
Venecia fue conquistada sin demasiado esfuerzo. Pulisic abrió el partido a los cinco minutos, Giménez lo cerró en el último segundo. Hubo mucha Venecia en el medio, con Yeboah manteniendo en vilo a Pavlovic, así como Zerbin y Nicolussi Caviglia, que lo intentaron varias veces. A decir verdad, nunca se recurrió a Miie Maignan, y la diferencia de valores sobre el terreno de juego bastó para manejar el partido.
La buena noticia fue el gol de Santiago Giménez, que entró en el minuto 64 y tuvo una actuación mediocre, pero se redimió con el tanto sobre la bocina: el Bebote se desatascaba después de más de dos meses, sin marcar desde el 18 de febrero contra el Feyenoord. Mientras tanto, el Milan sumó tres puntos y mantuvo abierta la posibilidad de clasificarse para una competición europea incluso a través de la liga.
PRIMERA PARTE
El partido comenzó con intensidad, con un Venezia muy agresivo que consiguió el primer córner del encuentro apenas en los primeros minutos. Sin embargo, fue el Milan quien golpeó primero: al minuto 5, un error en la salida de Candé permitió a Jiménez habilitar a Fofana, quien filtró el balón para Christian Pulisic. El estadounidense no falló, firmando su décimo gol en el campeonato con una definición precisa de zurda.
Tras el gol, el Venezia no bajó los brazos. Nicolussi Caviglia y Yeboah fueron constantes amenazas para la defensa del Milan, aunque sus intentos no lograron concretarse. El equipo local incluso llegó a anotar un gol a través de Yeboah tras una gran jugada colectiva, pero el tanto fue anulado por fuera de juego de Busio en el inicio de la acción.
Antes del descanso, hubo nuevas emociones: Gabbia lanzó un balón largo que encontró a Pulisic, quien definió magistralmente ante Radu, pero el árbitro anuló el gol por un claro fuera de juego. El primer tiempo se cerró con el Milan arriba en el marcador, aunque sufriendo en defensa ante un Venezia muy dinámico.

SEGUNDA PARTE
En la segunda mitad, el Venezia continuó empujando y reclamó un penalti por una caída de Yeboah tras un contacto con Pavlovic, pero el árbitro dejó seguir. Poco después, el Milan también protestó por una mano en el área rival, sin éxito.
Sergio Conceição movió el banquillo para revitalizar al equipo: ingresaron Santiago Giménez, Loftus-Cheek, Joao Félix y Walker, buscando frescura y control en el mediocampo. El Venezia, por su parte, también hizo varios cambios ofensivos intentando forzar el empate.
El partido parecía condenado al empate, con el Venezia volcado al ataque y el Milan defendiendo con mucho sacrificio. Sin embargo, en el minuto 96 llegó el momento decisivo: en una falta lateral cobrada por Reijnders, Santiago Giménez sorprendió a la defensa y al portero Radu con un sutil globito para marcar el segundo gol y sellar la victoria.