Milan 1 – 1 Inter

En la vida, procrastinar a veces no hace daño. Permite volver a la siguiente cita más centrado y confiado. Milan e Inter cierran la primera vuelta ofreciendo cualquier tipo de escenario de cara a la segunda: el 23 de abril, a juzgar por cómo ha ido esta vez, puede pasar cualquier cosa. El Diavolo puede seguir confiando serenamente en conquistar la Europa League por el camino más corto, los nerazzurri pueden imaginar con la misma serenidad la revancha por las bofetadas de Riad.

En el Meazza acabó 1-1 con goles de Abraham y Calhanoglu, y los rossoneri volvieron a casa sabiendo que estaban invictos contra el líder de la liga: dos victorias y dos empates (de situaciones ventajosas), qué raro es el balón por Milanello. Un partido que, como mínimo, devuelve al Diavolo parte de esa alma perdida hace tiempo. La segunda vuelta, sin embargo, llegará al final de un mes que el Inter -entre el campeonato y la Liga de Campeones lanzada sobre mojado por el Milan- pasará en total apnea. Será un factor importante

Conceiçao confirmó las suposiciones de la víspera: Thiaw recuperó su sitio junto a Gabbia, Reijnders subió junto a Fofana, Pulisic centró cediendo la derecha a Jiménez, Leao esta vez sacó la cara de inmediato y Abraham volvió a ser preferido a Giménez. Musah se ausentó en el último minuto debido a un ataque febril. Inzaghi tampoco reservó sorpresas: el regreso de De Vrij preferido a Acerbi y Frattesi a Mkhitaryan, con Calhanoglu por delante de la defensa y Barella en el centro izquierda. En la delantera, sin Lautaro ni Taremi, espacio para Thuram y Correa.

Mucha suavidad en los primeros veinte minutos, para ser un derbi. Suavidad en los rincones -algunos agujeros inesperados en el segundo aro, sin pancartas ni coreos como se esperaba, silencio desde el Norte durante los primeros veinte minutos-, suavidad en el planteamiento de ambos equipos. Como si en la cabeza existiera desde el principio la idea del plan de partido estrictamente relacionado con ciento ochenta minutos y no noventa. El Inter con el balón entre los pies, el Milan esperando la reanudación, y a este respecto los corredores de apuestas ni siquiera aceptarían apuestas: demasiado previsible.

Desde hace algún tiempo, el Milan se comporta así incluso contra rivales con muchos menos cuartos de nobleza, y no digamos contra el Inter. Enfrente, sin embargo, el Diavolo no se encontró con un equipo que intentara morder de inmediato, sino que en la primera parte se limitó sobre todo a una gestión bastante serena, intentando de vez en cuando alguna embestida más mezquina. En resumen, más Inter, pero sin pasarse.

En el centro del campo, donde la tarea más importante de la noche para el Milan era ahogar las fuentes de juego ajenas, Reijnders se hizo cargo de Frattesi (visiblemente el eslabón débil del mediocampo nerazzurro), mientras que en el otro lado Barella intentó -con suerte dispar- jugar abierto, a veces muy abierto, alternando incursiones como mediocentro puro y lidiando primero con Pulisic.

El Milan probó mucho por las bandas. Jiménez falló mucho, pero logró mantener a Carlos Augusto en el suelo. En la banda opuesta, Leao mantuvo inquieto a Darmian prácticamente desde el primer minuto (fue derribado en el regate a los 50 segundos) y por momentos incluso se volvió a ver a Theao. Cabe destacar un derechazo traicionero de Correa (9′) y una parada en el área chica de Abraham sobre De Vrij. Luego, en mitad del asalto, sin motivo real, el Milan se vino arriba de repente.

Cha dejó de esperar y empezó a manejar el balón. El Diavolo se encendió y el partido también. El clímax rossonero llegó en el minuto 26, cuando Leao volvió a deshacerse de Darmian y lanzó un torpedo con la zurda desde unos metros: el prodigioso reflejo de Martínez se repitió al anticiparse a Abraham, que había cabeceado el balón hacia la portería. Cuando el tiempo expiraba, el Inter se echó las manos a la cabeza tras ver cómo Frattesi remataba de cabeza blando con buena parte de la portería rossonera desguarnecida.

SEGUNDA PARTE

La reanudación comenzó con una explosión. Minuto 47, Abraham recibió de Jiménez, se inventó un amago con el cuerpo que congeló a Bisseck y centró a la escuadra. Puro gol de delantero centro. El Milan se adelantó y el Inter reaccionó con dificultad. Demasiado respiro y poca lucidez a pesar de que aún quedaba tiempo por jugar. Barella lleva de la mano a los suyos pero el Milan se acerca con buen dominio.

Maignan regateó a Correa en el área pequeña, señal de una nueva confianza que, sin embargo, fue desmoronada por Calhanoglu al cuarto de hora: fue Correa quien provocó el derechazo del primero, potente pero bastante centrado, en el que Maignan no hizo demasiada mella. Mientras tanto, Inzaghi y Conceiçao cambiaron algunas caras: primero entraron Mkhitaryan (Frattesi), Pavard (Bisseck) y Zalewski (Carlos Augusto), y luego Giménez (Abraham), Joao Félix (Pulisic) y Sottil (Jiménez).

El Milan trató de remontar y el Inter olfateó la posibilidad de un partido de vuelta. Hubo más nerazzurri que rossoneri en la última parte del partido, y Maignan se resarció ampliamente: primero, tapió a Zalewski en el minuto 80 y luego voló por encima de la volea de Mkhitaryan, que pasó por debajo del travesaño. En el otro extremo, el derechazo de Leao dio la ilusión del gol del mes, pero fue sólo una ilusión. Volveremos a hablar de ello dentro de tres semanas.


Ida semis: Milan – Inter

AC Milan vs Atalanta

Cuarto derbi de la temporada y se jugará otro, porque hablamos de la ida de las semifinales de la Coppa Italia. Cinco partidos Milan-Inter en la temporada son una anomalía, un deber a pagar, por usar la palabra del momento. El Milan tiene todas las de perder, porque la Copa Italia es el último objetivo que le queda a Sergio Conceiçao y su pétrea orquesta. La copa vale menos que la clasificación para la Liga de Campeones, ya desaparecida, pero, combinada con la Supercopa de Italia ganada en Arabia, daría sentido a un año que no lo tiene, parafraseando a Vasco Rossi, el cantante del Inter.

