en casa del Milan el miércoles 2 de abril a las 21:00 horas.

Las entradas para el Milan-Inter están disponibles en línea en booking.acmilan.com, en las taquillas de Casa Milan, en la Flagship Store de Via Dante y en los circuitos Vivaticket:

Fase de abono: desde las 12.00 horas del martes 4 de marzo hasta las 23.59 horas del jueves 6 de marzo, cada abonado puede adquirir hasta cuatro entradas, con una lista de precios específica.

Fase Milan Club: desde las 12.00 horas del miércoles 5 de marzo hasta las 23.59 horas del jueves 6 de marzo, los titulares de la tarjeta CRN solicitada a través de la AIMC podrán adquirir hasta 4 entradas, beneficiándose de una lista de precios específica. Todas las entradas deberán estar a nombre de los titulares de la tarjeta CRN solicitada a través de la AIMC.

Fase CRN Card: desde las 12.00 horas del viernes 7 de marzo hasta las 23.59 horas del domingo 9 de marzo, cada titular de una tarjeta CRN Card podrá adquirir hasta 4 entradas, con una lista de precios específica.

Venta libre: desde las 12.00 horas del lunes 10 de marzo hasta fin de disponibilidad.

Los precios de las entradas para el Milan-Inter en la Coppa Italia empiezan en 39 euros para la fase de abono y tarjeta CRN, y en 44 euros para la fase de venta libre.

OFICIAL: TIJJANI REIJNDERS RENUEVA HASTA 2030

El Milan se complace en anunciar que ha renovado el contrato de Tijjani Reijnders hasta el 30 de junio de 2030. Tijjani lleva en el Milan desde el verano de 2023, y con su dinamismo y calidad es el corazón palpitante del centro del campo milanista. El holandés, tras 90 partidos y 16 goles hasta la fecha, seguirá vistiendo la camiseta rossonera.


Todo lo que cambiará en verano

Una herencia y un legado dispersos en sólo tres años. Parece del Paleozoico, pero el Scudetto rossonero fue hace sólo tres años. Nadie dicta que un equipo deba repetir título al año siguiente, pero resulta clamoroso que, tan poco tiempo después, no quede prácticamente nada de aquel Milan -entendido en su totalidad-.

A pesar de las cuantiosas inversiones realizadas en el mercado (más de 120 millones, netos de cesiones, sólo esta temporada), el Diavolo se ha deteriorado en casi todos los aspectos: presencia europea, clasificación liguera, valor de la plantilla decididamente empobrecido (antaño había Theos y Leos de tres cifras). Lo único que se salva es el balance, que sigue siendo positivo y permitirá una operación discreta en el próximo mercado, incluso sin Liga de Campeones. Pero, ciertamente, ante semejante escenario, la propiedad se verá obligada a intervenir a fondo en verano. Una revolución, además, obligada.

En la foto de arriba, el tercer caballero por la izquierda decidirá el destino de la directiva dentro de unos meses. Es difícil cuestionar a Ibra, que, además, está en nómina de RedBird y no es directivo del club: torpedear o reducir a Z sería un gol en propia meta en términos de imagen pública, certificando que el nombramiento de su delfín tras sólo año y medio ha sido un error.

Si acaso, sería más lógico implementar el staff directivo reinstaurando la figura del director deportivo, ausente desde la marcha de Maldini y Massara. La reorganización interna, redistribuyendo las funciones del cargo entre el director general Furlani y el d.t. Moncada, bajo la supervisión de Ibra, ha resultado insuficiente. Falta el d.s., y llegará el d.s. (con Moncada volviendo a gobernar permanentemente el área de scouting). ¿Los nombres? Tare en la pole por delante de Paratici. Evaluaciones en curso porque el club, con el paso del tiempo, se ha dado cuenta de que es una figura a la que no hay que perder de vista.

Hace unos días, Ibra explicó que Conceiçao “lo está haciendo bien, estamos mejorando, tiene toda nuestra confianza”. Es un ejercicio arduo coincidir con él en las mejoras pero, en cualquier caso, forma parte de la normalidad proteger al entrenador en el transcurso de la temporada, cuando todavía hay objetivos en juego. También ocurrió en los últimos meses con Pioli, aunque era evidente que estaba al límite de sus fuerzas.

La del portugués, salvo milagro con vistas al cuarto puesto, parece la misma situación: paraguas abierto hasta finales de mayo y luego otra vuelta a otra carrera, buscando no sólo un entrenador capaz de desenredar todos los nudos, sino de ponerle en condiciones de hacerlo. Los primeros candidatos: Fábregas gusta, Sarri estaría más que dispuesto, De Zerbi puede tener el perfil adecuado.

