
Para volver a empezar, y volver a empezar a toda velocidad, el Milan necesita un nuevo motor. Y si el centro del campo es el motor del equipo, el club mejorará su calidad y su resistencia. Luka Modric combina los dos aspectos: un talento Balón de Oro que sigue rodando incluso a los treinta y nueve años. Con el Real jugó 2923 minutos la temporada pasada y aún no ha terminado: Luka está ocupado en el Mundial de Clubes con el Madrid.
Para que quede claro: Ibra empezó su segunda historia rossonera como jugador a la misma edad y también llegó de Estados Unidos. Modric está jugando por otro trofeo más en una carrera increíble, Zlatan llevaba meses en Los Ángeles y en la Mls estadounidense. Competición que sin duda había exigido un esfuerzo mental y físico diferente al de Modric entre Liga, Liga de Campeones y ahora el Mundial de Clubes. Una vez finalizados todos los compromisos, Modric se someterá a exámenes médicos y llegará a Milán tras unos días de descanso.
El nuevo centro del campo rossonero será una de las referencias: fuera Reijnders, el club ha cambiado de estrategia. Se acabaron los delanteros que reciben el balón y se lanzan hacia el área contraria. Sino jugadores que sepan gestionar la posesión, aumentar la calidad del regate, centrocampistas funcionales que dominen el juego. La misma razón que inspira la negociación por Samuele Ricci, del Torino, ahora cerca del Milan: veintitrés millones más dos millones en primas es la cifra en torno a la cual los rossoneri y los granata podrían llegar a un acuerdo y luego cerrar la operación.
Otro posible faro en el centro del campo, dieciséis años más joven que el croata: un italiano, hablando de nacionalidad, en un equipo que el Milan querría más azul. Creció en el Empoli, con el que Ricci debutó en los grandes (90 partidos y 3 goles) antes de pasar al Toro, otros 113 partidos con 4 goles. Centrocampista central o también mediapunta, porque el deseo de los rossoneri es reforzar toda la línea.
Y al club no le cuesta invertir en jugadores jóvenes: la idea de un talento que pueda desarrollarse con Allegri alimenta también las conversaciones con el Brujas por Ardon Jashari, suizo de 22 años, uno de los favoritos de Max. Mejor jugador de la liga belga en su primer intento: llegó el verano pasado procedente del Lucerna. Once de sus 52 partidos totales marcaron su temporada de debut en la Liga de Campeones. Dato curioso: cuatro del total de once fueron contra equipos italianos y Jashari salió airoso de la doble eliminatoria contra el Atalanta.
Causó una buena impresión contra el Juventus y salió de San Siro derrotado por 3:1 en el Milan-Bruges, pero victorioso en el plano personal tras una prueba de calidad y enjundia. El Milan quiere ahora incorporarlo a su centro del campo, ofreciendo al Brujas un total de treinta millones. Lo tome o lo deje, no habrá relanzamientos y la incorporación del Borussia Dortmund no asusta por el momento. Entre otras cosas porque Ardon vota al Milan y tiene un salario sostenible: de hecho, el Milan confía en que juegue como rossonero durante las negociaciones, para favorecer la diplomacia entre los clubes y debilitar la resistencia belga.
Una cesión necesaria Jashari tiene características que Allegri reconoce como únicas y útiles para el nuevo curso: mucho más que Xhaka, que tiene carácter director, un apartado que el club ya ha cubierto con la compra de Modric y la negociación por Ricci. Max considera a Jashari incluso más talentoso que Javi Guerra, el sub-21 español del Valencia. Sin embargo, antes de incorporar a un joven prometedor, que necesita su espacio, el Milan tendrá que despejar la zona. Reijnders deja un gran hueco, pero sigue habiendo tráfico. En el carril de salida permanece Yunus Musah: podría haberse ido al Nápoles antes del parón en las negociaciones.
Ahora podría elegir un destino inglés: Wolverhampton y Nottingham Forest están interesados y estarían dispuestos a ofrecer los mismos 25 millones propuestos por De Laurentiis. La Premier puede potenciar sus cualidades físicas y dinámicas: el Milan no se opondrá. Youssouf Fofana sigue siendo una certeza, aunque para el puesto de mediapunta encontrará una nueva y decisiva competencia. Allegri podría estar interesado en trabajar sobre Bondo, ayudándole a mejorar su potencial. Queda Loftus-Cheek, considerado estratégico en el nuevo esquema.