Sería un mini Doblete, un doblete en formato menor, donde, en el Inter, la Coppa Italia es imprescindible para duplicar el Triplete de 2010, pero, si sale mal en la doble jornada ante el Milan, quedaría el Scudetto, con altas posibilidades de éxito, y la Champions League, con alguna opción de victoria. Simone Inzaghi es un especialista en Coppa Italia, sin haber cumplido los 50 años ha ganado tres, una con el Lazio y dos con el Inter. Massimiliano Allegri, plusmarquista del filial con cinco Coppa Italia, no le va a la zaga. Conceiçao, sin embargo, venció a Inzaghi en enero en Riad, en la final de la Supercopa de Italia disputada en Arabia, y es a partir de aquí cuando hay que empezar a ver por dónde irá el doble derbi de abril.

En la temporada de la gran confusión, el Milan ganó dos derbis y empató otro contra el “acorazado Inter”, según la etiqueta de Conti. En septiembre, en la liga, ganó 2-1, con Paulo Fonseca como entrenador y con la presión de la construcción del colista Inter como clave. En enero, con Sergio Conceiçao recién nombrado, en la Supercopa, gran remontada del Milan, del 0-2 al 3-2. Dos factores: la relajación del Inter, que ganaba por dos goles, y la inclusión de Leao.

En Arabia, como en otras ocasiones, el portugués salió desde el banquillo y se repartió el partido. Las exclusiones motivaron a Leao, que, sin embargo, está anunciado entre los titulares esta noche. El domingo, Conceiçao lo había dejado fuera del once contra el Nápoles, para hacerlo entrar con 2-0 en contra y rozar el empate.

El tercer derbi 2024-25 fue el 1-1 de febrero, en la vuelta de la liga, con el Inter perdiendo por un gol hasta el minuto 93. Si en el último momento De Vrij no hubiera marcado el 1-1, hoy estaríamos hablando de tres victorias consecutivas del Milan. Aquel fue el derbi de la resistencia milanista, un partido en el que se sublimó el fútbol de Conceiçao: dura lucha, defensa a ultranza y una fuerte dosis de suerte dada por los tres pájaros carpinteros del Inter.

T oday’s scenario Esta noche esperamos un partido similar al 1-1 de febrero. El Milan no puede permitirse enfrentarse abiertamente al Inter, sin preocuparse de los efectos secundarios. Mejor: el Milan tendría los hombres para intentarlo y triunfar, pero le falta juego, una idea común y clara. El Milan de Conceiçao es un equipo emocional, se nutre de altibajos, emerge cuando se ve acorralado.

En cambio, el Inter es frío, racional y estructurado, sabe tomar lo que quiere. El riesgo del Inter es el exceso de confianza, el punto fuerte del Milan es la capacidad de reacción. En este sentido, el derbi de Riad fue perfecto: el Inter ganaba 2-0, convencido de haberlo conseguido; el Milan, herido y reactivo, remontó y remontó, 3-2.

Tomemos como referencia las estadísticas de la actual Serie A; se han jugado pocos partidos en copa y las cifras no serían significativas. En liga, el Inter ha marcado 67 goles y el Milan 45: una diferencia de 22 goles en 30 partidos, un surco profundo. El algoritmo, sin embargo, dice otra cosa. En cuanto a los goles esperados, Inter y Milan no están tan alejados: Inzaghi es primero con 1,94 XG por partido, el Milan segundo junto con el Atalanta con 1,71. Estas cifras explican que el Milan tenga un potencial ofensivo casi a la par con el Inter. Que este potencial goleador se haya quedado más en la teoría que en la práctica es otra cuestión.

En la trivial economía de un partido de ida y otro de vuelta, puede importar, sin embargo, teniendo en cuenta que el Inter sólo dispondrá esta noche de tres de sus cinco delanteros. Thuram y Correa saldrán de inicio, Arnautovic en el banquillo, y Lautaro y Taremi no podrán jugar por lesión. El Milan contará con Leao y Pulisic, y Conceiçao deberá decidir quién será el delantero centro entre Giménez y Abraham, con Jovic recién marcado en el Nápoles listo para entrar. Conceiçao sacará la mejor alineación posible. Inzaghi, entre lesiones y dosificación de fuerzas, variará varios jugadores. La próxima semana, el Inter disputará en Múnich el partido de ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones contra el Bayern.

La rotación puede influir, pero las rotaciones del Inter siguen estando a la altura del mejor Milan. Conceiçao tiene todas las de perder, pero si Inzaghi cae eliminado de la Coppa Italia a manos del Milan, tras dejar la Supercopa en manos del propio Milan, se abriría una evidente grieta en el muro de su hasta ahora notable temporada.

Con el Bolonia que ya espera su rival de este partido al ganar ayer 3-0 al Empoli y por tanto con prácticamente los dos pies en la final de la Copa de Italia, aunque tengan que disputar todavía el partido de vuelta: ¿Será el Milan ese finalista o lo será el Inter?

POSIBLES ALINEACIONES

RETRANSMISIÓN POR TV E INTERNET

En España será retransmitido en directo por DAZN a partir de las 21:00 PM, para el resto de países consultar la lista de Live Soccer TV


Roberto De Zerbi ahora es el favorito

Se busca entrenador. Tras la oficialización del nuevo director general, con Fabio Paratici claramente por delante en la carrera, el Milan tendrá que elegir pronto al guía del banquillo para la próxima temporada. La aventura de Conceiçao, aunque gane la Copa Italia, toca a su fin. Y la pauta para el sucesor ya está marcada: después de dos entrenadores portugueses, debe volver al italiano.

Evidentemente, la opinión del nuevo diesse será fundamental en la elección. En los últimos días, Paratici se ha reunido con Edoardo Crnjar, agente de Roberto De Zerbi, en el Palazzo Parigi, en el centro de Milán. ¿Una reunión ya de color rojo y negro? Tomémoslo con calma. De Zerbi es, sin embargo, el nombre preferido entre los entrenadores emergentes con el que construir un proyecto a largo plazo. La razón se resume en dos consideraciones: tiene ideas de juego acordes con la historia del Milan, y futbolísticamente se formó en los campos de Milanello (como jugador, hasta el umbral del primer equipo).