Eso es: permitir que el entrenador resuelva los problemas significa también meter mano en el equipo y formar la plantilla 2025/26 no sólo en función de las características técnicas, sino en general. Hay algunos jugadores que han acabado -por diferentes motivos- al margen del proyecto, como Jovic, Chukwueze, Terracciano y Florenzi; hay otros que se han quedado pero podrían haber dicho ya adiós, como Tomori y Emerson Royal; otros que están claramente al final de su ciclo en este club, como Theo; otros que volverán al campamento base procedentes de préstamos a fondo perdido, como Abraham y Joao Felix; otros que volverán a Milanello procedentes de préstamos a fondo perdido, como Saelemaekers, a la espera de conocer el destino de los préstamos con derechos (Kalulu, Pobega, Adli, Okafor, Bennacer, Colombo).

Será un largo verano en el que el club no sólo tendrá que averiguar en qué nombres centrarse para reforzar el equipo, sino también cómo descremar la plantilla actual. Empezando, sin embargo, por una hipótesis: el Milan ’24-25, en términos de calidad, tendría (tenía) todas las posibilidades de aspirar a los cuatro primeros puestos.


El pozo cada vez más hondo

SERGIO CONCEIÇAO

Otro partido que no fue como esperaba

“No es fácil. Suceden muchos episodios, que luego son decisivos para el partido. El ambiente no era fácil para los jugadores y se notó: no es que los jugadores no quisieran ganar, porque se notó en la segunda parte; incluso en inferioridad numérica intentamos ganar el partido, con un jugador menos y dos días menos de descanso que el Lazio”.

“Somos el equipo italiano con más partidos, eso también hay que tenerlo en cuenta. Perder así no es fácil. Tenemos que sacar nuestro orgullo, trabajar al máximo en todos los aspectos. Tenemos que encontrar el equilibrio, la compacidad en el equipo, para que en momentos así no nos metan goles y que los marquemos en los últimos 30 metros. Podríamos haber hecho el 2-1 antes del penalti, si la frescura hubiera sido otra. La actitud y las ganas de ganar estaban ahí y eso me deja satisfecho”.

¿Ha pensado en dar un paso atrás?

“Lo que más me conmueve son los jugadores, ver sus caras, la decepción, con una gran frustración. Estoy con ellos. Estoy aquí para defender a mis jugadores y a mi vestuario. Si tengo que trabajar dos o tres horas más, lo haré. Estamos en una fase negativa en cuanto a resultados y episodios. Sigamos trabajando, con fuerza”.

¿Harían los jugadores lo mismo por usted?

“Sí, está claro. Si no lo oyera, lo diría”.

¿Continuaría el proyecto el año que viene?

‘Tengo tantas cosas, tengo que pensar en el Lecce, no pienso en quién sabe qué. Vivo el día a día. Lo más importante es el Milan, no es Conceicao si se queda o no. Lo siento por los aficionados, porque estoy acostumbrado a ganar. Estoy dolido por esto. Me duelen mucho estos resultados. No me siento nada bien en estos momentos. Y lo que hago en esos momentos es trabajar, aún más”.

¿Cuál es su estado de ánimo: aún puede aportar algo a este grupo?

“El momento no es nada fácil, lo sabemos. Los jugadores sienten lo que rodea al club. Sólo hay un camino: trabajar y tener el máximo orgullo por estos colores que defendemos, dando lo mejor de nosotros cada día para cambiar la situación. También hay episodios que ocurren durante el partido, negativos para nosotros y decisivos para el adversario: pero no quiero hablar de mala suerte”.

¿Por qué un equipo entre la espada y la pared tiene un planteamiento tan difícil?

“Siempre hablamos de lo mismo. Preparamos el partido en muy poco tiempo, hablamos de este ambiente y fue extraño: la primera vez que me pasa esto en mi carrera. Los jugadores lo sienten: yo fui jugador y sabemos que cuando es así las zapatillas están calientes. No es fácil: cuando falla un regate o un pase y el rival marca…”

“El equipo mostró un gran carácter cuando íbamos perdiendo de diez, incluso pudimos ganar. Al final pasa esto de los penaltis. Los jugadores me dan respuestas positivas: una cosa es entre nosotros en los entrenamientos y otra es llegar a una situación difícil que está ahí desde el principio de la temporada. Intentamos trabajar en ello no sólo a nivel táctico y físico”.

