
El director y el entrenador del Milan del futuro serán italianos, pero el equipo tendrá también un núcleo importante de jugadores azules o azzurri. Porque en Via Aldo Rossi han entendido que sólo así se puede crear ese núcleo duro necesario para ganar el campeonato. Como le ocurrió en el pasado al Diavolo de Sacchi, Capello y Ancelotti, pero también a la Juve de Conte, Allegri y Sarri o al actual Inter.
Chiesa, Orso y Lucca Para el ataque, los nombres marcados en rojo son tres. No llegarán todos, pero son operaciones en estrecha observación. Federico Chiesa, sobre el que se había informado el verano pasado antes de su fichaje por el Liverpool, puede volver a ser una idea, ya que con los Reds ha permanecido hasta ahora al margen y la próxima temporada quiere ser protagonista para ir al Mundial.
Riccardo Orsolini y Lorenzo Lucca, en cambio, sonaron en el pasado mercado invernal cuando estaba claro que Santiago Giménez era el objetivo. Sus nombres, sin embargo, siguen vivos: Orsolini es un exterior con calidad y gol que podría aportar a Pulisic para jugar como trequartista titular; Lucca, por su parte, sería la alternativa al mexicano si Abraham no es comprado por la Roma. El delantero exterior del Bolonia y el delantero centro del Udinese tienen valoraciones importantes: el precio de Orso podría rebajarse incluyendo en la operación el rescate de Pobega; los friulanos, en cambio, parten de una base de al menos treinta y cinco millones por su delantero. Demasiado, pero…
Abraham y la Roma Pero volvamos por un momento al inglés cedido y no necesariamente comprado porque tiene un salario elevado. Si en las últimas semanas ha dado algunas señales importantes (especialmente el gol en el derbi del miércoles), en el resto de la temporada no ha brillado por su continuidad. Los giallorossi, dueños del escudo de Abraham, tienen cedido a Saelemaekers y quieren retenerlo debido al excelente rendimiento del belga.
Si el nuevo entrenador no pide la confirmación de Abraham, la negociación con el club de Friedkin puede continuar con una contrapartida técnica alternativa. ¿Cuál? Bryan Cristante, que ya fue sondeado en enero, o Lorenzo Pellegrini, que no tiene intención de renovar su contrato que expira en 2026. Cristante podría entrar en la lista de la Uefa, suponiendo que el Milan llegue a la Copa, como producto de la cantera rossonera. En el centro del campo, sin embargo, también se vigila la posición de Davide Frattesi: si el ex jugador del Sassuolo decide abandonar el Inter en busca de más espacio, el Diavolo estará preparado.
Por último, todas las miradas estarán puestas en defensa, donde, en caso de marcha de Theo Hernández, habrá que buscar un nuevo titular para la banda izquierda: Destiny Udogie gusta, pero el Tottenham no es un club fácil de tratar. Paratici, si se hace cargo del área deportiva rossonera, ya lo compró para los Spurs en 2022 y gusta mucho. Capítulo defensa central: Diego Coppola, del Verona, es considerado un interesante prospecto que, sin embargo, tiene que madurar; uno en el que invertir, aunque más joven que el Gialloblù, es Pietro Comuzzo, al que la Fiorentina valora en cuarenta millones.

PARATICI ESTÁ SANCIONADO HASTA JULIO
La indiscreción lanzada hoy es importante: Fabio Paratici está cerca de convertirse en el nuevo director deportivo del Milan. La cumbre que ha tenido lugar hoy en Londres ha conseguido un acuerdo que se ha convertido en definitivo entre las partes. Evidentemente, los contornos de ese acuerdo deben limarse, porque aún quedan algunos nudos por desatar, pero el claro deseo del ex entrenador del Juventus de regresar a Italia, a la Serie A, a un club grande, histórico y ambicioso como el Milan ha prevalecido por encima de todo. Paratici, por tanto, será el sucesor de Antonio D’Ottavio, que dejó el club de Via Aldo Rossi el pasado mes de octubre.
Sin embargo, tal y como subraya Calcio&Finanza, hay que recordar un aspecto importante del asunto: el ex Director General de Fútbol de la Juventus todavía está cumpliendo una sanción de 30 meses por la investigación sobre las plusvalías vinculadas a la Vecchia Signora. Este periodo finalizará el próximo 20 de julio. Así que surge la pregunta: ¿qué puede hacer (y qué no) un directivo inhibido? ¿Y qué significa exactamente inhibición?
Como también informó Calcio&Finanza, el Código de Justicia Deportiva de la FIGC es claro al respecto: “los directivos, miembros de clubes, socios y no socios que sean responsables de violar el Estatuto, el Código, las normas federativas y cualquier otra disposición que les sea aplicable, aunque ya no sean socios, son sancionables, según la naturaleza y gravedad de los hechos cometidos, con la inhibición temporal para ejercer actividades en el seno de la FIGC, con la posible solicitud de extensión al ámbito UEFA y FIFA, para ocupar cargos federativos y para representar a clubes en el ámbito federativo, con independencia de cualquier relación laboral”.
En el caso de una inhibición temporal, sin embargo, el Código de Justicia Deportiva siempre establece: “Las personas afectadas por dicha inhibición podrán, durante el período en que se cumpla la sanción, llevar a cabo actividades administrativas en el seno de sus propias empresas, así como participar y representar a su propia empresa en las reuniones de la liga correspondiente en relación con los asuntos de carácter financiero que figuren en el orden del día de la reunión, incluido el ejercicio del derecho de voto. La sanción de inhibición no podrá tener una duración superior a cinco años”.
¿Y qué implica esta sanción? He aquí las prohibiciones:
- está prohibido representar al club al que pertenece en actividades relevantes en el orden deportivo nacional e internacional;
- está prohibido participar en cualquier actividad de los órganos federativos;
- está prohibido acceder a los vestuarios y a los locales anexos, durante eventos o competiciones futbolísticas, incluidos partidos amistosos, en el seno de la FIGC con posible extensión a la UEFA y a la FIFA;
- está prohibido participar en reuniones con miembros de la FIGC o agentes deportivos.
Básicamente, ¿qué no puede hacer un directivo inhibido? La inhibición, subraya Calcio&Finanza, representa la prohibición de poder realizar actividades oficiales en cualquier circunstancia. Un directivo inhibido no podrá acceder al terreno de juego ni a los vestuarios cuando se disputen partidos, incluidos los amistosos.
Además, la inhibición de un directivo tampoco le permite realizar determinadas actividades de gestión y administración del club. Por citar algunos ejemplos, un ejecutivo inhibido no podrá participar personalmente en las sesiones de negociación del mercado futbolístico, en las de renovación de los contratos de los jugadores o en la firma de posibles acuerdos, así como tampoco podrá representar al club en las asambleas de la Liga Serie A (salvo que se trate de asuntos a nivel patrimonial).