Sus tres aventuras en el extranjero (Shakhtar Donetsk, Brighton y Marsella, donde está ahora) han aumentado entonces el pedigrí internacional de Roberto, que ahora podría querer probarse de nuevo en la Serie A, por fin al frente de un gran club. Queda por ver -posiblemente- los márgenes para arrebatárselo al Marsella, club con el que firmó un contrato de tres años el pasado verano y con el que está en la carrera por una plaza en la próxima Liga de Campeones.

El Milan, sin embargo, también podría decidir apostar por un entrenador “de garantías”. Traducido en palabras sencillas: un entrenador que ya esté acostumbrado a dirigir a un grande y con el que aspirar a ganar de inmediato, incluso sin sentar las bases de un proyecto duradero. Es natural pensar, en primer lugar, en dos perfiles con los que Paratici ha trabajado en la Juventus: Antonio Conte y Massimiliano Allegri. El primero lucha ahora por el Scudetto en el Nápoles, mientras que el segundo está libre tras el final de su segunda etapa en el Juventus.

Sobre el papel, Max es el más fácil de alcanzar, porque no está atado por vínculos con otros clubes. Ya conoce el entorno del Milan, con el que ganó un Scudetto y una Supercopa de Italia en tres años y medio. Y hoy tiene muchas ganas de volver a entrenar, tras una temporada en el paro.

También sin banquillo están otros dos entrenadores que ya han ganado el Scudetto, Maurizio Sarri y Roberto Mancini, de momento en segunda fila, pero a los que hay que seguir de cerca. Sobre Conte, en cambio, hay más incógnitas: ¿qué posibilidades hay de que realmente deje el Nápoles? Y si es así, ¿quién sería entonces la competencia a batir (la Juve)?

Sobre la preferencia por un italiano hemos dicho, pero hay una excepción. ¿Cuál? Un golpe de teatro, un entrenador top mundial a lo Guardiola. ¿Y por qué no Pep, con quien Paratici mantiene una excelente relación, por cierto? Por ahora no son más que rumores, pero nunca digas nunca.


Milan – Inter: Habla Conceiçao

Es el primer derbi, ¿hasta qué punto puede afectar al resultado global de la clasificación? ¿Cómo lo vive?

“Eran partidos importantes para nosotros porque decidían un título. El derbi siempre es un partido importante, por el contexto, por todos. Los momentos son diferentes. Algunos jugadores también son diferentes en el campo y queremos hacer un buen partido. El Inter es un equipo muy fuerte, con un trabajo sólido, pero queremos entrar fuertes en el partido y conseguir lo que queremos, que es ganar”.

¿Cómo están Leao y Thiaw? ¿Puede una noche así exaltar a Leao?

“El grupo está bien. Rubén también fue operado, está bien. Volverá hoy. Todo el mundo está disponible. Todavía tenemos que trabajar mañana, hoy hemos hecho trabajo aparte para los que jugaron más en Nápoles. Mañana lo haremos de nuevo, sin intensidad. Todos están disponibles, así que me toca a mí elegir. Por supuesto, después del partido entiendo mejor lo que debo o no debo hacer. Mañana presentaremos un once inicial fuerte y creo que los jugadores que están en el banquillo ya han dado una respuesta fantástica”.

¿Es este derbi un último recurso para Europa?

“Somos conscientes de que tenemos un partido que jugar, y no todas estas situaciones, tenemos que entrar fuertes en el partido y ganar. Está claro que es el camino más corto para llegar a Europa. En la liga, sin embargo, aún quedan partidos por jugar y ganar”.

¿Ha hablado estos días con Santiago Giménez?

“Un periodo de aclimatación es absolutamente normal. Giménez llega, marca 4,5 goles y luego tiene un bajón. Pero le pasa a todos los jugadores, porque la liga italiana es una de las mejores del mundo. La mayor ayuda que puedo darle es que cuando llegué a Italia me llamaban ‘pippa’, luego marqué en la final de la Supercopa contra el Juventus y me llamaron ‘pippina’. A veces es mejor dejarle en su espacio y que gane la confianza que tiene”.

¿Es más paradójica la diferencia de 20 puntos con el Inter o el hecho de que el Inter nunca haya ganado al Milan esta temporada?

“Todos son partidos diferentes. El campeonato se ha ido como tú sabes. El Inter lo está haciendo bien, incluso el Milan ganó el campeonato hace unos años. Creo que una cosa es que los derbis, estos grandes desafíos, sean siempre diferentes. Es cierto que el Milan no está acostumbrado a esta liga. Lo más importante es centrarse en el partido de mañana”.

Sobre Joao Felix

“Lo mismo que dije de Santi. No es fácil. Pero esto es normal entre los jugadores, me gustan los que hablan porque la comunicación es muy importante. Personalidad, comunicación”.

¿Hasta qué punto una posible victoria en la Copa Italia le haría sentirse satisfecho de su trayectoria en el Milan?

“No lo sé. Satisfecho seguro porque ganaría otro trofeo. Pero primero tenemos que ganar las semifinales y luego la final. No me gusta vivir esto, me gusta vivir con intensidad el día a día e intentar mejorar el equipo a nivel profesional, corregir algunos defectos que tengo como entrenador. Mi pensamiento cada día es trabajar duro y mejorar al equipo y a mí mismo”.

“Ahora pensar dentro de dos meses, mes y medio, cómo me sentiré, no lo sé. Ahora mismo no soy el confidente más feliz del mundo por lo que he vivido en estos tres meses. La relación del equipo es muy buena, y también se vio en Nápoles en la segunda parte. Tenemos que mejorar algunas cosas que ha dicho, pero no es fácil para nadie. También porque me llamo Sergio, no Sergini”.

¿Cómo es que aún no ha conseguido dar equilibrio a este equipo milanés?

“El equilibrio es de todo el equipo, no sólo de la línea defensiva. Soy un entrenador al que le gusta tener el equipo compacto. Pero tener un equipo corto, cuando no somos ‘pesados’ para presionar, no tenemos un comportamiento colectivo con lo que pensamos, es más difícil y somos más vulnerables”.

¿Es usted entrenador de ligas o de copas?

“Los entrenadores ganan o no ganan. Por supuesto, también está el peso del título, pero no hay tales distinciones, seguramente”.

¿Qué es lo que no ha visto en Rafa en los últimos meses?