Un dato: las carreras hacia atrás. Cuando hay que ir hacia delante algunos futbolistas van rápido, cuando hay que ir hacia atrás nunca llegan a esa velocidad…. ¿Cómo se traslada esto a estos chicos?

“Muy importante. También estamos trabajando en ello. A estas alturas, el partido se juega con el balón para intentar desmantelar la organización defensiva del rival, y cuando no tienes el balón tienes que tener la misma disponibilidad: a veces nos cuesta. Todo está relacionado: si eres fuerte en las transiciones defensivas, también lo eres cuando atacas”.

“Creo que hay jugadores que son buenos técnicamente y pueden marcar la diferencia ofensivamente, pero tienen que meterse en la cabeza que también son importantes para el equipo en defensa. Tenemos que encontrar un equilibrio importante para ganar partidos, porque cualidades técnicas tenemos”.

MATTEO GABBIA

En un clima así, ¿cómo sale el Milan?

“Hay mucha decepción en el vestuario. Es normal. El momento es en gran parte negativo: lo que tenemos que hacer es compactarnos, ser aún más grupo y equipo. Quedan 11 partidos y tenemos que jugarlos con el máximo orgullo y ganas para acabar la temporada de la mejor manera posible”.

Sobre la preparación del partido

“Es normal que la segunda parte haya sido mucho mejor que la primera, no es bueno que sea así: tendremos que ver con el entrenador en qué nos hemos equivocado. Muchas veces depende de nosotros y de lo que pongamos en el campo, es justo que también asumamos la responsabilidad cuando salimos al campo y no damos lo mejor de nosotros mismos”.

En Zagreb, Conceicao dijo: “Faltan los fundamentos”. Cuál es su reacción ante un momento así?

“No tengo que ser yo quien diga lo que dice el entrenador: respetamos su análisis e intentamos hacerlo mejor. El entrenador toma las decisiones y pone en ellas tanto empeño como nosotros. Muchas veces las cosas no salen como queremos y es justo que asumamos las consecuencias. No creo que tenga que responder críticamente a las palabras del entrenador. Sólo intento dar lo mejor de mí: todos estamos en el mismo barco, incluso cuando las cosas van bien. Intenta estimularnos cada día”.

CONCEIÇAO TERMINARÁ LA TEMPORADA

El Milan está en caída libre y tras cada partido se hunde más y más. Anoche contra el Lazio, en un San Siro que lo disputó todo y a todos durante todo el partido (especialmente la titularidad), llegó la tercera derrota consecutiva en el campeonato: ahora el club rossonero es noveno en la clasificación y está fuera de toda competición europea. El equipo milanés volvió a ser castigado por los episodios, pero el planteamiento del partido y la actitud de la primera parte volvieron a ser inaceptables.

Llegados a este punto, una pregunta es legítima: ¿pero el equipo sigue al entrenador? Esta mañana, el Corriere della Sera también se ha hecho esta pregunta, explicando que al final del partido el club no ha querido tomar una decisión visceral y hacer un nuevo cambio en el banquillo. Así que, de momento, Sergio Conceiçao sigue en su puesto.

Es evidente que en Via Aldo Rossi hay horas para la reflexión, pero a la dirección del Milan no le gustaría un nuevo revés tras la destitución de Paulo Fonseca a finales de diciembre. En los últimos días se había rumoreado la posible marcha del portugués en caso de derrota ante el Lazio, con Mauro Tassotti, ya en el club como colaborador de Oddo en el Milan Futuro, en su lugar hasta final de temporada, pero por ahora todo sigue como está.


Milan 1 – 2 Lazio

El Milan vuelve a perder (novedad), acabó con diez por roja directa de Pavlovic (novedad), nunca remontaron el partido (novedad) y además los árbitros ayudando a que el Milan acabe en el pozo con el penalty de Maignan sobre Isaksen que fue revisado por el VAR, con Pedro que hizo el 1-2 definitivo, haciendo inútil el empate de Chukwueze. Tercera derrota consecutiva y uno nunca sabe cual será ya el próximo objetivo…

PRIMERA PARTE

La noche en San Siro comenzó con una presión enorme sobre el Milan y su entrenador, Sergio Conceição. Sin embargo, el primer tiempo del partido contra la Lazio solo confirmó las preocupaciones de los aficionados rossoneri. Con un equipo falto de ideas y muy impreciso, el Milan se fue al descanso perdiendo 0-1 gracias a un gol de Mattia Zaccagni en el minuto 27.