Max, al igual que Tare, ha confirmado su aprecio por el ex jugador del Chelsea. El límite está en el físico: los músculos de Loftus se han mostrado a menudo demasiado frágiles ante la intensidad de los compromisos de la temporada pasada, 28 partidos sin marcar a lo largo de meses condicionados por las lesiones. El calendario de la próxima temporada, sin Copas de Europa, será menos denso y una de las apuestas rossoneras podría ser revitalizar a Rubén. Baste el ejemplo de su primera temporada rossonera: 40 partidos y 10 goles en 2023/24. Así pues, Loftus-Cheek también podría considerarse un nuevo fichaje: para un centro del campo casi completamente renovado.

XHAKA SE COMPLICA: JAVI GUERRA LA ALTERNATIVA
Granit Xhaka está cada vez más lejos del Milan y, por el momento, las posibilidades de que el centrocampista suizo del Leverkusen llegue al Milan son escasas. Xhaka, siempre se ha sabido, es un objetivo rupturista con los hábitos del Milan, que en los últimos años siempre ha buscado jugadores jóvenes con margen de crecimiento y salarios bajos. Xhaka tiene otras cualidades: tiene una gran personalidad, es muy útil con el balón y sin él, pero tiene 32 años y supondría un gasto considerable entre el precio y los salarios. La cuestión era saber si el Milan haría una excepción por él, teniendo en cuenta que Granit lo tiene todo para ser un pilar de un equipo en reconstrucción, en busca de nuevos líderes.
Esa excepción no está en la agenda por el momento. El club rossonero ya ha llegado a un acuerdo con Luka Modric, que todavía no es una compra oficial pero que hace tiempo que ha llegado a un acuerdo con Igli Tare. Si todo va como se espera, una foto suya con la camiseta rossonera aparecerá en las redes sociales al término de su experiencia en el Mundial de Clubes con el Real Madrid. Será el jugador experimentado al que se le confiarán las llaves del centro del campo del Milan. El resto del departamento contará con Ruben Loftus-Cheek y Youssouf Fofana, los dos jugadores confirmados de la temporada pasada, y algunos sub 25. Samuele Ricci, del Torino, está cerca y otra compra podría llegar de España.
El Milan sigue en contacto con el Valencia por Javi Guerra, ha hecho una oferta de 20 millones, primas incluidas, y podría hacer otra esta semana. El Valencia podría vender en breve a Christian Mosquera, defensa central del Arsenal al que también siguió el Milan en el pasado, y hasta ahora ha rechazado ofertas por Javi Guerra. ¿Podrá hacerlo incluso ante una propuesta de entre 20 y 25 millones? Pronto lo sabremos.
ALLEGRI VETA LA SALIDA DE LOFTUS-CHEEK
Ruben Loftus-Cheek es sin duda uno de los jugadores que han bendecido el regreso de Massimiliano Allegri al Milan. El técnico de Livorno trabaja en sinergia con la directiva en la construcción de la plantilla, con indicaciones precisas sobre su idea de relanzar las ambiciones del equipo. Y entre éstas, figura el veto a la venta del poderoso centrocampista inglés .
La venta de Reijnders al Manchester City ha privado al club de un jugador sublime y de un centrocampista box-to-box que marcó 10 goles en la Serie A la temporada pasada. Loftus-Cheek es el único centrocampista de la plantilla que tiene tal cantidad de goles en sus pies: de hecho, en su primera temporada en Italia con la camiseta rossonera marcó seis en la Serie A y cuatro en la Europa League.
En las ideas del director deportivo Tare y del entrenador Allegri, el ex-Chelsea puede volver a esa versión con un manejo diferente y más preciso de un físico tan desbordante como frágil. Un reto interesante para un Milan convencido de las cualidades del centrocampista inglés de 29 años.
Loftus-Cheek se describe como un joven sensible que necesita sentir la confianza de su entrenador para rendir al máximo. Esa confianza incondicional la encontró sin demora en su experiencia en el Chelsea con Maurizio Sarri: el técnico toscano ha intentado -durante las últimas semanas- sondear el terreno para llevárselo consigo al Lazio.
Una operación sin ningún éxito, debido tanto al bloqueo del mercado que vive actualmente el club biancoceleste (y que impide a los Capitolini realizar operaciones de llegada) como al deseo de Allegri de retener al jugador. De hecho, Allegri quiere relanzar a Loftus-Cheek en el club rossonero: ésta es la decisión final.