“No es que haya conocido a Rafa en la Supercopa. Conozco a muchos jugadores, no es que sólo lo conozca por la Supercopa, porque ya lo conocía de Portugal. Después de eso hay toda una evolución que él tiene que tener. Si juega es intermitente, si después entra y marca la diferencia tiene que jugar desde el principio. A mí también me desconcierta la gente que habla de fútbol como habla”.

“Tengo que decirlo. Rafa sigue con la misma opinión: por calidad es uno de los mejores del mundo. Luego hay que ponerlo a jugar y que tenga la regularidad necesaria para llegar al final de temporada con 25 goles y muchas asistencias. Si encuentra esa continuidad será uno de los mejores del mundo. Tiene que encontrar esa continuidad. No me preguntes por qué no juega o no juega. Son decisiones que tomamos porque vemos aquí todos los días, y sabemos cosas, gestión física, cómo llegó, cómo no llegó. Yo soy el que decide, me pagan por ello”.

Sobre los momentos menos felices en el Milan

“No tengo nada que ver con estas guerras. Yo hablo de entrenar. Me centro en ganar títulos. He ganado unos cuantos, 13, y ya está. Estoy en esta situación, en el noveno puesto, cuando en Portugal, con equipos luchando por no descender, estaba más arriba. Soy un entrenador que lucha en cada partido por ganar y alcanzar objetivos importantes, no por el noveno puesto”.

¿Puede este partido, en una temporada tan decepcionante, marcar la diferencia?

“Podemos ver el vaso medio lleno y vacío. Si tenemos que hablar vemos cuántos años lleva el Milan sin ganar dos títulos. Por supuesto, a nivel de clasificación es fundamental, en este momento no es como el Milan. El partido de mañana es importante porque nos permite acercarnos a una final, a un título”.


Nada tiene sentido en este Milan

Corría el mes de febrero -apenas un mes después de la llegada de Sergio Conceiçao al banquillo del Milan- cuando la gestión de Rafael Leao empezó a tomar los contornos del “caso” en toda su plenitud, pero fuimos los primeros en preguntarnos si detrás de opciones técnicamente más que legítimas no había también un intento extremo de ayudar al portugués a sacar a relucir todo su potencial dormido.

Leao en el banquillo para comprender plenamente la necesidad de completar su camino de evolución táctica, entrando en el juego en curso con más posibilidades de hacer un impacto. Entre tanto, ha pasado otro mes y medio y la situación del número 10 rossonero no ha cambiado en absoluto. En Nápoles, por lo que se contó antes y después y por lo que realmente ocurrió sobre el terreno de juego, hubo pruebas palpables de que algo iba mal.

Ya en las 24 horas previas al inicio del partido en el ‘Maradona’, se empezó a intuir que Leao podría quedarse, al menos inicialmente, en favor de su compatriota Joao Félix. ‘No estará muy bien’, ‘Estará fatigado tras el doble compromiso de la Nations League con Portugal’, ‘Ya está pensando en el derbi del miércoles con el Inter’, pensaban muchos.

Y al fin y al cabo, en la explicación que el entrenador del Milan dio al final de los 90 minutos para justificar una decisión que no resultó muy feliz, también utilizó estos argumentos: ‘Los médicos me dijeron que Leao tenía un problema en el muslo’. Luego se contradijo parcialmente: ‘Yo había preparado el partido sin Leao, así que no digo que lo dejara fuera por lo que me explicó el médico’. Traducido: asumiendo y no concediendo que el delantero no estaba en las mejores condiciones posibles, la elección es puramente técnico-táctica. Lo que no ayuda a hacerla más admisible y aceptable.

La actuación de Rafa Leao en la segunda parte del partido contra el Nápoles mostró a un jugador lejos de tener problemas o estar limitado por alguna molestia muscular. Y lo que es más importante, comparar su actuación con la del hombre preferido para él, Joao Félix, certificó que Sergio Conceiçao se equivocó en todo. En la preparación y el planteamiento del desafío al equipo de Conte, pero, más en general, en la comprensión de la dinámica, los problemas y el funcionamiento de su equipo milanista.

Porque, incluso en una de sus temporadas más complicadas (10 goles y 9 asistencias en 41 partidos), Leao sigue siendo el jugador que más ocasiones genera para su equipo (el mejor asistente de la Serie A en los últimos cinco años y el quinto mejor rossonero de la historia en goles y pases decisivos garantizados, 121), no poder encontrarle un sitio fijo y natural es algo difícil de explicar.

Más aún teniendo en cuenta los enormes problemas que la formación rossonera ha mostrado a lo largo de la temporada para asumir una identidad táctica precisa, incluso con Fonseca en el banquillo, sin evolucionar nunca en el plano puramente estético, sino también en lo que respecta a la transición de un contexto basado exclusivamente en jugadas individuales a una maniobra más colectiva. Leao no sólo enmascara esta evidente criticidad, que es tal en el Milan desde hace al menos un par de años, sino que -como demostró la entrada del Nápoles- a menudo consigue elevar el tono del rendimiento de muchos de sus compañeros.

Es el caso, por ejemplo, de Theo Hernández, que con el número 10 portugués ha construido una compenetración que se ha hecho natural en la banda izquierda y que también ayer generó tanto la ocasión del penalti provocado por el lateral (luego fallado por Giménez) como la del gol de Jovic. En términos más generales, cuando el Milan pudo contar con un jugador que en las últimas temporadas era el que más dificultades había puesto a la defensa del Nápoles, empezaron a aparecer los peligros para los hombres de Conte.

Habla el campo, no nosotros. Por eso resulta cada vez más difícil llegar a una respuesta clara y definitiva de por qué un Milan en evidente estado de crisis ha decidido hacerse un flaco favor a sí mismo renunciando a apostar por su mejor jugador -además de activo estratégico del club también en términos de imagen- para elegir a jugadores cuya titularidad cardenalicia quizá ni siquiera posea. Sergio Conceiçao nunca ha respondido por ello, pero una de las peores temporadas de la historia reciente del Milan está llegando a su fin y pronto presentará la factura.

MAIGNAN Y THEO PODRÍAN DECIR ADIÓS EN VERANO

El doble derbi en la Copa Italia y después… las despedidas. Con las últimas ocho jornadas de la Serie A en peligro de convertirse en una larga coda a un campeonato al que el Milan tendrá poco que pedir, el doble duelo contra el Inter podría ser, en caso de eliminación, la última pasarela “real” del Milan 2024/25. La próxima temporada muchas cosas cambiarán en Milanello y el nuevo Diavolo será más italiano. No sólo en un puesto clave como el de responsable del área deportiva, sino también en el banquillo y en la plantilla. El deseo es romper con lo sucedido en los últimos meses. La consigna, sin embargo, es no devaluar los activos de la cantera de jugadores.