Desde los primeros minutos, el equipo dirigido por Maurizio Sarri dejó claro que tenía un plan de juego agresivo. A los dos minutos, una excelente jugada de Zaccagni habilitó a Dia, quien quedó solo frente a Maignan, pero el arquero francés logró desviarla con la pierna derecha. Poco después, Tavares volvió a poner en aprietos a la defensa milanista con un centro peligroso que estuvo cerca de convertirse en un gol en propia puerta tras un desvío de Pavlovic.

El Milan, por su parte, no lograba encontrar su ritmo. A los 12 minutos, una pésima entrega de Leao casi le cuesta un gol a su equipo, pero Musah reaccionó a tiempo para evitar el peligro. La primera llegada clara para los rossoneri llegó en el minuto 18, cuando Reijnders sacó un potente disparo dentro del área que obligó a Provedel a enviar el balón al córner.

La insistencia del equipo romano dio frutos en el minuto 27. Un error en la lectura defensiva de Pavlovic permitió que un centro desde la derecha llegara a Isaksen, quien filtró un pase para Marusic. Maignan logró desviar el disparo inicial, pero el rebote quedó en los pies de Zaccagni, quien definió sin oposición para adelantar a la Lazio en el marcador.

El Milan intentó reaccionar de inmediato, pero sin claridad en el juego. Jiménez protagonizó una jugada individual en el minuto 19, sorteando defensores hasta sacar un remate que se fue por encima del arco. A los 26, Thaouna tuvo una nueva oportunidad para la Lazio con un disparo elevado tras otra pérdida de balón de Musah, quien estaba teniendo una noche desastrosa.

La situación dentro y fuera del campo era tensa. La Curva Sud, que ingresó al estadio en el minuto 15, no tardó en manifestar su descontento con la dirigencia rossonera. Los cánticos contra Gerry Cardinale fueron contundentes: “¡Cardinale, vende el club y vete!”.

En un intento de cambiar la dinámica del partido, Conceição realizó un cambio temprano en el minuto 36, sacando a un Musah muy errático para dar ingreso a Joao Félix. Sin embargo, el público no perdonó la actuación del estadounidense y lo despidió con muchos silbidos.

A pesar del cambio, el Milan siguió sin encontrar respuestas y Joao Félix, al minuto 40, desaprovechó una oportunidad con un remate desviado. Con dos minutos de tiempo añadido, el primer tiempo terminó con la Lazio en ventaja y un Milan desdibujado, incapaz de reaccionar ante las adversidades.

Con una segunda mitad por jugar, los rossoneri necesitarán mucho más que cambios de jugadores para dar vuelta el partido. Conceição deberá encontrar la manera de hacer que su equipo juegue con más velocidad e inteligencia, o de lo contrario, el mal momento del Milan continuará agravándose.

SEGUNDA PARTE

El Milan salió al campo tras el descanso con la intención de mejorar su pálida imagen del primer tiempo. Conceição movió el banco e introdujo a Walker por Jiménez, buscando mayor dinamismo en el juego. Sin embargo, fue la Lazio quien estuvo cerca de ampliar la ventaja en el minuto 54, cuando Zaccagni probó con un remate con efecto que pasó apenas desviado.

Los rossoneri intentaron responder con Joao Félix, quien al 51’ desaprovechó una buena asistencia de Pulisic, enviando su disparo por encima del travesaño. Más tarde, en el 63’, Giménez tuvo la oportunidad más clara con un cabezazo tras un centro de Leao, pero el balón terminó fuera.

El punto de quiebre del partido llegó en el minuto 67. Un Milan ya tambaleante quedó con un hombre menos tras una pérdida de balón de Fofana, que permitió un contragolpe letal de la Lazio. Pavlovic, en su intento por frenar a Isaksen, realizó una falta que el árbitro Manganiello consideró lo suficientemente grave para mostrarle la tarjeta roja directa. Con diez hombres y sin un claro plan de juego, la situación para el Milan se tornó aún más complicada.

A pesar de estar en inferioridad numérica, los rossoneri no bajaron los brazos. En el minuto 84, cuando todo parecía perdido, un centro preciso de Leao encontró a Chukwueze, quien apareció por sorpresa para marcar el empate con un certero cabezazo. El estadio explotó en júbilo, soñando con un final heroico.

Sin embargo, la alegría duró poco. En el minuto 93, Isaksen cayó en el área tras un leve contacto con Maignan. La jugada fue revisada por el VAR y, para desconsuelo del Milan, el árbitro decretó penal. Pedro se encargó de la ejecución y con un disparo preciso sentenció el 2-1 en el minuto 97, desatando la euforia en la Lazio y dejando al Milan sumido en la desesperación.

Con esta derrota, el Milan acumula tres caídas consecutivas en la Serie A y su crisis parece no tener fin. La falta de identidad de juego, la fragilidad defensiva y la desconexión entre el equipo y la afición son señales preocupantes de un conjunto que no logra levantar cabeza.

El futuro de Sergio Conceição al frente del equipo empieza a estar en entredicho. ¿Será capaz de revertir la situación o estamos ante el principio del fin de su etapa en el Milan?

MI OPINIÓN

Que el Milan empezara a jugar mejor con la expulsión de Pavlovic y con los cambios de Conceiçao, sacando del campo a Fofana y Pulisic que fueron dos de los peores jugadores del partido (aunque todo el equipo en general estuvo mal), para luego llegar el tanto del empate de Chukwueze y que lleguen las prisas…

Es cuanto menos curioso que no pongan ese esfuerzo durante todo el partido, que además Conceiçao sacara del campo a Musah en el 36′ para meter a su querido Joao Félix (otro jugador acabado que ha tenido oportunidades de sobra en todos los clubes en los que ha estado y menos ahora en el Milan viendo la situación actual del club.

Que luego Maignan cometiera un claro penalty (revisado por el VAR) en los minutos de descuento, que mucha gente no estará de acuerdo en que se pitara, pero es que un portero se tire a la rodilla de un balón que literalmente es imposible que llegue no lo veo muy normal la verdad…

La directiva no va a despedir a Conceiçao para aceptar que se volvieron a equivocar por segunda vez tras fichar a Fonseca, no lo van a hacer tampoco por el terrible mercado invernal (ese Bondo con 0 minutos es para pedir explicaciones y Joao Félix titular indiscutible) y el entrenador portugués tampoco va a dimitir porque prefiere cobrar todo el sueldo íntegro hasta junio.

Por tanto, solo veremos derrotas y empates a partir de ahora hasta que se termine este sufrimiento, pero todo esto nunca terminará hasta que Cardinale venda el club y toda la directiva al completo sea despedida, aparte de vender a bastantes jugadores para hacer caja: cuando llegue ese momento, podremos volver a ilusionarnos…


27ª Jornada: Milan – Lazio

Inter Milan vs AC Milan

El Milan y el Lazio, que llevan tres partidos sin conocer la victoria, tratarán de enderezar el rumbo esta noche. Los dos aspirantes a estar entre los cuatro primeros tienen que recuperar terreno si quieren clasificarse para la Liga de Campeones de la próxima temporada, por lo que ninguno de los dos puede permitirse un tropiezo en San Siro.

El Milan no pierde tres partidos de liga seguidos desde hace dos años, por lo que Conceicao -ya bajo presión a pesar de haber sido nombrado a principios de este año- no puede permitirse otro revés contra su antiguo club. El ex extremo del Lazio ha empezado levantando la Supercopa Italia, pero sabe que no asegurarse un puesto en la máxima competición europea podría resultar fatal para sus perspectivas a largo plazo.

Tras el empate a 2-2 de agosto, el Milan sólo ha perdido uno de sus siete últimos enfrentamientos ligueros, y con siete victorias en los ocho últimos partidos disputados en San Siro, quiere seguir en esa línea. El Lazio sólo ha logrado vencer una vez a los rossoneri a domicilio en la Serie A en sus 34 últimos intentos, con 22 derrotas.

Su único éxito durante esa racha se remonta a noviembre de 2019, pero el club romano puede afrontar este encuentro en mejor forma que sus renqueantes anfitriones. Mientras que el Milan ya ha abandonado Europa, los biancocelesti continuarán su campaña en la Europa League el próximo jueves, con el partido de ida de los octavos de final contra el Viktoria Plzen.

Además, a pesar de haber empatado sus dos últimos partidos de liga -contra el Nápoles y el Venecia-, está a tiro del cuarto clasificado, el Juventus, y se sitúa seis puntos por encima de su rival de esta semana. Sin embargo, los hombres de Marco Baroni cayeron derrotados en la última jornada, ya que la derrota del martes en la Copa de Italia ante el Inter de Milán puso fin a sus sueños de conquistar su octava copa nacional (el Inter se enfrentará ahora al Milan en semifinales).

Sin su delantero lesionado Taty Castellanos, el Lazio no ha visto puerta en ninguno de sus dos últimos partidos, por lo que Baroni buscará poner fin a esa tendencia en el rápido regreso de su equipo a San Siro.