La decepción, evidente en sus palabras tras la derrota contra el Nápoles, desapareció ayer de la mente del técnico portugués, que quiere terminar la temporada de la mejor manera posible. Demostrando, sin duda, la profesionalidad que todos en Via Aldo Rossi reconocen a pesar de los resultados. Conceiçao conoce el mundo del fútbol y, aparte del poco tiempo que ha tenido para entrenar al equipo debido a los numerosos compromisos cercanos, sabe que en la liga y en la Liga de Campeones el grupo no hizo su trabajo.

La consecuencia lógica en estos casos es un cambio de entrenador. A Sergio le gustaría que los errores defensivos que han condicionado su aventura rossonera desaparecieran de una vez por todas mañana por la tarde. Así lo expresó al hablar con Ibrahimovic y Moncada, presentes ayer por la tarde en Milanello, y así lo reiterará en el vestuario en las horas previas al cuarto derbi de la temporada. Si, como es casi seguro entre él y el Diavolo, será un adiós, no quiere tener remordimientos.

Las decisiones sobre la plantilla 2025-26 estarán influenciadas por el nuevo entrenador. Sin embargo, la aventura rossonera de Theo Hernández parece haber llegado al final del camino, tanto porque la negociación para la renovación de su contrato, que expira en 2026, ya no da más de sí como porque el rendimiento del francés es muy diferente al del pasado. Hará falta una propuesta de un equipo que guste al ex jugador de la Real y que el club considere adecuada, pero de momento los indicios apuntan a un adiós.

También tienen las maletas hechas Joao Félix, cedido en seco por el Chelsea, Abraham, llegado temporalmente del Roma, y Sottil, cuya ficha pertenece al Fiorentina. Expiran Jovic, por quien no se ejercerá la cláusula de renovación por un año, y Florenzi. Emerson Royal, que podría haber abandonado Milanello ya en enero con el fichaje de Walker, no ha convencido.

Lo más probable es que se compre al inglés del City. Tomori, que dijo no a la Juve en la ventana invernal, podría cambiar de opinión en verano, pero necesita una propuesta de la Premier League. Adiós también a Loftus-Cheek, Chukwueze y Terracciano. Los grandes nombres Maignan y Leao están en la cuerda floja. sobre el nuevo entrenador. ¿Por quién empezar? Definitivamente Reijnders y Pulisic, pero también Giménez, Fofana, Pavlovic, Jiménez, Bondo, Gabbia y Thiaw, además de los jóvenes. Musah también puede quedarse.

WALKER ABRONCA A JOAO FÉLIX

En un vídeo publicado en X por la cuenta World Soccer Talks tomado desde el vestuario del ‘Maradona’ poco antes del inicio de la segunda parte del Nápoles-Milán, se grabó un diálogo entre Kyle Walker y Joao Félix. El inglés, con gesto decidido, le dice al portugués: “Pasa la pelota, no somos Messi, pasa la pelota”.


Fuera de Champions: los motivos

¿Tiene prismáticos? El Milan mira a la zona de Liga de Campeones y la ve ahí arriba, muy lejos, a 9 puntos. El Bolonia cuarto con 56 puntos, la Juve quinta con 55, el Milan sólo noveno con 47. Las matemáticas, obviamente, dejan esperanzas pero, con un poco de sentido común, se puede decir: Nápoles es la ciudad que hace oficial el adiós del Milan a la gran copa. Pioli había devuelto al club a la Liga de Campeones en 2021 tras siete temporadas de ausencia, cuatro años después los cónsules portugueses Fonseca-Conceiçao sacan al club de su hábitat.

El Milan debe concentrarse ahora en otra Europa. Mañana disputarán la ida de las semifinales de la Copa Italia contra el Inter. Al otro lado del marcador, Bolonia y Empoli. El Milan es claramente inferior a los de Simone Inzaghi, pero ganar este trofeo (o quizás llegar a la final) le garantizaría una plaza en la Europa League.

Es más difícil que esa clasificación llegue a través de la liga, también porque todos los rivales directos han ganado este fin de semana (el Lazio, ahora séptimo, jugará en el aplazamiento): necesitarían al menos la sexta plaza, que pertenece al Roma. Y el Roma es el equipo que más puntos ha sumado en la liga en 2025. Así que el Milan está actualmente dividido entre la Conferencia y una temporada sin copas. Como el Nápoles de Conte, fíjate.

Sí, pero ¿cómo ha sido posible? El Milan tiene enormes y profundos problemas: están en su ADN. Concede ocasiones por distracción y errores individuales. Maneja mal los partidos, como demuestra otro gol encajado en los primeros minutos (o en los primeros minutos después de marcar). No tiene un esquema garantizado en defensa, donde las parejas de centrales cambian de una semana a otra. Paga la falta de liderazgo de casi todos sus jugadores clave. Y luego se complica la vida con decisiones conceptuales: Leao tiene muchos defectos, pero ¿por qué se quedó fuera en el Nápoles? Cuando entró, el Milan estaba mucho más vivo, era mucho más peligroso.

Los aficionados, en este punto, están divididos. ¿Mejor jugar las copas y asistir a Europa, la casa histórica del Milan? ¿O es mejor liberarse la próxima temporada de compromisos, concentrarse en el campeonato, hacer las cosas sencillas, evitar distracciones? Sólo en un punto están todos de acuerdo: hay que ganar la Copa Italia, el doble derbi con el Inter debe ser diferente del doble derbi europeo de 2023.

El miércoles empezamos, quizás con Leao de titular, Joao Felix en el banquillo, Gabbia-Thiaw como pareja de centrales: las opciones más lógicas. Ah, empezamos en casa, porque el calendario de la Coppa Italia dice Milan-Inter inmediatamente, Inter-Milan el 23 de abril. Suena a ventaja, en cambio es peligroso: San Siro puede ser un santo, pero hace tiempo que perdió la paciencia.