Nuestro análisis de todos los datos disponibles, incluyendo las actuaciones recientes y las estadísticas de los jugadores, sugiere que el resultado más probable para este partido es una victoria del Milan con una probabilidad del 49,81%. La victoria del Lazio tiene una probabilidad del 25,6% y el empate del 24,6%.

El marcador más probable para una victoria del Milan es 1-0 con una probabilidad del 10,6%. Los siguientes marcadores más probables para ese resultado son 2-1 (9,54%) y 2-0 (8,67%). La victoria más probable del Lazio es 0-1 (7,14%), mientras que el empate es 1-1 (11,66%).

HABRÁ AMBIENTE HOSTIL EN SAN SIRO

Los que están hartos -desde hace tiempo- son los aficionados. Y en particular es la Curva Sud la que ayer se hizo oír con un duro comunicado. La afición organizada de los rossoneri esta noche sólo entrará en el estadio 15 minutos después del saque inicial y advirtió que si las cosas no cambian, abandonará definitivamente al equipo: “Si no vemos cambios significativos en el rendimiento y sobre todo en la actitud, os abandonaremos totalmente, dejándoos solos con vuestra vergüenza”. Un mensaje contundente dirigido al club, pero claramente también al entrenador y a los jugadores. En resumen, el Milan también jugará en un ambiente hostil, a pesar de estar en casa. Último recurso, esta vez sí.

POSIBLES ALINEACIONES

RETRANSMISIÓN POR TV E INTERNET

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Legnano 2 – 1 Milan Futuro

Mala tarde para el nuevo AC Milan Futuro del entrenador Massimo Oddo. En Legnago llegó la derrota por 2-1 en el minuto 90, al final de un partido que parecía encarrilado en la primera parte. Ventaja de Omoregbe en el minuto 18 y superioridad numérica en el 42 por la expulsión de Leoncini; después, al sonar la sirena de los primeros 45 minutos, empate de Diaby y, en el último, penalti de Bombagi, nacido de una falta de Raveyre, y que dio los tres puntos al equipo véneto. Con esta victoria, llegó el enganche en la clasificación a 22. Como decíamos, la tarde de los rossoneri había empezado con las mejores intenciones, pero la puerta corredera de los últimos minutos fue fatal.

Primero la ocasión fallada por Branca, después el contraataque que desembocó en el atrevido penalti a Legnago. Episodios que ponen de manifiesto, por parte de nuestros chicos, todavía un poco de inexperiencia en la gestión de estos momentos: la voluntad de ganar el partido ha costado una derrota, la cuarta consecutiva. De las caídas, sin embargo, siempre se vuelve a levantar y este equipo tiene las cualidades necesarias para hacerlo. Así pues, empezamos de nuevo con el partido en casa contra el Perugia el sábado 8 de marzo, el primero en el Chinetti para el entrenador Oddo.

Inmediato golpe del Milan Futuro, que ganó un córner en los primeros instantes del partido y, en el siguiente remate de Branca, estuvo a punto de adelantarse con un buen cabezazo de Quirini, al que superó Perucchini. Tras unos minutos de estudio, en el 18′ los rossoneri se adelantaron por mediación de Omoregbe, que recogió el balón en la frontal del área rossonera y contragolpeó batiendo a Perucchini con la zurda.

De nuevo Omoregbe, con gran confianza tras marcar, disparó en el minuto 41 tras una buena combinación con Fall: un potente zurdazo fue atajado en el suelo por Perucchini. Episodio clave en el minuto 42, cuando una falta de Leoncini sobre Omoregbe recibe tarjeta roja: Legnago en inferioridad numérica. Sin embargo, los locales encontraron fuerzas para igualar el resultado en el segundo de los cuatro minutos de añadido de la primera parte: Diaby robó el balón a Vos y batió a Raveyre por bajo. 1-1 al descanso.

La segunda parte del Milan Futuro comenzó inevitablemente al ataque y la primera ocasión reseñable llegó en el minuto 58, en un derechazo de Mbarick Fall, que se revolvió en el área y disparó a escasos centímetros del poste, con el portero impasible y batido. Dos minutos más tarde, Magrassi remató un centro desde la derecha de Quirini, pero no vio puerta.

Hubo una interesante reanudación en el minuto 73, cuando Alesi lanzó a D’Alessio, quien, en un mano a mano con Perucchini, optó por asistir a Magrassi en lugar de disparar, y la ocasión se esfumó. Alesi es el más inspirado y en el minuto 88 siembra el pánico en el área local, su disparo escorado a la derecha se convierte en una asistencia de lujo para Branca, que desde unos pasos dispara con la zurda al lateral. Al otro lado de la portería Raveyre comete falta: penalti para Legnago. Desde el punto de penalti Bombagi: gol y partido anulado en el minuto 90.