TORNEO EN HONG KONG EL 26 DE JULIO

El Milan cambiará de rumbo en verano. Nuevo entrenador, seguro, pero aquí hablamos de geografía: tras dos giras por Estados Unidos, el equipo en el verano de 2025 estará en Asia. Como en 2017 con Montella, cuando la propiedad era china. La primera cita es definitiva: el Milan jugará un amistoso contra el Liverpool en Hong Kong el 26 de julio, un partido que forma parte del programa del Festival de Fútbol de Hong Kong 2025, en el que también participarán el Arsenal y el Tottenham.

El Milan-Liverpool es sólo el primero de los tres partidos que se disputarán en Oriente en verano. Los otros dos aún no se han concretado ni anunciado, pero se perfilan un par de opciones. Lo más probable es que el Milan juegue contra el Arsenal y que esté sobre el césped en Singapur. El nuevo entrenador, sea quien sea, deberá tenerlo en cuenta porque el Milan es muy querido en el mundo y corresponde: el interés internacional, para el área comercial, es fundamental. Por supuesto, en todo esto hay un coeficiente de riesgo porque las giras, para todos, hacen más compleja la preparación, obligándote a jugar inmediatamente contra equipos fuertes fuera de casa, quizás con calor.

El Milan jugará en Hong Kong en el estadio Kai Tak, con capacidad para 50.000 espectadores, pero la eliminatoria no se limitará a 90 minutos. El Milan está poniendo en marcha su primera academia en Hong Kong, con el objetivo de crear un vínculo con los jóvenes locales y ayudarles a crecer, en el fútbol y más allá. Franco Baresi estuvo en la ciudad la semana pasada para presentar la iniciativa, recibido por los aficionados locales como una leyenda del club. Y eso, al norte y al sur, al este y al oeste, nunca cambia.


Europa solo pasa por la Copa

SERGIO CONCEIÇAO

¿No te enfadan estos partidos?

“Con palabras no puedo expresar lo que siento, es una decepción. Tengo que calmarme, hoy ha pasado de todo. No busco excusas: me levanté con la llamada del médico para Loftus y también Malik, que se entrenó dos veces después de la selección, como Giménez. Hay que cambiarlo todo en la preparación del partido. Requiere trabajo, pero me gustó la reacción. Tenemos que entender por qué no la tuvimos en la primera parte”.

Ahora está el partido de los partidos

Sí, es un partido importante, la Coppa Italia es un objetivo del club. Ya nos hemos enfrentado a él dos veces, son buenos retos, como el de hoy. Ahora vamos a pensar en el derbi”.

¿Cómo piensa trasladar su maldad e intensidad al equipo?

“Entrenar al máximo y tener claro lo que hay que hacer. Los jugadores ya han demostrado que tienen carácter, tenemos que seguir trabajando en el equilibrio. Es difícil para todos en esta posición, pero tengo un grupo que quiere cambiar estos resultados. Tenemos que empezar el martes”.

¿Qué importancia tiene la baja de Jiménez en la próxima?

“Es un jugador importante. No sé por qué recibió la amarilla. También fui amonestado, pero se jugó demasiado poco. Se necesitaban más minutos de recuperación”.

El Milan creó mucho en la segunda parte, pero esos primeros 20 minutos de horror permanecen en la retina de todos. ¿Por qué tanta diferencia?

“Desde que estoy aquí, hace tres meses más o menos, nunca he puesto excusas por el poco tiempo para trabajar. Hoy ha pasado de todo. Me desperté a las 7.30, estaba Loftus que estaba enfermo y fue al hospital. Después me dijeron que Thiaw no podía jugar porque había vomitado, tenía algo en el estómago, intestinal. Y poco después me dijeron que Leao tenía fatiga en el muslo”.

“Pero eso no es excusa, podíamos haber hecho mucho más. En el primer balón que lanzaron marcaron. No hicimos los primeros 20 minutos como nos habíamos preparado. Son cosas que pasan, no quiero aferrarme a la mala suerte porque podríamos haber hecho más, pero hoy ha pasado de todo. En la segunda parte hubo una reacción muy buena del equipo, la necesitábamos. En la segunda parte, el Nápoles nunca fue a por el gol, creamos muchas ocasiones, el resultado correcto habría sido un empate en mi opinión”.

Sobre los numerosos penaltis fallados… ¿Quién tenía que lanzarlo?

“Hay tres jugadores que definimos para ganar y entrenan. Pulisic para dar confianza a su compañero que no marca desde hace unas semanas… Sabemos cómo están las cosas. No me corresponde a mí decir nada a los jugadores, son ellos tres los que deciden en función de cómo se sienten. Pero es una buena señal, es señal de un vestuario unido. Hay conciencia de que teníamos que haber hecho más en los primeros 25 minutos, hay una gran frustración porque no merecíamos esta derrota”.

Este equipo de aquí, con una actitud diferente, con errores limitados, ¿qué valor tiene objetivamente? ¿Qué potencial tiene?

“Ya habíamos preparado el partido sin Leao, no digo que no jugara porque el médico me dijo algo. Después de la selección, al igual que Santi, hizo dos entrenamientos. O más bien Santi sólo uno, porque volvió con el tobillo muy muy hinchado. Sin embargo todas estas cosas pasan en Milanello, la gente no lo sabe. El equipo tiene potencial, calidad. Siempre hablamos de este equilibrio, es cierto. Si tenemos que presionar más arriba, a veces tenemos que quedarnos uno contra uno en nuestra línea defensiva, no puedes quedarte en superioridad numérica si vas hacia adelante”.

“Salieron con demasiada facilidad de nuestro pressing en la primera parte. Luego corregimos y tuvimos otra actitud. En el fútbol se necesita técnica, calidad, pero también coraje, voluntad y la actitud adecuada. A veces tenemos que asumir la responsabilidad hombre a hombre. El equipo tiene calidad, tengo mucha confianza. Tengo un ambiente sano en el grupo”.

QUINTO PENALTY FALLADO POR GIMÉNEZ

El del Nápoles fue el quinto penalti que Santiago Giménez falla en su carrera. Obviamente, el primero con la camiseta del AC Milan y el primero en 14 meses. Su último error con la camiseta del Feyenoord se produjo en un partido contra el Twente, que acabó 0-0. En el pasado, Giménez ha fallado otro penalti en la Eredivisie, además de otros dos con la selección mexicana, uno en un amistoso y otro en la Liga de Campeones de la CONCACAF.

En cambio, son 15 los penaltis marcados, siete con el Cruz Azul y ocho con el Feyenoord, el último de ellos el 22 de enero en la Liga de Campeones contra el Bayern, en una noche en la que los de Bebote fueron protagonistas de una épica victoria por 3-0.

Giménez es el cuarto jugador que falla un penalti con la camiseta del Milan. A principios de esta temporada, Theo Hernández y Tammy Abraham habían desperdiciado sus ocasiones contra la Fiorentina y Christian Pulisic contra el Torino.


Nápoles 2 – 1 Milan

Milán y Nápoles estaban y siguen estando muy unidos: a última hora de la tarde los aficionados azzurri conectaron con los de San Siro, donde el Inter había derrotado trabajosamente al Udinese por dos goles de diferencia. Tantos como aquellos con los que el Nápoles noqueó al Milan en los primeros 45 minutos del partido posterior: sin estrés y sin especial sufrimiento. Al contrario. Listos para empezar y Conte ya estaba por delante. Poco después del cuarto de hora llegó el doblete y el partido (casi) asegurado.

Hay varias sorpresas en la plantilla, sobre todo en el centro del campo: Loftus-Cheek, que tuvo que ser operado de urgencia de apendicitis, deja paso a Fofana. Conte, por su parte, pierde a McTominay por un ataque de gripe. El Nápoles rediseñó con el 4-3-3: Neres y Anguissa dentro, Raspadori también fuera. Conceiçao había hablado con satisfacción de las dos últimas semanas de trabajo en Milanello, a pesar de no contar con 15 jugadores nacionales.

Había hablado de un ambiente sano y de un equipo centrado en el doble objetivo (el cuarto puesto y luego la Coppa Italia), con el derbi del miércoles todavía como pensamiento secundario. En realidad, el Milan que entró anoche en el campo parecía tener las ideas muy confusas: otra vez penalizado por el planteamiento, otra vez obligado a la remontada. Esta vez se hundió a los dos minutos: la defensa rossonera sorprendida por la inserción de Politano y Maignan golpeó en su poste. Los habituales Theo y Pavlovic (en el campo por Thiaw) culpables.

La ola azzurra subía: Neres fue frenado por Gabbia tras una acción de sprint iniciada por Di Lorenzo por la derecha (Hernández seguía suelto), luego fue Anguissa quien, a la salida de un córner, intentó un taconazo. Fuera por los pelos. El Milan fue embaucado y hundido en el minuto 19: Lukaku, servido por Gilmour, chutó sin mucha coordinación, pero adelantó a los rossoneri por segunda vez. A continuación, Anguissa envió un disparo lejano de Mike, que salvó el triplete de los azzurri. Para el Milan había en realidad muy poco que salvar. Conceiçao se precipita al vestuario en el minuto 45. Conte agita, coordina, dirige, carga: los entrenadores son las fotografías de los dos equipos.

A la vuelta de vestuarios, Sergio se vio obligado a corregir por enésima vez sus decisiones iniciales: entra Leao, sale Bondo. Otros nueve minutos de la segunda parte y Giménez y Chukwueze entraron por Abraham y Félix. En resumen, en menos de una hora el Milan estaba desorganizado. Ya sin una lógica de equipo precisa, fue Leao quien probó el número en una acción individual: se zafó de media defensa del Nápoles antes de rematar fuera. Ahí está Rafa de nuevo en la maniobra que lleva a la primera conclusión de Giménez: impreciso.

Entonces Pavlovic fue bloqueado dos veces por Meret: en el minuto 65 se produjo el primer intento rossonero real de llegar a la portería contraria, y el serbio intentó un bis a diez minutos del final. La reacción rossonera propició el penalti de Giménez, transformado por Theo tras recibir una falta en el área de Billing. El mexicano desde el punto de penalti, sin embargo, disparó débil y centrado, por lo que Meret lo detuvo. Conte exulta, ya que tras el gol, el ánimo de los rossoneri vuelve a hundirse.

El Nápoles pecó de bajar demasiado el ritmo, pero el Milan logró algo mucho peor: desperdició la ocasión de intentar reabrir el partido. Y el penalti sin alma de Giménez es una imagen elocuente de toda la actuación. Cuarto penalti fallado esta temporada por los rossoneri: ¿por qué no Pulisic desde el punto de penalti?

El Nápoles volvió a la gestión, más o menos sereno, pero Conte sigue tenso: amonestado por protestar como jugador amonestado, no estará en el banquillo en el próximo partido contra el Bolonia. Segunda mala noticia (pero a verificar con exámenes específicos): lesión de Lobotka, obligado a cambiar. El tercer aviso para el Nápoles fue el gol de Jovic en un scrum, tras un perfecto intercambio de zurdazos entre Theo y Leao.

En resumen, el único delantero del Milan que marcó fue el tercero en la jerarquía. El serbio también estuvo a punto de doblar el marcador en la segunda parte, pero el toque de atención del Milan, eléctrico al final y con Maignan encontrándose incluso jugando de mediapunta, sonó demasiado tarde. Conte se encerró y esta vez no hubo remontada: aunque, como había hecho el Inter por la tarde, ahora también sufrió. Pero al final Milan (equipo nerazzurro) y Nápoles siguen cerca, separados por tres puntos.


30ª Jornada: Nápoles – Milan

AC Milan vs Atalanta

Dos pesos pesados de la Serie A se verán las caras en el estadio Maradona el domingo por la noche, cuando el Nápoles, aspirante al título, reciba al Milan, aspirante al cuarto puesto. Los Partenopei siguieron tropezando antes de la pausa internacional, lo que les dejó a tres puntos de los rivales de la ciudad de Milán en una absorbente carrera por el Scudetto. A falta de nueve jornadas, no pueden permitirse un nuevo tropiezo.

Una victoria en el estadio Penzo habría aumentado la presión sobre sus perseguidores, pero los hombres de Antonio Conte tuvieron que conformarse con un empate sin goles. El triunfo posterior del Inter en Bérgamo deja a los Partenopei a tres puntos del vigente campeón de Italia, a falta de nueve jornadas para el final, en un momento decisivo de la campaña.

Desde principios de febrero, el Nápoles sólo ha ganado uno de los siete partidos de la Serie A -un fracaso más que en los 22 primeros de esta temporada-, pero sigue empeñado en conquistar su segundo Scudetto en tres años. Conte, por su parte, nunca se dará por vencido, sobre todo teniendo en cuenta que el Atalanta también está cayendo y que el Inter debe completar una recta final repleta, compitiendo en tres frentes distintos.