LEGNAGO-MILAN FUTURO 2-1

LEGNAGO (4-3-1-2): Perucchini; Muteba, Tanco, Noce, Ruggeri; Bombagi, Diaby (33’st Dore), Leoncini; Zanetti (1’st Casarotti); Svider (33’st Spalluto), Bassoricci (25’st Franzolini). A disp.: Berto, Rigon; Koblar, Morello, Peschetola, Banse, Tonica, Ballan, Vitale. All.: Bagatti. 

MILAN FUTURO (3-4-3): Raveyre; Quirini, Camporese, Minotti; Fall (22’st D’Alessio), Branca, Vos (1’st Malaspina), Bozzolan; Omoregbe (22’st Turco), Magrassi, Sia (22’st Alesi). A disp.: Colzani, Nava; Magni, Paloschi, Zukic; Hodzic. All.: Oddo. 

Arbitro: Mucera di Palermo.
Goles: 18′ Omoregbe (MF), 45+2′ Diaby (L), 45’st rig. Bombagi (L).
Tarjetas: 29′ Vos (MF), 8’st Fall (MF), 10’st Tanco (L).
Espulsado: 42′ Leoncini (S).


Al menos llegar a Europa League

Al final, incluso la Europa League desequilibra la balanza, y el Milan lo sabe muy bien: tras ser eliminado en cuartos de final por el Roma de De Rossi, el club decidió que era hora de cambiar. Fue la Europa menor, y no la Liga de Campeones, la que sancionó el final y un nuevo comienzo. Primero con Fonseca, hoy con Conceiçao. Hablando de entrenadores, el propio Pioli se dio cuenta de que en ese preciso momento su historia rossonera había llegado a su fin.

Sí, hubo un momento preciso: la vuelta de los cuartos de final de la Europa League, Roma-Milán, en el Olímpico. En la ida habíamos perdido 1-0. En el vestuario, antes del partido, pronuncié un discurso que me puso la piel de gallina, uno de los más sinceros de mi vida. Estaba seguro de que iba a aprobar. En cambio, el equipo no consiguió nada e hizo poco en el campo. Ahí me di cuenta de que lo que daba ya no era suficiente. Así que sí, la Europa League es ciertamente poco considerada al principio, pero cuando el objetivo se acerca se convierte en una competición fascinante.

En cuanto a las cuentas, las de verdad, no hay parangón con la Liga de Campeones: el Milan se ha despedido del torneo con un premio de consolación de unos ochenta millones, los que le reconoció la Uefa (60, entre cuota de participación, resultados de los partidos, colocación en la clasificación y market pool) además de los ingresos de taquilla, unos 20. La Europa League, ya se sabe, es mucho menos rica: 4,31 millones por participación, 450 mil euros por cada victoria, ocasiones en las que la Liga de Campeones ‘regala’ dos millones. La diferencia obvia.

Pero no sólo hay dinero, también hay orgullo milanés. Para un club acostumbrado a las grandes noches europeas, es algo que no tiene precio y que no se puede comprar: la Europa League es el único trofeo que falta en el palmarés rossonero. Clasificarse y jugarla con la máxima ambición tendría sentido. Para el Milan, se recuerdan los años sin copas de Europa, no al revés: en la historia reciente, había faltado a la cita en el salón de la Champions durante siete años, de 2014 a 2021, una eternidad.

De 2014 a 2017 no había tenido escaparate internacional: una condición que el club no quiere volver a experimentar. En 2019-20 la exclusión de la participación en las competiciones de la Uefa a instancias de Tas en Lausana tras incumplir los parámetros del fair play financiero. De ahí nació un nuevo Milan, competitivo en el campo y virtuoso en las cuentas.

Hoy, el club se muestra sólido y el equipo cultiva las últimas esperanzas de engancharse a la cuarta plaza: ganar esta noche al Lazio le permitiría acortar distancias en la clasificación y seguir creyendo. Más aún si el camino de los otros italianos que siguen en liza en Europa llega hasta el final: el Fiorentina en la Conferencia, el Roma en la Europa League y sí, incluso el Inter en la Liga de Campeones, podrían ayudar al Milan. ¿Cómo? Con la clasificación de la Uefa, que podría dar a Italia cinco puestos en la gran Europa.