El Nápoles tiene 14 puntos más que el Milan, al que derrotó por 2-0 en San Siro en octubre, con goles de Romelu Lukaku y del añorado Khvicha Kvaratskhelia. Los Rossoneri nunca han encadenado siete partidos consecutivos sin perder en Nápoles a lo largo de su dilatada e ilustre historia, pero ahora están a sólo 90 minutos de lograrlo.

A principios de marzo, el Milan se desquitó de la crisis y recurrió a sus dos jugadores más fiables para sacar el partido adelante contra el Como, justo antes de que el fútbol internacional interviniera por última vez esta temporada. Tijjani Reijnders y Christian Pulisic anotaron los goles de la victoria sobre su ambicioso rival lombardo en San Siro, remontando una desventaja de un gol al descanso.

Tras la remontada ante el Lecce, en la que Pulisic firmó un doblete, el Milan podría ganar tres partidos de liga seguidos por primera vez desde septiembre, cuando Paulo Fonseca aún dirigía el equipo. Su sustituto, el también portugués Sergio Conceicao, ha empezado levantando la Supercoppa Italiana, pero los rumores apuntan a que no se quedará más allá del final de la presente campaña, y algunos apuntan a Conte como su sustituto.

El Milan, noveno clasificado, sólo ha sumado 47 puntos: en los últimos 20 años, sólo un equipo con un registro tan bajo a estas alturas de la temporada de la Serie A ha terminado entre los cuatro primeros.

Nuestro análisis de todos los datos disponibles, incluyendo las actuaciones recientes y las estadísticas de los jugadores, sugiere que el resultado más probable para este partido es una victoria del Napoli con una probabilidad del 50,01%. Una victoria del Milan tiene una probabilidad del 25,79% y un empate del 24,2%.

El marcador más probable para una victoria del Nápoles es 1-0 con una probabilidad del 10,07%. Los siguientes marcadores más probables son 2-1 (9,59%) y 2-0 (8,45%). La victoria más probable del Milan es 0-1 (6.82%), mientras que el empate es 1-1 (11.43%).

POSIBLES ALINEACIONES

RETRANSMISIÓN POR TV E INTERNET

En España será retransmitido en directo por DAZN a partir de las 20:45 PM, para el resto de países consultar la lista de Live Soccer TV

En España si no os carga alguno de estos enlaces, será necesario acceder a través de VPN


Nápoles – Milan: Rueda de prensa

SERGIO CONCEIÇAO

¿Cómo trabajó con los jugadores que se quedaron en Milanello?

“Lo ideal era trabajar con todo el grupo, pero no fue posible. Los jugadores que quedaban hicieron un trabajo diferente al de otras semanas”.

Primer desafío contra Conte. ¿Qué tipo de partido te imaginas? ¿Por qué necesitamos ganar en Nápoles?

“Reté a Antonio como futbolista, nos enfrentamos muchas veces. Es cierto que como entrenador es la primera vez. Un partido difícil e importante por los objetivos que tenemos, no debemos esconder nuestros objetivos. Y el resultado de mañana es importante para eso. Trabajamos para ganar, conociendo las cualidades del rival.

Ibrahimovic ha vuelto. ¿Lo sentiste cerca?

“No puede jugar mañana, está fuera (risas, ed). Con la directiva hablamos todos los días. Hemos trabajado en un ambiente sano, bueno y hambriento. Tengo que hablar de los jugadores y nada más”.

Sobre Abraham: ¿es probable que sea titular desde el primer minuto?

“Hemos trabajado con todos. Sobre los principios del equipo, sobre los momentos del juego. También estimulamos el talento, la calidad de los jugadores”.

¿Qué partido espera?

“Un Nápoles de calidad, a imagen y semejanza de su entrenador. Con intensidad, lucidez y con una punta de lanza que sabe bancar tan bien y Raspadori que mete, McTominay también. Lobotka que es el amo del centro del campo. Nos lo sabemos todo de memoria, nos hemos preparado sobre estos principios y sus cualidades, pero fijándonos en las nuestras. Estamos listos para un buen partido, me gusta desafiar a los mejores y el Nápoles es uno de los mejores equipos de Italia”.

¿En qué medida le estimula el reto con Conte?

“No necesito garantías, estoy aquí para hacer el mejor trabajo posible. Con Antonio tenemos la misma pasión por el trabajo. Creo que más allá de la pasión que tenemos por el fútbol, vivimos la vida intensamente. Cada uno tiene sus características, yo soy diferente”.

¿Se siente el Conte portugués?

“No”.

¿Cree en la remontada?

“Si no, no estaría aquí. El ambiente es bueno, sano”.

¿Te dio confianza Ibrahimovic? ¿Habló del futuro?

“No necesito confianza. Déjame decirte algo: tengo que trabajar, no tengo esa debilidad de tener a alguien que me dé seguridad. No lo necesito, dependo de los resultados. No soy un niño que necesita que su papá le diga que me quiere. Sé que tengo dos objetivos: Coppa Italia y el cuarto puesto. Además de la Supercopa, que ganamos. Por supuesto, está la decepción de la Liga de Campeones”.

¿También preparó el partido pensando en el Inter?

“Creo por experiencia que si preparamos dos partidos no es bueno. Así que nos centramos en el Nápoles y luego pensaremos en la Coppa Italia. Hay jugadores que han jugado dos partidos en la selección, pero tenemos una plantilla que trabaja muy bien”.

Sobre Walker

“Forma parte del grupo, ha encajado muy bien. Tiene mucha experiencia, dentro y fuera del campo. Hasta ahora ha hecho todo lo que se le ha pedido, es un profesional fantástico y espero que siga así hasta el final”.

Sobre Loftus-Cheek

“Puede cubrir más de una posición. Es un jugador importante, con números importantes como vimos el año pasado. Ruben puede jugar como trequartista, jugar box-to-box, depende de la estrategia del partido y de su condición. Ahora está disponible”.

¿A quién quitaría del Nápoles?

“Todos los jugadores del Nápoles tienen calidad y Conte lo está haciendo bien, con buenos jugadores que están haciendo una buena temporada. No me gusta fijarme en las individualidades, en todos los departamentos hay buenos jugadores”.

Tomori está jugando poco. ¿Te dan más garantías Thiaw y Gabbia?

“Depende de los ciclos, de la forma. Tengo cuatro defensas centrales en los que confío mucho.