La premisa inicial es la escalada rossonera en la clasificación: el Milan debe redimirse de las dos últimas derrotas consecutivas fuera de casa (Turín y la remontada de Bolonia) y retomar la senda aquí mismo, en San Siro: victoria por uno a cero ante el Hellas, con gol decisivo de Giménez. Santi, siempre el mismo: ya ha desafiado al Lazio cuatro veces, todas con la camiseta del Feyenoord (dos en la Europa League y dos en la Liga de Campeones), con cinco goles marcados.

Dato curioso: el Lazio es su segunda víctima europea favorita, sólo superada por el PEC Zwolle. Giménez será presionado por Leao, siempre y cuando no quiera estampar su firma en la hoja del goleador: para Conceiçao y los aficionados milanistas poco importaría. Tan importante como siempre son la victoria y los tres puntos.


¿Veremos cambio al módulo 3-5-2?

El Milan con la defensa de tres es como la nieve en el Sáhara: se ve, pero está fuera de contexto. Berlusconi la había prohibido básicamente por inmoral -en defensa se juega con cuatro, y mejor si uno de los cuatro se llama Baresi o Maldini- e incluso en los últimos años no ha sido muy popular: Pioli sólo utilizó el ‘tres’ desde el principio en situaciones de emergencia, Fonseca nunca y Conceiçao tampoco.

Hasta el punto de inflexión del 1 de marzo. “A partir del martes trabajaré en otro sistema de juego”. La pista es fuerte: lo más probable es que Conceiçao esté estudiando un Milan con defensa de tres. Sí, pero ¿cómo sería? ¿Funcionaría? ¿Quién saldría beneficiado y perjudicado?

Inmediatamente aparecen los nombres de los teóricos beneficiados: Alex Jiménez, Theo Hernández, quizás (quizás…) Christian Pulisic. A primera vista, la defensa de tres hombres añade un defensa central -tres, en lugar de dos-, pero en el caso del Milan no ocurre lo mismo. El lateral derecho, si las lesiones lo permiten, sería casi con toda seguridad Kyle Walker, que formalmente juega ahora de lateral derecho.

Y lo que es más, a menudo se le ve más abajo en la elaboración, con Theo Hernández más arriba a la izquierda. En realidad, la verdadera posición extra es en la banda, por fuera. Un Milan con tres centrales, digamos Walker-Thiaw-Pavlovic, tendría necesariamente dos laterales. En la izquierda, sin duda: Theo, que tendría más cobertura en la fase de no posesión. En la derecha, los favoritos: Yunus Musah y, sobre todo, Álex Jiménez, que parece perfecto para esas tareas. Como centrocampista derecho, podría atacar como le gusta y tener menos responsabilidad defensiva. Sobre el papel, un paraíso.

Antes de hablar del centro del campo y del ataque, una consideración general. El Milan no es un equipo 3-5-2, un sistema de juego que penaliza mucho a Leao, a Pulisic, probablemente también a Joao Félix. Mucho más lógico es el 3-4-3 o su variante… estrecha, el 3-4-2-1. Entonces, con los dos centrales, es lógico que las vidas de Fofana y Reijnders no cambien mucho: tendrían posiciones y tareas similares. Más bien, Christian Pulisic encontraría una ventaja.

En el actual 4-2-3-1, sobre el papel, tiene que echar una gran mano a la hora de atacar a los rivales, porque Joao Félix, Leao y Giménez no destacan por su aportación defensiva. En un 3-4-3, en cambio, tendría a Jiménez (o Musah) cubriéndole las espaldas.

Está claro que habrá muchas variables -¿cómo recogerá Conceiçao al rival? ¿Cómo jugará el otro equipo? – pero el horóscopo podría predecir una primavera menos derrochadora. Nota al margen, pero no demasiado: una defensa de tres sería el fin del experimento de los Fab Four, tal y como lo hemos conocido: Pulisic, Leao y Joao Felix se jugarían, en muchos partidos, dos camisetas.

Al final, la pregunta más importante: a nivel de equipo, ¿funcionaría? La respuesta se disfraza de pregunta: ¿por qué no? El Milan con Jiménez, Walker (o Tomori), Thiaw (o Gabbia), Pavlovic y Theo tendría potencialmente una línea de cinco hombres, sería menos desequilibrante, quizás cubriría mejor el campo.

Resulta un tanto sorprendente que Fonseca y Conceiçao nunca lo intentaran, salvo en algunas situaciones especiales de última hora. Con las semanas de descanso de la Liga de Campeones, por desgracia para él, el SC tendrá tiempo para realizar pruebas exhaustivas en Milanello. Es la vieja paradoja de las copas: quieres tiempo libre y, cuando lo tienes, te arrepientes de las semanas completas.